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A lo largo de las generaciones: Festival de Jazz de Newport 2023

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SEPTIEMBRE, 2023

Texto: Steve Dickman

Traducción: Roberto Barahona

Mi tercera vez en el Festival de Jazz de Newport, asistiendo sólo el sábado y el domingo del festival de tres días, me llamó la atención la presencia dominante de un octogenario tras otro y el reverente aprecio de ellos por una multitud y las entradas agotadas. El místico Charles Lloyd (85) llegó temprano el sábado y un funk-upista Herbie Hancock (83) cerró el festival el domingo. Entre medio, escuchamos a Charles McPherson (84) y también a Bob James (83) como parte de la versátil banda Jam Jawn de Christian McBride. El festival fue coronado adecuadamente por Hancock recogiendo su «keytar», un instrumento de mano similar al piano eléctrico, y prácticamente levitando fuera del escenario.

Herbie Hancock tocando keytar,  6 de agosto, 2023

Fotos © Steve Dickman

Orrin Evans, 5 de agosto de 2023

Muchos artistas mencionaron sus actuaciones anteriores en Newport, algunos de ellos  habían tocado allí con Miles Davis y Dizzy Gillespie, entre otros, pero uno se destacó: Joshua Redman señaló que el cuarteto estelar «Redman, Mehldau, McBride, Blade» había tocado su casi primer concierto en la historia exactamente en el mismo escenario en Newport en 1993, hace treinta agostos. Se sentía como si se hubiera abierto un agujero de gusano en el continuo del espacio-tiempo cuando llegamos a escuchar que el ahora afeitado Redman y el canoso Mehldau y sus compañeros de banda suplantan a un set estelar del 93 con uno espectacular en 2023. Ya maestros en ese entonces, este grupo ofrecía impresionantes melodías de blues y jazz directas como Undertow, que contó con solos abrasadores primero de Redman y luego de Mehldau. Como el consumado escritor de jazz Nate Chinen lo puso en su reseña del festival, «Cada miembro de la banda se ha ganado una estatura eminente en los últimos 30 años, cumpliendo o superando su primera promesa. Todos son mejores músicos ahora, con una amplia gama de experiencia y, sin embargo, su lenguaje compartido se extiende desde un núcleo familiar…» Más felicidad directa y explosión fue proporcionada por el exquisito y talentoso quinteto de Orrin Evans, que tocó para una casa llena en una de las carpas de campaña más pequeñas, y de nuevo en el mismo lugar por el trío de piano de Bill Charlap. Quien entrara en este lugar abarrotado estaba a punto de  escuchar una actuación suprema. Evans, un pianista nacido en Filadelfia con una reputación cada vez mayor después de casi 30 años en el negocio, dio un regalo a la audiencia en su afiatado set con la leyenda de la trompeta canadiense Ingrid Jensen, el saxofonista/flautista Gary Thomas (músico de músicos), el bajista Luques Curtis y el baterista Mark Whitfield Jr

Tal Wilkenfeld con Scary Goldings, 6 de agosto de 2023

Charlap, usando gafas oscuras casi más para ocultar su intención que para dar sombra a sus ojos de la oscura luz bajo la tienda, parecía casi desafiante mientras se desplegaba en el escenario. Voló de salida con bravura y sabía exactamente cómo construir energía a través de su set, terminando varias melodías con frases impresionantes y definitivas que sacudían al piano de cola. Un regalo visual y auditivo para aquellos de nosotros que tenemos la suerte de estar sentados de cerca. Scary Goldings trajo un tipo diferente de iluminación, el nombre de una banda de funk eléctrico ultra hip de alto brillo que combina Scary Pockets, un dúo compuesto por Ryan Lerman en guitarra rítmica y Jack Conte en piano eléctrico, que agregó al maestro supremo del órgano funk Larry Goldings. Entre los otros invitados especiales estaban el compañero frecuente del grupo, John Scofield, de 71 años (¡¿pero, a quién le importa?!), y el bajista australiano Tal Wilkenfeld, de 36 años, que ha estado entre la escena del jazz eléctrico (Hancock) y el rock and roll (Jeff Beck, Prince) durante unos quince años. Aunque no tomó un solo, se sintió como si Wilkenfeld mantuviera unido al grupo y empujara un ritmo contagioso a través de una audiencia muy conmovedora. Un informe publicado llamó a Wilkenfeld un «arma secreta». Su conjunto incluía «Profesor Vicario» (Conte dijo que éste había sido el apodo de Miles Davis para Scofield) y «Taco Bell’s Canon».

Jon Batiste con DesZ (Desiree Washington), 5 de agosto de 2023

Jon Batiste abrió nuevos caminos para mí mientras me acercaba a mis hijas de 22 y 20 años. Batiste es uno de los favoritos de ellas y no se decepcionaron, ni yo tampoco. El hombre tiene más talentos de los que incluso Newport es típicamente conocido. Él trajo una gran banda. Trajo una vocalista estelar DesZ (Desiree Washington). Trajo una sección de percusión fuera de serie dirigida por su baterista de toda la vida Joe Saylor y la estrella en ascenso Negah Santos. Pero, sobre todo, trajo una capacidad increíblemente poderosa de conectarse tanto con su banda como con su público. Paseándose por el escenario con su traje rojo ajustado y señalando a la audiencia para elevar la energía cada vez más alto, Batiste comandó una especie de atención y sintonía inusual incluso en los reinos del blues y el soul.

Jon Batiste, 5 de agosto de 2023

Finalmente, Samara Joy. Esta exquisita intérprete y talento generacional, sólo 23 (!!!), creó un espacio nuevo y (de hecho) alegre dentro de la carpa, una carpa que parece que se expandirá y desmontará para cuando termine. Las olas de amor irradiaban de las multitudes que se habían reunido para deleitarse en su extraordinario control vocal, sus pensamientos de reflexión desde sus registros más bajos hasta lo que mis hijas llamaban «tonos de silbido», cada uno perfectamente agudo aunque vertiginosamente alto. Cualquiera que alguna vez haya intentado cantar podría sentirse intimidado por escuchar a Samara Joy en su nivel actual, un nivel que se siente destinado a moverse más alto que cualquier cantante en la historia del jazz, incluidas Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan, pero, de nuevo, el canto de Joy fue tan perfecto, tan dulcemente sincopado, tan tonalmente puntual, tan acogedor para los amantes del jazz. La gloria reflejada de las notas bajas perfectamente sostenidas, las notas azules buenas dan escalofrío y los relajantes viajes a los registros superiores. Al final de su set, cuando cantó un par de sus propios estándares recién grabados, ganadores de un Grammy, había una especie de fervor pulsante, elevado y casi religioso. No necesitábamos que Jon Batiste nos dijera, como lo hizo al poner en marcha su inspiradora y totalmente transportadora segunda línea de un set al final del sábado, que «Esto no es un concierto, es una experiencia espiritual». Pero eso ya lo sabíamos.

Written by  STEVE DICKMAN

Sept 01, 2023

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