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Abe Rábade. 
La semántica del sonido

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MARZO, 2021

Sorte (2020, Nuba Records) Abe Rábade, piano, composiciones/ Pablo Martín Caminero, contrabajo/ Bruno Pedroso, batería. Auditorio Nacional de Música de Madrid.

Entrevista y Texto:
Begoña Villalobos

Fotos:
Afonso Sestelo
https://asestelo.com/ 
© Elvira Megías

El pianista y compositor Abe Rábade es un artista en el sentido amplio de la palabra, con formación musical, literaria, poética y filosófica; con una afinada sensibilidad está dedicado a las bellas artes de naturaleza creativa y valor estético. Después de catorce álbumes como líder, incluidas tres obras para grandes formatos y varias producciones poético-musicales, publica Sorte (2020, Nuba Records), título del último álbum para su trío habitual, compuesto por Pablo Martín Caminero al contrabajo y Bruno Pedroso a la batería. Sorte está estructurado en cuatro trípticos que recrean las cuatro partes del día con una total intención de libertad en los solos de los miembros del trío. 

En la entrevista, Abe Rábade nos cuenta las cualidades que revisten el sonido, comparte su experiencia en el proceso de la composición, la interpretación, el tiempo, el orden, el caos. En definitiva, habla del relato que integra el arte de la creación.

REVOLUTIONARY – Angela Davis – Transcribed & harmonized by Abe Rábade

SINCRONÍA 

Tanto el aprendizaje como el desarrollo o relato que se construye en una carrera artística, en este caso, pianística, jazzística, musical, nunca es lineal, ni debe serlo. Pienso que el autoconocimiento de lo que esta sucediendo en tu carrera es muy limitado, lo cual es maravilloso. Los mimbres con los que tienes que lidiar están ocultos y no son muy conscientes. Cuando colaboras con otros músicos surge una nueva dimensión de uno mismo desconocida que amplifica la visión. Por ejemplo, Pablo Martín Caminero, que colabora en mi trío desde hace más de doce años, incluye el ingrediente del flamenco, entonces se abre un vector que tiene un potencial brutal y muy concreto; otro ejemplo, Nordestinas de 2006 es un disco con dos voces de tradición gallega y un piano. Me mandaron, a capela, las versiones de los temas que yo armonicé; el resultado de la obra es un híbrido muy curioso de música lírica gallega cantada con piano. Esa influencia llega y me fuerza, favorablemente, a tocar piano solo en un escenario con dos voces. A veces -mola- tener facilidad para la música, pero también -mola- tener dificultad, ya que las dificultades hacen surgir de ti una parte creativa. Stravinsky tiene la frase maravillosa: “La creatividad aflora con los límites”. 

Los músicos estamos siempre sumergidos en lo simbólico. Lo que se manifiesta cuando estas tocando en el escenario no esta en la esfera discursiva, aunque hay un vector de lo que está sucediendo que es codificable en el discurso de música escrita o en la adjetivación, lo que surge es a nivel anímico; además también existe una dimensión física, de baile, que tiene que ver con la pulsación, con el cuerpo, que necesita de la sincronía. En nuestro caso, hay que situar -a tres- dónde esta la energía y dónde descansa, ya que estamos apelando constantemente a lo emocional, es por eso que la música engancha tanto, es una vía distinta de comunicación.

ORDEN 

Muchas veces, el campo de juego para elaborar una carrera artística depende mucho del contexto que tiene mucho de azaroso y mucho de Sorte, de lo imponderable, de lo que, afortunadamente, no puedes controlar. Conciertos mimbres de los que surgen estas dificultades, o muchas veces de azares neutros salen eslabones en tu carrera que se van encadenando unos a los otros, y vuelvo a la idea de la no linealidad. Puedes planificar lo que quieras, que toda esa planificación saturniana necesita a Urano, necesita del caos, necesita que no haya control. La forma más honesta de contestar a la pregunta sobre mi evolución, es que entiendo que he llegado a un punto en el cual sé que al menos esos dos polos deben de estar dialogando en un concierto y en un disco. El polo de la estructura que encorseta y da forma y el polo de la libertad. En el escenario la obra tiene que ser un organismo vivo, que recoja el pálpito. Hay que tocar lo que aflora. Prometeo y Epimeteo, el orden y el caos, son dos tipos de temporalidad diferente. En el fondo tiene que haber una conciliación, la forma pura no existe. Empiezo a saber que la madurez artística tiene que ver con entender que hay cosas que no se pueden ni se deben controlar. Hay un ingrediente fundamental que tiene que ver con la libertad y con la manifestación de lo que esta pasando en el momento. La idea es que aquello que estudias como algo rígido, lo haces para que en el escenario se suelte y se humedezca. En el fondo es como un baile. Esto no implica que haya falta de rigor; en este disco en concreto me vuelvo loco para montar esto en los conciertos, los obbligatos de piano son complejos.

Abe Rábade | Piano Solo – Vitoria – Gasteiz 2020

ABE RÁBADE TRÍO- «Arabesco da Iria»

ABE RÁBADE TRÍO – «Like Sonny»

RECREACIÓN

Creo que la improvisación en el jazz no existe, existe la variación y la composición en tiempo real. La improvisación en el jazz nace con las Marching Bands, y las tradiciones orales tienen esto. En portugués hay una expresión que dice: Quem conta um conto acrescenta um ponto. La impro es eso.

Si tocas varios palos, como música tradicional, un poco de música clásica, mucho jazz y música experimental, aparece un discurso musical algo más rico y evolucionado como resultado a la integración de estas músicas. Empiezo a entender cómo se integran todas las músicas que llevo palpitando dentro, en el fondo me hace sentir genuino. Lo primero que le llega al público es si lo que vas a tocar es genuinamente tuyo. Eso es algo que va más allá de la música, es el abordaje antes de tocar una nota. Los japoneses lo llaman ki (energía), es lo que acompaña las cosas. Es la actitud, el impulso, la voluntad consciente con la que lanzas algo. El esfuerzo está fuera -antes- de la nota, las teclas son el descanso. Hacer esa codificación de cómo -quiero sonar- tiene que ver con una concepción muy integral de ti.

TIEMPO

Componer, tocar en directo, grabar, la divulgación en prensa, es un ciclo y es importante saber observar en qué momento estás. El disco, Sorte, es el fruto de un azar loco de dos semanas de dejar venir composiciones sin parar y pasarlas a limpio al piano. He aprendido que no puedes dominar esos embriones que llegan como una pulsión de creatividad, tienes que saber que esos mimbres valen oro. Después, en un tiempo más epimeteico, tienes que pararte con la capacidad de análisis. Este disco tiene mucho de mi experiencia de obra sinfónica, como la propia estructura, de cuatro cuadrantes en trípticos, buscando asimetrías. La música para formatos más grandes tiene que plasmarse de una forma más pétrea. Me han pasado cosas curiosas, la obra que estrené con la Real Filharmonía de Galicia, Tempos Velados (2017), la había preparado para coro mixto, orquesta sinfónica y piano. Piano concertante integrado en la orquesta, el solista de la obra era el coro. Paul Daniel no quería que fuese tan estructurado y clásico, quería que yo improvisase por encima de la orquesta y me dio esa libertad.  . 

Para mí, lo más importante es el ritmo, el molde más grande es el vector ritmo-dinámica y la fuerza, saber en qué lugar esta la energía concentrada. Aunque lo central es la integración de cada uno de los vectores: ritmo, improvisación y melodía.

Tengo una relación bonita con el tiempo. La música es un arte que va del tiempo.

Cuando empecé a cuadrar y a ordenar Sorte, busqué un referente visual -un símbolo-, y una vez eso estaba claro, lo organicé por la gama del color. Más tarde necesitas testarlo, ese proceso es largo; si puede ser antes de grabar el disco, mejor. 

ESCENA

El escenario es liturgia, no es un simulacro, y hay elementos que solo hay en la liturgia, y que solo se van a resolver ahí. Es bonito sentir que los proyectos tienen vida, tienen un inicio medio mágico, también un momento muy prosaico. Para este disco, Bruno Pedroso y Pablo Caminero vinieron a Santiago para ensayar, tocar y grabar el directo por primera vez en mi casa con algunos colegas invitados, y ver qué cosas había que modificar. Un mes después lo tocamos en el Círculo de Bellas Artes (Madrid), luego lo hicimos en Bangladesh antes del confinamiento y fue genial. Ese fue el test de fuego. Con la pandemia se paró todo y por fin se graba en octubre.

Es bonito ver ese nacimiento, ese cauce de vida y ese final y notar como brotan otros procesos que muchas veces van en paralelo. Tengo varios proyectos en activo, uno a Piano Solo; otro que se llama Lorca Namorado. El trío se mantiene en el tiempo, llevamos doce años juntos. Creo que es imposible que haya cierta longevidad en un proyecto sin tener en cuenta que el factor humano y el factor artístico están vinculados. El factor humano casi es más importante, no te digo que no haya conflicto, el conflicto es inherente a la vida. Cuando hay conflicto es fundamental tener herramientas para mitigarlo e incluso para transformarlo en algo beneficioso.

En el caso de la música es increíble, porque la música es danza que toca el suelo sonando. Es pensamiento que suena. La música es invisible, pero está viva en el aire. Últimamente coqueteo con una definición de música como movimiento intencionado: La música mueve el aire, lo hace vibrar con una intención. La música es pura expresión. El escenario te hace ver cosas, tienes que ser muy crítico contigo y a la vez tratarte con cariño para que haya evolución artística.

Escrito por Begoña Villalobos

10 de Marzo de 2021

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