ÁLVARO DEL VALLE
Interview
4
Noviembre, 2025
Interview: Álvaro del Valle, one of the great young artists and composers in the Avant-garde of Spain
Text: José Cabello
Photos: Artist’s Concession
Hemos tenido el inmenso de placer de quedar con Álvaro del Valle a comer, charlar y conocernos mejor por nuestra querida ciudad de Madrid. En esta breve entrevista, el compositor polifacético nos comparte cuestiones valiosísimas, desde las relacionadas con su último trabajo publicado bajo el título Agua, hasta su cosmovisión, sus ideas sobre composición e improvisación…etc.
¡Os invitamos a leerla con calma para aprender de este artistazo, así como a escuchar directamente su voz en el podcast!
Listen to the PODCAST below
In&OutJazz: Álvaro del Valle.
Álvaro del Valle: ¿Qué tal, José?
Qué gusto estar juntos en un día tan bonito en Madrid, y con una persona tan bonita, curiosa e interesante. Tu trayectoria es larga, con una formación bastante completa en universidades de renombre tanto en Europa como en el extranjero. Has tenido una estancia también en Nueva York. Eres docente, productor, compositor, músico, guitarrista…etc. Tocas todos los palos, muchos instrumentos, incluso los modulares, la española, la eléctrica… Digamos que eres un músico súper completo. La lista de colaboraciones con otros artistas es inmensa también. Y no solo músicos, sino también gente del mundo audiovisual y de las artes dramáticas. Por todo esto y más, eres un perfil que a In&OutJazz siempre le ha hecho sentir orgullo, al ser de cuna española. En este ratito nos encantaría conocer más tu último trabajo publicado, titulado Agua.
Cuéntanos por qué lo has titulado Agua, cuál es la idea general del disco, si hay algún concepto detrás del disco y de los nombres de los temas, porque son muy curiosos.
Sí, claro. He querido plasmar una serie de influencias que he tenido en términos generales y que engloban mi trayectoria dentro del jazz que me acercó a la música improvisada desde el principio. Desde que empecé a tocar jazz más tradicional hasta ahora que estoy metido dentro del entorno del jazz contemporáneo. Y todo ello he querido mezclarlo con otra de mis grandes influencias, la electrónica, que es algo que yo he ido acogiendo cada vez más en mis propias carnes. La vida me ha ido llevando por ahí y me he ido juntando con una serie de artistas que están relacionados también con la electroacústica y con los nuevos medios, la programación y todo este mundillo. Así que he querido juntar todas las herramientas que tengo a mi disposición, tanto el lado de la improvisación con el instrumento y la estética compositiva del jazz contemporáneo, que me gusta mucho, como algunos timbres y sonoridades de la electrónica. Esta ha sido la premisa: mezclar una de mis formas preferidas de hacer música, la improvisación y la comunicación en el jazz, con otra de mis formas preferidas también, el diseño sonoro de la electrónica.
Y el disco toma el nombre de la primera composición, que me parecía muy representativa de la sonoridad que quería alcanzar, Agua. Tal y como el agua es un fluido, la estructura de la canción que abre el disco da pie a poder hacer muchas cosas a nivel rítmico y fluir si también como un río. La forma en que los músicos improvisan en el tema se acerca mucho a la sensación que me provoca a mí el elemento de la naturaleza que es el agua. Los músicos captaron el título del tema y a la hora de tocar, tocan de esa forma también, como un poco pensando en una cierta paleta rítmica.
Es un término y un elemento de la naturaleza que evoca muchas cosas, desde luego. En cambio ¿de Silence, Clouds o The Waiting?
Pues todo eso viene de mi gusto por estar en contacto con la naturaleza que me inspira mucho al hacer música. Se trata de captar ciertos paisajes en los que he ido viviendo últimamente y convertirlos en música.
¡Qué interesante! ¡Hablemos un poco del elenco, vaya musicazos! Te diré que yo, hablando desde el lado de los que amamos la música de nuestro país y estamos al tanto de lo que venís haciendo los diferentes músicos, y artistas, que sois unos cracks, cuando yo vi el elenco me sorprendió. Dije, ¡qué manera de cocinar! ¡Qué mezcla más interesante. Naíma Acuña en la batería, Reinier Elizarde al contrabajo, Íñigo Ruiz de Gordejuela al piano y luego las colaboraciones del grandísimo Román Filiu y de Zoe Celeste, que la verdad que me ha sorprendido muchísimo la voz de esta cantante. Cuéntanos un poco por qué ellos.
Pues cuando estaba imaginando la estética de la música que quería transmitir, pensé en ellos en primera instancia.
¿Directamente? ¿Te vinieron ellos a la cabeza?
Sí, sí, sí.
Entiendo que has tocado con ellos en muchos contextos y les conoces, claro.
Sí, sí. Bueno, con Naíma vengo tocando muchísimos años. Con Reinier también. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y hemos coincidido alguna vez, pero es verdad que él suele estar con mucho lío. Pero en Madrid hemos coincidido algunas poquitas veces, y es un contrabajista que admiro por el sonido que tiene y también la claridad que tiene tocando. Por otro lado también Ínigo, que me parece una pasada también, porque toca con una claridad y un sonido tremendo y maravilloso. Además, yo la música la compongo en el piano, entonces tener un pianista que tenga ese sonido con tanta presencia es algo que valoro mucho.
Fíjate, no sabía que componías al piano. ¿Siempre es así?
Sí, porque yo me inspiro mucho en artistas del jazz contemporáneo, como pueden ser ahora mismo Ambrose, o Immanuel Wilkins, o pianistas como Aaron Parks o Robert Glasper que llevo escuchando durante mucho tiempo.
Estos últimos sí son pianistas.
Claro, cuando compongo me inspiro mucho en pianistas, y ya no solo a la hora de componer, sino a la hora de tocar con la guitarra también.
¡Qué pasada! ¡Qué interesante!
Me inspiro mucho en formas que tienen los pianistas de tocar, en los registros que utilizan. Así que contar con Íñigo ha sido una maravilla. Quería un pianista que fuese a sonar ahí bien claro y fue maravilloso. Y bueno, pues Zoe es tremenda, la verdad. También habíamos coincidido alguna vez y era como que tenía la forma de cantar que buscaba y además artísticamente conectamos mucho. Respecto a la música que yo compongo y la música que ella canta también, el cómo lo hace y cómo lo interpreta, justo me pareció la persona idónea, y la verdad es que lo ha clavado. Y bueno, Román Filiú, ya ni te cuento. La verdad es que estoy muy contento con el resultado.
Es una pasada. Yo creo que nos cautiva el sonido del disco a cualquiera desde el principio, con cómo suena. Y si eso es lo que uno encuentra en el agua, ¡que sea eso! ¿Qué dirías que aprendes de ellos en este disco? ¿Qué aprendizaje sacas en concreto de cada uno de ellos?
¿De cada uno de los músicos? Primero, la predisposición que han tenido siempre para hacer música. Eso siempre es algo que me llama mucho.
Siempre intento rodearme de músicos que tienen ese amor y esa pasión por la música que están haciendo. Y que luego cuando tú les transmites tus ideas, siempre están ahí como para hacerlas funcionar y para hacerlas sonar bien. Esto está por encima de todo.
Y en concreto estos músicos yo creo que también han llegado a hacer música a ese nivel y con esa expresión gracias a que tienen ese interés y esas ganas de querer transmitir y trabajar tu música.
¡Qué bueno! Nos has mencionado alguna de las claves de tu método compositivo cuando comentabas que escribes en el piano, pero… ¿Cómo has compuesto el disco? Porque uno se lanza a escucharlo de arriba a abajo. Son 23 minutos, que a uno podría parecerle algo breve, pero es súper intenso. Y son 23 minutos en donde te encuentras una primera composición, como es Agua, con esas sonoridades, con esas interacciones, con esa forma de improvisar. Y de repente, inmediatamente después, aparece Silence que es un mundo sonoro completamente diferente. Al oyente le llevas de un mundo a otro, mundos preciosos los dos, mundos en los que yo me quedaría viviendo toda mi vida, pero me los das los dos a la vez. Y luego aparecen temas con obligados rítmicos o secciones así más obligadas al final en las codas, como los dos siguientes. Entonces, ¿cómo has compuesto este disco? ¿Ha sido a lo largo de mucho tiempo? ¿Ha sido un producto de un trabajo reducido en el tiempo, en una semana, en meses? ¿Era una idea que tenías de siempre? ¿Han sido motivos? ¿Es pura improvisación tuya que terminas grabando? ¿Cómo es?
Bueno, en realidad hay otra parte del disco que voy a ir sacando poco a poco.
Toma ya, que nos esperan más minutos de gozadera.
Sí, hay unos tres temitas que van a salir para expandir también los 25 minutos, pero he querido sacarlos por separado también porque me parecía que esta primera parte estaba bien así y no quería extenderlo más y quería sacar otra parte. Y bueno, pues con respecto a la composición, pues compuse todos los temas cuando tuve la fecha del estudio como un año antes o algo así, que sirvió para ponerme de objetivo componer el disco y tenerlo para grabar.
Ah, qué bueno. O sea, ¿fijaste la fecha del estudio?
Fijé la fecha y luego compuse. Hay un tema, The Waiting, que sí lo tenía maquetado de antes un poco, pero el resto los hice para el disco, sí. Entonces, al componer he podido concebir el disco entero de principio a fín. Realmente el disco lo puedes escuchar como si fuese un único tema entero. De manera que el segundo tema, por ejemplo, es consecutivo del primero ya que enlaza muy bien la armonía. Además he querido jugar con la tímbrica, para generar diferentes paisajes y crear como una variedad que lleva al oyente por diferentes lugares. Entonces hay algunos temas que los he compuesto en la forma un poco más tradicional de componer, a través de partituras y demás. Y otros temas como, por ejemplo, Silence, que ha sido pura producción. Grabé el piano en el estudio, produje una base con diferentes elementos, distintas percusiones electrónicas y demás. Y luego le pasé la base a Zoe y ella cantó la letra encima. Al utilizar distintos métodos compositivos se han dado diferentes resultados. En el fondo ha consistido en combinar diferentes métodos para conseguir más variedad. Incluso con el último tema, que es la última versión de Silence, con un formato más cercano a la canción, donde simplemente hay un vamp, una letra y el resto tocamos encima.
¡Qué interesante! Hay una cosa que también yo creo que nos sorprende a todos cuando te conocemos y es que para este disco en concreto y seguramente para lo que venga después, tú que eres muy polifacético, no solo tocas la guitarra, no solo haces produces bases, sino que además produces el disco entero, lo mezclas… no sé si también lo has masterizado tú.
Sí, sí, lo mastericé yo.
Y suena una bomba, es un cañón. Entonces, ¿cómo haces esto? ¿Cómo es posible que confluyan tantas habilidades en ti y que den un resultado tan bueno? ¿Cómo es este proceso? El proceso de concebir y abarcar todas y cada una de las etapas de un disco, desde su concepción, su composición, hasta su masterización. Todas centralizadas en tu persona. O sea, ¿no te has vuelto loco?
No, no. Porque lo tenía claro y ha sido sencillo y fácil. Todo esto al final viene como resultado de estar durante mucho tiempo interesado por muchas cosas, por diferentes campos que no solo implican el tocar, sino producir música también, o la mezcla, el mastering, todo lo que tiene que ver con la producción en sí. Me encuentro en un punto en el que todo lo que sé confluye de manera que me ayuda a poder hacer sonar el disco como yo quiero y a aportar una serie de texturas, timbres, paisajes sonoros, cambiar de uno a otro y que yo sea el que toma las decisiones y responsable de lo que sucede. Porque hay veces también que uno crea la música y compone y demás, y luego graba y esa música pasa por manos de otro ingeniero, y luego otro y después otro y eso cambia la música a veces. Son eslabones que pueden hacer que el resultado cambie y quizás puede que no se adecue a lo que tú quieres o a lo que tú estás buscando como compositor. Entonces, en este caso, he decidido hacerlo yo para conseguir el sonido que buscaba.
Es un don grande, que puede ser fruto de la formación y tal, pero yo diría que es un don y un talento grande tener en la cabeza y en el corazón la panorámica general de lo que uno quiere. Porque muchas veces uno se encuentra con las cosas y las descubre de manera diferente como las había pensado, ¿no? Pero es curioso como cuentas que desde un principio tú tienes esa familiaridad con lo que resultará ser luego tu hijo, ¿sabes lo que te digo? Sin ver la primera ecografía, ¿me entiendes?
Jajajaja. Sí, sí, son muchos años de prueba y error también. O sea, con el tiempo, a base de crear, crear, crear y crear, uno practica esa creación o lleva esa creación a cabo para conseguir, cada vez más, parecerse a lo que uno tiene en mente en un principio.
En diferentes ocasiones cuando hemos hablado me has contado cómo concibes la improvisación. Ya has empezado desde el principio contándonos que es una cuestión clave para ti. ¿Cómo la concibes? Porque muchas veces nos has dicho que piensas en ritmos. Muchas veces nos has dicho que piensas en el espacio que te dejan los otros músicos y en la interacción que puedas generar. Muchas veces dices “no, no, yo lo que toco es lo que he escuchado de otro que ha tocado antes que yo”. Y tantas veces nos cuentas que en todo caso si hay algo que pienses o que cantes dentro es, más que otra cosa, ritmo. Entonces, melodía, armonía…, o sea, ¿cómo es Álvaro del Valle improvisando? ¿Cómo lo viven tus dedos? ¿Cómo lo vive tu cabeza?
Pues, mucha melodía también. Durante mi formación, y me refiero a todo el tiempo que he dedicado con el instrumento, me han ido llamando la atención diferentes cosas en cada momento. Fíjate que al principio me llamaba más la atención lo complejo y cada vez me ha ido llamando menos la atención y ha pasado a ser lo sencillo lo que más me atrae. He pasado por diferentes etapas, pero bueno, al final, habiendo dedicado mucho tiempo a explorar música más compleja, y es algo que sigo haciendo evidentemente dentro de los proyectos en los que estoy donde la música bebe más de la estética contemporánea… también ésta informa mi acercamiento al instrumento, a la improvisación y a mi lenguaje. Al final es cómo conseguir que esa complejidad forme parte de un discurso para crear como una estética.
Y sí, ha habido una etapa de mi vida en la que me he fijado más en melodías muy sencillas y eso ha influido en mi tocata, de hecho, si tú pones lo que yo toco a un tempo lento te vas a dar cuenta de que son consecuciones de melodías muy sencillas y que no estoy tampoco inventando nada. A la hora de improvisar intento cantar lo que estoy haciendo y escuchar a los demás para luego poder contestar a eso que están haciendo ellos. Y esto es importante, la improvisación la entiendo como si fuese todo un global donde mi instrumento es una parte de toda la música que está sonando y yo lo que estoy aplicando es un timbre y unas texturas a toda esa composición que es todo este paisaje. Entonces puede no haber guitarra también y eso está bien, y de hecho cuando un instrumento suena durante un tiempo y de repente se calla pues se crea otra cosa totalmente diferente. Como que incluso dejando de tocar o tocando también lo entiendo como si fuese parte de la orquestación, que no es tanto pensar la improvisación como “mi momento”, sino que lo pienso como un todo, como capas. Entonces cuando dejo espacios y demás también lo entiendo como parte de esa orquestación.
¡Qué pasada! En lugar de decir “ahora toca mi plato, ahora yo soy el plato principal”, piensas que siempre eres un ingrediente.
Eso es.
¡Qué guapo!
Digamos que tu instrumento tiene diferentes roles…
No, metodológicamente esto lo cambia todo y es súper interesante.
Son conceptos que yo he ido aprendiendo de la producción, por ejemplo.
Sí, porque ahí estás obligado a tratar el global de alguna manera.
Sí, sí. Y la gente que toca que tengo como referencia y que me gusta, pues veo que tienen estas cosas en cuenta.
¡Qué interesante! Te voy a preguntar ahí ya la última cuestión que me interesaría saber. ¿Hay en tu música, en tu arte, en tu búsqueda artística, en tu pulsión por componer, en todo tu ente artístico (que entiendo que coincide con tu persona también, porque son siempre cosas muy complejas) una búsqueda espiritual, conceptual, una intencionalidad, algún deseo de cambio de algo? Si lo hay, nos lo cuentas. Y si no, claro, en el fondo, ¿qué le querrías decir tú al oyente cuando sacas tu música, cuando haces las cosas? ¿Qué relación desearías establecer con el oyente? Porque entiendo que al oyente le interesaría también saber qué tiene Álvaro del Valle dentro, qué busca Álvaro del Valle con estas cosas.
Sí, entiendo. Claro, podemos entenderlo de muchas formas. Cada uno interpreta a su manera y cada artista tiene también sus motivaciones. Hay motivaciones políticas por ejemplo, que al final también son artísticas que entran dentro de la política impepinablemente, porque el arte también es una forma de hacer política. En mi caso, yo lo que quiero y busco, de alguna forma, es reivindicar el hecho de tener una intencionalidad, de hacer las cosas con una intención particular, como que las cosas sean hechas con autenticidad. Revindico las cosas hechas con fundamento, con un conocimiento de causa y de dónde vienen las cosas.
Sí, con rigor, con criterio.
Mira que me falta mucho por aprender, como a todo el mundo, pero yo siempre me quiero informar del cómo y del dónde vienen las cosas. La música es un ejemplo, porque solo es técnica, armonía, escalas y todo esto, sino que también implica una historia, porque la música viene de largo, es decir. Y no me refiero a la clásica, insisto en que viene de siglos y siglos atrás. Hay músicas que son ancestrales de las cuales seguimos bebiendo hoy en día. La base a través de la cual nos estamos comunicando, que es el ritmo, viene de una tradición que es ancestral. Con todo esto en el corazón y echando mano de los medios que tenemos hoy en día y los timbres que representan más específicamente la actualidad y por tanto a mi persona, ya que me siento representado por la etapa en la que vivo, he querido también conservar eso, ese vínculo con la música a nivel más profundo. Es algo que me ha interesado durante mucho tiempo; esa comunicación a través del ritmo, que es lo que hay en común entre muchas músicas folclóricas, como por ejemplo el flamenco o las músicas espirituales africanas o la música de la India. Siempre tienen ese común denominador, que es la comunicación a través del ritmo. Entonces yo he querido preservar eso y he querido reivindicarlo y decir “oye, que cuando hacemos música también hay que ver de dónde vienen las cosas y hacer un esfuerzo por conocer esa tradición”.
¡Qué bueno, tío! ¡Qué lección! Totalmente, qué interesante. Yo creo que esto corrige, en el sentido más fraternal de la palabra, a todos los que te escuchen, porque es importante.
Sí, claro, porque también es preservar cultura.
No, y que luego uno se siente mucho más realizado. O sea, uno se siente más realizado cuando se acerca al objeto y lo conoce más que cuando lo conoce de manera superficial. Totalmente de acuerdo.
Sí, sí.
¡Qué bueno, Álvaro! Pues muchísimas gracias por esta conversación breve. Le invitamos a todo el mundo a ir a escuchar Agua, el último proyecto publicado de Álvaro. Tienes muchísima música que la gente chequee. Lo pondremos ahí, tus redes, tu web, todas las colaboraciones que has hecho. Y tenemos que estar atentos porque vendrá música nueva, porque hay que estar atentos para pillarte en los conciertos en directo, en los festivales en los que puedas estar programado. Te apoyamos de manera íntima y agradecida, la verdad, desde In&OutJazz y yo personalmente también, ya lo sabes. Y, tío, enhorabuena, porque has hecho un trabajazo increíble e impecable con tus compis músicos y la verdad es que da gusto. Es bellísimo, así que gracias.
Genial, muchas gracias. Muchas gracias a vosotros también por la ayuda, también la difusión que estáis haciendo de los artistas. Y nada, que esperemos vernos prontito en la presentación.
A gozar, a gozar. Grande, Álvaro, gracias.
Gracias, chao Jose.
By José Cabello
2 de noviembre de 2025




