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Miguel Zenón Entrevista – Jazz en el Auditorio CNDM

Miguel Zenón Entrevista – Jazz en el Auditorio CNDM

MIGUEL ZENÓN ENTREVISTA

Jazz en el Auditorio CNDM

05

Junio, 2025

 

Texto y Fotos: Daniel Glückmann

 

Para crear arte, el sentido de comunidad es esencial

A los músicos uno siempre se los imagina grandes. Será por las fotos, las pantallas, quién sabe…. Pero Miguel Zenón (San Juan de Puerto Rico, 1976) es un hombre menudo que aparenta cierta timidez que se va diluyendo a medida que transcurre la conversación. El día anterior llegó de viaje, no pudo descansar muy bien y eso que es solo el inicio de la gira que llevará al cuarteto por muchos escenarios de Europa al típico ritmo de casi una ciudad diferente cada día. Llega desde su mundo tarareando Para Elisa, la mítica obra de Beethoven. “Estaba viendo una película y se me pegó la melodía como si fuera un gusanito”, explica divertido.

Esa noche, el saxofonista tocaba con su cuarteto en el Auditorio Nacional de Madrid en el ciclo Jazz en el Auditorio organizado por el Centro Nacional de Difusión Musical que periódicamente trae a grandes figuras del jazz internacional. Su cuarteto está formado por su inseparable pianista Luis Perdomo, con quien ganó el Grammy al mejor álbum de jazz latino en 2024 con El Arte del Bolero, por Hans Glawischnig al contrabajo y Henry Cole a la batería.

Con 17 álbumes como líder, Zenón es un peso pesado del jazz contemporáneo y uno de los saxofonistas altos más reconocidos del panorama actual. Su música transita por una enorme variedad de colores, siempre con un punto de conexión con su Puerto Rico natal, aunque él se considera, sin más, un músico de jazz. Estudió en Berklee, formó parte del colectivo SFJazz Collective y ha colaborado con músicos como Kurt Ellington, Joey Calderazzo, Steve Coleman, Ray Barreto, Jerry González, Bobby Hutcherson, Fred Hersch, Danilo Pérez y muchas otras grandes figuras del género.

 

In&OutJazz: Cuando en el año 2009 salió tu disco “Esta Plena”, se convirtió en mi álbum de cabecera por bastante tiempo atraído por la mezcla de jazz y música de Puerto Rico que me fascinó. Pero tienes 17 álbumes en solitario desarrollando una gran variedad de estilos, de lo tradicional a lo más contemporáneo. ¿Cuántas almas tiene Miguel Zenón?

Miguel Zenón: Yo no sé si hay más de una, honestamente. Sólo que adopto diferentes perspectivas dependiendo del momento en el que me encuentre. Con la edad también cambian muchas cosas, pero básicamente el proceso siempre es igual. Surge algo que quiero explorar en profundidad, inicio un proyecto de investigación y de allí salen la música y las grabaciones. ­­Cada proyecto tiene un reloj: empieza por una pregunta, continúa con una investigación y culmina con el proceso de retratarlo en una grabación.

Es casi como escribir un libro, ¿sí?

Sí, es más o menos así.

Cuéntanos un poquito más acerca de este proceso de investigación. ¿Cómo lo planteas?

Te puedo poner como ejemplo el proyecto de “Esta Plena” que nace de un interés mío de adentrarme en el estilo tradicional de la música de Puerto Rico con el que yo crecí, pero que realmente, nunca había estudiado en profundidad.

Muchas de las cosas que me llaman la atención desde el principio no son tanto las que tienen que ver con la música, sino lo que va más allá; en cómo se mete la música dentro del día a día, dentro de la sociedad, lo cultural, en cómo se refleja en las tradiciones no musicales. Obviamente, un paso es escuchar mucha música, pero también conocer la literatura, investigar la tradición oral y mantener muchas entrevistas con los maestros que más saben de nuestra música.

Y todo eso, antes de escribir una nota.

Antes de escribir una nota. Después que se recopila la información, empiezo a extraer un hilo conductor y es ahí, cuando empiezo a escribir con todos esos elementos en mente. Todos mis proyectos se desarrollan de una forma bastante similar a esta. Quizás otras personas componen de una forma más intuitiva pero este tipo de proceso de investigación es el que a mí me hace sentido.

Dentro de la música del Caribe, estamos muy familiarizados con la música cubana, pero no tanto con la de Puerto Rico, sin contar con fenómenos como Bad Bunny, por supuesto. ¿Cuál es el panorama actualmente de la música en Puerto Rico? ¿Qué es lo que más te interesa o te preocupa?

Bueno, preocupaciones muchas. De Puerto Rico siempre ha salido mucha música, pero lo que ocurre con la de Puerto Rico y también con la de muchos otros países del área como Colombia o Venezuela, es que por muchos años se miraron todas dentro de la sombrilla afro-caribeña, que en muchos sentidos significaba afro-cubana y cuando se pensaba en música afro-latina, se pensaba en lo afro-cubano primero y se asumía que todo el resto de la música del área era similar o igual.

Sin embargo, todos estos países tienen sus propios mundos musicales y culturales y es en las últimas décadas cuando se ha empezado a ver con más detenimiento la identidad específica de cada lugar, una identidad que está resurgiendo. En el caso de Puerto Rico, ha ayudado mucho la música popular, la música de artistas como Bad Bunny que están explotando estos sonidos de música tradicional puertorriqueña y la gente dice, guau, esa música es de Puerto Rico.

¿Qué hace única la música en Puerto Rico respecto al resto del Caribe?

Tiene cosas muy diferentes. Por ejemplo, la “Plena” es bien puertorriqueña como concepto musical. La instrumentación, cómo se utiliza, cómo está metida la sociedad. También la “Bomba” puertorriqueña, esa música campesina tan única. Entonces, sí hay cosas diferentes, pero a mí me interesa tanto la diferencia como la similitud y me ilusiona ver un renacer en el interés del público joven por la cultura y la música tradicional puertorriqueña.

A pesar de todas las raíces e influencias, siempre dices que te consideras un músico de jazz, inspirado originalmente por algunos de los grandes músicos como Charlie Parker o John Coltrane. ¿Cuál es para ti la mayor diferencia entre el jazz de hoy respecto al de la época del bebop y de los años 50?

Creo que hay muchas diferencias. La mayor es que ahora hay muchos más músicos que antes. Si tú piensas en la época de los 40 o los 50, había músicos buenísimos, pero era un grupo bien pequeño y todos tocaban entre ellos. Ahora los tienes que multiplicar por lo menos por 50 o 100, en términos mundiales.

Siguiendo con las diferencias, también está el nivel. Yo pienso que el nivel de la música siempre crece. Obviamente, Charlie Parker, Miles Davis, John Coltrane, son mis héroes, pero se me hace bien difícil pensar que esa fue la mejor época del jazz. Yo pienso que la mejor época del jazz será la de mañana y pasado mañana. Siempre se crece, siempre se va mejorando y siempre hay mejores músicos, más estudiosos, más informados, con más acceso a las herramientas.

Y musicalmente, ¿hay alguna característica intrínseca que haga al jazz contemporáneo diferente de aquél?  

El jazz siempre ha sido una música bien inclusiva que se nutre de otros estilos. Eso siempre ha funcionado así pero hoy en día pasa más que nunca. ¿Por qué? Por el acceso a la información. Hay tanto acceso y tanta facilidad para acceder a la información que el jazz siempre está mirando a qué más podemos incluir. Eso es algo que definitivamente, no había pasado hace 40 o 50 años de una forma tan orgánica como ahora.

Debido al enorme desarrollo e influencia que actualmente tienen las escuelas de música en la formación de los actuales músicos de jazz, ¿es una exageración calificar al jazz contemporáneo como el “Jazz de Berklee”? (El “Berklee Global Jazz Institute”, con sede principal en Boston, es la más importante escuela de jazz a nivel global, por donde han pasado la mayoría de los mejores músicos actuales de jazz, incluido Miguel Zenón).

Yo no diría tanto, pero Berklee sí es un buen ejemplo porque creó un sistema de enseñar el jazz que no existía antes. No existía un sistema formal de cómo enseñar la armonía del jazz, la historia del jazz, la improvisación. Ellos crearon un método, un sistema y todos los que van allí están estudiando el mismo sistema. Hasta cierto punto, es algo que no había existido antes.

Pero sí, la pedagogía y la academia hacen que el acercamiento a la música sea bien diferente. Ante, desde siempre, era una tradición oral pero ahora se convierte en una tradición pedagógica, académica. Aunque yo todavía pienso que lo de la tradición oral es lo que tiene más importancia, ahora es como ir a estudiar matemáticas o ingeniería. Es otro tipo de dinámica.

Se escucha un argumento que dice que la academia ha restado un poco de autenticidad a la música. ¿Tú qué opinas?

Yo entiendo el argumento y pienso que, hasta cierto punto, la idea de que haya un sistema y que todos estudien lo mismo, puede crear un tipo de vacío en términos de personalidad. Pero la otra cara de la moneda es el acceso a la información. Estoy seguro de que muchos de nuestros maestros hubieran querido tener esta cantidad de información para poder nutrirse. Otra cosa que provee una escuela de música, algo que para mí es bien importante, es el sentido de comunidad. Para crear arte, el sentido de comunidad es esencial.

El jazz en sus inicios y durante bastante tiempo ha sido también una música reivindicativa. ¿Crees que todavía lo es o lo puede ser, respecto a los problemas sociales y a los conflictos presentes en el mundo actual?

Sí, claro. Obviamente, hay diferentes puntos de vista respecto a eso. Yo conozco artistas que no piensan que lo que estamos haciendo debe reflejar nuestras impresiones u opiniones sobre lo que está pasando en el mundo.

Yo no soy una de esas personas. Pero sí pienso que es importante que lo que estemos haciendo lo hagamos de una manera personal y honesta. O sea, cada cual tiene una manera de reflejar su preocupación como seres humanos de lo que está pasando alrededor nuestro, unos de una manera bien directa y transparente, otro quizás menos. En el caso mío, yo sí pienso que muchas de mis preocupaciones tienen que ver conmigo y por extensión, tiene que ver con la idea de lo que es ser un extranjero.

¿Siendo portorriqueño, tú te sientes un extranjero en Estados Unidos?

Sí, yo me considero puertorriqueño, aunque vivo en Estados Unidos. Y especialmente ahora, mucho de lo que está pasando en Estados Unidos y en otros lugares del mundo, con el auge de ese sentimiento anti-inmigrante, anti-extranjero; a mí lo que me hace, es sentir que me tengo que agarrarme más a lo que soy, a lo puertorriqueño, a lo auténtico. Esa es mi ancla.

¿Cuánto te cambió la vida obtener un Grammy?

La vida no sé. Yo lo veo más como un tipo de escalón, definitivamente es un escalón muy grande, porque es un premio que todo el mundo va a reconocer. Pero yo estoy bien consciente que no me ayuda en nada a ser mejor músico. En esos términos es cero. Pero en términos de acceso al público, pues ayuda y es súper positivo. Yo lo veo como ese tipo de plataforma.

Miguel Zenón lleva consigo su “alto” en un compacto estuche que abre con mimo para posar en el retrato de esta entrevista y en la que sigue. “Nunca he tocado otro”, afirma, cuando le comento lo cómodo que resulta viajar con él frente a otros instrumentos que no hay quien traslade.

Junio 05, 2025

20º Portalegre Jazz Festival, Portugal 2025

20º Portalegre Jazz Festival, Portugal 2025

21

Abril, 2025

Carlos Barretto / Carlos Bica / João Barradas / Signe Emmeluth / Karl Bjorå / Ole Mofjell / Christian Balvig / Gašper Livk / Dorantes / Bruno Pernadas / José Soares / Mia Dyberg / Asger Thomsen / Simon Forchhammer / Michael Formanek / Craig Taborn / Chris Potter / Eve Risser

Texto: Bega Villalobos

Fotografía: CAEP

Portalegre nos recibe con un sol radiante, preludio del verano que asoma. En este escenario comienza la vigésima edición del Festival de Jazz y Música Improvisada de Portalegre 2025, Portugal. Un festival con dos décadas de compromiso con la música más libre y arriesgada. Un festival que es un referente gracias a una programación exigente a cargo de Pedro Costa, fundador del sello Clean Feed Records, uno de los catálogos más respetados del jazz y la música improvisada a nivel internacional.

Portalegre, ubicada en la región del Alto Alentejo en Portugal, a tan solo treinta minutos de la frontera con España, es una ciudad que ha sabido conservar su autenticidad a lo largo del tiempo. Su centro histórico, con calles adoquinadas y antiguas murallas dominadas por el castillo, ofrece un viaje al pasado en cada rincón. Reconocida por su valioso patrimonio histórico, incluido en la lista de Patrimonio de la UNESCO. Portalegre también destaca por su arraigada tradición artesanal, especialmente en la producción de telas y tapices de gran calidad. Todo ello enmarcado por un entorno natural bellísimo.

En esta edición el contrabajo ocupa el centro de la escena. El Festival rinde homenaje a este instrumento profundo y versátil, abriendo cada jornada con un concierto solo de contrabajo en el Museo del Tapiz. Cuatro conciertos, cuatro contrabajistas, cuatro voces distintas que exploran las posibilidades tímbricas y expresivas de las cuerdas.

La serie comenzó con un referente absoluto del jazz en Portugal: Carlos Barretto, maestro del contrabajo y figura clave en la historia del festival, fue su primer programador, ahora regresa al escenario como artista, presentando su último trabajo, Lonely Dog publicado en 2024. Carlos Barretto combina el arco y el pizzicato con técnicas extendidas y preparación del instrumento. En ciertos momentos, pinzas sujetas a las cuerdas generaron un sonido seco, duro, percutivo, como gotas golpeando la madera. La exploración es constante, como debe ser en un artista que no se detiene. El uso puntual de efectos electrónicos y la creatividad con que manipula el arco, las cuerdas y el cuerpo del contrabajo confirman que estamos ante un músico que sigue evolucionando. Dramático, profundo, versátil y arriesgado. Carlos Barretto abrió el festival con una declaración clara de intenciones.

Después nos dirigimos al histórico Convento de San Bernardo. El altar, bañado en una luz azul impactante, se convirtió en escenario para un concierto único, el esperado encuentro a dúo entre dos grandes nombres de la música improvisada portuguesa e internacional Carlos Bica, contrabajista de renombre residente en Berlín, y el brillante acordeonista João Barradas. Juntos por primera vez con temas de Joao Barradas escritos para este acontecimiento. Un diálogo de exploración e improvisación único. Música improvisada, jazz vanguardia y música clásica contemporánea. Carlos Bica, siempre innovador, melódico, con un enfoque sereno y profundo; João Barradas, compositor inquieto de excepcional musicalidad. Música con espacios, cargada de intención, en un continuo desde lo clásico hasta la abstracción sonora más compleja. Narrativas que sorprenden, se desdibujan, se expanden y se cruzan en tiempo real. Dos maestros, dos generaciones, dos voces que se encuentran por primera vez en una conversación musical sin mapas ni límites. Un concierto increíble.

La exigencia de un concierto en solitario es absoluta: requiere presencia total, entrega sin concesiones. Carlos Bica lo asume con una elegancia serena. Expresión pura, melodía y comunicación directa. Un set lleno de contrastes, diversidad de registros y matices tímbricos: uso del arco, exploración de técnicas extendidas, trazó líneas melódicas y narrativas que generan tensión, expectación y sorpresa, con espacios y silencios, que hacen que la música respire aportando profundidad. Su sonido es melódico y contundente, a la vez que sensible y creativo. Se mueve en un territorio más cercano a la música clásica contemporánea. Un universo en sí mismo. Nos gusta todo de Carlos Bica: su precisión, su riesgo, su sensibilidad, su capacidad de emocionar.

El Centro de Artes Escénicas de Portalegre (CAEP) acogió la presentación del último trabajo de Dorantes, reconocido pianista español de raíces flamencas. A piano solo, el artista ofreció un concierto presentando su disco: Identidad. Su propuesta, la más convencional del festival, fue aclamada por el público.

Explosión de ideas, contrastes y energía vital en el Claustro del Convento de Santa Clara con el cuarteto liderado por la saxofonista y compositora Signe Emmeluth: Emmeluth’s Amoeba Quartet. Desde Noruega llega esta formación explosiva y radicalmente contemporánea, integrada por Karl Bjorå, guitarra, Ole Mofjell, batería y Christian Balvig, piano, junto a Signe Emmeluth en el saxofón alto. Signe Emmeluth, es hoy una de las voces potentes del jazz contemporáneo europeo, que ha grabado a dúo con Kresten Osgood, ha formado parte del Trondheim Jazzorkester y de la Supersonic Orchestra de Gard Nilssen. Presentan el álbum Banshee, su último trabajo nominado al Spellemannprisen (Premios Grammy Noruegos) en la categoría Jazz 2024 y al Danish Music Awards Jazz 2024. Basado en una estética contemporánea, el cuarteto se mueve con soltura entre lo escrito y lo improvisado, combina elementos del free jazz y la música contemporánea. Es una propuesta enérgica, ambiciosa, compleja y absolutamente magnética, de líneas narrativas elásticas, atrayentes de gran vitalidad expresiva en un compromiso con el aquí y ahora.

El contrabajista y compositor esloveno radicado en Ámsterdam, Gašper Livk explora las posibilidades expresivas del contrabajo a través de una estética minimalista y atmosférica. Escuchamos un todo continuo, una sola pieza sin principio ni final, donde el tiempo parece suspenderse. No hay resoluciones. No hay clímax. Solo una línea sonora que flota, persistente, repetitiva. La textura predominante es plana, sin contrastes ni variaciones. No hay timbres definidos, el sonido del roce del arco y de la mano sobre una superficie tensa de las cuerdas. Gašper Livk no busca narrar, sino crear ambiente. El trabajo debut, una caja con cinco CDs, titulado: Introduciendo a Gašper Livk, esta editado por Clean Feed Record.

Destacamos la presencia del guitarrista portugués Bruno Pernadas, una de las voces emergentes más interesantes de la nueva generación, quien se presenta en vivo en un formato solista de guitarra eléctrica. Lo acompaña un invitado de lujo: el reconocido y multipremiado saxofonista José Soares. Ambos músicos son figuras clave dentro de la escena portuguesa. Su compenetración artística tiene raíces profundas, ya que compartieron formación en la Escuela de Espinho. Además, ambos forman parte de varios proyectos del emblemático contrabajista Carlos Bica. En esta ocasión, presentan un proyecto electroacústico con raíz en el folklore portugués, explorado a través de capas de loops, tanto en vivo como pregrabados. Fusión y líneas que llegan incluso al pop.

La saxofonista danesa Mia Dyberg, junto a Asger Thomsen, contrabajo y Simon Forchhammer, batería, presenta Timestretch, editado por Clean Feed Records. Un trío sólido, con un enfoque contemporáneo que alterna un lirismo contenido e intensas pausas expresivas. Procedentes de las escenas de Berlín y Copenhague, Dyberg y su banda exploran la forma del trío de jazz desde una óptica contemporánea, fragmentando y reconstruyendo las narrativas con técnicas extendidas, ostinatos sutiles y un tratamiento espacial del sonido.

El último día del festival abre con el concierto solista del contrabajista estadounidense Michael Formanek, actualmente residente en Lisboa. Un set en el que emplea dos instrumentos, un contrabajo estándar de cuatro cuerdas y otro de cinco cuerdas con una cuerda C alta, lo que amplía su rango tímbrico y expresivo. El programa estuvo centrado en piezas compuestas a partir de una serie de lienzos abstractos pintados por el propio Formanek a modo de partituras. Estas obras, concebidas como punto de partida para la improvisación, sirvieron de marco conceptual para una serie de cuatro piezas abiertas, ejecutadas con y sin arco, cada una con identidad propia. Con una seguridad rítmica impecable y una técnica precisa, Formanek exploró una amplia diversidad de timbres y texturas, y una búsqueda de nuevas sonoridades de enfoque contemporáneo y experimental. El set incluyó además una reinterpretación de Warm Canto, una composición de Mal Waldron. Un solo sorprendente.

En el Centro de Artes Escénicas de Portalegre (CAEP) el encuentro entre dos improvisadores de reconocida trayectoria internacional, uno de los momentos más esperados del festival. Craig Taborn, uno de los pianistas más relevantes y visionarios de la vanguardia jazzística actual de ejecución precisa, arriesgada, firme, delicada, profunda y expresiva. Tiene la capacidad de transportarte, de abrir puertas hacia mundos insospechados. Heredero contemporáneo del espíritu libre de Cecil Taylor, pero con una voz absolutamente propia. Chris Potter, saxofonista versátil, de enorme sensibilidad, e intensidad, discreto en la forma, pero demoledor en el fondo, potencia un diálogo musical de alto nivel. Un viaje con el foco puesto en la improvisación, en la creación y en el arte. No es casualidad que ambos sean considerados referentes absolutos de la escena internacional. Un auténtico lujo.

El cierre del festival no pudo ser más impactante, la arriesgada pianista parisina Eve Risser dejó al público en estado de asombro con una actuación conectada, vibrante y absolutamente impredecible. Su propuesta cruzó fronteras estilísticas con una libertad desbordante. Escuchamos algo de música contemporánea, pasajes cercanos a la musique mécanique, exploraciones electrónicas y hasta techno. En 2023 Eve Risser recibe el prestigioso Premio Paul Acket, otorgado por el North Sea Jazz Festival. Desde su piano vertical preparado, y la propuesta del álbum Après un Rêve, inspirado en Après un Rêve de 1870 de Gabriel Fauré, editado por Clean Feed Records, hace foco en la improvisación: La improvisación como composición interna, dice Eve. Eve Risser traza un recorrido que va desde el lirismo del siglo XIX hacia una estética radicalmente moderna, e incluso futurista. La noche terminó con un set que rozó el techno más eufórico, en sintonía con la fuerza arrolladora de Eve Risser. Un cierre de festival que dejó al público en alto, como ella: up, muy up.

Abril 21, 2025

54º Festival – Semana Internacional del Jazz (Burghausen, 2025)

54º Festival – Semana Internacional del Jazz (Burghausen, 2025)

54º FESTIVAL

Semana Internacional del Jazz

Burghausen, 2025

08

Abril, 2025

 

Alemania ha vuelto a ser nuestro último destino, y esta vez nos ha llevado a Burghausen, una ciudad que derrocha belleza a raudales —y para caudal el de su precioso río Salzach que marca la frontera con Austria— y que alberga una vibrante escena musical. La Semana Internacional del Jazz de Burghausen ha celebrado su 54º aniversario, consolidándose como uno de los eventos más emblemáticos del jazz en Europa. Pasear por la calle In den Grüben es sumergirse en la historia del género: un verdadero paseo de la fama donde resuenan los nombres de leyendas que han pasado por la ciudad como Chet Baker, Ella Fitzgerald, Art Blakey, Buddy Rich, Dexter Gordon, Dizzy Gillespie y Lionel Hampton, entre muchos otros. El vínculo de Burghausen con el jazz se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército estadounidense acampó en la zona, llevando consigo una cultura ya impregnada de swing y bebop. Tras el conflicto bélico, muchos músicos de jazz vieron en Europa una oportunidad para una vida mejor, y ciudades como Burghausen, donde el público ya había desarrollado un incipiente gusto refinado por esta música, se convirtieron en epicentros naturales del género. Hoy, más de medio siglo después, Burghausen sigue vibrando al ritmo del jazz.

El festival ha tenido lugar durante la última semana de marzo, del 25 al 30, desplegando su programación en dos escenarios principales: el Stadtsaal y el Wackerhalle. El Stadtsaal, auditorio del ayuntamiento, se alza en la encantadora plaza central del casco antiguo, a orillas del río Salzach, bajo el castillo más largo del mundo y junto a la iglesia de San Jakob, una joya arquitectónica que rinde homenaje al santo patrono de la ciudad y, curiosamente, también de España. El Wackerhalle, en cambio, se ubica a las puertas de la zona moderna de la ciudad, una área de menor encanto arquitectónico, levantada tras la guerra. Este recinto es el gran auditorio y sala de conciertos de Burghausen, donde han tenido lugar algunas de las actuaciones más destacadas del festival. Si hay un tercer espacio digno de mención, ese es el Jazzkeller, la emblemática bodega del jazz situada al final del paseo de la fama. Este local ha sido uno de los after más concurridos de la semana, y no es de extrañar: cada noche acogía dos sets de música en vivo y una jam session de la mano del Lawrence Fields Trio, acompañado nada menos que por el aclamado contrabajista Yasushi Nakamura y el sublime Gregory Hutchinson a la batería.

El festival arrancó el martes en el Stadtsaal con las actuaciones de los finalistas de los Premios Jazz Joven, una de las citas más esperadas del evento. Entre ellos, merece una mención especial nuestra querida Sara Lilu, quien, en formato dúo junto al talentoso guitarrista Alesander Peña Uriarte, logró cautivar a toda la audiencia con una interpretación llena de sensibilidad y frescura. El resto de finalistas, todos increíbles, incluían a KOOB, Tuva Halse Quintet, Searching for Home y el brillante trío Anaphora que se ha proclamado vencedor de este concurso de 2025.

El miércoles nos condujo al Wackerhalle, donde tuvimos la oportunidad de disfrutar de nuevo de la música envolvente del trío ganador del concurso de jazz joven. La noche continuó con la actuación de la primera gran estrella del festival, Gregory Porter, cuya inconfundible voz resonó con fuerza, arropada por una banda excepcional que contó con músicos de la talla de nuestro querido Tivon Pennicott.

El jueves, en el mismo escenario, el público estalló en aplausos ante la vibrante actuación del gran ensemble OJKOS, la orquesta de compositores de jazz de Oslo, cuya propuesta innovadora y fresca dejó una huella imborrable. Del sonido europeo transitamos rápidamente a la energía arrolladora de la segunda banda de la noche, liderada por el emblemático Kenny Garrett, a quien habíamos tenido el placer de saludar días antes en Madrid gracias a Summum. La banda interpretó con fuerza y pasión la música de su penúltimo disco, Sound From The Ancestors, en un viaje sonoro marcado por gritos de blues, complejos grooves y el inconfundible pulso funky que define esta etapa de su carrera.

Como cada noche, tras los espectáculos, la peregrinación jazzística continuaba. Algunos tomaban el autobús, otros recorrían a pie la ciudad hasta llegar al Jazzkeller, donde la combinación de la bendita cerveza alemana y la música del trío de Lawrence Fields se convertía en un ritual imprescindible. Cada noche, la formación presentaba el primer disco del pianista siempre combinado con standards por todos conocidos y brindando así al público la experiencia de un jazz profundamente arraigado en la tradición afroamericana, vibrante y auténtico, capaz de sanar oídos y almas por igual.

El viernes amaneció soleado en Burghausen, una energía bienvenida para afrontar una noche de programación desbordante. Con dos conciertos en el Wackerhalle, otros dos simultáneos en el Juz Burghausen y otro más simultáneo en el Stadtsaal, la oferta musical se volvía casi inabarcable. Algunos logramos ingeniárnoslas para experimentar lo más parecido a la bilocación, saltando de un escenario a otro en un intento de no perdernos ni un solo instante de esta intensa jornada jazzística. Comenzamos la noche en el gran hall, donde los Lehmanns Brothers nos regalaron una refrescante dosis de funky jugoso y vibrante. Este formidable ensemble de jóvenes músicos, que se conocieron en el colegio, conquistó al público desde el primer compás. Su carismático líder, vocalista y frontman logró desdibujar cualquier expectativa sobre su origen natal. Con una energía arrolladora que evocaba el espíritu de James Brown, su presencia en escena y su sentido del humor parecían sacados directamente del corazón del funk estadounidense. La música, cargada de groove y acompañada de letras que invitaban a una celebración amorosa y pacífica de la vida, terminó por levantar a toda la platea, que no dudó en entregarse al baile.

Tras este electrizante espectáculo, llegó el turno del legendario baterista y compositor Billy Cobham. Su impacto en el jazz y la fusión sigue siendo, aún hoy, una referencia ineludible, manteniendo su espíritu innovador intacto. La imponente configuración de su batería, con su característico doble bombo, aporta una potencia arrolladora al sonido de su banda. Cobham presentó el Spectrum 50 Project, una formación que celebra el 50 aniversario de su icónico álbum Spectrum, piedra angular de la fusión. La banda, resultado de dos años de gira conmemorativa, revivió la esencia de aquel revolucionario trabajo con la misma energía que lo convirtió en un hito de la historia del jazz.

Con no poca prisa, nos dirigimos al Stadtsaal para disfrutar del segundo pase de la Bujazzo, la Bundes Jazz Orchester. Si queréis conocer más sobre esta extraordinaria Big Band, os recomendamos escuchar el doble episodio de nuestro podcast donde entrevistamos al saxofonista barítono Lorenz Kanuft y al director del proyecto, Henning Vetter. Esta agrupación es un verdadero semillero de talento, formada por músicos jóvenes —algunos aún en el bachillerato y otros en la universidad— que consiguen un sonido que rinde homenaje a las grandes Big Bands de la historia, a la vez que incorpora elementos de la tradición folclórica alemana. En esta ocasión, presentan un proyecto de gran carga histórica y emocional, donde reinterpretan la música —comúnmente conocida en Alemania— de compositores alemanes perseguidos por el régimen nazi, dándole nueva vida dentro del contexto orquestal del jazz. Un concierto imprescindible, lleno de memoria, reivindicación y excelencia musical. Al mismo tiempo, en el Juz, las bandas Karaba y, seguidamente, Grande Mahogany se habían encargado de sembrar la fiesta a través de sus diversas propuestas artísticas, que combinaban jazz y rock psicodélico los unos y R&B, soul y rock los otros.  Muchos de estos músicos no quisieron perderse la oportunidad de prolongar la magia de la noche y, más tarde, se dejaron caer por la jam session del Jazzkeller, avivando aún más el fuego de un ambiente que poco tardó en aprobar la excelencia de los mismos.

Llegó el sábado, aún más intenso que la jornada anterior. Tradicionalmente, en la Jazzweek de Burghausen, este día está dedicado al blues, y las dos bandas que actuaron en el Wackerhalle a media tarde lo demostraron con creces. Primero, la Jimmy Reiter Band, que logró un sonido auténticamente americano, con un timbre vocal que evocaba el blues de John Mayer y una agrupación que respiraba la esencia más pura del género. El público, con sonrisas de oreja a oreja, aplaudía entusiasmado al presenciar en directo una banda que encarnaba el espíritu del blues más tradicional. En segundo lugar, Vanessa Collier, múltiple galardonada en la escena del blues, deslumbró con su poderosa presencia en el escenario y su impresionante capacidad musical. Con su imponente voz, su saxofón alto y su guitarra, desplegó un espectáculo en el que fusionó bluegrass, blues, country y soul, entre otros géneros. Su cuarteto dejó al público boquiabierto, demostrando una versatilidad y energía arrolladoras.

Al caer la tarde, el Wackerhalle ofreció una propuesta más convencional, mientras que el Stadtsaal apostó por una programación arriesgada y vanguardista. Afra Kane, al frente de su cuarteto, desplegó un abanico de estilos siempre enraizados en su herencia nigeriana, aportando una profundidad y frescura inconfundibles. Por su parte, la Fabia Mantwill Orchestra, en la línea de grandes compositoras como Carla Bley o Maria Schneider, llevó la exploración sonora a otro nivel, con la destacada participación del percusionista Rhani Krija como invitado especial asegurando una noche repleta de sonidos inolvidables.

Por otro lado, el Stadtsaal albergó primeramente a Louise Jallu, que ofreció una de las propuestas más vanguardistas del festival con su quinteto, explorando sonoridades innovadoras desde su bandoneón. Su enfoque recuerda a la tradición clásica trasladada a un formato orquestal reducido, con composiciones estructuradas en múltiples secciones y una fuerte carga experimental. Uno de los momentos más sorprendentes de su actuación fue una pieza inspirada en la Sonata en Fa# menor de Robert Schumann, donde transformó elementos de la obra en una reinterpretación moderna. También jugó con sonidos urbanos, como las sirenas de la policía francesa, cuya melodía le evocaba un preludio clásico y sirvió de base para una de sus composiciones. A lo largo del concierto, la influencia de la vanguardia francesa fue evidente en la riqueza tímbrica y el uso de técnicas extendidas en todos los instrumentos. Destacó una poderosa versión del Bolero de Ravel. En su repertorio no faltaron guiños al tango y a Piazzolla, con una interpretación de Oblivion que cerró con una atmósfera melancólica e hipnótica. Jallu, de pocas palabras y con un marcado acento francés, dejó que su música hablara por sí sola. Además, incorporó secuencias de sonidos y grabaciones de voces de compositores, generando una experiencia sonora envolvente que desafió las fronteras entre el jazz, la música clásica y la experimentación contemporánea.

Seguidamente apareció el sexteto RADIOELECTRIC que contaba con la cantante italiana Sabina Sciubba al frente. El baterista, Cyril Atef, manejaba un micrófono con el que grababa loops en vivo, creando capas de percusión a partir de objetos inesperados. Sobre el escenario, una mesa repleta de herramientas de carpintería —martillos, sierras automáticas, taladros— se convirtió en un insólito set de percusión, sumando texturas industriales a la experiencia sonora. El espectáculo transitó entre el free jazz, la experimentación ambiental y momentos de groove con armonías bluesy, incluso dejando espacio para un swing camuflado en la locura sonora. La producción electrónica jugó un papel clave, con una mezcla de sonidos en vivo y procesados que añadieron profundidad y caos controlado al concierto. Sciubba, con cerveza en mano y actitud despreocupada, supo llevar el show con naturalidad, modulando su voz con efectos que amplificaban la sensación de performance. Hubo interacción esporádica con el público —comentarios, movimientos hacia el frente del escenario, elementos de vestuario— todo medido con precisión para mantener el impacto sin excesos. El sexteto mostró una instrumentación diversa, con contrabajo, bajo eléctrico y cello aportando un espectro sonoro amplio, mientras que el guitarrista desplegó un arsenal de guitarras para diferentes matices. La audiencia reaccionó de manera dispar: algunos se dejaron llevar por la experiencia y hasta subieron a bailar, mientras que otros optaron por abandonar la sala. La propia Sciubba calificó a los asistentes como courageous, en un guiño a la valentía necesaria para sumergirse en una propuesta tan radical y sin concesiones.

Por si fuera poco, tras estas magníficas actuaciones, Burghausen daba paso a su emblemática Jazznight: una velada en la que la música se apoderaba de cada rincón del casco antiguo. Clubs, bares, restaurantes y locales de todo tipo acogían hasta nueve propuestas diferentes, abarcando desde el soul, funk y jazz, hasta el blues, ska, Motown y salsa afrocubana. El ambiente era el de una auténtica fiesta itinerante, donde el público podía ir de un sitio a otro, sumergiéndose en un mosaico sonoro que celebraba la diversidad y el poder unificador de la música. Los más entusiastas apenas notaron que la noche se acortaba por el cambio horario y su energía no decayó. La música siguió resonando hasta bien entrada la madrugada.

El domingo, último día del festival titulado Next in Jazz, despidió a todos los asistentes con tres conciertos a media tarde en el Stadtsaal protagonizados por tres tríos: Knobil, PRIM con un invitado especial al cello, Lucas Lauermann, y Antiánima, un trío de mejicanos que levantó a toda la audiencia en un aplauso interminable. La clausura definitiva llegó por la noche en la mítica bodega del jazz, donde primero el trío de Fields y luego los Dixie Dogs pusieron el broche final a una semana inolvidable de música y emociones en Burghausen.

By José Cabello Llano

Abril 08, 2025

Daniel García Diego Entrevista – Jazz Círculo

Daniel García Diego Entrevista – Jazz Círculo

DANIEL GARCÍA DIEGO

Entrevista

Jazz Círculo

 

20

Marzo, 2025

Escucha el Podcast!!!

En el marco del prestigioso ciclo Jazz Círculo que tiene lugar en el precioso Círculo de Bellas Artes de Madrid, el trío de Daniel García Diego ha cerrado la temporada 2024/2025 con un precioso concierto. Respaldado por sus amigos y compañeros cubanos Michael Olivera y Reinier Elizarde, concido como el Negrón, Daniel ha conseguido innumerables galardones a lo largo de su trayectoria profesional. En este concierto hemos sido testigos del poderío de su música y de la conexión única que surge entre los tres integrantes. Sus diálogos y conversaciones musicales manifiestan una fluidez de tal naturalidad que estos tres titanes dejan de percibirse como partes independientes para convertirse en un todo indivisible.

Antes de su espectáculo, Dani nos ha concedido un breve momento de conversación en el que nos ha compartido mucho acerca de su método compositivo, su nuevo disco, Wonderland, y demás anécdotas y curiosidades del todo interesantes.

¡Que disfrutéis mucho de la entrevista!

 

In&OutJazz: Daniel, reconocido mundialmente como pianista y compositor excelente, has sido premiado varias veces por diferentes entidades, festivales, etc. Has publicado varios discos y con varios proyectos también, entre los cuales destaca tu famoso trío con el Negrón y con Mincha, que tenemos tantas ganas de escuchar esta noche. Has colaborado con un sinfín de artistas de gran envergadura y para que todos conozcan los pormenores de tu trayectoria dejaremos tus redes también linkadas a la publicación. Y nada, hoy por fin pasas por la capital española para deleitarnos con tu arte, que es difícil, como te decía antes, pillarte por aquí. Siempre estás de gira tocando por del mundo. Y nos alegra tener un artista de este calibre nacido en nuestra España. Entonces, nada, agradecemos también al Círculo de Bellas Artes por programarte y por esta oportunidad. Y nada, te quería preguntar cómo estabas, si estás contento de estar en Madrid y si estás con ganas de esta noche.

Daniel García Diego: Muchísimas ganas. Llevamos tiempo sin tocar en Madrid, como dos años o incluso un poco más, y estábamos deseando ya poder tocar de nuevo aquí en nuestra ciudad. Así que nada, con muchísimas ganas de empezar.

Nosotros y la audiencia también, te lo aseguro. Cuéntanos, ¿cuál es la idea principal detrás de tu último trabajo publicado con el trío Wonderland?

Pues Wonderland es un disco un poco temático, en el sentido de que todas las canciones giran en torno al concepto de Wonderland, que, bueno, como sabéis, es un poco el país de las maravillas en inglés. Pero lo que yo llamo Wonderland en este disco es el mundo interior que cada uno de nosotros tenemos dentro. Entonces, es un mundo muy rico, lleno de paisajes diferentes, que conforma al final quienes somos nosotros. Entonces, cada tema del disco está enfocado en un aspecto diferente de este mundo interior. Y los títulos de las canciones están un poco también puestos de manera que la persona que escucha la música y lea el título de la canción pueda sentir algún tipo…, pueda evocarle algún tipo de sensación interna, ¿no? Entonces, bueno, pues así a grandes rasgos es un poco el concepto.

Me ha sorprendido que estaban los títulos en inglés, pero entiendo que, claro, así llegamos a…

Sí, bueno, es una manera de llegar a un público un poco más amplio, si lo quieres ver así. Claro, claro. De todos los títulos que son en español, pero…

De todos los temas, que son varios…, yo vengo todos estos días escuchándolos todos. Y es una preciosidad, de verdad. Os doy la enhorabuena como trío y a ti como compositor. De todos los temas, ¿cuál es con el que más te identificas o últimamente…? Entiendo que con todos, claro.

Es difícil de saber, porque hay un momento para cada uno de la misma manera que hay un momento para cada estado de ánimo. Hay un tipo de música diferente, ¿no? Entonces, bueno, no sé, es difícil de elegir uno, pero quizás el más representativo es Wonderland, el que da título al disco, que trata un poco de…

Aúna un poco todo, ¿no?

Sí, exactamente. Y, bueno, yo creo que es el primer tema del disco que compuse ya pensando en este concepto y, bueno, pues está bien.

Qué bueno, ¿no? Esperemos que nosotros los primeros, y evidentemente todos, podamos hacer experiencia de estos conceptos y emociones que transmites. ¿Cómo compone Daniel García? ¿Cuál es tu proceso compositivo? ¿Cuál es la concepción de tu último trabajo?

Normalmente mi proceso de composición es a partir de la improvisación.

¡Qué bueno!

Sí, empiezo a improvisar y lo que hago es usar el teléfono para grabarme, como si fuera un mensaje o luego una nota de audio. Improviso y lo grabo y lo dejo descansar y a lo mejor un mes después o bastante tiempo después vuelvo a escucharlo y si hay algo que realmente resuene dentro de mí y que me parezca interesante, pues a partir de ahí empiezo a tirar del hilo de esa idea. Pero siempre me gusta plasmar ideas que surjan en el momento y dejarlas reposar, para no… Porque a veces en el proceso de composición es fácil dejarse llevar por la emoción del momento y eso no siempre te lleva a los mejores lugares. Entonces, bueno, me gusta tener una visión un poco más distanciada de la música que yo mismo he hecho, pero hace tiempo atrás y tener un poco esa visión más objetiva.

¡Qué bueno, qué bueno, interesante! Porque también uno improvisando podría estar pensando en aferrar las ideas, componer, repetir, repetir. Sin embargo, es interesante como esa distancia que te permite, esa cierta como virginidad incluso, ¿no?

Eso es, eso es, exactamente.

Te permite que la idea cobre vida ella sola, ¿no?

Eso es.

En ese tiempo de fermentación.

Eso es.

¡Qué bueno! Reinier y Micha, tío, ¿qué puedes decirnos de ellos? ¿Qué admiras de ellos? ¿Qué aprendes de ellos? Y si te atreves, ¿qué aprenden ellos de ti?

A ver, son mis hermanos musicales. Entonces, llevamos muchísimos conciertos, muchísimos años tocando juntos y ya respiramos a la vez, como se suele decir cuando tocamos juntos. Entonces, yo he aprendido muchísimo con ellos de todo, de la vida, de la música y espero que ellos de mí también. Son muchos conciertos, muchas situaciones diferentes. Entonces, bueno, pues es un placer tocar con ellos. Los tres compartimos una cierta visión de la música, donde hay mucha libertad y mucha confianza entre todos nosotros. Hay mucho espacio para la creatividad y para eso hace falta mucha confianza, para saber que pase lo que pase, vas a tener a los otros dos ahí detrás de ti. Y esto pasa en cualquiera de las direcciones posibles entre los tres.

¡Qué bueno!

Entonces, todos los tres estamos como muy libres de poder, en cualquier momento, hacer algo diferente y sabiendo que da igual porque los otros dos van a estar ahí pase lo que pase.

¡Qué interesante! Decías que respiráis juntos y esto es una expresión que me atrae.

Sí, sí, sí, es muy bonito. Yo creo que es lo más especial de este trío. Yo creo que es esa manera que los tres tenemos de llevar la música como si fuera un solo músico el que la está tocando.

¡Wow, qué pasada!

Hay una cierta sincronización, no sé cómo llamarla, casi espiritual entre los tres y hay muchísima telepatía y pasan cosas que hasta a nosotros mismos nos sorprenden.

¡Wow, qué pasada! Sí, sí, de hecho te iba a preguntar en qué notáis que habéis ido madurando y evolucionando en vuestra interacción y comunicación, pero lo que dices ya nos da muchas ideas.

Sí, es una cuestión… Es primero encontrar músicos afines a tu manera de entender la música y luego es tiempo de muchos conciertos, muchas situaciones diferentes. Y al final, pues sí, se acaba encontrando un espacio común que es muy bonito.

Y creo que a todo el mundo le va a atraer la unidad que expresas, que dices que vivís juntos en el trío, que ya no sois tres partes sino una homogeneidad.

Hoy en día con este mundo loco tan cambiante es difícil encontrar grupos tan duraderos en el tiempo, que llevan tantos años tocando juntos y yo creo que se agradece también.

La gente lo agradece, vamos, yo lo agradezco, o sea que a título personal, de verdad, ¡qué regalo! Bueno, Gilad Hekselman, Lau Noah, desde Nueva York, aunque bueno, Lau es de tierra catalana, ¿no? Y nuestra querida Verónica Ferreiro, menudas colaboraciones, ¿no? O sea, ¿por qué estas personas?

Sí, no puedo estar más contento. Bueno, pues porque los tres me parecen increíbles y bueno, pues en su momento les enseñé la música y les pregunté si les apetecía colaborar y los tres dijeron que sí y estaban encantados, entonces pues más encantado estaba yo.

¡Qué gozada, claro!

Entonces es una maravilla poder tener a cada uno de ellos en el disco y le aportan muchísima luz y muchísima riqueza a este disco, estoy muy contento. Sí, sí.

¿Cómo ha sido el proceso de que ellos vinieran a grabar o lo grabaran desde casa?

Tanto Lau como Gilad estaban en Nueva York cuando había que grabar por temas de deadline con la discográfica, entonces ellos grabaron desde Nueva York y luego Verónica sí que grabó aquí con nosotros en Madrid y una maravilla. Llegó y la primera toma que hizo es la que está en el disco. Fue un momento muy increíble. Sí, sí, es una cantante maravillosa, bueno, y Lau también y Gilad con la guitarra, pues eso…

Creo que le traen al trío en este disco en concreto una frescura preciosa, la verdad.

Sí, sí, sí, totalmente.

Que no quiere decir que cada nota vuestra no sea fresca, ¿eh? Para nada.

No, pero es verdad que añade un color diferente. De vez en cuando en algún tema aparece un invitado y es como…

Sí, sí, es bonito y veros acoger y abrazar a ese artista con toda su potencia es una preciosidad. Bueno, última pregunta más relajada, más liviana. Recomendaciones rápidas. Un disco, ¿ya puede ser contigo o sin ti?

Un disco, buah.

Hay muchos, ¿no?

Hay muchísimos, pero… ¿y tiene que ser de jazz?

No, no, no.

Vale.

No, no, no, pero nada.

Por ejemplo, La consagración de la primavera de Stravinsky dirigida por Teodor Currentzis.

Toma ya.

Con su orquesta, con MusicAeterna.

Qué bueno, sí. ¿Un libro?

Un libro… Ensayo sobre la ceguera, de Saramago.

Toma ya, toma ya, lo anotamos, lo apuntamos. ¿Una peli?

Una peli…

¿O una serie, un documental?

No, una peli, una peli te voy a decir. Por ejemplo, mira, Casablanca, que la vi hace poco. La vi hace poco, que no la había visto, y me encanta de vez en cuando revisar el cine clásico y no había visto Casablanca.

Clásicas, tío, que nos dejan a todos…

Así que venga, Casablanca.

Qué buena, qué buena. ¿Y una comida que ames?

El cocido de mi madre.

Buah, tío, eso ya no te lo podemos pedir, tío. Qué bueno, oye, qué gozo charlar contigo este ratito.

Un placer, de verdad, gracias por venir.

Te dejamos con la familia, con el trío musical.

Gracias, sí, estamos a punto de salir, o sea que vamos para allá.

 Y nosotros también a escucharos con toda las ganas del mundo, de verdad.

Gracias, gracias por venir.

A ti, Dani.

Un placer, tío.

Igualmente.

Marzo 20, 2025

XV Festival Porta-Jazz – Arte sonoro aquí y ahora (Oporto, 2025)

XV Festival Porta-Jazz – Arte sonoro aquí y ahora (Oporto, 2025)

XV FESTIVAL PORTA-JAZZ

Arte Sonoro Aquí y Ahora

Oporto, 2025

28

Febrero, 2025

Cada año, a principios del mes de febrero, Oporto se convierte en el centro de la música improvisada y el jazz de vanguardia con su esperado festival. Es una cita ineludible para melómanos y amantes de la música experimental. Durante tres días, la ciudad se detiene para dar paso a más de veinte conciertos que reflejan la intensa actividad que la Asociación de Músicos de Oporto, Porta-Jazz, ha tenido durante el año.

El festival, que se celebra en el Teatro Rivoli, no solo presenta proyectos arraigados en la vanguardia, el free jazz y la experimentación, sino que también es el resultado de un año de residencias artísticas, colaboraciones internacionales y lanzamientos discográficos. Porta-Jazz. Con João Brandão a la cabeza, es más que una asociación, es el centro de una comunidad de músicos con sede en Oporto y con alcance global. Este año, bajo el lema “Contra el reloj, a favor del tiempo”, el festival reivindica la música como un espacio de pausa y reflexión en un mundo acelerado, “construimos, al menos por un momento, un tiempo nuevo y diferente”. Oporto nos recibe con un sol radiante, preludio de la primavera, mientras el tiempo se mide en compases y emociones.

Queda Áscua es el nuevo proyecto de la vocalista y compositora Joana Raquel, una de las voces emergentes más prometedoras de Oporto. Con composiciones propias, la artista explora un universo sonoro cargado de emoción e intensidad, evocando la imagen de cascada. En esta propuesta, la ausencia de batería desafía las estructuras rítmicas tradicionales y la voz e instrumentos dialogan con libertad y sensibilidad. Joana Raquel, voz, Teresa Costa, flauta, Joaquim Santos, clarinete, Joaquim Festas, guitarra, João Fragoso, contrabajo, Miguel Meirinhos al piano y Zé Stark a la batería. Continuamos con la brillantísima improvisación a dúo con el pianista español Agustí Fernández y el saxofonista lituano Liudas Mockūnas. Los dos son improvisadores centrales de la vanguardia europea. Agustí Fernández, es una figura clave de la vanguardia española, y Liudas Mockūnas, es un explorador incansable líder de la plataforma Improdimensija. Escuchamos un impresionante diálogo completamente improvisado, impredecible, lleno de contrastes y matices. Una conversación artística de alto nivel de creación espontánea y libertad musical. Arte sonoro en el aquí y ahora.

La presentación de Wabi-Sabi. ,disco lanzado por Porta-Jazz (Carimbo Records), a cuarteto, compuesto por pesos pesados del colectivo de Oporto como Demian Cabaud al contrabajo y Gonçalo Marques a la trompeta, con la impronta creativa de Jeff Williams y el estadounidense de Avant Garde John O’Gallagher. Ha sido una experiencia sonora profunda de alto nivel ejecutivo. Estructuras complejas de interacción fluida, expresiva y orgánica, logrando un equilibrio entre la improvisación y el material escrito.

Ursa Maior es el proyecto generado para celebrar los 15 años del festival. Es un proyecto de música improvisada compuesto por un gran ensemble de más de treinta músicos, todos ello ligados con Porta-jazz. El ensemble logra una asombrosa cohesión sonora, guiado por la idea de movimiento continuo. Un proyecto participativo que comienza con palabras habladas y secciones musicales que emergen y se desplazan entre el público. Crean atmósferas emocionales extremas, desde completos silencios hasta atronadores lamentos. Destaca la voz de Almut kuhne, de Joana Raquel, de Vera Morais, así como la guitarra de un jovencísimo Mané Fernandes, Susana Santos Silva, Joao Brandao, Marcos Cavaleiro a la batería, entre otros.

PAIRA. João Pedro Días, trompeta. Gil Silva, saxofón tenor, Pedro Molina contrabajo y Gonçalo Ribeiro, batería. El repertorio está escrito por todos los miembros del cuarteto. Presentan su trabajo editado por Carimbo Porta-Jazz. El cuarteto avanza hacia un espacio de improvisación. Se presentan con una temática coherente y ensamblada de estética que funde composición con improvisación libre en tiempo real, que marca la idea del cuarteto. “Como algo que “flota” en el aire, nos gusta la ligereza, la flexibilidad y la posibilidad de transformación rápida que viene asociada con la libertad de improvisación”.

How Noisy Are The Rooms?  Es el título del álbum a trío editado por el sello Boomslang Records. Memorable actuación a trío, en colaboración con Bezau Beatz , del trío compuesto por la vocalista residente en Berlín Almut Kühne. , a la batería y electrónica Alfred Vogel, fundador de Boomslang Records, sello internacional de música experimental y avant; y el inigualable Joke Lanz a los platos. La propuesta es un collage sonoro completamente improvisado que combina la habilidad vocal como instrumento con un apabullante despliegue de creatividad y experimentación con diferentes técnicas vocales de scat, beat-box, canto, rap y el uso de efectos vocales en una variedad de ritmos y texturas. Joke Lanz nacido en Basilea y residente en Berlín, pionero en la escena electrónica independiente y conocido por su enfoque provocativo de la música electrónica y el ruido a través de la experimentación, la distorsión, la modulación y la manipulación en tiempo real. Un encuentro a trío que busca explorar las posibilidades sonoras generando capas de sonido que van entrelazándose. Su colaboración se basa en la improvisación libre y en la interacción en tiempo real complementándose para crear algo único.

Sopros es el álbum debut del contrabajista y compositor Joao Próspero, junto al cuarteto compuesto por Joaquim Festas a la guitarra, Miguel Meirinhos, pianista de la Orkestra de Jazz de Matosinhos y Gonçalo Ribeiro, a la batería. Es una propuesta de estética jazz de tradición americana, influencias del swing y del rock. Las composiciones del contrabajista Joao Próspero están inspiradas en los escenarios que describe Haruki Murakami.

Emmanuelle Bonnet Quartet Emmanuelle Bonnet voz, composición, Alvin Schwaar, piano, Tabea Kind, bajo, Lucas Zibulski, batería. Emmanuelle Bonnet es la brillante cantante y compositora sueca. El proyecto de Emmanuelle Bonnet Quartet se realiza en colaboración con la asociación de música improvisada de Ginebra AMR–Genève. Eso implica compartir la programación en ambos festivales anuales promovidos por cada una de las asociaciones de músicos, así como dos residencias artísticas. La propuesta de Emmanuelle Bonet es precisa y clara, con un equilibrio entre lirismo melódico y la experimentación musical de improvisación libre.

Soma es el trabajo resultado de una semana de residencia artística en Guimares jazz.  con un elenco de músicos especialmente talentosos con José Soares como líder. El proyecto reúne influencias de la música experimental, el noise y la música contemporánea. Un proyecto arriesgado de fragmentos musicales circulares y largas desarrollos introductorios de tensión creciente. José Soares saxofón alto, José Diogo Martins, piano, sintetizador, Omer Govreen, contrabajo João Lopes Pereira, Varvara Tazelaar, artes visuales.

Seguimos con el quinteto del contrabajista y compositor Joao Fragoso. El líder presenta Canta Derrocada, el segundo álbum con esta formación, lanzado con Carimbo Porta-Jazz. Escuchamos contundentes y atractivas líneas de bajo a cargo del líder Joao Fragoso que desatan los aplausos del público. Un trabajo de interesantes desarrollos narrativos, improvisaciones y exploración tímbrica. Con John Almeida  a la trompeta y Albert Cirera  al saxo tenor junto a John Carreiro, a la guitarra y Miguel Rodrigues a la batería.

Continuamos en el salón con el set del DJ Rui Miguel Abreu, crítico musical en activo desde 1989 y que actualmente escribe para la revista Blitz, Expresso y Rimas e Batidas , publicación digital que dirige, además de ser colaborador habitual de la revista internacional We Jazz. Autor de varios programas en Antena 3, entre ellos el programa semanal Notas Azuis centrado en el mundo del jazz contemporáneo.

GODUA  La música del cuarteto, compuesta por Duarte Ventura y Hugo Ferreira, se sumerge en una exploración sonora que busca una identidad propia. Con influencias en el rock, el grupo genera momentos de gran energía liderados por la guitarra y la batería, contrastados con melodías al vibráfono. La tensión crece de manera progresiva. El resultado de este proceso creativo se materializa en el álbum STOP que presentan, editado por Carimbo Porta-Jazz. Con João Fragoso, contrabajo y John Cardita a la batería.

Seguimos con el trío Sonic Tender, de enfoque en la improvisación libre, formado por Guilherme Aguiar al piano acústico, João Carreiro a la guitarra eléctrica y João Valinho a la batería. Registrado por Robalo Music en el álbum debut del trío, Odd Objects. Es un trabajo de exploración sonora abstracta y minimalista donde el sonido se convierte en un territorio de constante descubrimiento. Es un proyecto intrigante y denso de estructuras complejas en las que no existe diálogo entre el trío, privando al oyente de cualquier sensación narrativa o punto de anclaje.

Dentro del Árbol es el notable proyecto a quinteto presentado por Demian Cabaud, un peso pesado en la escena portuguesa. Es un trabajo bellísimo de trayectoria exploratoria marcada por la libertad creativa, y una constante búsqueda de nuevos horizontes sonoros. El proyecto tiene desarrollos narrativos abiertos, contemporáneos con libertad de improvisación con una formación de músicos excelentes, Con João Pedro Brandão, Con José Pedro Coelho, Ricardo Moreno, Demian Cabaud y Marcos Cavaleiro.

El colectivo Ensemble mutante #2kaja Draksler es el encargado de clausurar el festival. kaja Draksler, pianista y compositora eslovena, escribió este proyecto para tres voces, cantantes centrales de Portugal, Mariana Dionisio, Sofia Sá y Vera Morais, junto con la trompetista de vanguardia Susana Santos Silva. Es música improvisada, contemporánea con el foco en el diálogo improvisado de las vocalistas. Este colectivo busca un lenguaje híbrido con total libertad interpretativa. El proyecto es un espacio de experimentación y de creación a demanda, mezcla de clasicismo y vanguardia.

By Begoña Villalobos

Febrero 28, 2025

Sparks and Visions – Regensburg, 2025

Sparks and Visions – Regensburg, 2025

SPARKS AND VISIONS

Regensburg, 2025

03

Febrero, 2025

 

Un ambiente mágico nos ha acogido en una de las ciudades con más historia de Baviera, Alemania. Regensburg (para los españoles, Ratisbona), que fue el centro político del antiguo Sacro Imperio Romano Germánico, luce por su belleza gracias al ambiente medieval de sus callejuelas, plazas y comercios que la convierten en un enclave encantado y encantador. El Danubio refuerza su posición y su catedral gótica alza la mirada de cualquiera que contemple mínimamente este lugar. El frío invernal no ha sido obstáculo para que tuviera lugar, en el Theater Regensburg, el asombroso festival Sparks and Visions que se ha prolongado durante todo un fin de semana. El teatro, que ha sido objeto de halagos por parte de todos los artistas (por su belleza, su acústica y la sparkling decoration), ha proporcionado un ambiente idóneo para la escucha, la contemplación y el diálogo reflexivo acerca del arte que ha tenido lugar en salón principal. Hasta cinco plantas del teatro han estado llenas de espectadores, fotógrafos y periodistas que han podido disfrutar de una programación rica y variada en estilos y procedencias.

El inicio del festival, presentado e impulsado por Anastasia Wolkenstein y todo su equipo de colaboradores, lo ha protagonizado la vibrafonista griega Evi Filippou con su proyecto inEvitable Extended, en el que se dan cita músicos de la talla de Zuza Jasinka (voz), Julius Gawlik (saxo tenor y clarinete), Keisuke Matsuno (guitarra y efectos), Robert Lucaciu (contrabajo) y Andi Haberl (batería). Un sexteto paneuropeo que trasciende fronteras con una fluidez asombrosa. Presentaron dos temas, tejiendo amalgamas rítmicas y ambientes envolventes donde múltiples voces evocaron el folklore de sus procedencias. Con cues orgánicas, los cambios y las transiciones de sección y texturas guardaron una cohesión espectacular. Entre las piezas, que entrelazaban dialectos europeos como el griego, el alemán y el inglés (siempre con una performance muy teatral), explorando el concepto de hogar, la líder lanzó una reflexión provocadora: «Don’t you think the nationality thing is getting old now? We belong anywhere and everywhere at the same time.» La música osciló entre ambientes minimalistas y grooves hipnóticos, con un virtuosismo vocal y técnicas extendidas en todos los instrumentos, como el arco frotado sobre las láminas del vibráfono. El cierre sorprendió a todo el salón: tras una música completamente libre, irrumpió un pasaje de jazz tradicional americano. Con esta transición inesperada, el grupo demostró su destreza y control de los códigos de muchas músicas, dejando al público sin aliento.

A su propuesta siguió la del trombonista y compositor francés Robinson Khoury que presentaba su proyecto MYA con Anissa Nehari (percusión y voces) y Léo Jassef  (piano, teclados y sintes y voces). El concierto de Robinson Khoury fusionó jazz, electrónica y percusión en un espectáculo de vanguardia. Con trombón, sintetizadores modulares y voz, Khoury mostró una destreza impresionante, usando un trombón inusual, sin campana, con una agilidad digna de una trompeta. El trío explotó el sonido eléctrico con teclados, secuenciadores y una amplia paleta de efectos, a diferencia de la banda de Evi que guardaban un sonido más natural. La percusión, aunque compacta, ofreció un set espectacular, con ritmos superpuestos y una base, en casos, cercana al drum&bass y la electrónica, manteniendo un groove hipnótico. Las voces jugaron un papel clave. A diferencia del proyecto anterior donde solo cantaron las dos mujeres (que, por cierto, Evi en alguna ocasión también se lanzó a tocar la batería!!!), aquí los tres músicos participaron vocalmente. Modulares y recitados en francés añadieron una dimensión teatral y evocadora. Khoury habló sobre la creación y sus raíces libanesas, reflejando su herencia árabe en la música. Tocando el trombón, brilló reafirmando su maestría de líder en un concierto tan innovador como visceral.

Para cerrar la noche del viernes, nos deleitaron los aclamados Petros Klampanis (contrabajo, efectos y voces), Kristjan Randalu (piano) y Ziv Ravitz (batería), que se congregaron a trio para presentar la música del último trabajo del contrabajista griego, Latent Info. Un trío de jazz en formato clásico con una propuesta profundamente madura y auténtica, que se sintió como la verdadera joya de la noche. Ziv, con su sonido impecable y su presencia consolidada, impulsó una música que fue rítmica y poderosa, sin rastro de swing, pero con vamps intensos y estructuras que, aunque ancladas en la tradición, sonaron frescas y renovadas. Cada solo y melodía se integró con naturalidad en el desarrollo de los temas, demostrando una compenetración total entre los tres intérpretes. El repertorio presenta una temática en torno a lo sutil y todo aquello que pasa inadvertido en la vida (una pieza dedicada a la tristeza por ejemplo). Tocaron tres temas de Klampanis y después otras tres composiciones de Ziv. Sin artificios ni pretensiones, el trío entregó un concierto puro y magistral, cerrando la noche con una elegancia y profundidad inolvidables.

Al día siguiente, fue el turno de la cantante Simin Tander y su cuarteto formado por la violinista Harpreet Bansaal, el bajista Björn Meyer (que con sus seis cuerdas lograba suplir la función de cualquier guitarrista con total solvencia) y el baterista Samuel Rohrer. Tander, una vocalista virtuosa, trató su voz como un instrumento, utilizando efectos, percusión vocal y un control técnico impecable. La música osciló entre atmósferas ambientales y estructuras más cerradas, con complejas amalgamas rítmicas en 7 y más números impanres y sonoridades que evocaban tradiciones orientales. Las cues fueron muy marcadas, guiando transiciones entre secciones etéreas y grooves más definidos, siempre envueltas en una densa reverb. El multilingüismo fue clave en la propuesta: alemán, inglés, castellano y recitados envolventes. La presencia del afgano, con extensos pasajes declamados, añadió una carga emotiva y cultural profunda. El trance generado en los momentos más ambientales resultó casi hipnótico, al punto de inducir una sensación de sueño. En contraste, los temas más rítmicos aportaron dinamismo sin perder la atmósfera onírica que definió el concierto. Fue una experiencia inmersiva, donde la voz lideró un viaje sonoro entre lo contemplativo y lo rítmicamente desafiante.

En el ecuador del festival, tras la actuación de Tander y compañía, aparecieron Monika Muc (saxo alto), Kamila Drabek (contrabajo), Patrycja Wybrańczyk (batería) y Kateryna Ziabliuk (piano).  Desde Polonia, amigas de mucho tiempo, este cuarteto cullo nombre, O.N.E significa “ellas” en polaco, nos dejó a todos pensativos y boquiabiertos. Con un sonido de cuarteto acústico claramente maduro y bien logrado, el concierto fue una explosión de energía y libertad musical, con una propuesta audaz, donde el free jazz y el groove modal se entrelazaron con una fluidez impresionante. Desde el inicio, comenzaron con una sección completamente libre, con rubato pero con una dirección clara y una intensidad arrolladora. La baterista, al presentar en inglés, explicó el significado del nombre: «O.N.E means ‘they girls’.» El segundo tema, compuesto por la saxofonista, mantuvo la misma esencia Ornette-iana: una introducción libre que desembocó en un groove modal sólido, con el piano marcando un comping abierto y el bajo y la batería perfectamente empastados. El saxo, con una melodía minimalista y poco definida, se sostuvo más en la textura del groove que en líneas melódicas convencionales. Tocaron sin partituras, intercambiando tutti y solos con una naturalidad asombrosa. En algunos momentos, saxo y bajo doblaron líneas al unísono, mientras que las transiciones entre secciones groove y free fueron totalmente orgánicas. A pesar del carácter rubato de muchas partes, las cues surgieron con precisión, evidenciando un nivel de escucha y ensayo excepcional. Jugaron con los códigos del jazz con irreverencia y humor: citaban swing, ragtime y bossa solo para desarmarlos en una explosión atonal y completamente compuesta. En varios pasajes, dejaron el piano fuera y tocaron en formato de trío, explorando el time no changes al estilo de Ornette. Cada una de ellas presentó al menos una vez, mostrando de nuevo el espíritu colectivo del grupo. Fue un concierto lleno de frescura, riesgo y una compenetración que dejó claro que O.N.E es una de las propuestas más vibrantes y sólidas de la nueva generación.

La noche del sábado la culminó una propuesta completamente distinta: un quinteto británico de Glasgow, CORTO.ALTO, con un sonido joven y eléctrico, donde la estructura, la precisión y la producción moderna fueron clave. Dos son los claros líderes del conjunto: Liam Shortall que consigue tocar trombón, teclas, pedales de efectos, modulares y bajo eléctrico al mismo tiempo, y Graham Costello que reparte notas paradisíacas y ritmos envolventes en su set de batería que recuerda a maestros como Chris Dave. Completan el quinteto el saxofonista Mateusz Sobieski, el guitarrista James Mackay y el teclista Fergus McCreadie. Consiguieron desplegar un sonido influenciado por el neosoul subdividido, el drum&bass y el jazz progresivo, en la línea de Chris Dave, R+R=NOW o Chief Adjuah. Todo estaba meticulosamente arreglado, sin espacios para el free, pero con espacio para solos dentro de estructuras definidas. Grooves complejos y subdivididos, ejecutados con una precisión impresionante y que recordaban también al sonido de Sungazer o Butcher Brown. Uno de los momentos más destacados fue su versión de Kendrick Lamar, reinterpretada con una sensibilidad jazzística y una producción de alto nivel. Con un sonido moderno y pulido, la banda logró un equilibrio entre la sofisticación del jazz fusión y la energía del groove contemporáneo, cerrando la noche con una propuesta sólida.

Dos noches estupendas fueron seguidas de una matineé deliciosa a cargo de dos propuestas completamente diferentes entre sí. Y es que, sin duda alguna, el festival ha logrado integrar todo tipo de músicas.

Primero actuó el North Sea String 4tet, con George Dumitriu y Pablo Rodríguez a los violines, Yanna Pelser, clara líder del cuarteto, a la viola y Thomas van Geelen al cello. El concierto combinó ambientes envolventes y un uso magistral de técnicas extendidas, creando una experiencia inmersiva donde el sonido y el silencio jugaron un papel igual de importante. Los solos fueron turnados de manera orgánica, mientras el resto del grupo aportaba acompañamiento sutil y texturas en constante transformación. La mezcla de estilos fue especialmente llamativa, incorporando elementos contemporáneos sin perder la esencia camerística del cuarteto de cuerda. Uno de los aspectos más destacados fue el uso de epítetos sonoros, donde cada timbre y cada pausa parecían estar cuidadosamente elegidos para amplificar la expresividad de la música. Más allá de su destreza técnica, los músicos transmitieron una energía cercana y humilde, dejando una impresión cálida y auténtica en el público.

Para cerrar esta edición de 2025, la elección de la programación fue el Marcin Wasileski Trio. Un trío polaco formado por su líder al piano, Slawomir Kurkiewicz al contrabajo y Michal Miskiewicz a la batería. Veteranos en la música (acaban de celebrar su trigésimo aniversario en 2024), ofrecieron una actuación elegante y profundamente expresiva. Su capacidad para tocar en rubato con una sincronización impecable creó momentos de gran belleza y fluidez, con una riqueza armónica que sumergió al público en una atmósfera envolvente. El repertorio incluyó tanto composiciones propias como piezas de enfoque más funcional, destacando una versión refinada de Actual Proof de Herbie Hancock, interpretada con precisión y personalidad. En un momento especial, compartieron su deseo de estar «crazy for love», aportando un toque humano y cercano a su propuesta. En conjunto, fue un concierto cuidadosamente elaborado, lleno de sensibilidad y con una interacción impecable entre los músicos, reafirmando la esencia del trío clásico con un enfoque contemporáneo.

By  José Cabello Llano

Febrero 03, 2025

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