Seleccionar página

CAMILA NEBBIA INTERVIEW

23

Enero, 2025

Texto: Begoña Villalobos

Fotos: Cristina Marx, Juliane Schültz, Aurélie Raidron

Podcast de la entrevista completa + Transcripción de parte de la entrevista a continuación

Desde In&OutJazz hemos tenido el placer de entrevistar a Camila Nebbia, una de las voces de la música improvisada más interesantes de la escena internacional de vanguardia. Camila Nebbia es saxofonista, compositora, improvisadora, artista visual y curadora, nacida en Buenos Aires, radicada en Berlín. La artista multidisciplinaria trabaja en la creación y destrucción de la memoria de archivo, explorando los conceptos de identidad, migración y memoria a través de su trabajo. Ha tocado y grabado con numerosos artistas de la escena internacional como Marilyn Crispell, Michael Formanek, Angélica Sánchez, Randy Peterson, Tom Rainey, Patrick Shiroishi, Vinnie Sperrazza, Katt Hernandez, Kenneth Jimenez, Lesley Mok, Susana Santos Silva, Elsa Bergman, el colectivo Arfi de Lyon, Joanna Mattrey, el regulador Flow de Vincent Dromowski, Kit Downes, Andrew Lisle, John Hughes, entre otros.

 

In&OutJazz: Hola Camila, gracias por la entrevista, es un placer conocerte.

Camila Nebbia: Lo mismo digo, gracias por contactarme.

Yo te conozco ya hace tiempo, ya hace tiempo que te sigo. Por cierto estuve en junio en Madrid con Luis Nacht.

Ay, qué lindo.

Me contó que había sido tu profesor. Estaba muy orgulloso de ti, te admira mucho.

Ay, qué amor, lo amo a Luis, es lo más.

Sí, ¿no?

Sí, sí, sí.

¿Conoces In&OutJazz Magazine?

Sí, cuando me escribiste ya había leído, después me puse a mirar un poco más, es muy interesante.

Claro, es una revista de jazz, somos un equipo de quince. Está enfocada en el jazz vanguardia, noise, free jazz, etc. Estoy en la lista de El Intruso como crítico internacional. Los fundadores viven en Los Ángeles, son argentinos, los conoces, ¿verdad?

Sí, sí, sí, qué bueno que participas en El Intruso.

También In&OutJazz es miembro Europe Jazz Media.

Casualmente hace unos días Alfred Vogel me envió tu disco Eyes to the Sun con Luis Genovese y Alfred. Lo acabo de escuchar. Eres una artista completísima, polifacética total. He visto tus películas, increíbles. La primera pregunta hace referencia a eso. ¿Qué es antes, saxofonista, compositora, improvisadora, artista visual?, ¿Cómo empieza todo?

La verdad que todo empezó con el saxo. Toco el saxo desde muy chiquita, desde los nueve años. Así que esa siempre fue como mi conexión al arte. Aunque siempre en mi casa con mi familia, siempre estaba conectada al arte. Porque mi mamá es artesana, entonces todo lo que es manualidades me encanta. Y cuando me puse a estudiar en el conservatorio, estudié a la par cine. Entonces desarrollé las dos cosas a la misma vez. Si bien había empezado saxo desde mucho más temprano, después hice mucho a la par. Y cuando terminé mis estudios en cine decidí sumergirme 100% en la música, porque era lo que más me llamaba y sabía que de alguna manera iba a encontrar la relación con el cine en algún momento. Entonces se fue dando medio espontáneo, como entró lo otro en mi vida.

¿Cómo llegas como al jazz más improvisado?

Yo creo que fue también parte de descubrirlo, ¿no? Desde muy chica tengo mucho interés por diferentes músicas, como me encanta el punk, me encanta música mucho más abierta. Y creo que cuando descubrí…, o sea, yo ya estaba estudiando jazz, tocando jazz. Y cuando empecé a descubrir el mundo más del free me cautivó. Fue como que medio me atrapó. Y dije “bueno, va por acá, esto es lo que más resuena conmigo”. Tenía sentido con cosas que había escuchado de mi adolescencia. Entonces sentía que tenía que ver conmigo. Y creo que el primer artista que escuché fue Ornette Coleman. Y no me lo olvido jamás. La primera vez que escuché un disco de él fue como “¿qué es esto? Necesito saber más”. Así que así empezó.

Claro, es que eso te atrapa y es difícil volver a atrás. Yo soy una melómana atrapada por el free y es algo intenso…

Totalmente. Sí, sí, por mucho tiempo sostuve muchos mundos a la misma vez, pero siento que después, hace unos años, solté un poco más otros caminos y me empecé a…, o sea, sigo tocando un montón de música escrita relacionada con el jazz, pero con formas más abiertas o, no sé, trato de no ponerle mucho nombre para siempre estar abierta a lo que me den ganas de hacer. Pero bueno, sí, eso que decís, ¿no? Cuando te atrapa, te atrapa algo.

Te atrapa, sí, sí, sí. Hoy he escuchado la serie de discos a dúo,  me ha encantado el dúo con  Angélica Sánchez.

Ah, gracias.

En cuanto a la instrumentación, veo que tienes proyectos en solitario, muchos dúos, otros como Aura con ensemble de cuerdas…etc.  ¿Cómo planteas los proyectos?

Depende de qué es lo que estoy buscando. Con respecto a los proyectos colaborativos, como el de música improvisada. Generalmente es más con la gente que quiero tocar, que me encanta su música, que me motiva mucho. El dúo con Angélica u otros grupos que tengo que son colaborativos. Después cuando escribo música pienso no solamente en las personas con las que quiero tocar, sino en una instrumentación que me gustaría y que me motive o que sea en algo nuevo…, algo nuevo para mí, como un desafío y que sienta que tengo algo para decir con esa instrumentación. Y a partir de eso pienso, bueno, con qué personas me encantaría tocar, me importa muchísimo lo humano. Cuando armé Aura en Buenos Aires, para mí era importantísimo que fuera un grupo humano, buena onda, ¿no? Que haya una buena energía. Y eso fue, sinceramente, la grabación entre toma y toma, nos estábamos riendo, estábamos disfrutando y para mí es muy importante eso, cuando armo un proyecto. Así que es un balance entre esas cosas, ¿no? Y mis discos sola, generalmente pienso más en algún concepto o algunas ideas que quiero transmitir o que quiero desarrollar. Entonces lo hago más que nada para eso. Para, bueno, trabajar en algo, me encanta, focalizarme en algunas ideas y desarrollar o tener algún concepto para expresar a través del disco y… Siempre es un desafío grabar sola o hacer algún proyecto sola. Me encanta eso, me encanta el desafío y hacerlo, ¿no?

En cuanto a la instrumentación, utilizas muchas cuerdas.

Sí, me encanta.

Es increíble, sí. Yo conocí a Biliana Voutchkova en el Festival de Eslovenia.

Ah, esa es increíble.

Increíble, y a Joanna Mattrey también, con el cuarteto de una violonchelista chilena…, Edwards.

Sí, con Joanna he tocado mucho y sigo tocando. Tenemos diferentes proyectos, nos conocimos ya hace varios años. Así que siempre intentando encontrar formas. Porque a veces, ¿viste? No vivimos en el mismo lugar que algunos músicos, entonces hay que encontrar formas. De poder estar en el mismo lugar haciendo música. Y eso es divertido.

Los proyectos que tú haces, ¿responden a una evolución musical tuya o no? ¿O cada uno es independiente?

Puede ser… Yo creo que siempre estamos, como seres humanos estamos siempre cambiando, ¿no? Y estamos…, sí, no sé…, ojalá evolucionando. Así que sin duda siento que cada cosa que hago es diferente de la anterior, pero obviamente hay algún hilo conector que…, como un lenguaje que intento desarrollar personal o conceptos que me gusta seguir profundizando, pero trato de que la música siempre sea diferente para también poder crecer.

¿Cuál es ese hilo conductor o esos conceptos? ¿Cuáles son los patrones recurrentes?

Bueno, muchos conceptos que estuve profundizando o quizás inspirándome con ellos, son: primero, la memoria es algo que tuve muy presente en mis discos, en mi trabajo. También el hecho de haber migrado, eso me afectó bastante en lo que hice. Porque cada lugar donde…, o sea, no es lo mismo para mí vivir en Buenos Aires que vivir acá. Todo mi entorno cambió. Entonces cambia también la forma de hacer música. Creo que mucho…, siempre digo que mucho de lo que me influenció y me sigue influenciando es de donde vengo. Porque ya los ruidos de la ciudad de Buenos Aires me inspiran un montón y me han inspirado, sin saberlo, quizá me di cuenta de eso cuando me fui de ahí y de repente escuchaba otra ciudad y me daba cuenta que mucho del caos que busco en mi música viene también de ahí, del caos, de donde vengo.

Claro, muy interesante, además has vivido en muchísimos sitios. Ahora vives en Berlín, ¿sí?

Ahora vivo en Berlín. Sí, no estoy ahora en Berlín, pero vivo en Berlín. Y, sí, los últimos años viví en muchos lugares, en varias ciudades. Y también estuve un tiempo, como unos seis meses, sin estar en ningún lugar. Como simplemente, viajar y donde sea que tocaba, estaba ahí. Fue bastante interesante. Y ahora tengo…, estoy viviendo en Berlín, pero, bueno, viajo bastante. Trato de estar en movimiento. Me encanta. Aprendo muchísimo de este movimiento.

Claro, porque ¿qué cambio provoca este movimiento? ¿Qué aprendizaje genera en ti?

Yo creo que bastante flexibilidad es una. Y es algo que me encanta siempre trabajar, ¿no? Sí, trabajar en una misma. En no solo nuestra flexibilidad, pero también en nuestras expectativas, en cómo vemos… ¿Viste? Cada sociedad es diferente. Entonces, cada músico que conoces de cada lugar es diferente, y eso me interesa mucho, ¿no? Como la experiencia sociológica de esta música y de estar yendo de lado a lado. Hace poco me pasó que, en un concierto, un tipo que vino a escuchar me preguntó con qué grupo me sentía yo más cómoda tocando, porque cada vez que me veía, me veía con un grupo nuevo. Entonces, él no estaba seguro de si en lo que escuchaba había química o no. Él quería saber, ¿viste? Y yo le dije que a mí realmente me encanta conocer gente nueva. O sea, tengo grupos y me encanta tocar y desarrollar proyectos con grupos estables, pero también disfruto mucho de esta experiencia que es lo desconocido, ¿no? Es como… Sí, es una manera de ver y de sentir la música que es diferente a estas estructuras de tener un lugar estable, un grupo estable. A mí me gusta más estar siempre en movimiento e ir desarrollando con grupos a lo largo del tiempo, pero también tener esta oportunidad de crecer constantemente y de cambiar constantemente.

¡Qué interesante! ¡Qué interesante, Camila! Todo esto de lo desconocido, la apertura a lo nuevo, al cambio…, es un desafío a nivel personal y a nivel musical, ¿no?

Sí, sí, totalmente.

Yo te escucho y te veo y tienes mucho peso. Estoy deseando sacar más tiempo para escucharte más. Escuchar y re-escuchar, porque captas absolutamente toda mi atención. La narrativa que tienes, la estructura dentro del caos…etc. ¿Cómo estructuras todo esto? ¿Cuánto hay de composición y cuánto de improvisación?

Con respecto a esto último, yo creo que cuando escribo música, obviamente depende siempre de qué es lo que estoy escribiendo, pero generalmente me gusta hacer un balance entre las dos cosas, como el material escrito y los momentos de improvisación. Pero me gusta hacerlo de una manera que quizás cuando lo escuchas no sabes exactamente cuándo se terminó lo escrito. Y me encanta también poder escribir para un grupo de improvisadores que sé que van a hacer de la música algo propio. Y me interesa un montón.

¿A qué te refieres? ¿Sería como no saber cuándo acaba la composición y empieza la improvisación?

Como a veces mi forma de componer es, bueno, escribo un montón de cosas, y después digo “bueno, ahora me gustaría que como ensemble trabajemos cierta textura o cierta improvisación, o el material escrito lo destruimos y vamos hacia la improvisación”, o no sé, depende qué es lo que estoy escribiendo. Realmente ahora no sé exactamente cómo describirlo, pero sí trato de que no es que sea algo… Viste que en el jazz es bastante claro cuando se escucha la melodía y que después empieza la improvisación. Y a mí me gusta que quizás sea algo un poco más abierto que eso y que los momentos compositivos aparezcan en diferentes partes, no necesariamente comienzo y final o comienzo e intermedio y final, y sea más algo que esté pensado en esto que acabas de decir, como una narrativa, y pienso más en eso. Trato de pensar, cuando viene la improvisación, por ejemplo, en un ensemble grande, ¿qué es lo que quiero?, ¿qué es lo que me gustaría lograr con el ensemble? Que haya momentos donde estemos todos tocando y que trabajemos como ensemble, eso, por ejemplo, en Aura lo hemos trabajado. Hemos trabajado el cómo existir en grupo tocando nueve personas al mismo tiempo. Y también momentos de dúos, tríos, y cómo se van dando esos cambios naturalmente. Y la verdad que eso es también pura magia del grupo, porque todo eso no está escrito en el papel, ¿viste? Es algo que vamos viendo en el momento, vamos viendo qué cosas surgen. A mí me gusta mucho estar abierta a lo que la gente quiere proponer. No lo quiero determinar todo.

¿Propones un motivo, o cómo lo haces?

No. Proponer lo que puede llegar a pasar después del material compositivo, o cómo vamos a tocar el material compositivo. Me gusta más generar espacios horizontales donde cada persona que integra la banda puede proponer cosas si quiere. Y si no quiere, yo también traigo mis ideas y las hacemos, pero estoy abierta a eso, siempre.

Me imagino que…, o sea, ¿qué papel juega la intuición en todo esto?

Un montón. Un gran papel, porque yo creo que sí, la intuición en la improvisación es todo, pero también lo que va surgiendo en el ensayo. A veces voy con material escrito y digo, bueno, no tengo ni idea cómo lo vamos a resolver, lo veremos ahí en el ensayo, y va surgiendo, ¿viste? Vamos en el momento tomando decisiones, y veo cómo también me llega lo que el resto propone y lo vamos decidiendo en el momento.

¡Claro, qué interesante!

Y a veces que voy escuchando el ensayo, digo “wow, todo esto que ni se me hubiera imaginado, ¡me encanta!” Entonces queda ahí y es parte del arreglo, quizás.

Vale. El último álbum que has grabado La Permanencia de los Ecos con 577 Records, con Joanna Mattrey…, ¿es el último, verdad?

Con un ensemble, sí. Así con un grupo con mi música, sí, es el último disco.

Es una pieza de 34 minutos, ¿no?

Sí.

¿Y eso cómo lo grabáis? ¿Lo grabáis en Nueva York?

Sí, yo había ido a tocar allá gracias a Mutual Mentorship, que es un programa que crearon Jen Shyu y Sara Serpa. Y fui, creo que fui en el 2021… Ahora no me acuerdo si fui en el 2021 o el 2022. Pero, no, 2022, porque creo que por la pandemia no pude ir en el 2021. Y la idea, la proposición, ellas armaron un festival, entonces podía armar una banda y a mí se me ocurrió armar esta banda con este grupo, con Maya Keren, Cecilia López, Lesley Mok y Joanna Mattrey. Y escribí esta composición que es una composición larga, pero que tiene un montón de partes de improvisación y como que la idea para mí era un poco jugar con el material, destruir el material, no necesariamente tocarlo tal cual, ¿no? Como crear algo nuevo con este mapa que había creado. Y después de esa experiencia, en ese viaje no llegamos a grabar porque fui por menos de una semana y no lo logré. Todas estaban bastante complicadas de tiempo. Así que volví por una residencia unos meses más tarde y ahí logré grabarlo. Estaban todas en Nueva York y encajamos y fuimos al estudio y le hicimos así dos tomas. Así que bueno, una de ellas es la toma.

O sea, dos tomas de 34 minutos seguidas, ¡wow! Me encantaría estar en una grabación así hahaha.

Sí, fue divertido, también muy arriesgado ahora que lo pienso. Pero bueno, ellas son todas increíbles y aprendo mucho de estas situaciones porque me surgen después ideas de cómo haber podido preparar la música de otra manera para que sea más sencillo grabar. Pero bueno, vamos aprendiendo en el camino.

Por ejemplo, ¿cómo?

Quizás, dividirlo en secciones hubiera estado interesante para que…, quizás la música hubiera sido más larga, pero a veces, estando en un estudio de repente haces todo de corrido y, no prestas atención a cuánto tiempo fue. Pero bueno, fue muy interesante hacerlo y me encanta el resultado.

Es increíble ese disco. Todo lo que he escuchado es increíble.

Gracias.

Podrías profundizar cómo escribes y cómo improvisas. O sea, ¿qué haces? ¿Deconstruyes una idea? ¿Técnicamente cómo haces?

Mi forma de componer y de improvisar creo que son bastante diferentes, aunque tienen mucha relación quizás, respecto a que busco muchas sonoridades que van por el lado de lo atonal quizás. Y eso sería como la conexión entre mis mundos ahí. Pero la verdad que cuando improviso siempre estoy tratando de escuchar. Incluso cuando estoy tocando sola, ¿no? Como escuchar el espacio, sentir el instrumento en el espacio y crear desde ahí. Hay veces que conecto mucho con la idea de destruir el sonido y es algo que también conecto mucho entre todas mis formas de creación, como en el cine o cuando compongo. Y me gusta mucho también profundizar en eso. Como, ¿cuál es el límite del sonido? ¿Hacia dónde y qué puedo jugar con el sonido para que sea como diferente, o para lograr diferentes estados? También siento que viene mucho de algo interno, como de desarrollar y de experimentar diferentes estados al tocar. No digo estados mentales, digo estados físicos de qué pasa si soplo demasiado fuerte, cómo me siento y qué hace mi cuerpo cuando pasa eso. Conectar con esas pequeñas cosas que vas sintiendo con el cuerpo, es otra conexión con el instrumento. Y trato de ir por ahí explorando cuando toco sola. También hay muchos recursos técnicos que trato de implementar o que desarrollo. Entonces después, cuando estoy practicando, los uso, pero bueno, cuando estoy improvisando realmente trato de olvidarme de todo y simplemente como estar escuchando y estar viendo hacia dónde me lleva la música.

Hablemos de tus referencias estilísticas. ¿Cómo defines tu música? ¿Free jazz, libre improvisación o qué? ¿Cómo?

La verdad que no, o sea, no le pongo mucha…, no pienso muchas palabras para definir mi música, porque eso que te decía, me gusta estar abierta a lo que quiera llegar a ser mañana u hoy, que puede llegar a no ir con esas etiquetas. Pero bueno, siempre, para mí está siempre bien si la gente quiere ponerle etiquetas, porque entiendo que es más fácil algunas cosas. Pero bueno, sí, en general, sí, creo que lo que hago más es música improvisada, también música escrita, que puede ir más por, no sé si llamarlo jazz, la verdad, pero, o música nueva. También a veces música electroacústica, a veces estoy ahí por el mundo de lo electroacústico, y así que ando un poco ahí abierta.

Claro, entiendo. Hace dos o tres meses me invitaron a la muestra de jazz de Netherlands, InJazz . Escuché un grupo con la teclista  Warelis, he visto que tú has trabajado con ella.

Ah, Marta, sí, qué linda, me encanta Marta.

Sí, sí, sí, o sea que estás experimentando con lo electroacústico, ¿no?

Sí, la verdad que me interesa un montón, y aparte siento que Berlín es una ciudad que te inspira mucho a eso, a sumergirte en eso, pero bueno, también lleva muchísimo tiempo, así que voy como puedo.

Sí, porque además he visto que la lista de festivales que tienes cada mes es brutal. La lista de viajes y de actuaciones es enorme.

Sí, estoy feliz, la verdad, me muevo bastante.

He visto que, bueno, que has tocado con todo el mundo que está la línea de la música improvisada.

Sí, un poco, sí.

Con Formanek que además vive en Lisboa, también con Devin Gray.

Ah, Devin Gray, sí, sí, sí, él vive en Berlín también.

Eso es. Ya para acabar, en cuanto a sellos discográficos, ¿Cómo decides? ¿Cuál es la decisión de grabar con un sello o con otro? ¿Cómo organizas eso?

La verdad que es un desafío siempre lo de los sellos discográficos porque tiene su propio tiempo, su demora hasta en recibir los mails, entonces es un, lleva un tiempo decidir. Pero los últimos años estuve mucho en contacto con, Kevin de Relative Pitch Records, la verdad que él ha sido un gran apoyo para mí, así que estoy eternamente agradecida con él, y ya saqué dos discos con él, mis discos sola. El último y mi disco con Angélica Sánchez fue por ahí. Así que muy agradecida, la verdad. Pero bueno, siempre con respecto a los sellos, es un poco ir viendo cada proyecto, a dónde se puede enviar y ver si hay alguna respuesta positiva.

Bueno, pues muy bien. ¿Y cuándo vas a venir a España?

Ay, me encantaría. No sé, por ahora no tengo planes para allá, lamentablemente.

A ver si puedo ir yo a verte. Tengo previsto en algún momento ir a Berlín al festival de jazz, a ver si coincidimos, que seguro.

Está el Festival de Berlín en noviembre, no sé si vas a venir.

Ahí voy a tocar con un trío, con Kit Downes y Andrew Lisle. Pero bueno, si llego a ir a España, te aviso.

Claro, claro, claro, por favor.

Sí. ¿Y en dónde vivís? ¿En España, en Barcelona?

Madrid.

Fui una vez a Madrid, me encanta. Me hace recordar a Buenos Aires.

Claro, sí. Pues esperemos que vengas en breve.

Sí, me encantaría.

Genial, pues vamos hablando, ha sido un absoluto placer.

Genial, muchas gracias.

Gracias a ti por la entrevista, y espero verte pronto, en 2025 en directo. Con muchas ganas. De momento te voy siguiendo en grabado.

Hablamos pronto.

Un besazo, chao.

Chao!

By: Begoña Villalobos

Enero 23, 2025

Pin It on Pinterest

Share This