Ambrose Akinmusire
Owl Song (Origami Harvest, 2023)
A estas alturas, pocas presentaciones necesita Ambrose Akinmusire. Una de las voces más personales e importantes del jazz contemporáneo, el californiano de tan solo 41 años ya ha inscrito su nombre con letras doradas en la historia de la música negra norteamericana, gracias a una discografía que quita el aliento y rompe moldes con cada nueva entrega; un corpus creativo apasionante que queda nuevamente engalanado con este excelso y maravilloso Owl Song; una joya de disco para el que Akinmusire se ha rodeado de dos cómplices de auténtico lujo en el que seguramente sea uno de los mejores trabajos de su carrera: Herlin Riley a la batería, y el mismísimo Bill Frisell a la guitarra. Vistos los resultados, esperemos que este trío tenga continuidad, porque lo mostrado en Owl Song es música de un nivel simplemente superior.
Bill Frisell está espectacular en todo momento a lo largo de Owl Song. Instalado hace décadas en el Olimpo de las seis cuerdas, Frisell está a la vuelta de todo y no necesita demostrar nada a nadie; se limita a desarrollar pasajes de un nivel expresivo tan emocional como humilde, y transita de la sencillez del folk a la abstracción cargada de efectos (sus reverbs y ecos marca de la casa) sin ningún afán de protagonismo ni grandilocuencias efectistas. Frisell se dedica a lo esencial, que es dialogar de tú a tú con un Ambrose Akinmusire en estado de gracia, y de ese espíritu colaborativo surge un trabajo en el que ambos se complementan hasta formar una sola voz; al escuchar “Grace” o “Mr. Frisell”, uno querría quedarse a vivir en esas melodías entrecruzadas.
Por momentos, el trío se deja llevar por melodías de sensibilidad cercana al pop directamente; resulta maravillosa “Weighted corners” y sus arpegios melancólicos y crepusculares; o esa pequeña joya que es “Owl Song 1”, pieza que abre el disco y que asienta el tono general del mismo; en una tesitura a la que Akinmusire no nos tiene acostumbrados y en la que (cero sorpresas) se mueve como pez en el agua. No hay momentos de ruptura en Owl Song, cada composición fluye de modo armonioso completando un viaje que, finalizado el último tema, se antoja inevitablemente insuficiente; este disco te deja con ganas de más, resulta difícil abandonar la sensación de placidez y, si quieren, de trascendencia espiritual que ofrecen estos 42 minutos de brillantez y belleza.
Herlin Riley toma las riendas en “Flux Fueling” con un cabalgue rítmico circular y juguetón en uno de los pocos momentos del disco en el que las percusiones pasan a primer plano; el (brillante) trabajo de Riley a lo largo de Owl Song se centra más en las ambientaciones y las sutilezas encaminadas a crear las atmósferas necesarias para los desarrollos libres de Akinmusire y Frisell; en ese aspecto, la paleta de colores y la cantidad de matices que Riley ofrece en cada composición es simplemente magistral; tras la economía de elementos y el carácter poco intrusivo de las percusiones de este disco se esconde un auténtico maestro (como ejemplos complementarios de brillantez, escuchen las mazas misteriosas de “Owl Song 2” o la rítmica fracturada y expansiva de la espectacular “Mr. Riley”, donde Akinmusire y Riley se aproximan a cadencias de baile con aroma de first line callejera de Nueva Orleans).
Para cerrar un trabajo prácticamente perfecto, Akinmusire y compañía deciden sumergirse en la abstracción ambiental de “Henya”, composición cargada de misterio y ambientaciones fantasmales con texturas progresivas por momentos (¿recuerdan los ejercicios de psicodelia instrumental de The Kilimanjaro Darkjazz Ensemble o The Mount Fuji Doomjazz Corporation?).
En resumidas cuentas, Owl Song no solamente es uno de los lanzamientos más importantes y brillantes de 2023, sino que supone una nueva cima creativa tanto para Ambrose Akinmusire como para sus cómplices. Qué maravilla compartir espacio y tiempo con artistas como estos tres gigantes, y poder disfrutar de obras con una calidad tan indiscutible y apabullante como este disco.