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Liba Villavecchia Trio + Luís Vicente – Muracik (Clean Feed Records) – Review

Liba Villavecchia Trio + Luís Vicente – Muracik (Clean Feed Records) – Review

Liba Villavecchia Trio + Luís Vicente

Muracik (Clean Feed Records)

Review

09

Abril, 2025

LIBA VILLAVECCHIA TRIO + LUÍS VICENTE

MURACIK (Clean Feed Records, 2024)

Liba Villavechia (saxo alto), Álex Reviriego (contrabajo), Vasco Trilla (batería), Luís Vicente (trompeta)

Texto: Enrique Turpin

 

LA NATURALEZA DESMEDIDA

Se dice que Pordenone fue un maestro tocado por la gracia, más terrenal que Tiziano, pero también más pasajero para la memoria popular. Y que, pese a ello, malbarató ese regalo ofrecido por su don. No parece que al trío de Liba Villavecchia le esté ocurriendo lo mismo. Sí, en efecto, son tres las mentes aquí pensantes y ejecutantes cuando al trío nos referimos —a los que se añade el portugués Luís Vicente, que lo expande en cuarteto ocasional—, pero el espíritu que emana de todos ellos se muestra compacto y unísono en cuanto a potencia, alcance y gesto. Fundado hace cuatro años y con varios trabajos de enjundia a sus espaldas (Zaidín, 2022 y Birchwood, 2023) y un recorrido en directo que pasa de lo estimulante a lo necesario, el Trio ha ido consolidando su propuesta para permitirse engrosar su paleta sónica con incorporaciones afines que enriquecen el conjunto hasta hacerlo de una sustancialidad que cuesta. Es lo que ocurre con el brillante trompetista luso Luís Vicente, quien ya había formado tándem con Vasco Trilla (A Brighter Side of Darkness, 2019 y Made of Mist, 2020), del mismo modo en que Trilla lo ha venido haciendo con Villavecchia desde hace ya tres lustros (Asebeia, 2021). De toque limpio y ágil como el infravalorado Ron Horton, con la inventiva de Dave Douglas y el toque energético con el que cuenta Peter Evans –escúchese para la ocasión la pieza “Resolution”, con la que se cierra Muracik-, Vicente es una aportación que expande el formato pero no lo desnaturaliza, si acaso lo amplifica con sonoridades que se acercan a los añorados Atomic, a The Claudia Quintet o a Mostly Other People Do The Killing, por poner ejemplos de estética compartida. Y sí, la sombra de Ornette Coleman es alargada (“Ornette Surrounds”, que lleva la firma de Vicente); pero no es menos la que se une a ese manantial fundacional, donde acaban convergiendo también las enseñanzas de Evan Parker, Roscoe Mitchell o las del mismísimo John Coltrane en sus últimos vuelos libérrimos. Por estos lares, sólo Agustí Fernández y Ramón López se muestran tan mercuriales como Villavecchia. Será por maestros.

El disco fluye de hallazgo en hallazgo, desde la presentación de armas que es “Anticipation” (uno de los tres vértices medulares de Muracik, junto con “Expansion” y “Resolution”, que llevan la firma del líder, pasando por “Vika” y el tema que da nombre al conjunto, de la mano del joven contabajista Álex Reviriego, y la, ya mencionada homenaje, al siempe moderno padre del Free. Como entonces, también existe aquí el orgullo por mostrar una suerte de atmósfera al uso de ‘This is Our Music’, pero sesenta y cinco años después. Fue ayer y no nos acordamos.

Lo cierto es que la ganancia que el trío consigue al emparentar sus dinámicas con las de Vicente y enaltecer todavía más si cabe las armonías y eso tan difícil de lograr que es conjugarse sin jugársela, sin imposturas ni falacias emocionales, es otro de los motivos por los que Muracik lleva en su expresión la génesis de las obras mayores. Resulta curioso afirmar que estamos ante el mejor trabajo del trío cuando se trata de un cuarteto. Paradojas aparte, lo que engrandece la música que aquí se contiene es la apuesta perentoria por la ambición argumental, engrosada por una idea de la libertad compositiva que no tiene miedo de alzar el vuelo y perseguir las sombras del pasado dibujando las propias. No como sombra, que eso sería muy fácil, sino como presencia identitaria de la idea que los alumbra, que no es otra que perseguir la quimera de la composición inmediata y vincularla con una suerte de idea de eternidad. Un ahora que valga sin fisuras para el mañana. Si a alguien todavía se le ocurriera afirmar que el contrabajo volcánico de Reviriego en “Expansión”, que la fiereza de los vientos en “Ornette Surrounds” o que las sutilezas percusivas del final de “Anticipation” son simples e inconsistentes fuegos de artificio es que todavía no acaba de entender que parte de la madurez como oyente transita por pasajes en los que el corazón —léase emoción— parece ganarle la partida al intelecto. Es sólo un espejismo, dado que cuando la composición se muestra bien medida y mejor ejecutada, lo que parece pensado es pura intuición, y lo que surge desde lo imaginado por la espontaneidad lleva muchos años fraguándose en la oscuridad del entreno diario para que, finalmente, aparezca ante nosotros como una improvisación que nos mantiene con la boca abierta y los ojos húmedos por la emoción.

Música elegante, misteriosa, pulcra, ágil, indómita, a pesar de ser falsamente doméstica como el gato de Vasco Trilla que da nombre al fruto del proyecto y que correteó por todo el estudio del baterista mientras se fraguaba el disco ensayo tras ensayo. Muracik y Muracik, disco y felino, personalidades compartidas para una música comprometida con el arte verdadero, ese que desoye calendarios y aspira a lo perenne. Uno jamás queda ahíto con apuestas de este calibre, las que permiten que no se flaquee cuando de lo que se trata es de perseguir la felicidad a ultranza.

Texto: Enrique Turpin

Abril 09, 2025

54º Festival – Semana Internacional del Jazz (Burghausen, 2025)

54º Festival – Semana Internacional del Jazz (Burghausen, 2025)

54º FESTIVAL

Semana Internacional del Jazz

Burghausen, 2025

08

Abril, 2025

 

Alemania ha vuelto a ser nuestro último destino, y esta vez nos ha llevado a Burghausen, una ciudad que derrocha belleza a raudales —y para caudal el de su precioso río Salzach que marca la frontera con Austria— y que alberga una vibrante escena musical. La Semana Internacional del Jazz de Burghausen ha celebrado su 54º aniversario, consolidándose como uno de los eventos más emblemáticos del jazz en Europa. Pasear por la calle In den Grüben es sumergirse en la historia del género: un verdadero paseo de la fama donde resuenan los nombres de leyendas que han pasado por la ciudad como Chet Baker, Ella Fitzgerald, Art Blakey, Buddy Rich, Dexter Gordon, Dizzy Gillespie y Lionel Hampton, entre muchos otros. El vínculo de Burghausen con el jazz se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército estadounidense acampó en la zona, llevando consigo una cultura ya impregnada de swing y bebop. Tras el conflicto bélico, muchos músicos de jazz vieron en Europa una oportunidad para una vida mejor, y ciudades como Burghausen, donde el público ya había desarrollado un incipiente gusto refinado por esta música, se convirtieron en epicentros naturales del género. Hoy, más de medio siglo después, Burghausen sigue vibrando al ritmo del jazz.

El festival ha tenido lugar durante la última semana de marzo, del 25 al 30, desplegando su programación en dos escenarios principales: el Stadtsaal y el Wackerhalle. El Stadtsaal, auditorio del ayuntamiento, se alza en la encantadora plaza central del casco antiguo, a orillas del río Salzach, bajo el castillo más largo del mundo y junto a la iglesia de San Jakob, una joya arquitectónica que rinde homenaje al santo patrono de la ciudad y, curiosamente, también de España. El Wackerhalle, en cambio, se ubica a las puertas de la zona moderna de la ciudad, una área de menor encanto arquitectónico, levantada tras la guerra. Este recinto es el gran auditorio y sala de conciertos de Burghausen, donde han tenido lugar algunas de las actuaciones más destacadas del festival. Si hay un tercer espacio digno de mención, ese es el Jazzkeller, la emblemática bodega del jazz situada al final del paseo de la fama. Este local ha sido uno de los after más concurridos de la semana, y no es de extrañar: cada noche acogía dos sets de música en vivo y una jam session de la mano del Lawrence Fields Trio, acompañado nada menos que por el aclamado contrabajista Yasushi Nakamura y el sublime Gregory Hutchinson a la batería.

El festival arrancó el martes en el Stadtsaal con las actuaciones de los finalistas de los Premios Jazz Joven, una de las citas más esperadas del evento. Entre ellos, merece una mención especial nuestra querida Sara Lilu, quien, en formato dúo junto al talentoso guitarrista Alesander Peña Uriarte, logró cautivar a toda la audiencia con una interpretación llena de sensibilidad y frescura. El resto de finalistas, todos increíbles, incluían a KOOB, Tuva Halse Quintet, Searching for Home y el brillante trío Anaphora que se ha proclamado vencedor de este concurso de 2025.

El miércoles nos condujo al Wackerhalle, donde tuvimos la oportunidad de disfrutar de nuevo de la música envolvente del trío ganador del concurso de jazz joven. La noche continuó con la actuación de la primera gran estrella del festival, Gregory Porter, cuya inconfundible voz resonó con fuerza, arropada por una banda excepcional que contó con músicos de la talla de nuestro querido Tivon Pennicott.

El jueves, en el mismo escenario, el público estalló en aplausos ante la vibrante actuación del gran ensemble OJKOS, la orquesta de compositores de jazz de Oslo, cuya propuesta innovadora y fresca dejó una huella imborrable. Del sonido europeo transitamos rápidamente a la energía arrolladora de la segunda banda de la noche, liderada por el emblemático Kenny Garrett, a quien habíamos tenido el placer de saludar días antes en Madrid gracias a Summum. La banda interpretó con fuerza y pasión la música de su penúltimo disco, Sound From The Ancestors, en un viaje sonoro marcado por gritos de blues, complejos grooves y el inconfundible pulso funky que define esta etapa de su carrera.

Como cada noche, tras los espectáculos, la peregrinación jazzística continuaba. Algunos tomaban el autobús, otros recorrían a pie la ciudad hasta llegar al Jazzkeller, donde la combinación de la bendita cerveza alemana y la música del trío de Lawrence Fields se convertía en un ritual imprescindible. Cada noche, la formación presentaba el primer disco del pianista siempre combinado con standards por todos conocidos y brindando así al público la experiencia de un jazz profundamente arraigado en la tradición afroamericana, vibrante y auténtico, capaz de sanar oídos y almas por igual.

El viernes amaneció soleado en Burghausen, una energía bienvenida para afrontar una noche de programación desbordante. Con dos conciertos en el Wackerhalle, otros dos simultáneos en el Juz Burghausen y otro más simultáneo en el Stadtsaal, la oferta musical se volvía casi inabarcable. Algunos logramos ingeniárnoslas para experimentar lo más parecido a la bilocación, saltando de un escenario a otro en un intento de no perdernos ni un solo instante de esta intensa jornada jazzística. Comenzamos la noche en el gran hall, donde los Lehmanns Brothers nos regalaron una refrescante dosis de funky jugoso y vibrante. Este formidable ensemble de jóvenes músicos, que se conocieron en el colegio, conquistó al público desde el primer compás. Su carismático líder, vocalista y frontman logró desdibujar cualquier expectativa sobre su origen natal. Con una energía arrolladora que evocaba el espíritu de James Brown, su presencia en escena y su sentido del humor parecían sacados directamente del corazón del funk estadounidense. La música, cargada de groove y acompañada de letras que invitaban a una celebración amorosa y pacífica de la vida, terminó por levantar a toda la platea, que no dudó en entregarse al baile.

Tras este electrizante espectáculo, llegó el turno del legendario baterista y compositor Billy Cobham. Su impacto en el jazz y la fusión sigue siendo, aún hoy, una referencia ineludible, manteniendo su espíritu innovador intacto. La imponente configuración de su batería, con su característico doble bombo, aporta una potencia arrolladora al sonido de su banda. Cobham presentó el Spectrum 50 Project, una formación que celebra el 50 aniversario de su icónico álbum Spectrum, piedra angular de la fusión. La banda, resultado de dos años de gira conmemorativa, revivió la esencia de aquel revolucionario trabajo con la misma energía que lo convirtió en un hito de la historia del jazz.

Con no poca prisa, nos dirigimos al Stadtsaal para disfrutar del segundo pase de la Bujazzo, la Bundes Jazz Orchester. Si queréis conocer más sobre esta extraordinaria Big Band, os recomendamos escuchar el doble episodio de nuestro podcast donde entrevistamos al saxofonista barítono Lorenz Kanuft y al director del proyecto, Henning Vetter. Esta agrupación es un verdadero semillero de talento, formada por músicos jóvenes —algunos aún en el bachillerato y otros en la universidad— que consiguen un sonido que rinde homenaje a las grandes Big Bands de la historia, a la vez que incorpora elementos de la tradición folclórica alemana. En esta ocasión, presentan un proyecto de gran carga histórica y emocional, donde reinterpretan la música —comúnmente conocida en Alemania— de compositores alemanes perseguidos por el régimen nazi, dándole nueva vida dentro del contexto orquestal del jazz. Un concierto imprescindible, lleno de memoria, reivindicación y excelencia musical. Al mismo tiempo, en el Juz, las bandas Karaba y, seguidamente, Grande Mahogany se habían encargado de sembrar la fiesta a través de sus diversas propuestas artísticas, que combinaban jazz y rock psicodélico los unos y R&B, soul y rock los otros.  Muchos de estos músicos no quisieron perderse la oportunidad de prolongar la magia de la noche y, más tarde, se dejaron caer por la jam session del Jazzkeller, avivando aún más el fuego de un ambiente que poco tardó en aprobar la excelencia de los mismos.

Llegó el sábado, aún más intenso que la jornada anterior. Tradicionalmente, en la Jazzweek de Burghausen, este día está dedicado al blues, y las dos bandas que actuaron en el Wackerhalle a media tarde lo demostraron con creces. Primero, la Jimmy Reiter Band, que logró un sonido auténticamente americano, con un timbre vocal que evocaba el blues de John Mayer y una agrupación que respiraba la esencia más pura del género. El público, con sonrisas de oreja a oreja, aplaudía entusiasmado al presenciar en directo una banda que encarnaba el espíritu del blues más tradicional. En segundo lugar, Vanessa Collier, múltiple galardonada en la escena del blues, deslumbró con su poderosa presencia en el escenario y su impresionante capacidad musical. Con su imponente voz, su saxofón alto y su guitarra, desplegó un espectáculo en el que fusionó bluegrass, blues, country y soul, entre otros géneros. Su cuarteto dejó al público boquiabierto, demostrando una versatilidad y energía arrolladoras.

Al caer la tarde, el Wackerhalle ofreció una propuesta más convencional, mientras que el Stadtsaal apostó por una programación arriesgada y vanguardista. Afra Kane, al frente de su cuarteto, desplegó un abanico de estilos siempre enraizados en su herencia nigeriana, aportando una profundidad y frescura inconfundibles. Por su parte, la Fabia Mantwill Orchestra, en la línea de grandes compositoras como Carla Bley o Maria Schneider, llevó la exploración sonora a otro nivel, con la destacada participación del percusionista Rhani Krija como invitado especial asegurando una noche repleta de sonidos inolvidables.

Por otro lado, el Stadtsaal albergó primeramente a Louise Jallu, que ofreció una de las propuestas más vanguardistas del festival con su quinteto, explorando sonoridades innovadoras desde su bandoneón. Su enfoque recuerda a la tradición clásica trasladada a un formato orquestal reducido, con composiciones estructuradas en múltiples secciones y una fuerte carga experimental. Uno de los momentos más sorprendentes de su actuación fue una pieza inspirada en la Sonata en Fa# menor de Robert Schumann, donde transformó elementos de la obra en una reinterpretación moderna. También jugó con sonidos urbanos, como las sirenas de la policía francesa, cuya melodía le evocaba un preludio clásico y sirvió de base para una de sus composiciones. A lo largo del concierto, la influencia de la vanguardia francesa fue evidente en la riqueza tímbrica y el uso de técnicas extendidas en todos los instrumentos. Destacó una poderosa versión del Bolero de Ravel. En su repertorio no faltaron guiños al tango y a Piazzolla, con una interpretación de Oblivion que cerró con una atmósfera melancólica e hipnótica. Jallu, de pocas palabras y con un marcado acento francés, dejó que su música hablara por sí sola. Además, incorporó secuencias de sonidos y grabaciones de voces de compositores, generando una experiencia sonora envolvente que desafió las fronteras entre el jazz, la música clásica y la experimentación contemporánea.

Seguidamente apareció el sexteto RADIOELECTRIC que contaba con la cantante italiana Sabina Sciubba al frente. El baterista, Cyril Atef, manejaba un micrófono con el que grababa loops en vivo, creando capas de percusión a partir de objetos inesperados. Sobre el escenario, una mesa repleta de herramientas de carpintería —martillos, sierras automáticas, taladros— se convirtió en un insólito set de percusión, sumando texturas industriales a la experiencia sonora. El espectáculo transitó entre el free jazz, la experimentación ambiental y momentos de groove con armonías bluesy, incluso dejando espacio para un swing camuflado en la locura sonora. La producción electrónica jugó un papel clave, con una mezcla de sonidos en vivo y procesados que añadieron profundidad y caos controlado al concierto. Sciubba, con cerveza en mano y actitud despreocupada, supo llevar el show con naturalidad, modulando su voz con efectos que amplificaban la sensación de performance. Hubo interacción esporádica con el público —comentarios, movimientos hacia el frente del escenario, elementos de vestuario— todo medido con precisión para mantener el impacto sin excesos. El sexteto mostró una instrumentación diversa, con contrabajo, bajo eléctrico y cello aportando un espectro sonoro amplio, mientras que el guitarrista desplegó un arsenal de guitarras para diferentes matices. La audiencia reaccionó de manera dispar: algunos se dejaron llevar por la experiencia y hasta subieron a bailar, mientras que otros optaron por abandonar la sala. La propia Sciubba calificó a los asistentes como courageous, en un guiño a la valentía necesaria para sumergirse en una propuesta tan radical y sin concesiones.

Por si fuera poco, tras estas magníficas actuaciones, Burghausen daba paso a su emblemática Jazznight: una velada en la que la música se apoderaba de cada rincón del casco antiguo. Clubs, bares, restaurantes y locales de todo tipo acogían hasta nueve propuestas diferentes, abarcando desde el soul, funk y jazz, hasta el blues, ska, Motown y salsa afrocubana. El ambiente era el de una auténtica fiesta itinerante, donde el público podía ir de un sitio a otro, sumergiéndose en un mosaico sonoro que celebraba la diversidad y el poder unificador de la música. Los más entusiastas apenas notaron que la noche se acortaba por el cambio horario y su energía no decayó. La música siguió resonando hasta bien entrada la madrugada.

El domingo, último día del festival titulado Next in Jazz, despidió a todos los asistentes con tres conciertos a media tarde en el Stadtsaal protagonizados por tres tríos: Knobil, PRIM con un invitado especial al cello, Lucas Lauermann, y Antiánima, un trío de mejicanos que levantó a toda la audiencia en un aplauso interminable. La clausura definitiva llegó por la noche en la mítica bodega del jazz, donde primero el trío de Fields y luego los Dixie Dogs pusieron el broche final a una semana inolvidable de música y emociones en Burghausen.

By José Cabello Llano

Abril 08, 2025

Lluís Capdevila Trío – AIEnRutaJazz 2025

Lluís Capdevila Trío – AIEnRutaJazz 2025

LLUÍS CAPDEVILA TRÍO

AIEnRutaJazz 2025

31

Marzo, 2025

Texto: Ricky Lavado

Lluís Capdevila, piano/ Luca Santaniello, batería/ Petros Klampanis, contrabajo

AIEnRutaJazz 2025

 El pianista del Priorat Lluís Capdevila creció en un paisaje típicamente mediterráneo, rodeado de viñedos, que modeló su sensibilidad artística. Desde su más tierna infancia, la libertad de expresión y la creatividad le conectaron con la interpretación pianística, la composición y la improvisación. Pese a formarse en Derecho, abandonó la carrera de abogado para dedicarse plenamente a la música. El jazz le llevó a Nueva York, donde, con una beca Fullbright, estudió en la escuela de Aaron Copland y se doctoró en Artes Musicales.

En el terreno discográfico, Capdevila ha publicado numerosos trabajos presentando sus propias composiciones en una variedad de formatos: en solitario, dúo con Petros Klampanis (bajo) y trío añadiendo a Luca Santaniello (batería), y ocasionalmente con colaboradores estelares como Tom Harrell (fliscorno) y Joe Lovano (saxofón).

Como artista debutó con el disco ‘Diàspora’ (2016), bien recibido por la crítica y con un buen cúmulo de presentaciones. De entonces, ha grabado cuatro trabajos más: ‘Daybreak Explorations’ (2018), ‘Ràdio Cinematogràfica’ (2019), con la colaboración de Tom Harrell, ‘Ètim’ (2020), a piano solo, concebido en la Catedral del Vi (Falset), y ‘Social’ (2021).

Para su séptimo álbum ha recibido una beca Leonardo de la Fundación BBVA para reinterpretar y producir: ‘MOMPOU Revisited: Intimate Impressions’ en un contexto de trío de piano jazz. Esta propuesta explora la obra de Mompou desde una perspectiva contemporánea.

Texto: Ricky Lavado

Marzo 31, 2025

Daniel García Diego Entrevista – Jazz Círculo

Daniel García Diego Entrevista – Jazz Círculo

DANIEL GARCÍA DIEGO

Entrevista

Jazz Círculo

 

20

Marzo, 2025

Escucha el Podcast!!!

En el marco del prestigioso ciclo Jazz Círculo que tiene lugar en el precioso Círculo de Bellas Artes de Madrid, el trío de Daniel García Diego ha cerrado la temporada 2024/2025 con un precioso concierto. Respaldado por sus amigos y compañeros cubanos Michael Olivera y Reinier Elizarde, concido como el Negrón, Daniel ha conseguido innumerables galardones a lo largo de su trayectoria profesional. En este concierto hemos sido testigos del poderío de su música y de la conexión única que surge entre los tres integrantes. Sus diálogos y conversaciones musicales manifiestan una fluidez de tal naturalidad que estos tres titanes dejan de percibirse como partes independientes para convertirse en un todo indivisible.

Antes de su espectáculo, Dani nos ha concedido un breve momento de conversación en el que nos ha compartido mucho acerca de su método compositivo, su nuevo disco, Wonderland, y demás anécdotas y curiosidades del todo interesantes.

¡Que disfrutéis mucho de la entrevista!

 

In&OutJazz: Daniel, reconocido mundialmente como pianista y compositor excelente, has sido premiado varias veces por diferentes entidades, festivales, etc. Has publicado varios discos y con varios proyectos también, entre los cuales destaca tu famoso trío con el Negrón y con Mincha, que tenemos tantas ganas de escuchar esta noche. Has colaborado con un sinfín de artistas de gran envergadura y para que todos conozcan los pormenores de tu trayectoria dejaremos tus redes también linkadas a la publicación. Y nada, hoy por fin pasas por la capital española para deleitarnos con tu arte, que es difícil, como te decía antes, pillarte por aquí. Siempre estás de gira tocando por del mundo. Y nos alegra tener un artista de este calibre nacido en nuestra España. Entonces, nada, agradecemos también al Círculo de Bellas Artes por programarte y por esta oportunidad. Y nada, te quería preguntar cómo estabas, si estás contento de estar en Madrid y si estás con ganas de esta noche.

Daniel García Diego: Muchísimas ganas. Llevamos tiempo sin tocar en Madrid, como dos años o incluso un poco más, y estábamos deseando ya poder tocar de nuevo aquí en nuestra ciudad. Así que nada, con muchísimas ganas de empezar.

Nosotros y la audiencia también, te lo aseguro. Cuéntanos, ¿cuál es la idea principal detrás de tu último trabajo publicado con el trío Wonderland?

Pues Wonderland es un disco un poco temático, en el sentido de que todas las canciones giran en torno al concepto de Wonderland, que, bueno, como sabéis, es un poco el país de las maravillas en inglés. Pero lo que yo llamo Wonderland en este disco es el mundo interior que cada uno de nosotros tenemos dentro. Entonces, es un mundo muy rico, lleno de paisajes diferentes, que conforma al final quienes somos nosotros. Entonces, cada tema del disco está enfocado en un aspecto diferente de este mundo interior. Y los títulos de las canciones están un poco también puestos de manera que la persona que escucha la música y lea el título de la canción pueda sentir algún tipo…, pueda evocarle algún tipo de sensación interna, ¿no? Entonces, bueno, pues así a grandes rasgos es un poco el concepto.

Me ha sorprendido que estaban los títulos en inglés, pero entiendo que, claro, así llegamos a…

Sí, bueno, es una manera de llegar a un público un poco más amplio, si lo quieres ver así. Claro, claro. De todos los títulos que son en español, pero…

De todos los temas, que son varios…, yo vengo todos estos días escuchándolos todos. Y es una preciosidad, de verdad. Os doy la enhorabuena como trío y a ti como compositor. De todos los temas, ¿cuál es con el que más te identificas o últimamente…? Entiendo que con todos, claro.

Es difícil de saber, porque hay un momento para cada uno de la misma manera que hay un momento para cada estado de ánimo. Hay un tipo de música diferente, ¿no? Entonces, bueno, no sé, es difícil de elegir uno, pero quizás el más representativo es Wonderland, el que da título al disco, que trata un poco de…

Aúna un poco todo, ¿no?

Sí, exactamente. Y, bueno, yo creo que es el primer tema del disco que compuse ya pensando en este concepto y, bueno, pues está bien.

Qué bueno, ¿no? Esperemos que nosotros los primeros, y evidentemente todos, podamos hacer experiencia de estos conceptos y emociones que transmites. ¿Cómo compone Daniel García? ¿Cuál es tu proceso compositivo? ¿Cuál es la concepción de tu último trabajo?

Normalmente mi proceso de composición es a partir de la improvisación.

¡Qué bueno!

Sí, empiezo a improvisar y lo que hago es usar el teléfono para grabarme, como si fuera un mensaje o luego una nota de audio. Improviso y lo grabo y lo dejo descansar y a lo mejor un mes después o bastante tiempo después vuelvo a escucharlo y si hay algo que realmente resuene dentro de mí y que me parezca interesante, pues a partir de ahí empiezo a tirar del hilo de esa idea. Pero siempre me gusta plasmar ideas que surjan en el momento y dejarlas reposar, para no… Porque a veces en el proceso de composición es fácil dejarse llevar por la emoción del momento y eso no siempre te lleva a los mejores lugares. Entonces, bueno, me gusta tener una visión un poco más distanciada de la música que yo mismo he hecho, pero hace tiempo atrás y tener un poco esa visión más objetiva.

¡Qué bueno, qué bueno, interesante! Porque también uno improvisando podría estar pensando en aferrar las ideas, componer, repetir, repetir. Sin embargo, es interesante como esa distancia que te permite, esa cierta como virginidad incluso, ¿no?

Eso es, eso es, exactamente.

Te permite que la idea cobre vida ella sola, ¿no?

Eso es.

En ese tiempo de fermentación.

Eso es.

¡Qué bueno! Reinier y Micha, tío, ¿qué puedes decirnos de ellos? ¿Qué admiras de ellos? ¿Qué aprendes de ellos? Y si te atreves, ¿qué aprenden ellos de ti?

A ver, son mis hermanos musicales. Entonces, llevamos muchísimos conciertos, muchísimos años tocando juntos y ya respiramos a la vez, como se suele decir cuando tocamos juntos. Entonces, yo he aprendido muchísimo con ellos de todo, de la vida, de la música y espero que ellos de mí también. Son muchos conciertos, muchas situaciones diferentes. Entonces, bueno, pues es un placer tocar con ellos. Los tres compartimos una cierta visión de la música, donde hay mucha libertad y mucha confianza entre todos nosotros. Hay mucho espacio para la creatividad y para eso hace falta mucha confianza, para saber que pase lo que pase, vas a tener a los otros dos ahí detrás de ti. Y esto pasa en cualquiera de las direcciones posibles entre los tres.

¡Qué bueno!

Entonces, todos los tres estamos como muy libres de poder, en cualquier momento, hacer algo diferente y sabiendo que da igual porque los otros dos van a estar ahí pase lo que pase.

¡Qué interesante! Decías que respiráis juntos y esto es una expresión que me atrae.

Sí, sí, sí, es muy bonito. Yo creo que es lo más especial de este trío. Yo creo que es esa manera que los tres tenemos de llevar la música como si fuera un solo músico el que la está tocando.

¡Wow, qué pasada!

Hay una cierta sincronización, no sé cómo llamarla, casi espiritual entre los tres y hay muchísima telepatía y pasan cosas que hasta a nosotros mismos nos sorprenden.

¡Wow, qué pasada! Sí, sí, de hecho te iba a preguntar en qué notáis que habéis ido madurando y evolucionando en vuestra interacción y comunicación, pero lo que dices ya nos da muchas ideas.

Sí, es una cuestión… Es primero encontrar músicos afines a tu manera de entender la música y luego es tiempo de muchos conciertos, muchas situaciones diferentes. Y al final, pues sí, se acaba encontrando un espacio común que es muy bonito.

Y creo que a todo el mundo le va a atraer la unidad que expresas, que dices que vivís juntos en el trío, que ya no sois tres partes sino una homogeneidad.

Hoy en día con este mundo loco tan cambiante es difícil encontrar grupos tan duraderos en el tiempo, que llevan tantos años tocando juntos y yo creo que se agradece también.

La gente lo agradece, vamos, yo lo agradezco, o sea que a título personal, de verdad, ¡qué regalo! Bueno, Gilad Hekselman, Lau Noah, desde Nueva York, aunque bueno, Lau es de tierra catalana, ¿no? Y nuestra querida Verónica Ferreiro, menudas colaboraciones, ¿no? O sea, ¿por qué estas personas?

Sí, no puedo estar más contento. Bueno, pues porque los tres me parecen increíbles y bueno, pues en su momento les enseñé la música y les pregunté si les apetecía colaborar y los tres dijeron que sí y estaban encantados, entonces pues más encantado estaba yo.

¡Qué gozada, claro!

Entonces es una maravilla poder tener a cada uno de ellos en el disco y le aportan muchísima luz y muchísima riqueza a este disco, estoy muy contento. Sí, sí.

¿Cómo ha sido el proceso de que ellos vinieran a grabar o lo grabaran desde casa?

Tanto Lau como Gilad estaban en Nueva York cuando había que grabar por temas de deadline con la discográfica, entonces ellos grabaron desde Nueva York y luego Verónica sí que grabó aquí con nosotros en Madrid y una maravilla. Llegó y la primera toma que hizo es la que está en el disco. Fue un momento muy increíble. Sí, sí, es una cantante maravillosa, bueno, y Lau también y Gilad con la guitarra, pues eso…

Creo que le traen al trío en este disco en concreto una frescura preciosa, la verdad.

Sí, sí, sí, totalmente.

Que no quiere decir que cada nota vuestra no sea fresca, ¿eh? Para nada.

No, pero es verdad que añade un color diferente. De vez en cuando en algún tema aparece un invitado y es como…

Sí, sí, es bonito y veros acoger y abrazar a ese artista con toda su potencia es una preciosidad. Bueno, última pregunta más relajada, más liviana. Recomendaciones rápidas. Un disco, ¿ya puede ser contigo o sin ti?

Un disco, buah.

Hay muchos, ¿no?

Hay muchísimos, pero… ¿y tiene que ser de jazz?

No, no, no.

Vale.

No, no, no, pero nada.

Por ejemplo, La consagración de la primavera de Stravinsky dirigida por Teodor Currentzis.

Toma ya.

Con su orquesta, con MusicAeterna.

Qué bueno, sí. ¿Un libro?

Un libro… Ensayo sobre la ceguera, de Saramago.

Toma ya, toma ya, lo anotamos, lo apuntamos. ¿Una peli?

Una peli…

¿O una serie, un documental?

No, una peli, una peli te voy a decir. Por ejemplo, mira, Casablanca, que la vi hace poco. La vi hace poco, que no la había visto, y me encanta de vez en cuando revisar el cine clásico y no había visto Casablanca.

Clásicas, tío, que nos dejan a todos…

Así que venga, Casablanca.

Qué buena, qué buena. ¿Y una comida que ames?

El cocido de mi madre.

Buah, tío, eso ya no te lo podemos pedir, tío. Qué bueno, oye, qué gozo charlar contigo este ratito.

Un placer, de verdad, gracias por venir.

Te dejamos con la familia, con el trío musical.

Gracias, sí, estamos a punto de salir, o sea que vamos para allá.

 Y nosotros también a escucharos con toda las ganas del mundo, de verdad.

Gracias, gracias por venir.

A ti, Dani.

Un placer, tío.

Igualmente.

Marzo 20, 2025

Entrevista a Gigantes del Piano – Piano Day – Summum Concert Series

Entrevista a Gigantes del Piano – Piano Day – Summum Concert Series

 

 

 

 

 

 

 

19

Marzo, 2025

En el marco del prestigioso ciclo Summum Concert Series, nos encontramos con otro acontecimiento excepcional, otro bombazo: el encuentro de cuatro gigantes del piano, Pepe Rivero, Iván Melón Lewis, Cucurucho Valdés y Chano Domínguez. Tres gigantes cubanos y un gigante gaditano que, gracias a Summum, se darán cita mano a mano, piano a piano, encima del escenario del Teatro Fernando de Rojas en el precioso Círculo de Bellas Artes de Madrid. Su encuentro musical podrá disfrutarse el próximo sábado 29 de marzo, dentro de la programación de Piano Day, donde, además, se presentarán otros dos espectáculos con pianistas de primer nivel.

Nosotros hemos tenido la oportunidad de poder entablar una breve conversación con ellos, para preparar nuestros oídos, nuestras mentes y almas para dicho espectáculo. ¡Esperamos que podáis disfrutar de la entrevista!

In&OutJazz: ¡Muy buenas queridos amigos, queridos Pepe, Iván, Cucurucho y Chano! Es un verdadero placer tener la oportunidad de charlar un rato con vosotros. Sois, los cuatro artistas, compositores y pianistas mundialmente reconocidos y admirados. Sabéis ya que desde In&OutJazz nos vemos en la necesidad de apoyar la música y los proyectos frescos que artistazos como vosotros ponéis en marcha constantemente. En esta ocasión, nos ha llamado mucho la atención la cita que tenéis juntos en ocasión del Piano Day promovido por Summum Concert Series, el próximo 29 de marzo en el Teatro Fernando de Rojas a las 20:00. Gigantes del piano es el título que los amigos de Summum han querido dar a vuestra cita y encuentro, y no podemos estar más de acuerdo. Gracias por estar con nosotros y gracias en todo caso a Summum por brindarnos la ocasión de charlar con vosotros este ratito.

Antes de nada, ¿cómo estáis? ¿Tenéis ganas del proyecto? ¿Cómo ha nacido el mismo?

Pepe: Bueno, José, gracias por esta oportunidad, es un placer poder charlar juntos. Gigantes del Piano es un proyecto del cual tenemos muchas ganas. También de continuarlo. Es una idea de Carlos López, que siempre tiene grandísimas ideas. Hace un par de años se hizo con el maestro Chucho Valdés, en los Teatros del Canal. Recuerdo que fue un concierto para la historia. La idea y el concepto es ir compartiendo con grandes pianistas y ahora, gracias al Piano Day, podemos continuar el concepto. En este caso, el poder contar con grandes compañeros, amigos y hermanos que yo admiro muchísimo.

Iván: Muchísimas gracias por la oportunidad, por la visibilidad y por el apoyo a este proyecto y a este concepto tan bonito. Yo a priori estoy bien, me encuentro bien, con muchas ganas de este proyecto, porque si bien más o menos me recuerda al proyecto de características parecidas que comentaba Pepe, no es igual, no es lo mismo. Las circunstancias no son las mismas, los protagonistas no somos los mismos, entonces eso da un añadido de emoción y de ganas, más ganas de hacerlo. Así que… para allá vamos.  Y sí, Carlos que como dicen ahora es el CEO de Summum, es una de las personas imprescindibles en la escena musical madrileña y española porque es alguien que siempre, siempre está pensando y generando ideas para hacer proyectos, para crear. Hay espacios en los que se apoya la música y la cultura en general, y eso siempre es de agradecer.

Cucurucho: Hombre, ha sido un proyecto… Para mí, es una experiencia maravillosa con la que estoy muy ilusionado y la verdad que estoy esperando que llegue el día, aunque hay un solo día para ensayar, pero bueno, estoy esperando que llegue el día y compartir con estos grandísimos músicos a los cuales les tengo un respeto y una admiración tremenda. Pues que ganas que tengo que llegue el día, ya quiero que sea ya. Y bueno, en cuanto al origen, a ver, yo no tengo todo el conocimiento, pero sí sé que, también, hace un tiempo, creo que fue en el 2015, que a Nils Frahm se le ocurrió esta maravillosa idea, que después de los primeros 88 días de cada año, por las 88 teclas del piano, se hiciera el día internacional del piano. Pues nada, este año es el 29 de marzo. Ya se ha hecho en otras ocasiones y la verdad que, nada, me hace mucha ilusión estar en este hermoso proyecto, la verdad.

¿Habéis colaborado ya en otras ocasiones juntos? ¿Qué creéis que será novedoso en este encuentro? ¿Qué es lo que más os atrae a cada uno y qué es lo que más vértigo os da?

P: Bueno, la verdad que ya hemos tenido ocasión de trabajar juntos. En este caso, lo novedoso va a ser Cucurucho Valdés, que es un pianista extraordinario, cubano también, y bueno, en mi caso y creo que también en el de Iván, no habíamos coincidido como tal así en un escenario. Con Chano yo sí he tenido el placer y el honor de compartir a dos pianos y además de tener una estrecha amistad y hermandad musical y humana.  Y bueno, al final lo que más me atrae de cada uno es la manera en que cada uno interpreta y entiende la música, que es algo en lo que también uno se ve reflejado, ¿no? Y en cuanto al vértigo, bueno, que no venga nadie me daría vértigo jajajajaja. Pero bueno, fuera de bromas, va a ser un encuentro también para la historia.

I: Como dice Pepe, algunos hemos colaborado, pero no exactamente las mismas personas que vamos a estar el próximo día 29. En mi caso, con Pepe he tenido la grandísima suerte de compartir escenario en el proyecto y discos también. Un disco llamado Tumbao en Madrid, que hemos publicado el año pasado con el sello Cezanne Producciones. Y como dice Pepe, lo que más me atrae creo, es el hecho en sí de poder compartir escenario con unos grandísimos pianistas y sobre todo músicos y creadores de la talla del, imagínate, el señor maestrísimo, ilustre y enorme, enormemente bella persona, Chano Domínguez, y mi hermano queridísimo, talentosísimo, de manera infinita y rebosante, de buena energía y alegría, Cucurucho Valdés. Eso para mí no tiene parangón, es un aliciente muy importante, muy grande para mí. Tengo ganas de poder explorar e investigar y descubrir y a la vez disfrutar y saborear los puntos en común que podamos tener, sobre todo con Chano y con Chucurucho, que como te decía, no he tocado antes con ellos. Los puntos en común que podamos tener a la hora de concebir y compartir la música sobre un escenario. Esto es novedoso y me atrae muchísimo, me motiva, me da ganitas de hacerlo. Y en cuanto al vértigo…, no sería bonito que no sea natural la cosa. A estas alturas, yo qué sé, ya son muchos años, muchos escenarios, muchos conciertos y bueno, uno se va buscando la vida para acomodar el vértigo y el nerviosismo natural y bajo mi punto de vista necesario, que va unido al hecho de la puesta en escena del tipo de espectáculo cultural, el que sea. Eso siempre, los nervios y las maripositas en el estómago, eso siempre está. Pero bueno, uno poquito a poco va aprendiendo a controlarlas, incluso a disfrutarlas, te diría. Sí, más que vértigo, porque no es vértigo la palabra, al menos para mí, no me gustaría que la puesta en escena de un espectáculo de estas características donde evidentemente la improvisación y la espontaneidad va a jugar un papel bastante importante, pues no fuese lo, se perdiese o no se consiguiese de la manera que al menos a mí me gusta. Pero nos toca trabajar en ello, para que no pase.

C: Fíjate, para mí es la primera vez que vamos a estar juntos todos. Yo había tenido colaboraciones con otros músicos, otros artistas, otros pianistas, sí, pero no con Melón, ni con Pepe, ni con Chano, la verdad que no. Va a ser algo muy bonito, muy novedoso para mí. Yo creo que ellos sí han compartido en algún momento, pero para mí va a ser algo novedoso. Yo creo que novedoso va a ser todo. Desde el abrazo hasta la última nota. Yo creo que todo va a ser una cosa bonita, nueva para mí, me refiero para mí. Y bueno, para ellos hacía conmigo también, porque nunca hemos estado juntos, como te dije anteriormente. Y yo creo que estoy abierto a toda novedad. Lo más interesante es esa cosita que te entra y yo sé más o menos qué estilo tiene cada uno, porque los oigo desde hace mucho, y ya te digo, son paradigmas de mi carrera. Pero wow, ahora estar con ellos, yo creo que todo va a ser novedoso. Desde la primera palabra hasta la última. Y, bueno, a mí me atrae todo, todo, todo, todo, todo, de estos pianistas. Su estilo, su manera de sentir, que es muy bonita, porque cada cual tiene su universo, y eso es algo que me atrae también. O sea, vamos a poder estar un día en el universo del otro. Vamos a converger, vamos a confluir, vamos a… Y eso es lo que me atrae. Lo que me atrae es el poder compartir. Y lo que no me atrae, lo que me da vértigo, pues no es nada. La música, yo siempre la disfruto. O sea, para mí es siempre una felicidad. O sea, que me atraiga, sí. Que me haga vértigo, nada, nada, nada. La música siempre es para compartir, no es para competir. Y eso es algo que lo tengo muy presente. Así que, en todo caso me da vértigo que se suspenda el show, que se suspenda el proyecto, que se…, eso es lo que me da vértigo, pero nada más.

 

Tres de vosotros hundís vuestras raíces en Cuba, mientras que tú, Chano, eres gaditano. ¿Qué pensáis al respecto? ¿Cómo entran en diálogo vuestras influencias y raíces?

P: Realmente nuestras raíces cubanas tienen dos vertientes, España y África, como bien es sabido. Musicalmente hablando, nos debemos muchísimo a las dos partes. De hecho, en el caso del flamenco, siempre se habla de los palos de ida y vuelta, ¿no? Y bueno, es una música que nunca ha sido lejana, al contrario, la hemos ido aprendiendo. En mi caso, ya son 26 años viviendo aquí, ya me considero un cubañol. La manera de comunicarnos depende de que al final estamos hablando en el mismo idioma musical, porque además, tanto Chano, que es un amante de toda la música, porque todo lo que vamos a estar aquí, nos encanta la música. No me gustan que las etiquetas de latino o jazz, es un músico de jazz, o es un músico… En mi caso, y yo creo que mis compañeros estarán de acuerdo también, somos músicos, que nos encanta la música y nos encanta también la improvisación del momento, y el poder dialogar, en este caso, que es lo que va a ocurrir en el escenario, desde la sinceridad, desde la admiración, creo que va a ser un encuentro muy curioso.

I: Imagínate lo que pensamos de nuestras raíces, cuatro pianistas con unas raíces musicales muy profundas, muy marcadas y muy claras y muy intensas. No sé, en el caso de Chano, él te podrá hablar, desde luego, no sé, para hacer una enciclopedia. Nos lleva mucha ventaja, en fin, el maestro sabe, tendrá mucho que decir. En mi caso, bueno, en el caso, hablo un poquito, muy leve, por los otros tres, porque como bien dices, compartimos raíces, venimos de Cuba. Nos hemos formado allí, hemos mamado, hemos tenido tiempo de compartir ese legado, de saborearlo, de tocarlo, de experimentar con él, de compartirlo, de interactuar con otras generaciones estando allí en Cuba, luego estando aquí en España, yendo allí, regresando, gente que viene de allí. En fin, la música cubana, no sé yo quién te diga ahora, la influencia y la importancia que ha tenido y que tiene, incluso en varias ramas de la música contemporánea, evidentemente el jazz, el jazz latino, la música bailable, toda la gama de géneros que ha aportado la música cubana, digamos, a la literatura musical mundial. Boleros, sones, el feeling, las huarachas, más recientemente la timba, que es un género de música popular bailable pero que tiene una influencia muy importante del rock, continúa teniendo, cómo no, influencias del jazz. En fin, es una bendición y una grandísima suerte haber podido tener esa interacción tan importante y tan fuerte con las raíces de mi país de nacimiento. Además es prácticamente constante el aporte de figuras, de artistas hacia esa influencia. Estamos hablando de que desde muy temprano, desde hace mucho tiempo está habiendo artistas nacidos y formados ahí en Cuba que están todo el tiempo haciendo un trabajo más que meritorio, aportando ideas, géneros musicales, sugerencias de géneros musicales, que luego esas sugerencias a posteriori otros artistas las pueden tomar y las reconducen y da lugar a un nuevo género musical. Y la lista, imagínate, sería interminable. Sindo Garay, Ernesto Lecuona, Bola de Nieve, Bebo Valdés, Chucho Valdés, Benny Moré, Miguelito Cuní, Arsenio Rodríguez, Omara Portuondo, Emiliano Salvador, Gonzalo Rubalcaba, Juan Formel…etc. Es un sinfín de nombres que sería prácticamente injusto citar algunos porque se quedarían muchísimos, muchísimos fuera. Entonces, para mí es una auténtica bendición ser un humilde receptor de todo este legado y luego tener la responsabilidad que tenemos los artistas de hacer algo con este legado, no dejarlo ahí de manera inerte, sino tomarlo y si tienes inquietudes y te interesa y quieres y te nace y el bichito no te deja no hacerlo, que es mi caso, pues tomar ese legado y hacer algo con él e intentar poner tu granito de arena. Y esta Cuba, interactúa de manera proporcional con la raíz española. Ya que Cuba y España, por todos es sabido, la grandísima cantidad de idiosincrasia, no solamente musical y cultural, sino social también que comparten. Entonces, sobre todo, si hablamos del flamenco y el maestro Chano Domínguez, que es un exponente para mí, para mí es el exponente del piano flamenco en los últimos, no sé, 37 años, 45, 40, 50 años. Es un jazzista mundialmente reconocido. Entonces, creo que es una, digamos, es una pieza muy importante que pone de manifiesto esta amalgama de sonidos, de colores, de olores, de sabores, ese para aquí y para allá que siempre ha habido y que continúa habiéndolo entre la música cubana y la música flamenca. Entonces, bueno, la interacción creo que es total.

¿Qué música escucharemos desde el patio de butacas? ¿Habrá más composición o más improvisación? No desearíamos que nadie redujese vuestra propuesta a “será música cubana” o “será música cubana y flamenco” o “harán algo de jazz”. Nos gustaría que nos dierais un adelanto de las profundidades de la propuesta que haréis si es que las hay.

P: Creo que todo el público que va a asistir a este gran día, donde también pasarán otros grandísimos artistas, va a ser un día, la verdad, lleno de teclas blancas y negras. Todo el que se siente en el patio de butacas, pues va a escuchar a cuatro pianistas, desde lo más íntimo, puesto que cada uno interpretará a piano solo. Van a ver a cuatro pianistas interactuar, en este caso con Chano Domínguez. Tener la suerte y el placer de tener tan gran pianista que tanto admiramos y de poder compartir, en mi caso, nuevamente, es algo como para aprovecharlo. Creo que la gente va a poder escuchar un poco de todo. Porque, como bien saben, el jazz te lleva, te puede llevar por los caminos más recónditos y te puede sorprender. Pero básicamente va a ser un homenaje a quien fue y es, que está presente aquí con nosotros y lo llevamos en todo momento, al señor Bebo Valdés y Chucho Valdés, es decir, el legado que ya ellos han dejado a través de sus composiciones, a través de esa manera única de tocar el piano. La gente va a escuchar un repertorio que le sonará, y obviamente la interpretación que cada uno le va a dar, y creo que va a ser muy divertido.

I: Sí, es un poquito sorpresa lo que tenemos entre manos, ya que es un poco sorpresa, incluso hasta para nosotros mismos. Estamos intentando darle algunos matices y alguna cosita que lo diferencie del resto. Entonces, no puedo tampoco estar adelantando mucho más. A ver si lo conseguimos. Ya eso le toca al público dar el veredicto final después del concierto. Habrá composición sobre la cual se improvisará, evidentemente. Somos pianistas, los cuatro, muy amigados con el jazz, cada uno desde su perspectiva, la perspectiva flamenca, la perspectiva latina, la perspectiva cubana, la perspectiva de todo mezclado. Lo veo en la música y la cultura, la mezcla, la amalgama de cosas, de estilos, de corrientes, de influencias. En fin, será eso, improvisación sobre composiciones.

C: Bueno, mira, yo en mi caso, pienso que los oyentes que estarán ahí en el teatro, pues no sé bien qué pueden esperarse porque no tengo nada contemplado para este día. No tengo nada contemplado solo voy a dejarme llevar. Quizás unos días antes pues si me ponga a ver cositas, pero voy a tocar el piano. Puede ser en un momento determinado piano cubano, piano clásico que estudié mucho y pueden ser otros géneros como compositores americanos, brasileños…etc. Creo que voy a tratar, modestamente, de reunir todos estos estilos que están en nuestra formación desde pequeños. Sobre todo la música clásica, la música cubana, que esa la llevamos dentro. Y, bueno eso es lo que creo que van a escuchar, un poco de todo. Improvisación claro que habrá, yo creo que sí. Es la manera de expresar, de sentir, de desahogar de todo músico. La improvisación es el momento más libre que tenemos y creo que van a disfrutar de ello también. Así que creo que habrá un poquito de todo. Muchas gracias por esta oportunidad, estoy muy contento e ilusionado con lo que viene.

Personalmente cada uno, ¿podéis comentarnos qué exploraciones (musicales o metamusicales), preguntas, búsquedas, reflexiones, conceptos…etc., están definiendo vuestra manera de interpretar y de componer música últimamente?

P: En mi caso, el tema de la composición es algo que siempre me ha fascinado, me ha encantado, y siempre he tenido la curiosidad, desde que era muy niño. Gran parte de mi vida fue en Cuba, hasta los 24 años y toda la otra parte de mi vida la he pasado aquí, y mira, por ejemplo, sin quererlo, sin darte cuenta, el vivir aquí tantos años, el poder compartir con tan grandes músicos, también aquí, de poderte también mezclar con el flamenco, con todas las corrientes y otros folclores de aquí de España, y demás, no te das cuenta, y cuando pasa el tiempo, te vas escuchando, y dices “uy, aquí esto, ¡Cómo ha cambiado!” Incluso armonías, es decir, no es que te lo planteas, es que está, lo respiras. Y en cuanto al tema de las exploraciones, hay algo que últimamente, que vengo haciendo ya hace un tiempo, pero que ahora mismo me ha saltado mucho más la curiosidad y es el piano solo. Justo acabo de grabar mi segundo disco, que sale ahora dentro de nada, y aprovecho para comentar. Estampas y raíces, que es un disco, un homenaje a los grandes compositores españoles, que además forman parte de la música universal también, como fue Albéniz, Granados, Falla, Turina, Mompou, Guridi…etc. Miguel Marqués, por ejemplo, para mí fue un descubrimiento, un compositor de finales del siglo XVIII y XIX, fue medio contemporáneo con Beethoven, y que no es muy conocido, de hecho, han tenido que rescatar obras suyas, que tú lo escuchas, y no tiene nada que envidiar a los grandes compositores y más conocidos. Y de ahí, pues, cogí una sinfonía, y bueno, como digo yo, la hice un desarreglo, y ahí lo llevé. Creo que, bueno, en sentido general, el músico, y los que estamos compartiendo esta entrevista, somos muy inquietos, y siempre va a haber algo nuevo que nos va a llamar la atención y a partir de lo cual vamos a querer desarrollar. Espero haber contestado a la pregunta. No quiero extenderme, que puedo estar aquí, ya te digo, le das un micrófono a un cubano y es un problema eso jajajaja.

I: Bueno, yo, personalmente, tengo una inclinación muy fuerte hacia la música clásica. Siempre me ha gustado mucho y me ha cautivado. A medida que pasa el tiempo, voy pensando que la música clásica…, para mí, mal llamada música clásica, pero bueno, eso es otro debate, supongo que de alguna manera había que llamarla… Quería decir que, a medida que voy creciendo, veo que tiene muchísimo, muchísimo, muchísimo más que decir. Y es una fuente de inspiración muy grande, al menos para mí. Creo que…, no todo, pero muchísimo, muchísimo jazz está dicho. Incluso para el jazz. Siempre he defendido que Chopin y Rajmáninov han sido de los grandes jazzistas de la historia de la música. Chopin, supongo que sin saberlo mucho o nada. Rajmáninov, quizás un poquito más. Porque bueno, vivieron en épocas bastante diferentes. Rajmáninov tuvo contacto directo con el estilo, con el jazz. De hecho, en una de las cartas que leí por ahí, le escribió a su hermana,  ya una vez que él y su familia se erradicaron en California, en Los Ángeles,  y le contaba que por aquel entonces que estaba yendo, a principios de los años 20 sería, o por ahí, a los conciertos de un pianista muy joven, por aquel tiempo, ciego. Estamos hablando nada más y nada menos que de Art Tatum, una de las piezas claves de la jazzística pianística. Entonces, Rajmáninov tuvo la suerte de vivir eso, ese momento. De poder ver a un Art Tatum muy joven. Y bueno, y todo, no solamente a Art Tatum. Primero que tenía la inclinación y la disposición de ir a ver esos conciertos, siendo él ya un compositor muy reconocido y establecido en el género de la música clásica, que en su caso, era de estilo más romántico. Y luego tú te das cuenta en las composiciones de Rajmáninov que fue muy prolífico. Si tú analizas su obra, sus preludios, sus estudios, sus conciertos para piano…, escribió mucha más música. Evidentemente, su música para piano es la más significativa. A poco que agarras así un fragmento de, yo qué sé, 20 o 30 compases de un concierto, ves las progresiones armónicas que usaba Rajmáninov en ese tiempo, y tú dices “pero si esto es jazz, pero de lo más sofisticado que hay”. Entonces, todo esto para decirte que sí, que a mí la música clásica me influencia mucho. Y bueno, últimamente estoy como muy centrado en componer, no música clásica, pero no sé, como que buscando ahí siempre la quinta pata al gato, como se le suele decir, a composiciones que mezclen, que junten mis raíces cubanas también pasadas por aquí, por España, por el flamenco concretamente, que es una música que me lleva al paraíso y más allá. Desde, digamos, la composición y la elaboración, era la palabra que quería decir, que tiene la música clásica. Es un poquito, yo creo que es bastante complicado de explicar porque, bueno, mientras te voy contestando lo voy pensando y es una, no sé, es complicado, es complicado. No sé cómo se va a explicar, pero bueno, por ahí ando, por ahí ando. Y en más cositas, que bueno, que ya se irán desvelando poquito a poco.

Genial, muchísimas gracias a todos por este ratito. Ha sido un verdadero placer. Esperamos que vengan todos y todas a vuestro concierto el próximo 29 de marzo en el Teatro Fernando de Rojas a las 20:00. De nuevo, gracias a Summum por esta oportunidad, y os seguimos la pista atentamente. Un abrazo.

Marzo 19, 2025

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