DANIEL JUÁREZ INTERVIEW
Reflexividad (ΠΚmusic)
Prácticamente en vísperas de lo que será su quinto disco publicado, el aclamado compositor Daniel Juárez nos ha concedido un precioso momento. Nos ha citado y acogido como el mejor de los anfitriones para hablarnos de su último trabajo, Reflexividad, que saldrá publicado el próximo 21 de febrero en el sello discográfico ΠΚmusic dirigido por el contrabajista Petros Klampanis. En la conversación hemos podido disfrutar, profundizar y compartir acerca de múltiples temas que circundan su labor y actividad como compositor, intérprete, improvisador, músico y… persona, a fin de cuentas. Desde el elenco de músicos, pasando por sus influencias, hasta las ideas y conceptos de los que brotan sus composiciones. El diálogo con Dani es siempre un auténtico placer.
¡Esperemos que podáis disfrutarlo!
In&OutJazz: ¡Qué placer supremo, tío, otra vez! La verdad es que siempre verte es un regalo. Pero poder hacerlo para la revista, la verdad que creo que es una oportunidad. Vamos, como revista estamos encantados de la vida de poder escucharte, hablar de tu último proyecto y de todo lo que quieras más. Ya sabes que somos unos cuantos que colaboramos para dar voz a todos los artistazos como tú que estáis ahí proponiendo cosas guapas, tío, tanto a nivel nacional como internacional, lo cual es un gusto, ¿no? Nos interesa apoyar lo fresco, tío, el sonido fresco. Y yo creo que tú, ahora mismo en España, reconocido por muchos, y tu último trabajo, creo que es muestra de ello, eres una voz muy especial. O sea que, lo primero, enhorabuena, macho.
Daniel Juárez: Muchas gracias. ¡Cómo me han puesto en un minuto, eh!
Lo primero, eso. Además, para que los que no te conocen todavía te conozcan mejor, adjuntaremos también tus redes y alguna cosa de tu biografía y tal. Sin embargo, en esta ocasión nos interesa saber un poco acerca de tu último trabajo, o sea, de Reflexividad, del disco. Ahora mismo conocemos el título del disco, que es Reflexividad, y el título del single que ha salido, que es La belleza de lo diferente. Solo con esos dos títulos daría para escribir hasta una tesis, tío. Pero en cualquier tema, o sea, en teología, en antropología…etc. En alguna ocasión hemos hablado tú y yo de dónde puede nacer la música, y me interesaría un poco ir en esa dirección. O sea, ¿qué evocan para ti esos conceptos? ¿Por qué hablas de la belleza de lo diferente en el primer tema? ¿Qué tiene que ver? ¿Y por qué ese título? Y luego ya vamos ahondando más en el trabajo. Pero bueno, así, el primer tiro…, a lo conceptual del disco, o, ¿de dónde nace? ¿Qué idea hay detrás? ¿Qué hay en tu mente, en tu corazón, en tu ser?
Sí que es verdad que igual esos títulos, tanto el del disco como el de los temas que he puesto, parecen como melones muy grandes, ¿no? Ostras, esto es un tema que da para, como dices tú, para hablar durante mucho rato. Pero en mi cabeza es más sencillo todo. Realmente el título del disco es Reflexividad porque junta el compendio de composiciones que he compuesto durante el último año. Y digamos que la temática de los temas es muy de sentarme a reflexionar, a escribir sentimientos, pensamientos, opiniones sobre cosas. También mucho gracias a las sesiones de terapia que llevo teniendo un año, que han sido muy enriquecedoras.
¡Qué bueno, tío!
Recomiendo a todo el mundo que encuentre el momento para ir porque es muy bonito eso. Es una forma muy guay de quererse y conocerse a uno mismo. Entonces eso, todos los títulos hablan de pequeñas cositas sobre las que he ido reflexionando este último año y pico. Y, en fin, pues La belleza de lo diferente, el propio título lo dice, digamos que es un poco esa apertura al miedo que tenemos muchas veces de toparnos con algo que no conocemos, o que de repente nos resulta muy chocante porque es muy diferente a cualquier cosa que podamos conocer. Y esa pequeña cosa la podemos encontrar en muchos aspectos de la vida. Con personas, con cosas, con lugares nuevos…etc.
Totalmente, sí.
Entonces son reflexiones muy mundanas que molan porque seguramente todo el mundo en algún momento en su vida ha pensado en ellas, a su manera y perspectiva, ¿no?
Sí, sí. Ya te digo, yo en cuanto me topé con el título de tu primer single y me puse a escuchar, me pareció apasionante, tío. Porque la diferencia entre personas, por ejemplo, me parece un temazo. Y no solo lo enriquecedor que puede ser cuando hablamos de culturas, hablamos de religiones, sino, tío…, que yo solo no me basto, ¿no? O sea, necesito de lo otro. Y es bello encontrarse con lo otro.
Totalmente.
Pero no es un juicio evidente hoy en día. Y me atrevería a decir que a nivel sociológico, ideológico, es una cosa bastante tergiversada, muy poco llevado al plano natural, visceral, de lo normal, tío, de lo campechano, ¿no? Y, no sé, me…, vamos, me alegró bastante leer ese título y escuchar lo que he escuchado. Que además, ahora decías que son composiciones del último año. O sea, son literalmente todos, temas gestados en el transcurso de un solo año.
Sí, año, año y medio, más o menos, sí, lo que son las ideas como han quedado. Porque sí que es verdad que alguna pequeña cosita era como “esta idea que tengo por aquí, que ni siquiera tiene título, ¿a qué me evoca? O ¿qué me dice? ¿Qué me está llamando cuando escucho esto?”. Que igual hice hace un par de años y ahora es cuando lo he desarrollado y lo he dejado plasmado. Y no solo en papel, sino en el disco, ¿no? Pero sí, vamos, yo diría que el noventa y pico por ciento de los temas…
En un año, tío, o sea, te ha cundido pero bien, macho. ¡Qué cabrón! Y me llama la atención porque, y esto corrígeme, pero podría ser una diferencia…, una bella diferencia jajaja, entre Reflexividad y entre el disco anterior que hiciste, Energía (Live) el del single que sacaste, Spontaneous Sketch. Una diferencia reseñable, el hecho de que ese disco anterior fue gestado con el tiempo y lo tocasteis mucho y mucho y mucho. Y este en cuestión de un año ya lo has grabado. O sea, ¿cómo ha sido el proceso, la composición? ¿Cómo lo has concebido en ese sentido?
Pues, a nivel compositivo, realmente estaba como…, no voy a decir cansado, pero sí como, digamos, aburrido de la idea de intentar hacer cosas muy complejas, ¿no? Que al final es como estar dándole tantas vueltas que acabo adquiriendo una complejidad que no era quizá lo que yo buscaba, ¿no? Aunque luego suena orgánico y sencillo siempre, ¿no? Dependiendo mucho de con quién lo tocas. Pero, quería componer ideas muy sencillitas que luego, a través de la tocata, pudieran extenderse un poco más y darle ahí un poco de forma orgánica y que suene algo potente, pero partiendo de una idea muy facilita. Y al final todos los temas del disco son así. Lo que pasa es que en pocos minutos se lía parda como quien dice…
Se materializa en algo absolutamente vivo, ¿no?
Sí, sí. Y bueno, el proceso de composición fue ese. Quiero hacer cosas sencillas porque a la vez estoy reflexionando sobre cosas que me parecen sencillas pero a la vez profundas, porque si te paras a pensar en…
Total, total.
En un concepto como este que hemos hablado de la belleza, pues puede ser muy extenso, ¿no? Y en cuanto a la búsqueda de los músicos, simplemente un día reuní a Moisés, Naíma y Pablo y dije “voy a probar a hacer una sesión con esta gente a ver qué tal, porque llevo un tiempecito tocando con ellos y me está gustando y tal”. Y desde el primer momento que tocamos el primer tema fue como pfff, joe…
Fuego, ¿no? Porque ¿habíais tocado ya juntos ese cuarteto o eras tú que habías tocado con ellos en diferentes formaciones y proyectos?
Sí, yo había tocado con ellos por separado. Sí que había tocado con Naíma y Pablo en el grupo de Abe Rábade.
Ah, claro.
Y luego con Moisés y Pablo en el grupo del propio Pablo. Pero con los tres en esa formación, no se había dado. Y fue como “mira, qué…”
Y os juntasteis y sucedió, ¿no?
Sucedió la magia jajajaja, sí, sí.
¡Qué guapo, tío, qué guapo! Esto es una cosa que a mí me interesa y estoy muy curioso por saber. En alguna ocasión ya has dicho que incluso te sorprendió que músicos de la talla de Naíma, Moisés y Pablo acudieran a tu llamada, ¿no? Pero, sin embargo, han estado apostando por ti en tantos proyectos también, ¿no? ¿Qué ha supuesto para ti que fueran ellos y no otros? Más allá de lo que acabas de explicar y expresar, que ya habías tocado con ellos y querías probar y les llamaste para hacer la sesión, y pusiste ahí en común algún temilla. Pero, ¿qué supone para ti? ¿Qué aprendes de cada uno de ellos? ¿Qué valoras de cada uno de ellos? ¿Qué crees que incluso aprenden ellos también? De ti o del contexto en el que les has puesto juntos.
Hombre, yo creo que a uno cuando intenta pensar en alguien para tocar su música, le vibra mucho una persona, ¿no? Y el cómo toca una persona, cómo es esa persona a nivel personal, el qué relación estás teniendo últimamente con esa persona, o qué recorrido… Por ejemplo, con Naíma llevamos diez años de amistad. Se dice pronto, ¿no? Yo lo pienso y digo “¡ostras!”
Y es un regalo, claro.
Totalmente. Y no me da para pensar que hacía tanto tiempo. Entonces, claro, cuando ves que esta gente, estos pedazo de artistas, de repente están ilusionados por tocar la música, y tienen muchas ganas, y eso se nota con palabras y con actos, entonces, joder… Totalmente, ha coincidido que a mí me ha vibrado contar con esta gente y a ellos les está molando y les está motivando mucho el proyecto, y eso es maravilloso. Y en cada uno de ellos veo, sobre todo, que son personas que le pueden dar y brindar aspectos muy orgánicos a lo que tocan, por su experiencia, por su creatividad, que la tienen los tres. Y sí que noto una diferencia entre músicos que llevan tocando mucho tiempo, como Moisés, Naíma y Pablo, que le dan enseguida… interpretativamente, ya le están dando algo desde el primer momento. O sea, sí, están leyendo una partitura que les acabas de traer o que les has pasado hace un par de días, pero ya están interpretando la música. No están leyendo “¿a ver por dónde va?”
Sí, sí.
O sea, las equivocaciones que puedan tener, que todas las tenemos…
¡Molan!
Las están aprovechando ya desde el minuto cero.
¡Qué guapo, tío!
Y eso mola, eso es… O sea, aprender de eso, aún yo llevando varios años ya tocando también, es la hostia. O sea, es muy guay.
Es que es un elenco, un señor elenco, tío. Una señora elenco, tío. La verdad es que es interesante lo que decías ahora, porque claro, ante la música de alguien uno podría aproximarla con mucho respeto y como “¿qué quiere? A ver qué quiere Dani, a ver qué tal, a ver qué cual”. Pero el hecho de que, como dices, cada uno de ellos ya desde el principio tenga ese sello, esa identidad y a la vez para por la música, que es la sensación que a uno le genera cuando escucha el single que habéis sacado. Que hay una sinergia de todos juntos para con la música. O sea, que no es tanto gente absolutamente cualificada y con un nivelazo que pueden hacer lo que quieran, o sea, como Messi, como si fuerais Leos Messis. Sino que es gente tan libre y tan sencilla que no tiene el problema de proponer desde el principio, ¿no? Podría ser.
Completamente. De hecho, en alguno de los temas, las estructuras formales o algunas partes o algún que otro detalle melódico o armónico son sugerencias de Pablo, de Moisés, de Naíma… “Ah, mira, ¿por qué no tocamos esta parte así? ¿Por qué no repetimos esta parte que le da un poco de punch, de power al final?” Y eso también mola porque es como que, yo estoy últimamente muy abierto a eso. Estoy trayendo ideas escritas, pero también quiero que la gente sea particípe, un poco hasta cierto punto, de esa construcción de un tema. Y en otros momentos también, pues yo me planto y digo “bueno, mira, Moisés, que este acorde, pues quiero que sea más así porque lo he compuesto yo desde piano y tal”, o “mira, Naíma, en esta parte un poco más la caja…”. Yo que sé, cualquier…
Sí, sí, que te permites evidentemente el lujo de recordar en el contexto que han nacido en ti estas composiciones.
Claro, y ya, más desde el punto de vista de que son sugerencias siempre. No le voy a obligar a nadie a hacer algo.
Claro, claro.
En el fondo, si algo está sonando orgánico, llega un momento en el que…
Mola.
Mola y ya está. Y muchas veces mola también bajarse de la burra en ese sentido, en plan de “tengo que ser más abierto incluso con mi propia música, ¿no?”. Porque estoy teniendo aquí la oportunidad de tocarlo con gente que me va a brindar muy buenas ideas también.
No es fácil, tío, no es fácil. ¿Cuántas sesiones o cómo ha sido el proceso hasta llegar al punto en el que decís “grabamos”? ¿Ha sido…?
O sea, yo cuando terminó la sesión, la primera sesión, les dije…
“¡Grabamos!”
“¡Vamos a grabar, por favor, esto! Traigo el compendio este de temas que tengo y grabamos”. Porque en la primera sesión no había tiempo para tocar todo. Y todo el mundo sacó la agenda enseguida, “estos días”. Y además, como que quedaba un mes o un mes y medio para la grabación, dije… “¡Wow! ¡Qué rápido va a ser todo!”
Tío, o sea…
Esto pasó de mayo a junio del año pasado.
¡Qué gozo, tío!
Sí, sí. Y pues eso, hicimos tres sesioncillas de ensayo y luego en dos días lo dejamos todo grabado.
Pero vamos, dice mucho de tu labor y tu capacidad y portento compositivos. Porque que algo suceda de forma tan ágil es porque ya en su génesis está bien, ¿no? Es un bien, es una cosa que funciona, ¿no? No sé cómo decirte. O sea, que uno reconoce que no hay que darle más vueltas, ¿no? O sea, que…
Claro, al final…
Tú crees que también para el elenco, para estos tres que te han acompañado, que te han apoyado en el proyecto, fue también una cosa inmediata recibir tus temas. No hubo zancadillas, no hubo tropiezos.
Yo creo que sí, que fue una cosa muy bien recibida por su parte y con mucha ilusión. Y enseguida todos dijeron “sí, sí, sí, vamos para adelante con esto”.
¡Qué gozo, tío!
Ahora lo que nos hace falta es tocarlo más en directo, obviamente, y hacer una buena presentación y todo esto. Pero yo creo que fue muy natural todo, muy rápido y muy…
¿Vais a conseguir fechas para presentarlo? Molaría veros a los cuatro.
Yo estoy en ello.
Yo tuvo el gozo de veros en el Central, tocando algunos temillas y tal, cuando hacías diez años de tu primer disco, puede ser. Pero ahí había un poco mezcla, porque estaba Moisés. Entonces ya empezaba a escucharse algo de lo que podía ser tu nuevo disco… Te acompañaban Rodri y Toño, creo, ¿no? Y, vamos, sonaba increíble. Pero, ostras, yo creo que estábamos hambrientos de ver también esta nueva formación.
Sí, sí.
Sin desmerecer todas tus formaciones, porque son todas de una calidad y de una musicalidad preciosas, vamos. Pero con ganas de escuchar este cuarteto en vivo, tío.
Sí, a ver si puede ser. Esta ocasión, que es la que dices tú, que fue en agosto, creo, de este año pasado. Ahí la intención era, pues eso, que estuvieran Naíma y Pablo también, pero no podían, porque imagínate, en verano todo el mundo tiene un montón de trabajo.
Es difícil mes.
Pero bueno, se podrá, se podrá. Y lo único que estoy pensando bien es cómo lo quiero hacer, ¿no? Porque me apetece hacerlo en un sitio que, pues eso, que tenga cosas básicas, como que haya un buen piano, que haya un espacio en el que la gente, no solo nosotros, sino la gente también lo pueda disfrutar mucho auditivamente, una sala con buena acústica, ¿no?
Un Berlín, tío, una Villanos, si lo quieres hacer en Madrid, claro.
Claro, y bueno, y ver, ¿no? Porque a lo mejor, pues está en estos sitios, también está algún teatro, yo qué sé.
Claro.
Ver a ver cómo se puede enfocar. Estoy en ello, estoy dándole vueltas y, bueno, como todavía tenemos a Febrero, que sale el disco el 21, pues…
¡Qué gozo, tío, qué ganas, qué ganas! Joder, macho, y a nivel musical, ¿dirías que ha habido algún descubrimiento en este viaje tuyo, compositivo? No tanto en el encuentro con los músicos, que evidentemente ahí siempre hay descubrimientos y aprendizajes, sino tuyo, a nivel compositivo, con respecto de tus anteriores trabajos publicados. O sea, ¿ves que ha habido alguna cosa que hayas dicho “wow, esto ha sido un hijo o una hija de este año que he tenido a nivel musical, aparte de los temas en sí mismos? ¿Alguna cuestión? ¿Alguna cuestión musical que hayas dicho…?
Sí, bueno, claro, no sé si tiene tanto que ver… Sí, claro que influye. La propia grabación y la experiencia de la grabación y del disco. Sí que es verdad que a nivel compositivo pienso que, de alguna manera, después de tanto tiempo componiendo…, más o menos, componiendo cosas llevo desde el 2008 o así. Pero ya empiezo a encontrar un camino con el que estoy muy satisfecho. Y en el que no me tengo que romper demasiado la cabeza para expresar una idea que tenga y para encontrar esas ideas e inspirarme. Porque en realidad la inspiración la puedo encontrar en un montón de sitios. Y a nivel general con la música, este año pasado ha sido el año en el que me he dado cuenta de lo enamorado que estoy realmente de la música.
¡Qué guapo!
Que parece un tópico, pero…
No, no, para nada.
Pero, joder…
Y llevando el tiempo que llevas tú, que no es muchísimo, ni tampoco es poco o nada. O sea, es un bagaje ya importante. Y poder volver a decir “estoy enamorado de la música”, creo que es un reclamo para todos, tío.
Sí, sí, porque… Es como un círculo, parece como un círculo, ¿no? Empecé muy enamorado de la música, luego pasas por muchas etapas, seguramente todavía me queden muchas etapas por las que pasar
Claro, claro.
Pero darme cuenta de que la música no es sólo el jazz, ¿no? No es sólo un estilo al que yo me estoy dedicando sobre todo, que tiene unas ramas y unos subgéneros, sino que es mucho más amplia y de la cantidad de estilos musicales de los que puedo aprender y beber y nutrirme como músico. Porque eso es lo importante, o sea, no sólo soy saxofonista y soy músico de jazz. Es mucho más amplio.
¡Qué guapo!
O sea, es una idea con la que he estado muchos años en la cabeza y que creo que me limita bastante.
Claro.
Y ahora de repente, ostras, ¡cómo me mola componer! ¡Cómo me mola hacer arreglos! ¡Cómo me mola escuchar otros estilos musicales! ¡Cómo me mola ir a conciertos de gente y gozar y aprender de eso también! En fin, o ¡cómo me mola compartir lo que sé cuando estoy dando clases en la Creativa!
Claro, sí, sí.
Pues son muchas cosas también, no es sólo…
Interesante. No, no, claro, es toda una vida. Es un todo dedicado a la música, sea lo que sea, ¿no? Que a veces parece un mero término, ¿no? Pero, ostras, claro, es que es tantas cosas. Y última pregunta, tío. Ahora hablabas de lo enamorado de la música que estás, más allá de las tres cosas en las que uno pudiera embarcarse al inicio. ¿De qué te estás nutriendo últimamente a nivel…? A lo mejor me dices “pues de todo, precisamente”. Pero, alguna cosa, puede ser música, puede ser un libro, puede ser… O sea, antes has dicho una cosa que me parece también como para aprender de ello, que es que encuentras inspiración en muchas cosas y sabes cuáles son, lo cual mola mucho, claro. Un conocimiento de uno mismo es clave, ¿no? Pero, sí, o sea, esta nutrición de la cual dices que te estás viendo una y otra vez enamorado de ella ahora, ¿cuáles son sus platos principales? ¿Cuáles son los platos de la casa de la vida de Dani Juárez?
Bueno, siempre, o sea, siempre tengo mis discos de toda la vida que me, que me hacen gozar mucho, pues George Benson…
Toma ya.
O Robert Washington o Nirvana con Nevermind, que lo tengo por ahí. Pero sí que últimamente estaba escuchando mucho City-pop japonés.
Toma ya, tío, toma ya.
Y luego también, haciendo la conexión con George Benson, estaba escuchando los discos de los 90 de Luis Miguel, que tienen unas bases brutales, que parece una tontería, puede molarte o no, Luis Miguel, o sea, estéticamente…, y las letras que muchas veces son muy melosas. Pero, las bases que hay y las producciones que hay ahí, tío, es que, es que me alucinan.
¡Qué guapo!
Sí, sí. Me hace mucha gracia de encontrar esa conexión de “hostia, pero si esto parece George Benson, tío”. Y a nivel de, pues mira tengo un libro ahí justo, que es un topicazo ahora mismo, se ha vuelto muy famoso, pero me lo regalaron para mi cumpleaños el año pasado y me encantó. Es un libro que no es lineal. Se puede leer como un capítulo salteado, son ideas. Y se llama El acto de crear: Una manera de ser, de Rick Rubin.
Me suena mucho.
Sí, es un…, ahora luego lo miramos si quieres. Es súper guay y súper inspirador. Habla de las personas como creadores, naturales, sin, sin necesidad de estarte dedicando a pintar cuadros o a tocar música, o a escribir poesía. Y está muy chulo, es muy inspirador y muy alentador sobre todo.
Qué guapo, tío. Eso, no, no, bien, bien. Tremenda recomendación, la verdad. Habrá que zampárselo, sí, sí. Interesante, tío. Nada, tendremos más ocasiones para hablar, como siempre. Yo creo que nos has dado ya un buen repaso de lo que viene. 21 de febrero, ¿has dicho?
21 de febrero sale.
21 de febrero y te seguiremos la pista, tío. Y todo el mundo que a través de la revista pueda, pueda hacerlo, que lo haga, vamos. Que no pierda el tiempo, tío. Así que nada, mil gracias, tío.
A vosotros.
Un placer máximo.
Igualmente.
¡Grande, Dani, tío!