Seleccionar página
Román Filiu Interview

Román Filiu Interview

ROMÁN FILIU INTERVIEW

11

Febrero, 2025

By: José Cabello

Fotos: Claudia Pereira

Escucha el Podcast!

Prácticamente en vísperas de la publicación de lo que será el primer disco firmado por su propia discográfica, Román Filiu nos ha concedido un rato de lo más encantador en el centro de Madrid. Nos ha compartido sus ideas respecto de dos de sus últimos proyectos, así como percepciones generales acerca del mundo del arte. Hemos entrado a fondo en su proceso compositivo, los principios de su sello discográfico y demás temas del todo interesantes. En la entrevista comparte datos de valor acerca de sus próximas publicaciones (Suite Oriental Vol.1 e Inkalimeva) y nos llega a hacer cuatro recomendaciones muy apasionadas sobre música, cine, literatura y comida. ¡Menudo gozo estar con él!

¡Esperemos que también lo podáis disfrutar vosotros!

 

In&OutJazz: Genial, Román. Oye, muchísimas gracias.

Román Filiu: ¡Gracias a ti, Jose!

Gracias por cuadrar esta entrevista con nosotros, con In&OutJazz. Ya sabes que somos unos cuantos colaboradores que nos gusta apoyar música de grandes como tú y música de otros que son más emergentes, pero en todo caso música fresca. Y la tuya no es menos, ¿no? De hecho, es un gusto porque tú eres por todos conocido un gigante de la música, de la música improvisada, de la música jazz, de la música libre. Desde Cuba hasta Madrid, pasando por Nueva York y pasando por tantos templos de la música improvisada, del jazz y en general por ciudades muy emblemáticas también. Por tanto, con un bagaje amplio. Has liderado muchos proyectos y has colaborado con un sinfín de artistas de una envergadura espectacular. O sea, tienes una lista de gente con la que has colaborado. Y nada, para que la gente que no te conozca lo sepa, dejaremos tus redes en la publicación para que sepan exactamente de qué bagaje estamos hablando, o de qué protagonista y de qué personaje estamos hablando cuando decimos Román Filiu. El objeto, sin embargo, de la entrevista de hoy es principalmente dos de tus últimos proyectos. Uno de ellos, la Suite Oriental Vol. 1 con el cuarteto ASSAI. Algo que nos interesa mucho. Y el otro, tu disco a duo con Iván Melón, que es Inkalimeva, si lo digo bien.

Exactamente, exactamente.

Muy bien. Y todo ello abrazado por tu discográfica o tu sello discográfico Suona Records. Así que nada, la primera pregunta que te lanzo y vamos ágiles porque tenemos muchas cosas que queremos aprender de ti hoy. ¿Cómo ha sido el proceso de composición para la Suite Oriental? ¿Qué ideas y conceptos habéis propuesto en el disco? Y ¿con qué músicos has contado y por qué ellos?

Bueno, la idea de la Suite Oriental viene de que yo siempre quise hacer algo con este violinista que es el líder de ese cuarteto. Porque yo lo conozco desde hace mucho tiempo y para mí es uno de los músicos cubanos más importantes que la gente no conoce. En Cuba lo conocen solamente los amigos o la gente que estudian y tocan música clásica. Pero este violinista es un importante violinista cubano que estudió en el Conservatorio Tchaikovsky, y se graduó con honores muy buenos y yo siempre lo tuve en mi vista para hacer algo con él. Y Conde Duque me ofreció hacer una residencia. Y cuando me hablaron, me dijeron “bueno, ¿qué quieres hacer? ¿A dúo, a trío? Lo que quieras”. Y yo rápidamente pensé en él, sin saber qué tipo de música iba a hacer, pensé en él y en su cuarteto. Y se sorprendió la gente del Conde Duque, “pero ¿quieres hacer eso?” Y, bueno, la música que propuse ahí es un poco…, intenté llevármelo… Porque yo había escrito un cuarteto de cuerdas para él y su cuarteto, más bien en el estilo de música clásica contemporánea. Pero luego yo pensé que para hacer algo con él teníamos que llevarnos a un sitio en común que tenemos los dos. Y el sitio en común que tenemos los dos es que los dos somos Santiago de Cuba. Tenemos la música clásica, tenemos las canciones de Santiago de Cuba, la tradición riquísima que tiene la música Santiaguera, y a partir de ahí fue que yo empecé a concebir la música, uniendo los dos lenguajes. Su lenguaje de música de cámara y mi lenguaje que viene del jazz, de música contemporánea, y buscando la inspiración en el folclore santiaguero. Y ahí es donde escribí la música. Basado en la tumba francesa, la conga santiaguera, la trova, los boleros, todos.

¡Qué interesante! ¿Su nombre? Perdón si no lo he escuchado.

Él se llama Reynaldo Maceo.

Interesante, interesante. ¿Ha habido más gente colaborando en el disco? ¿O sois simplemente el cuarteto de cuerda y tú?

Bueno, hay mucha gente que ha colaborado en cuanto a que han trabajado y han puesto sus parte. En cuanto al diseño gráfico, el sonido, todo ese tipo de cosas. Pero la música, la hice yo. Yo hice la música, yo planeé todo, escribí los originales, hice arreglos.

¡Qué bueno! Y, ¿dirías que ha habido algo, alguna cosa concreta que has aprendido tú en el proceso de composición? Musical o en la relación con ellos, cuando te has juntado…

Claro, claro. Siempre que uno afronta un proyecto nuevo aprende mucho. Pero una cosa que aprendí bastante es… en confiar más en lo que yo oigo y no en lo que yo sé. La música…, escribir más desde lo que yo oigo que desde lo que yo sé. Lo que yo sé, yo lo sé y lo aprendo. Pero lo que yo oigo es para mí lo que tiene valor. Eso es lo más…

Tirando el hilo, ¿cómo se materializa esto?

Eso se materializa de forma que…, nosotros tenemos en la cabeza…, o sea, los músicos estamos medio locos y escuchamos cosas. Y, confiar en eso que uno está escuchando en la música, a dónde te va a llevar, cómo te vas a mover, eso lo pones en el papel. Confiar en lo que estás oyendo. Lo que te está dictando el oído y el sentido, ¿sabes? Y lo que yo sé, bueno, sí, lo que uno sabe, tú puedes aplicar algo nuevo para mejorar. Pero lo que uno oye, para mí es principal, es fundamental en la música. El oído es fundamental. Y eso, en este proyecto… Yo lo sabía, pero en este proyecto me lo llevé…, me di con ello. Y lo seguí a rajatabla.

¡Qué bonito, qué bonito! Bueno, sin pretensiones de hacerte sonar para nada prepotente, que desde luego no lo eres. ¿Qué crees que han aprendido estos músicos de ti en este proceso?

Bueno, los músicos clásicos…, los músicos de música llamada clásica, sinfónica y los músicos de jazz tenemos un approach, un acercamiento a la interpretación diferente. En cuanto a sentir el tiempo, la improvisación… Y es normal, porque, por ejemplo, si tú estás poniendo una conversación conmigo y yo te estoy hablando de otra cosa, o acerca de lo que tú estás hablando, pero yo estoy hablando por encima de ti…, tú puedes confundirte. Entonces, hemos llegado a un punto en el que nos hemos entendido a niveles de dinámica, de interpretación y sobre todo, de sentir al mismo tiempo. Porque la música clásica tiene otra manera de…, la música sinfónica tiene otra manera de…

Sentir el pulso.

Sí, de sentir el pulso. Con los directores, tienen otra manera de reflejarlo. Y nosotros vivimos más arriba del tiempo. Nosotros vivimos aquí. Inclusive con la música cubana están ahí. Entonces, un poco más como estar consciente de eso. Y lo logramos, lo logramos, sí. Hemos logrado…, ahí hemos aprendido mucho. He aprendido mucho yo de interpretación, de cómo lograr ciertos efectos y también de escribir para cuerda. He aprendido mucho.

Oye, ¿y cuándo podrá el público, el pueblo llano, nosotros incluidos, escuchar este proyecto?

Este proyecto ya yo tengo los discos. Lo único que yo tengo una idea, como en esta disquera yo he invertido mucho y tengo mucha ilusión, le he puesto mucho mimo a la música, al diseño, a todo, yo voy a sacar los discos físicos.

Ah, mira qué bien.

Por ahora. Luego lo pondré en el streaming. Pero esta primera jornada de discos es físico. Porque me parece que el formato físico está muriendo. Los músicos… Yo disfruto de poner en mi casa mi CD. Yo no oigo ya Spotify, no oigo nada de eso. Yo pongo mi CD, me compro los discos, los escucho. Quiero escuchar el disco, una canción, el disco entero, ¿sabes?

Sí, quieres tener la experiencia…

Pero esa experiencia es diferente.

Totalmente, más física, más visceral.

Y también uno le pone mucho mimo como para que de pronto lo pongas así en Spotify con una portada y realmente no se aprecia el trabajo que hay detrás en el sentido de que hay un trabajo de arte que está precioso. Cuando tú lo veas…, mira lo traje aquí mismo, te lo voy a enseñar. Y yo primero le voy a dar una oportunidad a la cosa física y luego lo pondré en el streaming.

Muy bien, porque dirías que este es uno de los principios de tu sello discográfico, de Suona Records.

Vamos, esos son los primeros dos discos que vamos a hacer, sí.

Digo, pero a nivel de principios de vuestro concepto, vuestro modus operandi…etc. De las cosas que desde el sello discográfico tú quieres potenciar, ¿dirías que una de ellas es esta relación con el disco físico?

Exactamente.

Me parece totalmente bien.

A mí me parece que el artista, hoy en día, como que se ha diluido. Se ha diluido el papel del artista. Ahora está como que cualquiera puede subir un EP en Spotify. Y yo no digo…, no estoy hablando de la calidad o no. Y cada cual puede hacer lo que sienta, porque para eso es que el arte. Pero hay que hacer una diferencia cuando uno le pone mimo a un proyecto. Yo ese proyecto lo llevo soñando desde 2021. Me costó trabajo, ¿entiendes? Lo hice, salió muy bien el día de la presentación. Mucho éxito. Después no tuvimos más oportunidades. Volvimos a tocar. Y ahora que lo retomo, claro, tengo que mimarlo. Le he puesto mucho empeño al disco en sí, a la música, al arte final. ¿Entiendes? El arte final, cuando tú cojas el disco, tú vas a querer tener esa cosa física en tu casa.

Claro, claro.

Porque es muy lindo, muy lindo. La marca que me hizo el diseño es un trabajo increíble. Y aparte de eso, el sello quiere un poco…, como una vez al año un artista emergente.

¡Qué bueno!

Porque los músicos no tienen la oportunidad de sacar su música y los artistas emergentes no tienen la capacidad ni los fondos para invertir en algo suyo. Entonces, yo quiero, en algún momento empezar con… “a ver, hay este grupo de artistas, a ver quién puede ser el que podamos financiar y podamos…”, porque yo creo que hay que empujar la música. Porque está muriendo, ¿entiendes?

¡Qué impresionante, Román! La música te va a dar las gracias.

Cuando tú ves por ahí, hay muchas cosas que no tienen calidad aceptada. La gente…, no sé, es difícil, es difícil. Hay que ver el talento verdadero y decir “mira, venga, haz esto”.

Hay que empujar.

No prometo que va a ser una cosa…, nadie se va a enriquecer porque ya se sabe que no hay dinero aquí y ya se sabe que esto es a perder. Pero yo quiero tener la oportunidad, darle la oportunidad a alguien que yo crea que tiene un talento y con la guía de un productor o de otra persona, que no voy a ser yo porque no puedo ocuparme de todo, pero que lleve su música a buen puerto, ¿sabes? Eso es importante, eso es importante.

¡Qué valioso, Román! No, no, muy interesante. Antes nos comentabas algo. Si quieres, díselo tú a todos. ¿Cuándo lo vamos a poder escuchar en vivo o en directo?

Bueno, en vivo y en directo estamos haciendo este concierto, el lanzamiento del disco será oficialmente 23 de febrero en el Teatro del Barrio en Lavapiés, a las 8 de la noche. Eso va a ser domingo, 23 de febrero. Domingo, Teatro del Barrio, en Lavapiés. El disco saldrá una semana antes, diez días antes, un viernes. Entonces, el disco no va a estar, como ya dije, no va a estar online, no va a estar en streaming, va a ser físico, va a estar en ventas en mi página de Bandcamp y en mi web, y en el concierto. Entonces, el plan es que vamos a grabar un segundo volumen en marzo o abril.

¡Qué bueno!

Cuando yo haga ese segundo volumen, que lo vaya a sacar en el otoño, entonces yo pondré ese disco en streaming.

Muy bien. Pues nada, animamos a todos a acercarse al Teatro del Barrio en Lavapiés y escucharte ese día. Estaremos ahí, al pie del cañón.

¡Gracias, gracias, gracias!

In&OutJazz: Genial, Román. Oye, muchísimas gracias.

Román Filiu: ¡Gracias a ti, Jose!

Gracias por cuadrar esta entrevista con nosotros, con In&OutJazz. Ya sabes que somos unos cuantos colaboradores que nos gusta apoyar música de grandes como tú y música de otros que son más emergentes, pero en todo caso música fresca. Y la tuya no es menos, ¿no? De hecho, es un gusto porque tú eres por todos conocido un gigante de la música, de la música improvisada, de la música jazz, de la música libre. Desde Cuba hasta Madrid, pasando por Nueva York y pasando por tantos templos de la música improvisada, del jazz y en general por ciudades muy emblemáticas también. Por tanto, con un bagaje amplio. Has liderado muchos proyectos y has colaborado con un sinfín de artistas de una envergadura espectacular. O sea, tienes una lista de gente con la que has colaborado. Y nada, para que la gente que no te conozca lo sepa, dejaremos tus redes en la publicación para que sepan exactamente de qué bagaje estamos hablando, o de qué protagonista y de qué personaje estamos hablando cuando decimos Román Filiu. El objeto, sin embargo, de la entrevista de hoy es principalmente dos de tus últimos proyectos. Uno de ellos, la Suite Oriental Vol. 1 con el cuarteto ASSAI. Algo que nos interesa mucho. Y el otro, tu disco a duo con Iván Melón, que es Inkalimeva, si lo digo bien.

Exactamente, exactamente.

Muy bien. Y todo ello abrazado por tu discográfica o tu sello discográfico Suona Records. Así que nada, la primera pregunta que te lanzo y vamos ágiles porque tenemos muchas cosas que queremos aprender de ti hoy. ¿Cómo ha sido el proceso de composición para la Suite Oriental? ¿Qué ideas y conceptos habéis propuesto en el disco? Y ¿con qué músicos has contado y por qué ellos?

Bueno, la idea de la Suite Oriental viene de que yo siempre quise hacer algo con este violinista que es el líder de ese cuarteto. Porque yo lo conozco desde hace mucho tiempo y para mí es uno de los músicos cubanos más importantes que la gente no conoce. En Cuba lo conocen solamente los amigos o la gente que estudian y tocan música clásica. Pero este violinista es un importante violinista cubano que estudió en el Conservatorio Tchaikovsky, y se graduó con honores muy buenos y yo siempre lo tuve en mi vista para hacer algo con él. Y Conde Duque me ofreció hacer una residencia. Y cuando me hablaron, me dijeron “bueno, ¿qué quieres hacer? ¿A dúo, a trío? Lo que quieras”. Y yo rápidamente pensé en él, sin saber qué tipo de música iba a hacer, pensé en él y en su cuarteto. Y se sorprendió la gente del Conde Duque, “pero ¿quieres hacer eso?” Y, bueno, la música que propuse ahí es un poco…, intenté llevármelo… Porque yo había escrito un cuarteto de cuerdas para él y su cuarteto, más bien en el estilo de música clásica contemporánea. Pero luego yo pensé que para hacer algo con él teníamos que llevarnos a un sitio en común que tenemos los dos. Y el sitio en común que tenemos los dos es que los dos somos Santiago de Cuba. Tenemos la música clásica, tenemos las canciones de Santiago de Cuba, la tradición riquísima que tiene la música Santiaguera, y a partir de ahí fue que yo empecé a concebir la música, uniendo los dos lenguajes. Su lenguaje de música de cámara y mi lenguaje que viene del jazz, de música contemporánea, y buscando la inspiración en el folclore santiaguero. Y ahí es donde escribí la música. Basado en la tumba francesa, la conga santiaguera, la trova, los boleros, todos.

¡Qué interesante! ¿Su nombre? Perdón si no lo he escuchado.

Él se llama Reynaldo Maceo.

Interesante, interesante. ¿Ha habido más gente colaborando en el disco? ¿O sois simplemente el cuarteto de cuerda y tú?

Bueno, hay mucha gente que ha colaborado en cuanto a que han trabajado y han puesto sus parte. En cuanto al diseño gráfico, el sonido, todo ese tipo de cosas. Pero la música, la hice yo. Yo hice la música, yo planeé todo, escribí los originales, hice arreglos.

¡Qué bueno! Y, ¿dirías que ha habido algo, alguna cosa concreta que has aprendido tú en el proceso de composición? Musical o en la relación con ellos, cuando te has juntado…

Claro, claro. Siempre que uno afronta un proyecto nuevo aprende mucho. Pero una cosa que aprendí bastante es… en confiar más en lo que yo oigo y no en lo que yo sé. La música…, escribir más desde lo que yo oigo que desde lo que yo sé. Lo que yo sé, yo lo sé y lo aprendo. Pero lo que yo oigo es para mí lo que tiene valor. Eso es lo más…

Tirando el hilo, ¿cómo se materializa esto?

Eso se materializa de forma que…, nosotros tenemos en la cabeza…, o sea, los músicos estamos medio locos y escuchamos cosas. Y, confiar en eso que uno está escuchando en la música, a dónde te va a llevar, cómo te vas a mover, eso lo pones en el papel. Confiar en lo que estás oyendo. Lo que te está dictando el oído y el sentido, ¿sabes? Y lo que yo sé, bueno, sí, lo que uno sabe, tú puedes aplicar algo nuevo para mejorar. Pero lo que uno oye, para mí es principal, es fundamental en la música. El oído es fundamental. Y eso, en este proyecto… Yo lo sabía, pero en este proyecto me lo llevé…, me di con ello. Y lo seguí a rajatabla.

¡Qué bonito, qué bonito! Bueno, sin pretensiones de hacerte sonar para nada prepotente, que desde luego no lo eres. ¿Qué crees que han aprendido estos músicos de ti en este proceso?

Bueno, los músicos clásicos…, los músicos de música llamada clásica, sinfónica y los músicos de jazz tenemos un approach, un acercamiento a la interpretación diferente. En cuanto a sentir el tiempo, la improvisación… Y es normal, porque, por ejemplo, si tú estás poniendo una conversación conmigo y yo te estoy hablando de otra cosa, o acerca de lo que tú estás hablando, pero yo estoy hablando por encima de ti…, tú puedes confundirte. Entonces, hemos llegado a un punto en el que nos hemos entendido a niveles de dinámica, de interpretación y sobre todo, de sentir al mismo tiempo. Porque la música clásica tiene otra manera de…, la música sinfónica tiene otra manera de…

Sentir el pulso.

Sí, de sentir el pulso. Con los directores, tienen otra manera de reflejarlo. Y nosotros vivimos más arriba del tiempo. Nosotros vivimos aquí. Inclusive con la música cubana están ahí. Entonces, un poco más como estar consciente de eso. Y lo logramos, lo logramos, sí. Hemos logrado…, ahí hemos aprendido mucho. He aprendido mucho yo de interpretación, de cómo lograr ciertos efectos y también de escribir para cuerda. He aprendido mucho.

Oye, ¿y cuándo podrá el público, el pueblo llano, nosotros incluidos, escuchar este proyecto?

Este proyecto ya yo tengo los discos. Lo único que yo tengo una idea, como en esta disquera yo he invertido mucho y tengo mucha ilusión, le he puesto mucho mimo a la música, al diseño, a todo, yo voy a sacar los discos físicos.

Ah, mira qué bien.

Por ahora. Luego lo pondré en el streaming. Pero esta primera jornada de discos es físico. Porque me parece que el formato físico está muriendo. Los músicos… Yo disfruto de poner en mi casa mi CD. Yo no oigo ya Spotify, no oigo nada de eso. Yo pongo mi CD, me compro los discos, los escucho. Quiero escuchar el disco, una canción, el disco entero, ¿sabes?

Sí, quieres tener la experiencia…

Pero esa experiencia es diferente.

Totalmente, más física, más visceral.

Y también uno le pone mucho mimo como para que de pronto lo pongas así en Spotify con una portada y realmente no se aprecia el trabajo que hay detrás en el sentido de que hay un trabajo de arte que está precioso. Cuando tú lo veas…, mira lo traje aquí mismo, te lo voy a enseñar. Y yo primero le voy a dar una oportunidad a la cosa física y luego lo pondré en el streaming.

Muy bien, porque dirías que este es uno de los principios de tu sello discográfico, de Suona Records.

Vamos, esos son los primeros dos discos que vamos a hacer, sí.

Digo, pero a nivel de principios de vuestro concepto, vuestro modus operandi…etc. De las cosas que desde el sello discográfico tú quieres potenciar, ¿dirías que una de ellas es esta relación con el disco físico?

Exactamente.

Me parece totalmente bien.

A mí me parece que el artista, hoy en día, como que se ha diluido. Se ha diluido el papel del artista. Ahora está como que cualquiera puede subir un EP en Spotify. Y yo no digo…, no estoy hablando de la calidad o no. Y cada cual puede hacer lo que sienta, porque para eso es que el arte. Pero hay que hacer una diferencia cuando uno le pone mimo a un proyecto. Yo ese proyecto lo llevo soñando desde 2021. Me costó trabajo, ¿entiendes? Lo hice, salió muy bien el día de la presentación. Mucho éxito. Después no tuvimos más oportunidades. Volvimos a tocar. Y ahora que lo retomo, claro, tengo que mimarlo. Le he puesto mucho empeño al disco en sí, a la música, al arte final. ¿Entiendes? El arte final, cuando tú cojas el disco, tú vas a querer tener esa cosa física en tu casa.

Claro, claro.

Porque es muy lindo, muy lindo. La marca que me hizo el diseño es un trabajo increíble. Y aparte de eso, el sello quiere un poco…, como una vez al año un artista emergente.

¡Qué bueno!

Porque los músicos no tienen la oportunidad de sacar su música y los artistas emergentes no tienen la capacidad ni los fondos para invertir en algo suyo. Entonces, yo quiero, en algún momento empezar con… “a ver, hay este grupo de artistas, a ver quién puede ser el que podamos financiar y podamos…”, porque yo creo que hay que empujar la música. Porque está muriendo, ¿entiendes?

¡Qué impresionante, Román! La música te va a dar las gracias.

Cuando tú ves por ahí, hay muchas cosas que no tienen calidad aceptada. La gente…, no sé, es difícil, es difícil. Hay que ver el talento verdadero y decir “mira, venga, haz esto”.

Hay que empujar.

No prometo que va a ser una cosa…, nadie se va a enriquecer porque ya se sabe que no hay dinero aquí y ya se sabe que esto es a perder. Pero yo quiero tener la oportunidad, darle la oportunidad a alguien que yo crea que tiene un talento y con la guía de un productor o de otra persona, que no voy a ser yo porque no puedo ocuparme de todo, pero que lleve su música a buen puerto, ¿sabes? Eso es importante, eso es importante.

¡Qué valioso, Román! No, no, muy interesante. Antes nos comentabas algo. Si quieres, díselo tú a todos. ¿Cuándo lo vamos a poder escuchar en vivo o en directo?

Bueno, en vivo y en directo estamos haciendo este concierto, el lanzamiento del disco será oficialmente 23 de febrero en el Teatro del Barrio en Lavapiés, a las 8 de la noche. Eso va a ser domingo, 23 de febrero. Domingo, Teatro del Barrio, en Lavapiés. El disco saldrá una semana antes, diez días antes, un viernes. Entonces, el disco no va a estar, como ya dije, no va a estar online, no va a estar en streaming, va a ser físico, va a estar en ventas en mi página de Bandcamp y en mi web, y en el concierto. Entonces, el plan es que vamos a grabar un segundo volumen en marzo o abril.

¡Qué bueno!

Cuando yo haga ese segundo volumen, que lo vaya a sacar en el otoño, entonces yo pondré ese disco en streaming.

Muy bien. Pues nada, animamos a todos a acercarse al Teatro del Barrio en Lavapiés y escucharte ese día. Estaremos ahí, al pie del cañón.

¡Gracias, gracias, gracias!

Febrero 11, 2025

Luis Nacht, Demian Cabaud, Jeff Williams – Furtivo (Club del disco, 2024) – Review

Luis Nacht, Demian Cabaud, Jeff Williams – Furtivo (Club del disco, 2024) – Review

LUIS NACHT

DEMIAN CABAUD

JEFF WILLIAMS

Furtivo

Review

06

Febrero, 2025

Han pasado ya veinticuatro años desde el debut discográfico del argentino Luis Nacht con el laureado Nacht Musik (BAU Records, 2001). Mucho ha llovido desde entonces, y tras once discos como solista, un sinfín de colaboraciones discográficas (Lucia Pulido, Fernando Otero, Paula Schocron, Miguel Tarzia y muchos más) y haberse convertido en nombre imprescindible en los escenarios del universo del jazz contemporáneo a nivel internacional (como solista o acompañando a una lista inacabable de pesos pesados del jazz moderno como Tony Malaby, Horacio Fumero, Bruno Chevillon o David Xirgú, entre muchos otros), Luis Nacht afronta el lanzamiento de su nuevo álbum Furtivo firmemente asentado como una de las figuras más destacadas que el jazz de América Latina ha ofrecido en las últimas décadas.

Flautista, guitarrista y cantante de música latina originalmente, Nacht incorporó posteriormente el lenguaje del jazz en su bagaje creativo mediante el estudio del saxofón bajo la tutela de George Coleman o Richard Beilach, iniciando una trayectoria tan premiada como influyente, en su argentina natal primero y poco a poco en la escena internacional, cuyo capítulo más reciente es este brillante y elegante Furtivo.

En esta ocasión el bonaerense se presenta acompañado de dos escuderos de auténtico lujo, en forma de trío clásico y altamente efectivo. Por un lado, tenemos al también argentino Demian Cabaud, miembro habitual de la prestigiosa Orquesta de Jazz Matosinhos (Portugal) y docente en el Conservatorio de Oporto (Esmae) y en el programa Master de Jazz en Siena, Italia. Los caminos de Luis Nacht y Demian Cabaud ya se habían cruzado previamente, y la más que evidente química entre ambos marca por completo el carácter de esta nueva aventura discográfica. La solvencia y elegancia de Cabaud al contrabajo (colaborador habitual de gigantes como Joe Lovano, Kurt Rosenwinkel o Maria Rita) otorga a Furtivo una pátina de clasicismo que se mimetiza con el apabullante trabajo realizado por el tercer pilar de este disco: ni más ni menos que el siempre brillante Jeff Williams a la batería. La trayectoria de Williams arranca en la década de los sesenta del siglo pasado, y podemos rastrear su impronta creativa a lo largo de una lista de colaboraciones que quita el hipo: de Marc Copland, Stan Getz, Lee Konitz o Dave Liebman, a Michael Formanek, Paul Bley, Richard Beirach o Ethan Iverson.

Furtivo, grabado en los estudios Vértigo de Barcelona, es el resultado de las experiencias acumuladas por los tres músicos a lo largo de una gira europea conjunta; con semejantes credenciales, huelga decir que el nivel de composición y ejecución del disco es altísimo. El trío funciona como un sólo ente musical en el que saxo, contrabajo y batería caminan de forma armónica creando paisajes en los que la pulcritud de la producción y la brillantez de los arreglos maximizan las posibilidades expresivas de cada elemento, proponiendo un viaje de texturas analógicas añejas que remiten al sonido más clásico del jazz. A lo largo de Furtivo hay dejes del sonido y la actitud del jazz de club clásico que evoca épocas doradas de sellos como Vanguard o incluso Blue Note, pero todo ese bagaje está filtrado por la sensibilidad contemporánea de tres músicos enormes que no se contentan con remedar clichés de género; Nacht, Cabaud y Williams recogen esa tradición y la reimaginan desde una perspectiva actual para crear un álbum tan personal como completo.

Texto: Ricky Lavado

Febrero 06, 2025

Daniel Juárez Interview – Reflexividad (ΠΚmusic)

Daniel Juárez Interview – Reflexividad (ΠΚmusic)

DANIEL JUÁREZ INTERVIEW

Reflexividad (ΠΚmusic)

04

Febrero, 2025

By: José Cabello

Fotos: Arist’s Concession

 

Escuchar el Podcast below!

Prácticamente en vísperas de lo que será su quinto disco publicado, el aclamado compositor Daniel Juárez nos ha concedido un precioso momento. Nos ha citado y acogido como el mejor de los anfitriones para hablarnos de su último trabajo, Reflexividad, que saldrá publicado el próximo 21 de febrero en el sello discográfico ΠΚmusic dirigido por el contrabajista Petros Klampanis.  En la conversación hemos podido disfrutar, profundizar y compartir acerca de múltiples temas que circundan su labor y actividad como compositor, intérprete, improvisador, músico y… persona, a fin de cuentas. Desde el elenco de músicos, pasando por sus influencias, hasta las ideas y conceptos de los que brotan sus composiciones. El diálogo con Dani es siempre un auténtico placer.

¡Esperemos que podáis disfrutarlo!

 

In&OutJazz: ¡Qué placer supremo, tío, otra vez! La verdad es que siempre verte es un regalo. Pero poder hacerlo para la revista, la verdad que creo que es una oportunidad. Vamos, como revista estamos encantados de la vida de poder escucharte, hablar de tu último proyecto y de todo lo que quieras más. Ya sabes que somos unos cuantos que colaboramos para dar voz a todos los artistazos como tú que estáis ahí proponiendo cosas guapas, tío, tanto a nivel nacional como internacional, lo cual es un gusto, ¿no? Nos interesa apoyar lo fresco, tío, el sonido fresco. Y yo creo que tú, ahora mismo en España, reconocido por muchos, y tu último trabajo, creo que es muestra de ello, eres una voz muy especial. O sea que, lo primero, enhorabuena, macho.

Daniel Juárez: Muchas gracias. ¡Cómo me han puesto en un minuto, eh!

Lo primero, eso. Además, para que los que no te conocen todavía te conozcan mejor, adjuntaremos también tus redes y alguna cosa de tu biografía y tal. Sin embargo, en esta ocasión nos interesa saber un poco acerca de tu último trabajo, o sea, de Reflexividad, del disco. Ahora mismo conocemos el título del disco, que es Reflexividad, y el título del single que ha salido, que es La belleza de lo diferente. Solo con esos dos títulos daría para escribir hasta una tesis, tío. Pero en cualquier tema, o sea, en teología, en antropología…etc. En alguna ocasión hemos hablado tú y yo de dónde puede nacer la música, y me interesaría un poco ir en esa dirección. O sea, ¿qué evocan para ti esos conceptos? ¿Por qué hablas de la belleza de lo diferente en el primer tema? ¿Qué tiene que ver? ¿Y por qué ese título? Y luego ya vamos ahondando más en el trabajo. Pero bueno, así, el primer tiro…, a lo conceptual del disco, o, ¿de dónde nace? ¿Qué idea hay detrás? ¿Qué hay en tu mente, en tu corazón, en tu ser?

Sí que es verdad que igual esos títulos, tanto el del disco como el de los temas que he puesto, parecen como melones muy grandes, ¿no? Ostras, esto es un tema que da para, como dices tú, para hablar durante mucho rato. Pero en mi cabeza es más sencillo todo. Realmente el título del disco es Reflexividad porque junta el compendio de composiciones que he compuesto durante el último año. Y digamos que la temática de los temas es muy de sentarme a reflexionar, a escribir sentimientos, pensamientos, opiniones sobre cosas. También mucho gracias a las sesiones de terapia que llevo teniendo un año, que han sido muy enriquecedoras.

¡Qué bueno, tío!  

Recomiendo a todo el mundo que encuentre el momento para ir porque es muy bonito eso. Es una forma muy guay de quererse y conocerse a uno mismo. Entonces eso, todos los títulos hablan de pequeñas cositas sobre las que he ido reflexionando este último año y pico. Y, en fin, pues La belleza de lo diferente, el propio título lo dice, digamos que es un poco esa apertura al miedo que tenemos muchas veces de toparnos con algo que no conocemos, o que de repente nos resulta muy chocante porque es muy diferente a cualquier cosa que podamos conocer. Y esa pequeña cosa la podemos encontrar en muchos aspectos de la vida. Con personas, con cosas, con lugares nuevos…etc.

Totalmente, sí.

Entonces son reflexiones muy mundanas que molan porque seguramente todo el mundo en algún momento en su vida ha pensado en ellas, a su manera y perspectiva, ¿no?

Sí, sí. Ya te digo, yo en cuanto me topé con el título de tu primer single y me puse a escuchar, me pareció apasionante, tío. Porque la diferencia entre personas, por ejemplo, me parece un temazo. Y no solo lo enriquecedor que puede ser cuando hablamos de culturas, hablamos de religiones, sino, tío…, que yo solo no me basto, ¿no? O sea, necesito de lo otro. Y es bello encontrarse con lo otro.

Totalmente.

Pero no es un juicio evidente hoy en día. Y me atrevería a decir que a nivel sociológico, ideológico, es una cosa bastante tergiversada, muy poco llevado al plano natural, visceral, de lo normal, tío, de lo campechano, ¿no? Y, no sé, me…, vamos, me alegró bastante leer ese título y escuchar lo que he escuchado. Que además, ahora decías que son composiciones del último año. O sea, son literalmente todos, temas gestados en el transcurso de un solo año.

Sí, año, año y medio, más o menos, sí, lo que son las ideas como han quedado. Porque sí que es verdad que alguna pequeña cosita era como “esta idea que tengo por aquí, que ni siquiera tiene título, ¿a qué me evoca? O ¿qué me dice? ¿Qué me está llamando cuando escucho esto?”. Que igual hice hace un par de años y ahora es cuando lo he desarrollado y lo he dejado plasmado. Y no solo en papel, sino en el disco, ¿no? Pero sí, vamos, yo diría que el noventa y pico por ciento de los temas…

En un año, tío, o sea, te ha cundido pero bien, macho. ¡Qué cabrón! Y me llama la atención porque, y esto corrígeme, pero podría ser una diferencia…, una bella diferencia jajaja, entre Reflexividad y entre el disco anterior que hiciste, Energía (Live) el del single que sacaste, Spontaneous Sketch. Una diferencia reseñable, el hecho de que ese disco anterior fue gestado con el tiempo y lo tocasteis mucho y mucho y mucho. Y este en cuestión de un año ya lo has grabado. O sea, ¿cómo ha sido el proceso, la composición? ¿Cómo lo has concebido en ese sentido?

Pues, a nivel compositivo, realmente estaba como…, no voy a decir cansado, pero sí como, digamos, aburrido de la idea de intentar hacer cosas muy complejas, ¿no? Que al final es como estar dándole tantas vueltas que acabo adquiriendo una complejidad que no era quizá lo que yo buscaba, ¿no? Aunque luego suena orgánico y sencillo siempre, ¿no? Dependiendo mucho de con quién lo tocas. Pero, quería componer ideas muy sencillitas que luego, a través de la tocata, pudieran extenderse un poco más y darle ahí un poco de forma orgánica y que suene algo potente, pero partiendo de una idea muy facilita. Y al final todos los temas del disco son así. Lo que pasa es que en pocos minutos se lía parda como quien dice…

Se materializa en algo absolutamente vivo, ¿no?

Sí, sí. Y bueno, el proceso de composición fue ese. Quiero hacer cosas sencillas porque a la vez estoy reflexionando sobre cosas que me parecen sencillas pero a la vez profundas, porque si te paras a pensar en…

Total, total.

En un concepto como este que hemos hablado de la belleza, pues puede ser muy extenso, ¿no? Y en cuanto a la búsqueda de los músicos, simplemente un día reuní a Moisés, Naíma y Pablo y dije “voy a probar a hacer una sesión con esta gente a ver qué tal, porque llevo un tiempecito tocando con ellos y me está gustando y tal”. Y desde el primer momento que tocamos el primer tema fue como pfff, joe…

Fuego, ¿no? Porque ¿habíais tocado ya juntos ese cuarteto o eras tú que habías tocado con ellos en diferentes formaciones y proyectos?

Sí, yo había tocado con ellos por separado. Sí que había tocado con Naíma y Pablo en el grupo de Abe Rábade.

Ah, claro.

Y luego con Moisés y Pablo en el grupo del propio Pablo. Pero con los tres en esa formación, no se había dado. Y fue como “mira, qué…”

Y os juntasteis y sucedió, ¿no?

Sucedió la magia jajajaja, sí, sí.

¡Qué guapo, tío, qué guapo! Esto es una cosa que a mí me interesa y estoy muy curioso por saber. En alguna ocasión ya has dicho que incluso te sorprendió que músicos de la talla de Naíma, Moisés y Pablo acudieran a tu llamada, ¿no? Pero, sin embargo, han estado apostando por ti en tantos proyectos también, ¿no? ¿Qué ha supuesto para ti que fueran ellos y no otros? Más allá de lo que acabas de explicar y expresar, que ya habías tocado con ellos y querías probar y les llamaste para hacer la sesión, y pusiste ahí en común algún temilla. Pero, ¿qué supone para ti? ¿Qué aprendes de cada uno de ellos? ¿Qué valoras de cada uno de ellos? ¿Qué crees que incluso aprenden ellos también? De ti o del contexto en el que les has puesto juntos.

Hombre, yo creo que a uno cuando intenta pensar en alguien para tocar su música, le vibra mucho una persona, ¿no? Y el cómo toca una persona, cómo es esa persona a nivel personal, el qué relación estás teniendo últimamente con esa persona, o qué recorrido… Por ejemplo, con Naíma llevamos diez años de amistad. Se dice pronto, ¿no? Yo lo pienso y digo “¡ostras!”

Y es un regalo, claro.

Totalmente. Y no me da para pensar que hacía tanto tiempo. Entonces, claro, cuando ves que esta gente, estos pedazo de artistas, de repente están ilusionados por tocar la música, y tienen muchas ganas, y eso se nota con palabras y con actos, entonces, joder… Totalmente, ha coincidido que a mí me ha vibrado contar con esta gente y a ellos les está molando y les está motivando mucho el proyecto, y eso es maravilloso. Y en cada uno de ellos veo, sobre todo, que son personas que le pueden dar y brindar aspectos muy orgánicos a lo que tocan, por su experiencia, por su creatividad, que la tienen los tres. Y sí que noto una diferencia entre músicos que llevan tocando mucho tiempo, como Moisés, Naíma y Pablo, que le dan enseguida… interpretativamente, ya le están dando algo desde el primer momento. O sea, sí, están leyendo una partitura que les acabas de traer o que les has pasado hace un par de días, pero ya están interpretando la música. No están leyendo “¿a ver por dónde va?”

Sí, sí.

O sea, las equivocaciones que puedan tener, que todas las tenemos…

¡Molan!

Las están aprovechando ya desde el minuto cero.

¡Qué guapo, tío!

Y eso mola, eso es… O sea, aprender de eso, aún yo llevando varios años ya tocando también, es la hostia. O sea, es muy guay.

Es que es un elenco, un señor elenco, tío. Una señora elenco, tío. La verdad es que es interesante lo que decías ahora, porque claro, ante la música de alguien uno podría aproximarla con mucho respeto y como “¿qué quiere? A ver qué quiere Dani, a ver qué tal, a ver qué cual”. Pero el hecho de que, como dices, cada uno de ellos ya desde el principio tenga ese sello, esa identidad y a la vez para por la música, que es la sensación que a uno le genera cuando escucha el single que habéis sacado. Que hay una sinergia de todos juntos para con la música. O sea, que no es tanto gente absolutamente cualificada y con un nivelazo que pueden hacer lo que quieran, o sea, como Messi, como si fuerais Leos Messis. Sino que es gente tan libre y tan sencilla que no tiene el problema de proponer desde el principio, ¿no? Podría ser.

Completamente. De hecho, en alguno de los temas, las estructuras formales o algunas partes o algún que otro detalle melódico o armónico son sugerencias de Pablo, de Moisés, de Naíma… “Ah, mira, ¿por qué no tocamos esta parte así? ¿Por qué no repetimos esta parte que le da un poco de punch, de power al final?” Y eso también mola porque es como que, yo estoy últimamente muy abierto a eso. Estoy trayendo ideas escritas, pero también quiero que la gente sea particípe, un poco hasta cierto punto, de esa construcción de un tema. Y en otros momentos también, pues yo me planto y digo “bueno, mira, Moisés, que este acorde, pues quiero que sea más así porque lo he compuesto yo desde piano y tal”, o “mira, Naíma, en esta parte un poco más la caja…”. Yo que sé, cualquier…

Sí, sí, que te permites evidentemente el lujo de recordar en el contexto que han nacido en ti estas composiciones.

Claro, y ya, más desde el punto de vista de que son sugerencias siempre. No le voy a obligar a nadie a hacer algo.

Claro, claro.

En el fondo, si algo está sonando orgánico, llega un momento en el que…

Mola.

Mola y ya está. Y muchas veces mola también bajarse de la burra en ese sentido, en plan de “tengo que ser más abierto incluso con mi propia música, ¿no?”. Porque estoy teniendo aquí la oportunidad de tocarlo con gente que me va a brindar muy buenas ideas también.

No es fácil, tío, no es fácil. ¿Cuántas sesiones o cómo ha sido el proceso hasta llegar al punto en el que decís “grabamos”? ¿Ha sido…?

O sea, yo cuando terminó la sesión, la primera sesión, les dije…

“¡Grabamos!”

“¡Vamos a grabar, por favor, esto! Traigo el compendio este de temas que tengo y grabamos”. Porque en la primera sesión no había tiempo para tocar todo. Y todo el mundo sacó la agenda enseguida, “estos días”. Y además, como que quedaba un mes o un mes y medio para la grabación, dije… “¡Wow! ¡Qué rápido va a ser todo!”

Tío, o sea…

Esto pasó de mayo a junio del año pasado.

¡Qué gozo, tío!

Sí, sí. Y pues eso, hicimos tres sesioncillas de ensayo y luego en dos días lo dejamos todo grabado.

Pero vamos, dice mucho de tu labor y tu capacidad y portento compositivos. Porque que algo suceda de forma tan ágil es porque ya en su génesis está bien, ¿no? Es un bien, es una cosa que funciona, ¿no? No sé cómo decirte. O sea, que uno reconoce que no hay que darle más vueltas, ¿no? O sea, que…

Claro, al final…

Tú crees que también para el elenco, para estos tres que te han acompañado, que te han apoyado en el proyecto, fue también una cosa inmediata recibir tus temas. No hubo zancadillas, no hubo tropiezos.

Yo creo que sí, que fue una cosa muy bien recibida por su parte y con mucha ilusión. Y enseguida todos dijeron “sí, sí, sí, vamos para adelante con esto”.

¡Qué gozo, tío!

Ahora lo que nos hace falta es tocarlo más en directo, obviamente, y hacer una buena presentación y todo esto. Pero yo creo que fue muy natural todo, muy rápido y muy…

¿Vais a conseguir fechas para presentarlo? Molaría veros a los cuatro.

Yo estoy en ello.

Yo tuvo el gozo de veros en el Central, tocando algunos temillas y tal, cuando hacías diez años de tu primer disco, puede ser. Pero ahí había un poco mezcla, porque estaba Moisés. Entonces ya empezaba a escucharse algo de lo que podía ser tu nuevo disco… Te acompañaban Rodri y Toño, creo, ¿no? Y, vamos, sonaba increíble. Pero, ostras, yo creo que estábamos hambrientos de ver también esta nueva formación.

Sí, sí.

Sin desmerecer todas tus formaciones, porque son todas de una calidad y de una musicalidad preciosas, vamos. Pero con ganas de escuchar este cuarteto en vivo, tío.

Sí, a ver si puede ser. Esta ocasión, que es la que dices tú, que fue en agosto, creo, de este año pasado. Ahí la intención era, pues eso, que estuvieran Naíma y Pablo también, pero no podían, porque imagínate, en verano todo el mundo tiene un montón de trabajo.

Es difícil mes.

Pero bueno, se podrá, se podrá. Y lo único que estoy pensando bien es cómo lo quiero hacer, ¿no? Porque me apetece hacerlo en un sitio que, pues eso, que tenga cosas básicas, como que haya un buen piano, que haya un espacio en el que la gente, no solo nosotros, sino la gente también lo pueda disfrutar mucho auditivamente, una sala con buena acústica, ¿no?

Un Berlín, tío, una Villanos, si lo quieres hacer en Madrid, claro.

Claro, y bueno, y ver, ¿no? Porque a lo mejor, pues está en estos sitios, también está algún teatro, yo qué sé.

Claro.

Ver a ver cómo se puede enfocar.  Estoy en ello, estoy dándole vueltas y, bueno, como todavía tenemos a Febrero, que sale el disco el 21, pues…

¡Qué gozo, tío, qué ganas, qué ganas! Joder, macho, y a nivel musical, ¿dirías que ha habido algún descubrimiento en este viaje tuyo, compositivo? No tanto en el encuentro con los músicos, que evidentemente ahí siempre hay descubrimientos y aprendizajes, sino tuyo, a nivel compositivo, con respecto de tus anteriores trabajos publicados. O sea, ¿ves que ha habido alguna cosa que hayas dicho “wow, esto ha sido un hijo o una hija de este año que he tenido a nivel musical, aparte de los temas en sí mismos? ¿Alguna cuestión? ¿Alguna cuestión musical que hayas dicho…?

Sí, bueno, claro, no sé si tiene tanto que ver… Sí, claro que influye. La propia grabación y la experiencia de la grabación y del disco. Sí que es verdad que a nivel compositivo pienso que, de alguna manera, después de tanto tiempo componiendo…, más o menos, componiendo cosas llevo desde el 2008 o así. Pero ya empiezo a encontrar un camino con el que estoy muy satisfecho. Y en el que no me tengo que romper demasiado la cabeza para expresar una idea que tenga y para encontrar esas ideas e inspirarme. Porque en realidad la inspiración la puedo encontrar en un montón de sitios. Y a nivel general con la música, este año pasado ha sido el año en el que me he dado cuenta de lo enamorado que estoy realmente de la música.

¡Qué guapo!

Que parece un tópico, pero…

No, no, para nada.

Pero, joder…

Y llevando el tiempo que llevas tú, que no es muchísimo, ni tampoco es poco o nada. O sea, es un bagaje ya importante. Y poder volver a decir “estoy enamorado de la música”, creo que es un reclamo para todos, tío.

Sí, sí, porque… Es como un círculo, parece como un círculo, ¿no? Empecé muy enamorado de la música, luego pasas por muchas etapas, seguramente todavía me queden muchas etapas por las que pasar

Claro, claro.

Pero darme cuenta de que la música no es sólo el jazz, ¿no? No es sólo un estilo al que yo me estoy dedicando sobre todo, que tiene unas ramas y unos subgéneros, sino que es mucho más amplia y de la cantidad de estilos musicales de los que puedo aprender y beber y nutrirme como músico. Porque eso es lo importante, o sea, no sólo soy saxofonista y soy músico de jazz. Es mucho más amplio.

¡Qué guapo!

O sea, es una idea con la que he estado muchos años en la cabeza y que creo que me limita bastante.

Claro.

Y ahora de repente, ostras, ¡cómo me mola componer! ¡Cómo me mola hacer arreglos! ¡Cómo me mola escuchar otros estilos musicales! ¡Cómo me mola ir a conciertos de gente y gozar y aprender de eso también! En fin, o ¡cómo me mola compartir lo que sé cuando estoy dando clases en la Creativa!

Claro, sí, sí.

Pues son muchas cosas también, no es sólo…

Interesante. No, no, claro, es toda una vida. Es un todo dedicado a la música, sea lo que sea, ¿no? Que a veces parece un mero término, ¿no? Pero, ostras, claro, es que es tantas cosas. Y última pregunta, tío. Ahora hablabas de lo enamorado de la música que estás, más allá de las tres cosas en las que uno pudiera embarcarse al inicio. ¿De qué te estás nutriendo últimamente a nivel…? A lo mejor me dices “pues de todo, precisamente”. Pero, alguna cosa, puede ser música, puede ser un libro, puede ser… O sea, antes has dicho una cosa que me parece también como para aprender de ello, que es que encuentras inspiración en muchas cosas y sabes cuáles son, lo cual mola mucho, claro. Un conocimiento de uno mismo es clave, ¿no? Pero, sí, o sea, esta nutrición de la cual dices que te estás viendo una y otra vez enamorado de ella ahora, ¿cuáles son sus platos principales? ¿Cuáles son los platos de la casa de la vida de Dani Juárez?

Bueno, siempre, o sea, siempre tengo mis discos de toda la vida que me, que me hacen gozar mucho, pues George Benson…

Toma ya.

O Robert Washington o Nirvana con Nevermind, que lo tengo por ahí. Pero sí que últimamente estaba escuchando mucho City-pop japonés.

Toma ya, tío, toma ya.

Y luego también, haciendo la conexión con George Benson, estaba escuchando los discos de los 90 de Luis Miguel, que tienen unas bases brutales, que parece una tontería, puede molarte o no, Luis Miguel, o sea, estéticamente…, y las letras que muchas veces son muy melosas. Pero, las bases que hay y las producciones que hay ahí, tío, es que, es que me alucinan.

¡Qué guapo!

Sí, sí. Me hace mucha gracia de encontrar esa conexión de “hostia, pero si esto parece George Benson, tío”. Y a nivel de, pues mira tengo un libro ahí justo, que es un topicazo ahora mismo, se ha vuelto muy famoso, pero me lo regalaron para mi cumpleaños el año pasado y me encantó. Es un libro que no es lineal. Se puede leer como un capítulo salteado, son ideas. Y se llama El acto de crear: Una manera de ser, de Rick Rubin.

Me suena mucho.

Sí, es un…, ahora luego lo miramos si quieres. Es súper guay y súper inspirador. Habla de las personas como creadores, naturales, sin, sin necesidad de estarte dedicando a pintar cuadros o a tocar música, o a escribir poesía. Y está muy chulo, es muy inspirador y muy alentador sobre todo.

Qué guapo, tío. Eso, no, no, bien, bien. Tremenda recomendación, la verdad. Habrá que zampárselo, sí, sí. Interesante, tío. Nada, tendremos más ocasiones para hablar, como siempre. Yo creo que nos has dado ya un buen repaso de lo que viene. 21 de febrero, ¿has dicho?

21 de febrero sale.

21 de febrero y te seguiremos la pista, tío. Y todo el mundo que a través de la revista pueda, pueda hacerlo, que lo haga, vamos. Que no pierda el tiempo, tío. Así que nada, mil gracias, tío.

A vosotros.

Un placer máximo.

Igualmente.

¡Grande, Dani, tío!

Febrero 04, 2025

Sparks and Visions – Regensburg, 2025

Sparks and Visions – Regensburg, 2025

SPARKS AND VISIONS

Regensburg, 2025

03

Febrero, 2025

 

Un ambiente mágico nos ha acogido en una de las ciudades con más historia de Baviera, Alemania. Regensburg (para los españoles, Ratisbona), que fue el centro político del antiguo Sacro Imperio Romano Germánico, luce por su belleza gracias al ambiente medieval de sus callejuelas, plazas y comercios que la convierten en un enclave encantado y encantador. El Danubio refuerza su posición y su catedral gótica alza la mirada de cualquiera que contemple mínimamente este lugar. El frío invernal no ha sido obstáculo para que tuviera lugar, en el Theater Regensburg, el asombroso festival Sparks and Visions que se ha prolongado durante todo un fin de semana. El teatro, que ha sido objeto de halagos por parte de todos los artistas (por su belleza, su acústica y la sparkling decoration), ha proporcionado un ambiente idóneo para la escucha, la contemplación y el diálogo reflexivo acerca del arte que ha tenido lugar en salón principal. Hasta cinco plantas del teatro han estado llenas de espectadores, fotógrafos y periodistas que han podido disfrutar de una programación rica y variada en estilos y procedencias.

El inicio del festival, presentado e impulsado por Anastasia Wolkenstein y todo su equipo de colaboradores, lo ha protagonizado la vibrafonista griega Evi Filippou con su proyecto inEvitable Extended, en el que se dan cita músicos de la talla de Zuza Jasinka (voz), Julius Gawlik (saxo tenor y clarinete), Keisuke Matsuno (guitarra y efectos), Robert Lucaciu (contrabajo) y Andi Haberl (batería). Un sexteto paneuropeo que trasciende fronteras con una fluidez asombrosa. Presentaron dos temas, tejiendo amalgamas rítmicas y ambientes envolventes donde múltiples voces evocaron el folklore de sus procedencias. Con cues orgánicas, los cambios y las transiciones de sección y texturas guardaron una cohesión espectacular. Entre las piezas, que entrelazaban dialectos europeos como el griego, el alemán y el inglés (siempre con una performance muy teatral), explorando el concepto de hogar, la líder lanzó una reflexión provocadora: «Don’t you think the nationality thing is getting old now? We belong anywhere and everywhere at the same time.» La música osciló entre ambientes minimalistas y grooves hipnóticos, con un virtuosismo vocal y técnicas extendidas en todos los instrumentos, como el arco frotado sobre las láminas del vibráfono. El cierre sorprendió a todo el salón: tras una música completamente libre, irrumpió un pasaje de jazz tradicional americano. Con esta transición inesperada, el grupo demostró su destreza y control de los códigos de muchas músicas, dejando al público sin aliento.

A su propuesta siguió la del trombonista y compositor francés Robinson Khoury que presentaba su proyecto MYA con Anissa Nehari (percusión y voces) y Léo Jassef  (piano, teclados y sintes y voces). El concierto de Robinson Khoury fusionó jazz, electrónica y percusión en un espectáculo de vanguardia. Con trombón, sintetizadores modulares y voz, Khoury mostró una destreza impresionante, usando un trombón inusual, sin campana, con una agilidad digna de una trompeta. El trío explotó el sonido eléctrico con teclados, secuenciadores y una amplia paleta de efectos, a diferencia de la banda de Evi que guardaban un sonido más natural. La percusión, aunque compacta, ofreció un set espectacular, con ritmos superpuestos y una base, en casos, cercana al drum&bass y la electrónica, manteniendo un groove hipnótico. Las voces jugaron un papel clave. A diferencia del proyecto anterior donde solo cantaron las dos mujeres (que, por cierto, Evi en alguna ocasión también se lanzó a tocar la batería!!!), aquí los tres músicos participaron vocalmente. Modulares y recitados en francés añadieron una dimensión teatral y evocadora. Khoury habló sobre la creación y sus raíces libanesas, reflejando su herencia árabe en la música. Tocando el trombón, brilló reafirmando su maestría de líder en un concierto tan innovador como visceral.

Para cerrar la noche del viernes, nos deleitaron los aclamados Petros Klampanis (contrabajo, efectos y voces), Kristjan Randalu (piano) y Ziv Ravitz (batería), que se congregaron a trio para presentar la música del último trabajo del contrabajista griego, Latent Info. Un trío de jazz en formato clásico con una propuesta profundamente madura y auténtica, que se sintió como la verdadera joya de la noche. Ziv, con su sonido impecable y su presencia consolidada, impulsó una música que fue rítmica y poderosa, sin rastro de swing, pero con vamps intensos y estructuras que, aunque ancladas en la tradición, sonaron frescas y renovadas. Cada solo y melodía se integró con naturalidad en el desarrollo de los temas, demostrando una compenetración total entre los tres intérpretes. El repertorio presenta una temática en torno a lo sutil y todo aquello que pasa inadvertido en la vida (una pieza dedicada a la tristeza por ejemplo). Tocaron tres temas de Klampanis y después otras tres composiciones de Ziv. Sin artificios ni pretensiones, el trío entregó un concierto puro y magistral, cerrando la noche con una elegancia y profundidad inolvidables.

Al día siguiente, fue el turno de la cantante Simin Tander y su cuarteto formado por la violinista Harpreet Bansaal, el bajista Björn Meyer (que con sus seis cuerdas lograba suplir la función de cualquier guitarrista con total solvencia) y el baterista Samuel Rohrer. Tander, una vocalista virtuosa, trató su voz como un instrumento, utilizando efectos, percusión vocal y un control técnico impecable. La música osciló entre atmósferas ambientales y estructuras más cerradas, con complejas amalgamas rítmicas en 7 y más números impanres y sonoridades que evocaban tradiciones orientales. Las cues fueron muy marcadas, guiando transiciones entre secciones etéreas y grooves más definidos, siempre envueltas en una densa reverb. El multilingüismo fue clave en la propuesta: alemán, inglés, castellano y recitados envolventes. La presencia del afgano, con extensos pasajes declamados, añadió una carga emotiva y cultural profunda. El trance generado en los momentos más ambientales resultó casi hipnótico, al punto de inducir una sensación de sueño. En contraste, los temas más rítmicos aportaron dinamismo sin perder la atmósfera onírica que definió el concierto. Fue una experiencia inmersiva, donde la voz lideró un viaje sonoro entre lo contemplativo y lo rítmicamente desafiante.

En el ecuador del festival, tras la actuación de Tander y compañía, aparecieron Monika Muc (saxo alto), Kamila Drabek (contrabajo), Patrycja Wybrańczyk (batería) y Kateryna Ziabliuk (piano).  Desde Polonia, amigas de mucho tiempo, este cuarteto cullo nombre, O.N.E significa “ellas” en polaco, nos dejó a todos pensativos y boquiabiertos. Con un sonido de cuarteto acústico claramente maduro y bien logrado, el concierto fue una explosión de energía y libertad musical, con una propuesta audaz, donde el free jazz y el groove modal se entrelazaron con una fluidez impresionante. Desde el inicio, comenzaron con una sección completamente libre, con rubato pero con una dirección clara y una intensidad arrolladora. La baterista, al presentar en inglés, explicó el significado del nombre: «O.N.E means ‘they girls’.» El segundo tema, compuesto por la saxofonista, mantuvo la misma esencia Ornette-iana: una introducción libre que desembocó en un groove modal sólido, con el piano marcando un comping abierto y el bajo y la batería perfectamente empastados. El saxo, con una melodía minimalista y poco definida, se sostuvo más en la textura del groove que en líneas melódicas convencionales. Tocaron sin partituras, intercambiando tutti y solos con una naturalidad asombrosa. En algunos momentos, saxo y bajo doblaron líneas al unísono, mientras que las transiciones entre secciones groove y free fueron totalmente orgánicas. A pesar del carácter rubato de muchas partes, las cues surgieron con precisión, evidenciando un nivel de escucha y ensayo excepcional. Jugaron con los códigos del jazz con irreverencia y humor: citaban swing, ragtime y bossa solo para desarmarlos en una explosión atonal y completamente compuesta. En varios pasajes, dejaron el piano fuera y tocaron en formato de trío, explorando el time no changes al estilo de Ornette. Cada una de ellas presentó al menos una vez, mostrando de nuevo el espíritu colectivo del grupo. Fue un concierto lleno de frescura, riesgo y una compenetración que dejó claro que O.N.E es una de las propuestas más vibrantes y sólidas de la nueva generación.

La noche del sábado la culminó una propuesta completamente distinta: un quinteto británico de Glasgow, CORTO.ALTO, con un sonido joven y eléctrico, donde la estructura, la precisión y la producción moderna fueron clave. Dos son los claros líderes del conjunto: Liam Shortall que consigue tocar trombón, teclas, pedales de efectos, modulares y bajo eléctrico al mismo tiempo, y Graham Costello que reparte notas paradisíacas y ritmos envolventes en su set de batería que recuerda a maestros como Chris Dave. Completan el quinteto el saxofonista Mateusz Sobieski, el guitarrista James Mackay y el teclista Fergus McCreadie. Consiguieron desplegar un sonido influenciado por el neosoul subdividido, el drum&bass y el jazz progresivo, en la línea de Chris Dave, R+R=NOW o Chief Adjuah. Todo estaba meticulosamente arreglado, sin espacios para el free, pero con espacio para solos dentro de estructuras definidas. Grooves complejos y subdivididos, ejecutados con una precisión impresionante y que recordaban también al sonido de Sungazer o Butcher Brown. Uno de los momentos más destacados fue su versión de Kendrick Lamar, reinterpretada con una sensibilidad jazzística y una producción de alto nivel. Con un sonido moderno y pulido, la banda logró un equilibrio entre la sofisticación del jazz fusión y la energía del groove contemporáneo, cerrando la noche con una propuesta sólida.

Dos noches estupendas fueron seguidas de una matineé deliciosa a cargo de dos propuestas completamente diferentes entre sí. Y es que, sin duda alguna, el festival ha logrado integrar todo tipo de músicas.

Primero actuó el North Sea String 4tet, con George Dumitriu y Pablo Rodríguez a los violines, Yanna Pelser, clara líder del cuarteto, a la viola y Thomas van Geelen al cello. El concierto combinó ambientes envolventes y un uso magistral de técnicas extendidas, creando una experiencia inmersiva donde el sonido y el silencio jugaron un papel igual de importante. Los solos fueron turnados de manera orgánica, mientras el resto del grupo aportaba acompañamiento sutil y texturas en constante transformación. La mezcla de estilos fue especialmente llamativa, incorporando elementos contemporáneos sin perder la esencia camerística del cuarteto de cuerda. Uno de los aspectos más destacados fue el uso de epítetos sonoros, donde cada timbre y cada pausa parecían estar cuidadosamente elegidos para amplificar la expresividad de la música. Más allá de su destreza técnica, los músicos transmitieron una energía cercana y humilde, dejando una impresión cálida y auténtica en el público.

Para cerrar esta edición de 2025, la elección de la programación fue el Marcin Wasileski Trio. Un trío polaco formado por su líder al piano, Slawomir Kurkiewicz al contrabajo y Michal Miskiewicz a la batería. Veteranos en la música (acaban de celebrar su trigésimo aniversario en 2024), ofrecieron una actuación elegante y profundamente expresiva. Su capacidad para tocar en rubato con una sincronización impecable creó momentos de gran belleza y fluidez, con una riqueza armónica que sumergió al público en una atmósfera envolvente. El repertorio incluyó tanto composiciones propias como piezas de enfoque más funcional, destacando una versión refinada de Actual Proof de Herbie Hancock, interpretada con precisión y personalidad. En un momento especial, compartieron su deseo de estar «crazy for love», aportando un toque humano y cercano a su propuesta. En conjunto, fue un concierto cuidadosamente elaborado, lleno de sensibilidad y con una interacción impecable entre los músicos, reafirmando la esencia del trío clásico con un enfoque contemporáneo.

By  José Cabello Llano

Febrero 03, 2025

Quique Ramírez Interview – Connected to Earth (ΠΚmusic)

Quique Ramírez Interview – Connected to Earth (ΠΚmusic)

QUIQUE RAMÍREZ INTERVIEW

Connected to Earth (ΠΚmusic)

28

Enero, 2025

By: José Cabello

Fotos: Arist’s Concession

 

Escuchar el Podcast below!

Os dejamos con la entrevista al compositor Quique Ramírez. Un titán de la tierra valenciana que con su experiencia y bagaje acaba de presentar su último disco Connected to Earth con el sello ΠΚmusic del contrabajista Petros Klampanis. Una auténtica obra de arte que reúne a músicos nacionales e internacionales consiguiendo provocar un auténtico viaje en el oyente. En la conversación nos cuenta las ilusiones, imágenes, conceptos y vivencias que se encuentran en la base de la música, así como su relación con los músicos que le acompañan y distintas anécdotas interesantes. Además, comparte reflexiones no poco agudas respecto de cómo escuchar música hoy en día. ¡Esperemos que lo disfrutéis tanto como nosotros!

 

In&OutJazz: Oye, qué placer, qué placer tenerte por aquí, qué placer. He tenido el placer de escucharte en directo alguna vez que has venido por Madrid con tu cuarteto, ¡super cuarteto, tío! Pero ahora tengo el placer de…, tenemos el placer en la revista de escucharte, charlar un poco de ti, de tu música y de tu último trabajo. O sea, que nada, que sepas que desde In&OutJazz te apoyamos a tope. Sabes que somos unos cuantos colaboradores, que apoyamos la música fresca, tío, de gente que estáis haciendo cosas interesantes y la verdad que la oportunidad que me brindaste de charlar un ratito…, vamos, la cogimos al vuelo, ¿sabes? Porque eres un tío super interesante, a nivel musical al menos, que eso es lo que todos podemos percibir. Pero a ver si este diálogo sirve también para conocerte un poquito, tío. Nada, adjuntaremos en la publicación un poco tus redes y alguna entrevista que he visto también por ahí chula que te han hecho donde cuentas un poco de tu trayectoria, de tus primeros pasos como músico y para no centrarnos tanto en toda esa parte. Aunque, bueno, para que la gente lo sepa, eres un tipo con una formación muy amplia, la carrera en el Liceu, luego el máster en Groningen con la estancia en Nueva York… Múltiples maestros, una larga lista enorme, por todos conocidos, la verdad, y luego colaboraciones también increíbles con artistazos y participaciones en festivales a nivel internacional, o sea que… Vamos, un maestro en toda regla que quedará claro, la gente podrá verlo en tus redes y tal. Pero sí que me interesaría mogollón centrar hoy el diálogo en tu último trabajo, en tu último proyecto. Si quieres, por empezar, nos puedes empezar contando, también con libertad, un poco las influencias de las que nace este proyecto, las influencias a nivel musical. Yo escuchándolo lo he escuchado hasta la saciedad, tío, te lo diré, y escucho mucho Louis Cole escucho mucho Nate Wood y Ben Wendel, escucho Ari Hoenig, pero escucho jazz tradicional… Escucho todo, escucho arreglos de repente interesantísimos…, luego iremos al elenco de músicos. Pero para empezar sí que me gustaría que contases un poco las influencias que crees que se citan dentro de ti y que se ven expresadas en tu disco. Ya nos dices.

Bueno, gracias, José. Joder, ¡qué gua! Gracias por tenerme aquí, estoy súper contento. Y bueno, pues yo creo que este disco, en comparación a lo mejor con el primero, creo que es un poco más maduro en cuanto al maridaje de todas las influencias que me han marcado durante el paso del tiempo. Creo que es un poquito…, está ya más asentado en lo que yo creo que más me define como músico. Yo crecí con el rock. Mi padre me regalaba discazos de rock, Led Zeppelin, Deep Purple, todo esto…, yeso se fue haciendo cada vez más grande. Y hace ya como unos cuantos años que es como que…, siempre he escuchado rock, es verdad que puede ser que mientras estaba estudiando y tal lo dejara un poco más de lado porque me metí en otra dirección, pero siempre ha estado presente. Y me he dado cuenta que he vuelto otra vez bastante a mis orígenes. Y me he dado cuenta de que es algo que me continúa flipando. Soy súper fan de Rage Against The Machine por ejemplo. Soy fanático de ese grupo. De Audioslave, Soundgarden, todos estos grupos míticos. Yo creo que esto también se ve un poco reflejado en este disco. La sonoridad, como secciones también de muchos temas… Y luego también pues hay influencias pues de grupos como Kneebody, también me flipa mucho Donny McCaslin…etc.

Efectivamente se palpa la electrónica un poco de lo que de repente hace esta gente y el lenguaje o todos los amalgamas sí, sí..

Sí, también soy muy fan también de este mundo. Y nada, creo que en el primer disco yo diría que sí que la verdad es que había también como composiciones que aproveché de cuando estuve haciendo el máster en Holanda. Más temas nuevos que compuse digamos para cuando hicimos este primer trabajo. Entonces quise aprovechar esos temas digamos más antiguos con los nuevos y bueno es como que estos temas estaban también un poquito más pensados. “Ah quiero hacer un tema…”, por ejemplo había un tema The Microtiming Man que era como inspirado en Mark Giuliana. Entonces sí que tenían como una dirección un poco más específica. En este segundo trabajo no pensé en nada de eso. Simplemente me puse a escribir y dije “esto mola mucho, esto se va a quedar”, sin pensar si se parecía a equis o me influenciaba desde equis. Creo que es lo interesante, ¿no?

No, no, totalmente. De hecho, luego si quieres nos metemos en fricadas para los músicos y las baterías porque hasta de tu postura, que mola mogollón, como super grounded y tal, podríamos estar hablando horas y horas y aprender de ti. Pero ya que estamos en Connected to Earth, que por cierto el título ya en sí mismo es muy provocador, ahora estabas mencionando de dónde puede nacer, no tanto de influencias específicas, ¿tú crees que hay algún propósito o alguna búsqueda detrás de este viaje que se ve narrado en este último disco, Connected to Earth? Ya te digo que el título ya en sí mismo evoca cosas, pero ayúdanos a entender cuáles, ¿no?

Bueno, pues esto la verdad es que surgió bastante de una forma natural. El título del disco, o sea, es un tema, ¿no? Un tema que se llama Connected to Earth que da título al disco. Y este tema fue una cuestión…, me fui a ver a Luis Cole con la Metropole a Ámsterdam. Fui a visitar a un amigo y fui a ver a este concierto porque tocaba también David Binney en ese concierto. Con él tengo algo de amistad, ya colaboró en el primer disco, fue profesor nuestro, bueno, increíble musicazo y un tío de puta madre. Y entonces en uno de esos días que estuve allí de visita tuve un day off, ya que mi amigo tenía trabajo, y me dejó utilizar su estudio. Y nada, ese día estuve como, bueno, tocando un poco allí batería y tenían un piano. Y ese tema y Springtime in Amsterdam realmente surgió como un tema que luego los dividí en dos. Y recuerdo estar tocando, digamos, como este arpegio con el que empieza Connected to Earth y tenía justo delante una ventana con un montón de bambús y había una brisa, ¿no? Y se iban moviendo y estaba tocando eso. Estuve tocando eso durante no sé cuánto rato, ¿no? Y me sentí en ese momento, fue como una sensación de “wow, estoy ahora totalmente conectado con todo, con el todo, tocando esto”. Una cosa súper sencilla, pero la sensación que me causó a mí fue esa. Entonces claro, surgió primero el título del tema, fue como muy natural y luego dije, tal como el resultado de cómo quedó ese tema, dije “wow, el disco se tiene que llamar así”.

¡Qué guapo! O sea, podríamos decir que rinde homenaje un poco a este primer tema, ¿no? Que nace de esta experiencia de conexión ahí contigo mismo también, ¿no? O sea, como dices tú, con todo. Pero, ¡qué imagen, tío, qué imagen, qué bonito, qué bonito! ¿Crees que hay una sucesión de conceptos parecidos a esta imagen y esta experiencia que tú tuviste escribiendo este tema en la idea primigenia con el resto de temas? O sea, ¿crees que hay otros conceptos también que han ido apareciendo en tu cabeza, en tu corazón o en el diálogo con los músicos? O no, ¿eh? O sea, puede ser que no y genial.

Yo creo que, tal como hemos hablado antes, es un compendio también del concepto de la conexión que tuve o que solemos tener muchas veces y que últimamente me cuestiono mucho más la conexión que tenemos con la música, ¿no? Porque como estamos, le dedicamos tantas horas a las redes sociales, a mailing, a contactos, entrevistas, bueno, todo lo que conlleva, y todo lo que no ve la gente te ve tocar en un escenario. A veces creo que perdemos también un poco esa concepción…, como esa conexión con la música, ¿no? Lo que nos hace sentir, estar conectados con eso. Esto por un lado y por otro, el retomar esa conexión con mis influencias, con mis primeras influencias, que realmente son lo que me inició dentro de este mundo, ¿no? Luego decidí irme por el camino del jazz o el jazz contemporáneo o, bueno, u otros géneros o estilos. Y decir “ah, no, no, no, no, como ahora estoy haciendo esto, aquello ya no es bueno o ya no mola o…”, ¡no, no, no! Forma parte de mi persona, y de mi yo como músico. Entonces es como también eso, un poco conectado..., reconectarme otra vez a mí mismo. Decir “tío, yo no tengo por qué contentar a nadie, o sea, si este soy yo, ¿por qué no puedo mezclar esto con lo otro?”

¡Qué valioso, tío! ¡Qué valioso todo lo que estás diciendo! Yo creo que es una lección para todos los músicos y los no músicos también. El abrazar la tradición de la que uno viene, entendida como tu propia historia, al menos en ese sentido. Y luego, interesante lo que comentabas al principio de la conexión con la música, tío. Porque efectivamente creo que aquí todos los que tenemos algo que ver con la música tenemos mucho que aprender y tenemos que reflexionar al respecto. Porque a veces algunos pueden perder la ilusión, o la emoción del niño, del enamoramiento, de cuando uno se enamora de la música. Creo que es bonito, tío. Creo que es interesante lo que dices porque todo aquel que no haya tenido la ocasión de escuchar tu disco, si lo escucha a partir también de estas cosas que dices, seguramente lo escuche desde un punto de partida interesante, tío, muy interesante. Te quería preguntar también…, me siento obligado a preguntarte porque… ¡Menudos musicazos, menudos musicazos, menudo elenco de músicos!

Tengo mucha suerte.

No solo tu cuarteto máximo, que también, por favor, te pido que nos hables un poco de ellos, sino de las súper colaboraciones, tío. Alina Engybarian, Juan Dhas y el cuarteto de cuerda también en precisamente el tema que da nombre al disco. Yo creo que, vamos, a mí ya todos nos interesa saber un poco ¿por qué ellos, por qué estos músicos? ¿Qué es lo que has aprendido de ellos? ¿Qué han aprendido ellos en todo el proceso de grabar tu disco? Si, si te atreves a contarnos un poco y compartir. Y sí, si quieres alguna anécdota también, lo que consideres.

Bueno, yo solo espero que ellos hayan aprendido a no odiarme, porque cuando uno va de sideman, todos los músicos, y bueno, para los que no son músicos, sideman es cuando te contratan, cuando vas a tocar para el proyecto de otra persona. Pero cuando es tu proyecto personal, bueno, es un gran dolor de cabeza porque ya no es solo tener en mente el tocar bien y estar concentrado en la música, son muchas cosas. Si tienes vídeo, si tienes dos personas grabando vídeos, son muchas cuestiones a tener en cuenta. ¿Cuántas tomas vamos a hacer? Pero bueno, los chicos, Dani Juárez al saxo tenor, Diego Hervalejo, piano y teclados, Miquel Álvarez al bajo. Este es mi cuarteto y mi idea era mantener como el mismo cuarteto. Esto yo creo que también es algo que viene un poco influenciado por el rock, tener una banda fija e ir trabajando como banda la sonoridad y también la conexión personal, que es también muy interesante. Y nada, yo para este trabajo creo que lo hemos conseguido. He intentado…, he cambiado un poco la dirección en cuanto a la manera de escribir los temas. En el primer disco, yo creo que también por una cuestión de inseguridad personal, tendí como a escribir mucho. Hice muchos arreglos, para que estuviese todo muy atadito y así, yo también personalmente, sentirme en control de todo. De decir “vale, ahora viene esta parte, ahora todos saben que va...” Y en este disco decidí dejar como más libertad, ya que, bueno, estos chicos, vamos, tengo una suerte… Ya lo he dicho antes, pero tengo una suerte increíble, los admiro enormemente y aparte somos muy amigos y tengo la suerte también de poder decir eso.

¡Toma, tío!

Y nada, para que ellos pudiesen brillar, ¿no? Y creo que se ha conseguido. Y luego las colaboraciones, bueno, pues también mucha suerte. Son conexiones que vas creando a lo largo del paso de los años y a Alina la conocí a partir de Dani, ya que Alina Engybarian colaboró en Neuronal Odd World, si no me equivoco, el disco de Dani Juárez, cuando estuvo él viviendo también en Nueva York. Y a partir de ahí, bueno, pues conectamos por... Bueno, nos conocimos en Nueva York y más tarde alguna vez, pues, chateamos por Instagram, ¿no? Y le propuse el proyecto y, vamos, un amor. Alina se involucró enseguida, o sea que vamos, increíble.

¡Qué guapo, tío!

Una letraza que se clavó. Me pasó las pistas de las voces. Unos stacks de diez voces ahí, que fue como wow. Es una bestia, lo tiene clarísimo. A nivel de producción también es muy buena. Y Juan Dhas, bueno, esta historia es muy curiosa. Hemos creado una gran amistad. Para la gente que no lo sepa, Juan Dhas es un guitarrista increíble de Bogotá, de Colombia. Tiene raíces de la India y es colombiano. Nos conocemos desde hace ya, si no me equivoco, tres años, cuatro… más o menos tres años, tres-cuatro años, por Instagram. No nos hemos conocido nunca en persona, y todo nació por las típicas colaboraciones en la pandemia por Instagram.

Que, por cierto, te felicito, tío. La verdad es que el material que compartes da gusto, tío, da gusto. O sea...

Ostras, muchas gracias, tío, se agradece, en serio. Esto es otro melón, melón de las redes, ¿no?

Total, total.

Pero sí, Juan, todo surgió así, empezamos a colaborar en vídeos, composiciones que estaba creando él, y luego me invitó a colaborar en su nuevo álbum que salió hace unos meses. Increíble también este álbum, con unos músicos brutales. Cabe decir que este disco se grabó todo online, cada músico desde una parte diferente del mundo. Un disco de jazz contemporáneo, con solos, con improvisaciones ahí a tope, grabado online. Tengo que decir que fue un challenge interesante.

Totalmente, totalmente.

Invito también a la gente que escuche este disco de Juan Dhas.

¿Cómo se llama el disco?

Si no me equivoco, creo que lo he pronunciado bien. Es Aether, que es A-E-T-H-E-R. Pero bueno, es increíble el disco este…, con Santiago Bosch también ahí colaborando, que es el teclista que va con Tim Miller, Nate Wood y esta gente…, brutal.

Toma ya.

Y nada, yo había grabado su disco y le dije “Juan, ¿te montas aquí en uno de los temas nuevos del disco?” Y me dijo “¡los que quieras!

Muy guapo.

Y nada, bueno. Pues una suerte increíble.

¿Y qué comentarías rápido del cuarteto de cuerda? Este arreglo, es tuyo ¿verdad?

Oh, ¡wow! Sí, sí, sí. Toda la música es mía, menos Latency. Este es un tema que me regaló mi gran querido Dani Juárez y la letra es de Alina. Pero el resto son composiciones mías. Bueno, también hay que decir que todas las improvisaciones que hay…, esto es de todos.

Claro, claro.

Ya que no hubo ninguna pauta. Esto fue “tú empiezas esta, tú empiezas la otra...” No se habló ni de compases, ni de tonalidad, ni de...

Se escucha claramente un matrimonio perfecto entre composición e improvisación en tus temas, tío, es increíble. Y sobre todo una coherencia que la da vuestra madurez, vuestra profesionalidad, vuestra musicalidad y yo creo que el concepto que debe ser bonito. Y luego, no hay que obviar para nada la amistad que hay entre vosotros. Yo creo que eso también tiñe de un color misterioso y bonito todo el disco. Vamos, yo creo que eso no hay duda.

Sí, te doy toda la razón. Sí, conectamos y nos llevamos muy bien. En cuanto a, también el humor que tenemos entre nosotros, que es muy parecido, las bromas, las conversaciones, a lo mejor más profundas. Nos gusta a los cuatro mucho profundizar sobre muchas cosas. Entonces, bueno, esto a la hora de tocar se refleja muchísimo. Pero, en fin, en cuanto al cuarteto de cuerda, esto surge como una especie de experimento. Yo el tema de Connected to Earth ya lo tenía cerrado, pero el tema de las cuerdas es siempre algo que me ha fascinado y flipado muchísimo. Bandas sonoras…, soy muy fan del Señor de los Anillos, Star Wars, todo esto. Entonces, bueno, es algo que siempre me ha fascinado. Y dije “voy a dedicarle unos días” y no había escrito nunca para cuerdas. Y dije “vamos a ver qué pasa y si veo que me lo puedo sacar de las manos, pues bueno, tiraremos, y si veo que estoy como liándome la manta a la cabeza, pues ya lo dejo para otra ocasión”. Y surgió como... no sé, se fue hilando todo muy natural. Y me emocionó muchísimo. Así que...

Es una pasada.

Nada, terminé escribiendo el cuarteto. Luego contacté con un amigo que me pasó los contactos de estos chicos que forman parte de la orquesta de Alicante, la ADDA. Y nada, los chicos llegaron y repasaron un poco los arreglos, los arcos…etc. Y vamos, son unos pros.

Lo bordaron.

Lo clavaron. Pero vamos, esta gente lee lo que les pongas.

Total, total.

Y vamos, lo que escribí yo son notas largas, eso para ellos es un paseo en barca.

Tío, de verdad que... ¡qué gusto escucharte, Quique, qué gusto escucharte! Yo creo que aprendemos todos de... Me permito decir, por esta breve conversación, que transmites una humildad y una transparencia preciosas, tío. Que creo se palpan en tu música también. Yo te agradezco mucho este ratito juntos porque..., claro, no he perdido el tiempo, lo he escuchado varias veces, antes incluso de que cuadrásemos para la entrevista y después también unas cuantas veces también. Y con esto que nos cuentas, tío, como que... hundo mejor mis raíces en tus raíces que son interesantísimas, ¿no? Y todo lo que hablas, tío, tus influencias, el rock, ahora comentabas bandas sonoras también, ¿no? O sea, se nota una vitalidad supernatural y orgánica en ti y en toda la banda me atrevo a decir. Porque os he visto en vivo y os conozco a los cuatro. Y bueno, las colaboraciones, solo puedo también felicitarles. Juan Dhas ha sido mi gran descubrimiento en tu disco, o sea, que te lo agradezco también. ¡Fíjate todas las cosas que uno aprende! Y es una bestia también, ¿no?

Es increíble, sí, sí, sí.

Felicidades por tus composiciones también, yo creo que tienes todo por delante para seguir ahí a tope y transmitiendo todo lo que transmites, tío, y llegando a la peña, como lo haces, con esa libertad. Que sepas que desde In&OutJazz te apoyamos desde ya, y te seguimos la pista con muchas ganas de ver qué más viene por ahí. Te estaremos siguiendo. Y le pedimos a todo el mundo que vaya a chequearte por ahí, por las redes y que subes cosas súper interesantes y, evidentemente, todos tus trabajos publicados y toda tu calidez y calidad humanas, tío, que da gusto, de verdad. Grande, Quique, tío.

Gracias por tus palabras, José, gracias por tenerme. ¡Qué guay, qué guay, en serio!

Nos veremos, a ver si pronto.

Espero que sí, a ver, voy a intentar, estoy intentando a ver si cierro algo por Madrid. Muy bien. Espero más pronto que tarde, a ver si hay oportunidad.

Ole, ole ahí, ole ahí. Pues nada, hasta entonces, tío, te deseo lo mejor del mundo y seguimos en contacto, macho. Quique, muchas gracias por este ratito.

Muchas gracias, muchas gracias, José. Un abrazo.

Un abrazo.

Chao

Chao, tío.

Enero 28, 2025

Pin It on Pinterest