
Dorantes&Moisés P. Sánchez Entrevista – Piano Day – Summum Concert Series
DORANTES Y MOISÉS P. SÁNCHEZ
Entrevista
Piano Day – Summum Concert Series
En el marco del prestigioso ciclo Summum Concert Series, nos encontramos con un acontecimiento excepcional, un bombazo: la primera colaboración pública entre David P. Dorantes y Moisés P. Sánchez. Estos dos referentes y titantes de la música en España y más allá de sus fronteras nunca habían trabajado juntos hasta ahora. Sin embargo, Summum ha propiciado este encuentro, dando lugar a un proyecto inédito en el que la creatividad y el talento han confluido de manera magistral.
El resultado podrá disfrutarse el próximo sábado 29 de marzo, dentro de la programación de Piano Day, donde, además, se presentarán otros dos espectáculos con pianistas de primer nivel. En esta ocasión, Dorantes y Moisés han dado forma a un proyecto único que ha dado a luz a cuatro composiciones originales de una belleza extraordinaria, reflejo de la visión artística que ambos comparten.
Hemos tenido el privilegio de conversar con ellos en el auditorio de la UAX, donde nos han hablado sobre su amistad, su concepción de la música, el proceso creativo detrás de sus composiciones y, sobre todo, su manera de entender la profundidad del arte que representan. ¡Esperamos que vosotros también podáis disfrutarlo!

In&OutJazz: ¡Pues ya estamos!
Dorantes: ¡Ya estamos por aquí, al lío!
Moisés: ¡Estamos!
Con el café, con los bollitos ya uno por la mañana se siente mejor, ¿verdad?
D: Hombre, un poquito de azúcar, pero bueno, sin pasarse, sin pasarse.
M: Sí, sí, que ya hemos entrado en época de análisis de sangre y esas cosas.
D: Sí, sí.
Bueno un placer poder robaros un ratito en medio de un día seguramente intenso porque ya habéis empezado a tope. Nos acompaña Alba Mediavilla a la fotografía y pronto estará con nosotros también Begoña Villalobos directora y presidenta de la revista In&OutJazz. Somos varios colaboradores que nos gusta apoyar la música fresca e innovadora en nuestro tiempo y la verdad que vuestros nombres hablan por sí solos. Es raro que haya gente que no os conozca igualmente pondremos vuestros perfiles y vuestras redes para que la gente que no os conozca lo pueda hacer. En cualquier caso estamos contentísimos de haberos pillado prácticamente infraganti en lo que creo que es el primer ensayo de este proyecto, ¿puede ser? ¿Os habéis visto en otra ocasión?
D: En condiciones como esta, sí.
M: Así en público puede ser, sí. Aunque nosotros ya nos hemos juntado de manera privada.
¿Cómo nace el proyecto? ¿Quién llama a quién? ¿Hay alguien externo que os llama a los dos? ¿Cómo funciona?
D: No, es un encargo del mismo festival.
¿Directamente os llaman ellos? ¡Qué interesante, qué bueno!
M: Bueno nos llaman de manera individual al principio y no sé por qué a Carlos López le sale la cosa de decirte oye, porque te lo dice a ti primero yo creo…
D: Sí, me lo dice a mí y sí. Es así. Incluso me preguntó quién podía ser y yo dije Moisés. Y aparte además a ti te preguntaría también en privado, yo creo que puede ser algo de eso.
Ha habido un poco trabajo de Celestina por su parte, ¿puede ser, un poquito?
D: Puede ser. Exactamente, exactamente no se puede saber, pero sí que es verdad que al final lo que estamos haciendo lo hemos querido.
M: Claro, porque por mucho que te quieran juntar, si no hay un interés por parte de los músicos, ahí no…
D: Claro, pero le agradecemos la idea que tuvo, por supuesto.
Claro que sí ¿qué es del otro lo que más admiráis y que más ganas tenéis de experimentar?
D: Yo, de Moisés, el cromatismo que tiene como músico. Como el gran cromatismo que tiene en general y el talentazo que tiene, absoluto. Y la libertad y la amplitud que tiene tanto en la música, que la lleva a un límite bastante alto.
M: Bueno yo conozco a David desde hace muchísimo y siempre la valentía que ha tenido como para empujar un género sobre todo que es a ti donde más se te puede englobar que es en el flamenco, puede ser, ¿no?
D: Sí, en el flamenco.
M: Y es una persona que siempre ha estado buscando los puntos que unen más que los que separan. Y yo me siento muy, muy afín a eso. Porque yo, yo desde mi sitio con el jazz, el clásico y el rock, me siento un poco igual. Se trata del dónde confluyen más que lo que separan claro.
Tendéis puentes entre las barreras y etiquetas que otros colocan, ¿no?
M: Bueno, es que en un mundo tan interconectado como en el que estamos hoy en día yo creo que el ser parcelario es una opción vital, por supuesto, pero desde luego creo que no es la cuestión que nos define.
D: Justo, darle flexibilidad a todos, ¿no? Más flexibilidad, desde luego partiendo sitios respetuosos y yendo hacia sitios respetuosos. Es como echarle un agua que remueve un poco y que claro que coja más flexibilidad y que no sea nada tan rígido, pero bien pensado, que no sea así porque sí.
¿Cómo habéis planteado la composición? Porque estoy al tanto de que descartasteis rápidamente la opción de improvisar vagamente y dijisteis “esto es una oportunidad para poder escribir material”. ¿Cómo confluye esta cuestión? Porque claro, cada uno venís de un lugar pero los dos tendéis puentes entonces ¿cómo ha sido la composición? ¿Cómo la habéis repartido? ¿Quién ha sugerido qué temas?
D: Hemos empezado por comenzar dos temas cada uno y trabajarlos a la vez, ¿no? Cada uno ha compuesto dos temas y los hemos trabajado juntos. Y resulta muy interesante porque hay un lenguaje de Moisés que yo tengo que trabajar y tengo que hacerme a él. Y ese trabajo me interesa muchísimo y creo que enriquece, tanto en el diálogo como a nivel individual. Entonces lo estamos haciendo desde esa forma. Se trata de poner sobre la mesa, en este banquete, poner cada uno su tapita de música o su plato de música y luego compartirlo, ¿no?
M: Sí porque normalmente los dúos de piano no son proyectos fáciles, digamos. Ni de escribir ni de sacar adelante. Y a mí me…, o sea, evidentemente uno de los puntos que yo creo que ambos vimos como vehículo transmisor para que funcionara la cuestión era que ambos somos compositores y tenemos un sello personal muy definido por el que se nos conoce a cada uno en nuestro ámbito y nos apasiona la composición, la instrumentación la orquestación, los lenguajes contemporáneos, etcétera, ¿no? Entonces, ese era…, si nos juntábamos está claro que tenían que ir por ahí los tiros. Teníamos claro no íbamos a reciclar o sea, a lo mejor en el concierto completo a lo mejor podemos tocar un tema de otra persona, o sea un tema antiguo. Pero no va a ser el caso en este en concreto, creo, a no ser que hagamos un bis como quinto tema… Porque como este concierto está englobado dentro de varios pues vamos a hacer cuatro temas directamente y tal. Pero yo creo que evidentemente la composición es el plato fuerte, uno de los puntos de unión claro, totalmente sí, sí,
¿Cómo entra en diálogo con la improvisación si es que la hay? ¿Hay algo de improvisación?
M: Sí, sí, claro que la hay.
D: Sí, sí hay espacios.
Nosotros os hemos cazado, hemos entrado y algo se estaba escuchando…
M: Hay espacios…, los provocamos y buscamos claro. David tiene su lenguaje, yo tengo mi lenguaje…
D: Claro yo un lenguaje más flamenco…
M: Claro y yo pues estoy en el jazz, o sea yo vivo de improvisar también.
D: Pero eso es bonito ¿no? Hablar y cada uno con su tono.
M: Sí, pero hay…, tiene que haber porque es una cuestión que nos define.
Son pilares fundamentales de vuestra de vuestra personalidad como músicos.
M: Totalmente, totalmente. O sea que los buscamos y yo en la composición los provoco, como como es normal claro.
¿Cuál ha sido el mayor reto en este proyecto a nivel compositivo? Antes hablabas de la dificultad de escribir para para dos pianos, para cuatro manos ¿no?
D: Bueno, en mi caso yo he buscado lenguajes diferentes. Me he montado mi película que no sea lo típico de siempre. Lo he hecho a través de mis…, no sé…, como patrones, he inventado unas escalas, he inventado algo… O sea se trata de ser creativo ¿no? Entonces el reto es intentar no sonar como podría ser lo normal, que suene también un poco diferente y se note el lenguaje diferente. Y por supuesto que estén bien encajados los dos instrumentos que también es muy complejo ¿no?
Totalmente.
D: Es muy complejo.
M: Sí, yo creo que cuando…, yo creo que es un proceso en movimiento porque compones, tú tienes una idea y te puedes hacer una idea de cómo va a funcionar eso en la cabeza, en las manos y en el alma de la otra persona pero luego la práctica es otra muy distinta ¿no? Luego tú pones el tema y dices “bueno, ¿qué funciona y qué no?”, nos estamos olfateando digamos porque estamos buscando, dónde es…
La totalidad y la unión entre los dos. ¡Qué interesante!
M: Como cuando los círculos se juntan y convergen y el punto el área común que tienen esos círculos, que tiene un nombre…, pero vaya, que estamos buscando ese punto. Pero también sin olvidar que el círculo es un círculo y también te puedes ir al otro lado y aparte también hay un punto bonito en picar al otro, ¿no? También decir “no, te voy a picar y te voy a sacar de donde tú estás”.
¿Os dejáis? ¿Lo gozáis? ¿Es una cosa placentera cuando el otro pica?
M: A mí sí.
D: Sí, por supuesto, eso es así.
M: Sí, es cierto y está muy bien que lo indiques porque hay músicos que no lo llevan bien, que necesitan tocar mucho donde ellos se sienten…
D: En su sitio de confort.
Sí, o que no se lo imaginan y no están predispuestos y cuando el otro les saca hay violencia.
M: Sí, está bien que lo indiques porque hay músicos de todo tipo de perfil y también pasa en el jazz, por supuesto, en el flamenco supongo que también pasará, que si no es lo que tú tienes en la cabeza, si no se ajusta con lo que tienes en la cabeza, colapsas. Y creo que aquí no ocurre ese caso porque somos dos personas de mente muy abierta y aventureros.




Totalmente. Oye, ¿qué mensaje hay detrás de todo este proyecto, si es que lo hay? ¿Qué idea? ¿Qué búsqueda? Evidentemente el juntaros, el estar juntos, el generar, el crear…etc. Pero, ¿hay alguna idea, hilo conductor, algo que queráis o que os gustaría expresar a la audiencia o a vosotros mismos? ¿Alguna búsqueda detrás?
D: El propio nombre lo dice, Babel. O sea que ahí está toda la clave.
M: Una confluencia.
D: Sí, una confluencia y entenderse.
M: Es buscar las cosas que nos unen, no que nos separan. Y que todo tiene…, en un mismo edificio todo puede convivir, sin violencia, sin tensión.
D: Eso es, totalmente de acuerdo.
No, no…, y diálogo…
D: Que hace falta, ¿no?
En todos los ámbitos de la sociedad y del mundo, pero qué mensaje más bonito. Yo creo que es una de las cosas que los músicos más agradecemos y que la audiencia más admira. Que es que desde la música se pueda proponer una unidad, que es lo que todos deseamos para con los demás.
D: Sí, la música es útil para muchas cosas.
M: Hombre, claro. Es que se trata de hacer… O sea, al final, las cosas cobran sentido cuando intentas hacer mejor la vida de los demás, realmente. Y si mandas un mensaje bonito, pues a lo mejor no cala en todo el mundo, pero realmente es mucho más provechoso que buscar las cosas que nos separan, como hablábamos antes, ¿no? Porque si él se pone muy flamenco y yo me pongo muy jazzero, y “no, porque la seguiriya blablablá…”, pues ya está, y el otro allí, y bueno, pues hasta luego, y ya está, ¿no?
D: Y nos saludamos desde lejos y poco más.
Hay que ceder y abrazar. Esto es interesante para cuidar la unidad con una cosa, con una persona, con un ente, claro, es menester conocer al otro, estar abierto a conocer lo otro.
D: Y ser flexible también.
M: Transigir.
¿Qué cosas han ayudado para que vuestra predisposición antes de juntaros para este proyecto fuera esa, que fuera “vamos a ayudarnos”? ¿Conocernos, conocer la discografía del otro, tener alguna influencia en común?
D: De mi punto de vista es la pura admiración hacia Moisés y conocerlo a él y saber qué es lo que es él y su música, escucharlo mucho. Yo lo he escuchado muchísimo. Y ese es el punto de partida mejor que pueda haber. O sea, bueno, desde mi punto de vista, conocerlo y tener ganas de hacer algo con él. Y ahí está todo.
M: Bueno, yo siempre cuento la anécdota esta de cuando te llamé hace 25 años, que yo no era nadie y escuché sobre todo tu segundo disco, Sur, con las voces búlgaras y demás. Yo venía también, claro, de una educación muy enlazada con las voces búlgaras, con los países del este y demás y me fascinó desde el primer momento. Aún así, yo creo, está bien…, me gusta la pregunta, porque creo que aunque haya admiración el uno por el otro y demás, creo que lo que viene llamándose el currículum oculto, el invisible, es el que hace de una manera intangible que esto funcione. Y me explico, me explico.
D: Sé lo que dices, te explicas.
M: Yo me he criado con el concepto de música es música. No me he criado en casa con una barrera que estableciera que Coltrane no se puede mezclar con Björk. Para mí, yo he recibido un mensaje de que ahí hay 12 notas y es increíble la música que se puede hacer con 12 notas en el sistema temperado, ¿no? Y las puedes usar de millones y millones de formas, pero ninguna es excluyente, ninguna es excluyente. Entonces, si tú tienes siempre el afán de aprender de los demás para enriquecerte…
Esta es la clave.
M: Esa es la clave.
D: Esa es la clave, sí.
M: Esa es la clave. No renegar porque… “no, David no toca bebop, yo ya no quiero tocar con él porque no toca bebop”. Yo me estoy perdiendo todo el universo de David porque no toca bebop, por ejemplo. “No, es que este no toca la seguiriya, no le huele a minas, pues ya no toco con Moisés porque no suena…” A mí me parece, a día de hoy, una cuestión muy limitante y yo no quiero ser una persona limitada en mi vida. Yo no me quiero morir así.
Claro, está clarísimo.
D: Y eso lo lleva al mundo de la sociedad, a las calles y lo mismo, ¿no?
Esto es súper interesante porque, quiero decir, está clarísimo, pero en la práctica no lo vemos tanto. Por tanto, creo que vuestro proyecto puede suscitar este hambre de unidad, este hambre de abrazo.
M: Claro, es que solo una reflexión y termino. Es que esto no proviene de la musical, proviene de las cualidades que hayas cultivado como persona.
Eso es.
M: Es que no se enseña en una escuela. No se…, o sea, es que…, la música sale de otro sitio. Es decir, una escuela no te garantiza ese pensamiento, sino el entorno del que te rodeas.
Claro.
M: Entonces, eso es a lo que me refiero, de que es muy interesante eso, pero que si hay gente que no se topa con ese mensaje en el camino, a lo mejor pasa toda su vida como artista sin entender ese mensaje. O sea, y lo digo con conocimiento de causa.
D: Sí, sí, sí…, te entiendo.
Totalmente. Va a ser un gozo poder escucharos el 29 de marzo, ¿verdad?
M: Bueno eso espero.
D: Sí, esperemos, esperemos.
No, lo digo por las cosas que estáis contando. Espero que la gente pueda escuchar estas palabras que nos estáis donando, porque así uno va a escucharos con más ganas, os lo aseguro.
M: Sí, sí, te entiendo, claro, claro.
Última pregunta. ¿Hay momentos divertidos mientras tocáis? ¿Hay momentos cómicos? ¿Momentos en los que uno ría por dentro o por fuera escuchando al otro? ¿O se generan más ámbitos serios, más ámbitos nostálgicos, más ámbitos de profundidad? No sé si se entiende la pregunta. O sea, ¿cómo…?
M: Yo creo que hay algo para todo.
D: Sí, yo creo que hay algo para todo. No creo que predomine nada, ¿no? Yo creo que va a haber un poco de todo.
M: Hay concentración porque hay notas, hay notas.
D: Y responsabilidad.
¿Hay mucha composición?
M: Hay mucha composición, sí, sí, claro. Entonces, hay notas…, y jodidas.
D: Jodidas, jodidas.
M: Pero luego…, hay momentos para… Yo creo que al final, un concierto al final es un poco también como la vida, ¿no? Hay momentos que te tienes que poner de una manera y hay momentos que puedes estar de otra, ¿no?
D: Sí, tampoco se sabe exacto, no se sabe. Hay que vivir también. Es algo que ves y vas viviendo también, ¿no?
M: Tú te levantas en el día y no sabes si hoy vas a estar… vas a tener que poner firme a este, o va a ser un día risueño, ¿no?
D: Claro, eso no se sabe.
M: Incluso un tema que un día salió serio, al día siguiente nos estamos riendo, ¿no?
D: Claro. Y la improvisación igual, tú no sabes por dónde va a ser, es muy difícil.
¡Qué interesante!
D: Pero sí, desde luego que partimos desde una base de escritura y de seriedad, que hay que estar finos, pero aparecen un montón de cosas.
Claro, lo descubriremos.
D: Hay que pasárselo, bueno, tenemos que pasárnoslo bien. Es que si no… También tenemos que disfrutar.
Desde el patio de butacas lo podremos descubrir los que estemos ahí apoyando en primera fila. Descubriremos cuando salta qué emoción, cuando salta qué expresión entre vosotros. Que evidentemente es un trabajo, desde luego, admirable todo lo que estáis haciendo y eso ya nos lo vamos a llevar seguro. Pero, yo creo que todos tenemos ganas de veros disfrutar. Yo creo que es una de las cosas que la audiencia siempre aprende. Y eso uno no puede ir con una idea preconcebida de lo que es disfrutar.
M: Bueno, eso que dices está muy bien porque… Mira, yo me acuerdo, y ya para terminar pongo una anécdota, yo del primer concierto que vi, o sea, uno de mis pianistas favoritos, como no puede ser de otra manera, es Brad Mehldau, que ha empujado los límites de la música también, y nos lo ha puesto muy fácil a todos los demás porque él ha abierto, él y mucha otra gente… Pero a lo que voy es que yo me acuerdo de ver un concierto de Mehldau con el Fernando Fernández Gómez, con Jorge Rossi, cuando estaba Rossi todavía, y me salí.
¡Toma ya!
M: Y me salí. Yo tenía 21 años y me salí por mi soberbia. Porque no dejé que el concierto fuera lo que estaba siendo, sino que como no confluía con lo que yo creía que tenía que ser, me fui enfadado. Y yo me veo a mí mismo 25 años después, ese gesto que cometí, y digo “qué poco sabio fui ahí”. Porque no entendía que el debe no estaba ahí, sino estaba en mí.
D: Efectivamente, que estaba en ti.
M: No entendí que no estaba dejando que fuera lo que es, y disfrutar desde ahí.
D: No abriste la puerta, la tenías cerrada.
M: Y eso le pasa al público muchas veces, que muchas veces el público sufre, porque no deja ser lo que es, sino que se pone tenso, porque no es lo que ellos creen que debe ser. Y esto, hay una frase de Oscar Wilde muy bonita, cuando le preguntan por el estreno, no me acuerdo si es La importancia de llamarse Ernesto o algo así, y le preguntan “¿qué tal la obra y tal?” Y él dijo, “hoy el público estuvo estupendo”.
D: Jajajajaja.
M: Y hablaba, y se refería a eso. Claro, se refería a “hoy han dejado que la obra sea la que es”.
Qué importante, qué lección para la vida entera esto que decís. Estar abierto a que la realidad sea la que es y no nuestra proyección en la cabeza.
M: Perdona, es que estaba yo pensando…
D: No, no, pero está muy bien, está muy bien, está tremendo.
Begoña Villalobos: Hola, muy buenas.
M: Aquí estamos, terminando la entrevista
B: ¿Pero están grabando?
M: No te preocupes.
¿Qué tal, Begoña?
B: Buenas, hola, José. Un placer Dorantes, soy Begoña, muy bien, genial, genial.
Yo creo que, con esto, vamos, os dejamos ahora tocar un ratito, o lo que tengáis. Es un placer este rato con vosotros, yo creo que la gente va a gozar el próximo 29 de marzo, escuchándoos, en el proyecto Babel, os damos las gracias, Dorantes, Moisés. Que vaya genial, estaremos ahí apoyando.
M: Perfecto, José, muchas gracias.
A vosotros.





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