Seleccionar página

Vistel Brothers 
Fiesta en el Batey
(Inner Circle Music, 2022)

22

Noviembre, 2023

Jorge Vistel, trumpet I Maikel Vistel, tenor saxophone I Román Filiu, alto saxophone I Reinier Elizarde, double bass I Lukmil Pérez, drums I Yuvisney Aguilar, percussion I Fernando Favier, percussion. Fiesta en el Batey (Inner Circle Music, 2022)

Texto: Ricky Lavado
Foto: Valentín Suárez

 

 

Vistel Brothers (Jorge y Maikel; trompeta y saxofón, respectivamente) llevan más de una década sublimando un arte en el que, poco a poco, se han ido convirtiendo en auténticos maestros: el de tender puentes entre el jazz contemporáneo y la música afrocubana, y además hacerlo con suficiente personalidad y creatividad como para haber conseguido un marchamo propio. Su más reciente entrega en esa senda, el flamante Fiesta en el Batey, bebe de la tradición cultural franco haitiana y funciona como homenaje a su ciudad, Santiago de Cuba, y a uno de sus grupos emblemáticos, el Ballet Folklórico Cutumba.

Tras “Puerta de ángel” (una pieza breve en forma de diálogo entre saxo y trompeta que hace la función de introducción suave al disco), arranca la fiesta propiamente dicha con la titular (y espectacular) “Fiesta en el Batey”; una composición construida sobre la cadencia sinuosa de un ritmo Abakuá, en la que brilla el saxofón de Roman Filiu (invitado de excepción) y que supone un ejercicio de contención apasionante por parte del resto de músicos, consagrados a dejar espacio unos a otros para que la canción respire y se convierta en un viaje serpenteante y deliciosamente mareante. Esa misma sensación envolvente, que invita a dejarse ir sin intelectualizar demasiado la experiencia para simplemente disfrutar de forma instintiva, la encontramos a lo largo y ancho de Fiesta en el Batey. La espectacular “Todos” funciona como un mecanismo de relojero en el que cada cencerro, cada clave, cada inflexión de los vientos suman en un todo arrebatador con sensación de juego desenfadado siguiendo un patrón de ritmo Arará; mientras que “Free” supone un cruce de jazz vanguardista con Timba en el que los hermanos Vistel vuelan sobre un colchón de elegancia cortesía de Reinier Elizarde al contrabajo. De hecho, Elizarde ofrece un derroche de talento y solidez a lo largo de todo el disco que merece un aplauso. Uno podría focalizar la atención únicamente en las interacciones rítmicas entre el contrabajo de Elizarde y las baterías de Lukmil Pérez y este disco seguiría siendo apasionante.

Otro de los momentos estelares de Fiesta en el Batey es la obsesiva y adictiva “Congo y Carabalí”: el trabajo a las percusiones de Fernando Favier y Yuvisney Aguilar deja sin aliento, con sus tonos rituales y circulares a modo casi de mantras, sobre los que los vientos de los hermanos Vistel construyen una ambientación de misterio y anticipación. “Infinito” es una clase magistral de suavidad, elegancia y sutileza en forma de balada con tono nostálgico que resulta emocionante y evocadora. El tiempo se detiene llegado este punto y de repente el disco queda suspendido en un lugar para la introspección e incluso para una melancolía bellísima con aires clásicos y hasta cinematográficos. Una delicia de composición.

Tras la hermosa melodía del pasaje breve “Luz”; y del ejercicio de libertad, interacción y cruce de sonoridades de “Palo” (en el que, pese a pertenecer a universos diferentes, los hermanos Vistel y compañía recuerdan por momentos a los trabajos de Bar Kokhba Sextet, allá por los noventa del siglo pasado); el disco se cierra con dos piezas que, otra vez, quitan el hipo. Por un lado, tenemos el bolero “My dream”. Un ejercicio de estilo que, una vez más, destaca por la elegancia y la clase de un grupo de músicos que no sólo tienen un nivel altísimo, sino que entran en estado de gracia cuando se sumergen en las cadencias arrastradas de tradición clásica, como en este caso. Por otro lado, los Vistel y sus cómplices deciden despedir el disco por todo lo alto, con el ritmo frenético y desbocado de “Merengue haitiano”. A ver quién es capaz de quedarse quieto ante esa descarga final de adrenalina.

La fiesta termina arriba, dejándonos extenuados, sonrientes y, sobre todo, agradecidos de haber sido invitados. Discos así alegran la vida.

Written by Ricky Lavado

Noviembre 22, 2023

Pin It on Pinterest

Share This