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En vivo en Lisboa, Nataniel Edelman Trio – Review

En vivo en Lisboa, Nataniel Edelman Trio – Review

Nataniel Edelman Trio

En vivo en Lisboa

Review

22

April, 2025

By: Adailton Moura

Photos: Adriana Melo & Cristina Marx

 

En Vivo en Lisboa (Robalo Music). Nataniel Edelman, piano / Michael Formanek, double bass / Michaël Attias, alto saxophone.

Artwork by Maria Bouza

At thirty three years old, Nataniel Edelman already has an interesting discography, whether as a bandleader or guest. The Argentine pianist is usually accompanied by two other musicians in his recordings and concerts. As the title suggests, En vivo en Lisboa (Robalo Music) is an EP recorded on October 22, 2023 at Penhasco, in the city of Lisbon, Portugal.

Once again, Edelman is accompanied by two great figures of American jazz: Michael Formanek, double bass, and (one of the most inventive musicians of the New York avant-garde) Michaël Attias, alto saxophone. This recording was made in 2023 during the Un Ruido de Agua (Clean Feed Records) tour, which also passed through Porto and Seville, Spain.

Much more experimental than the project they were promoting, also live, En vivo en Lisboa reflects the harmony that the three musicians have. It is an unaligned alignment because it does not have a specific cadence. They improvise following a flow that is sometimes murky, and sometimes smoother. Or that starts calmly and goes into a frenzy, reaches ecstasy and becomes smooth again. At certain moments, the instruments seem to enter into an organized discussion in which none of the voices overpowers the other.

We can hear these conversations in the four songs. They all have an initial theme, but they evolve as they develop. The style, cadence and expertise of each one contribute to the construction of something that is not straightforward. To the most sensitive ears it may sound like a mess, but with a little more attention and listening time it is possible to understand the message they share.

It is light, even in the periods of furor, with the bass acting as a mediator between the saxophone and the piano. It is balanced, spontaneous, free and enigmatic. It also portrays the power that music has to connect an exceptional Latin American pianist with two magnificent veterans of North American jazz in Europe.

 

Written by Adailton Moura

Abril 22, 2025

20º Portalegre Jazz Festival, Portugal 2025

20º Portalegre Jazz Festival, Portugal 2025

21

Abril, 2025

Carlos Barretto / Carlos Bica / João Barradas / Signe Emmeluth / Karl Bjorå / Ole Mofjell / Christian Balvig / Gašper Livk / Dorantes / Bruno Pernadas / José Soares / Mia Dyberg / Asger Thomsen / Simon Forchhammer / Michael Formanek / Craig Taborn / Chris Potter / Eve Risser

Texto: Bega Villalobos

Fotografía: CAEP

Portalegre nos recibe con un sol radiante, preludio del verano que asoma. En este escenario comienza la vigésima edición del Festival de Jazz y Música Improvisada de Portalegre 2025, Portugal. Un festival con dos décadas de compromiso con la música más libre y arriesgada. Un festival que es un referente gracias a una programación exigente a cargo de Pedro Costa, fundador del sello Clean Feed Records, uno de los catálogos más respetados del jazz y la música improvisada a nivel internacional.

Portalegre, ubicada en la región del Alto Alentejo en Portugal, a tan solo treinta minutos de la frontera con España, es una ciudad que ha sabido conservar su autenticidad a lo largo del tiempo. Su centro histórico, con calles adoquinadas y antiguas murallas dominadas por el castillo, ofrece un viaje al pasado en cada rincón. Reconocida por su valioso patrimonio histórico, incluido en la lista de Patrimonio de la UNESCO. Portalegre también destaca por su arraigada tradición artesanal, especialmente en la producción de telas y tapices de gran calidad. Todo ello enmarcado por un entorno natural bellísimo.

En esta edición el contrabajo ocupa el centro de la escena. El Festival rinde homenaje a este instrumento profundo y versátil, abriendo cada jornada con un concierto solo de contrabajo en el Museo del Tapiz. Cuatro conciertos, cuatro contrabajistas, cuatro voces distintas que exploran las posibilidades tímbricas y expresivas de las cuerdas.

La serie comenzó con un referente absoluto del jazz en Portugal: Carlos Barretto, maestro del contrabajo y figura clave en la historia del festival, fue su primer programador, ahora regresa al escenario como artista, presentando su último trabajo, Lonely Dog publicado en 2024. Carlos Barretto combina el arco y el pizzicato con técnicas extendidas y preparación del instrumento. En ciertos momentos, pinzas sujetas a las cuerdas generaron un sonido seco, duro, percutivo, como gotas golpeando la madera. La exploración es constante, como debe ser en un artista que no se detiene. El uso puntual de efectos electrónicos y la creatividad con que manipula el arco, las cuerdas y el cuerpo del contrabajo confirman que estamos ante un músico que sigue evolucionando. Dramático, profundo, versátil y arriesgado. Carlos Barretto abrió el festival con una declaración clara de intenciones.

Después nos dirigimos al histórico Convento de San Bernardo. El altar, bañado en una luz azul impactante, se convirtió en escenario para un concierto único, el esperado encuentro a dúo entre dos grandes nombres de la música improvisada portuguesa e internacional Carlos Bica, contrabajista de renombre residente en Berlín, y el brillante acordeonista João Barradas. Juntos por primera vez con temas de Joao Barradas escritos para este acontecimiento. Un diálogo de exploración e improvisación único. Música improvisada, jazz vanguardia y música clásica contemporánea. Carlos Bica, siempre innovador, melódico, con un enfoque sereno y profundo; João Barradas, compositor inquieto de excepcional musicalidad. Música con espacios, cargada de intención, en un continuo desde lo clásico hasta la abstracción sonora más compleja. Narrativas que sorprenden, se desdibujan, se expanden y se cruzan en tiempo real. Dos maestros, dos generaciones, dos voces que se encuentran por primera vez en una conversación musical sin mapas ni límites. Un concierto increíble.

La exigencia de un concierto en solitario es absoluta: requiere presencia total, entrega sin concesiones. Carlos Bica lo asume con una elegancia serena. Expresión pura, melodía y comunicación directa. Un set lleno de contrastes, diversidad de registros y matices tímbricos: uso del arco, exploración de técnicas extendidas, trazó líneas melódicas y narrativas que generan tensión, expectación y sorpresa, con espacios y silencios, que hacen que la música respire aportando profundidad. Su sonido es melódico y contundente, a la vez que sensible y creativo. Se mueve en un territorio más cercano a la música clásica contemporánea. Un universo en sí mismo. Nos gusta todo de Carlos Bica: su precisión, su riesgo, su sensibilidad, su capacidad de emocionar.

El Centro de Artes Escénicas de Portalegre (CAEP) acogió la presentación del último trabajo de Dorantes, reconocido pianista español de raíces flamencas. A piano solo, el artista ofreció un concierto presentando su disco: Identidad. Su propuesta, la más convencional del festival, fue aclamada por el público.

Explosión de ideas, contrastes y energía vital en el Claustro del Convento de Santa Clara con el cuarteto liderado por la saxofonista y compositora Signe Emmeluth: Emmeluth’s Amoeba Quartet. Desde Noruega llega esta formación explosiva y radicalmente contemporánea, integrada por Karl Bjorå, guitarra, Ole Mofjell, batería y Christian Balvig, piano, junto a Signe Emmeluth en el saxofón alto. Signe Emmeluth, es hoy una de las voces potentes del jazz contemporáneo europeo, que ha grabado a dúo con Kresten Osgood, ha formado parte del Trondheim Jazzorkester y de la Supersonic Orchestra de Gard Nilssen. Presentan el álbum Banshee, su último trabajo nominado al Spellemannprisen (Premios Grammy Noruegos) en la categoría Jazz 2024 y al Danish Music Awards Jazz 2024. Basado en una estética contemporánea, el cuarteto se mueve con soltura entre lo escrito y lo improvisado, combina elementos del free jazz y la música contemporánea. Es una propuesta enérgica, ambiciosa, compleja y absolutamente magnética, de líneas narrativas elásticas, atrayentes de gran vitalidad expresiva en un compromiso con el aquí y ahora.

El contrabajista y compositor esloveno radicado en Ámsterdam, Gašper Livk explora las posibilidades expresivas del contrabajo a través de una estética minimalista y atmosférica. Escuchamos un todo continuo, una sola pieza sin principio ni final, donde el tiempo parece suspenderse. No hay resoluciones. No hay clímax. Solo una línea sonora que flota, persistente, repetitiva. La textura predominante es plana, sin contrastes ni variaciones. No hay timbres definidos, el sonido del roce del arco y de la mano sobre una superficie tensa de las cuerdas. Gašper Livk no busca narrar, sino crear ambiente. El trabajo debut, una caja con cinco CDs, titulado: Introduciendo a Gašper Livk, esta editado por Clean Feed Record.

Destacamos la presencia del guitarrista portugués Bruno Pernadas, una de las voces emergentes más interesantes de la nueva generación, quien se presenta en vivo en un formato solista de guitarra eléctrica. Lo acompaña un invitado de lujo: el reconocido y multipremiado saxofonista José Soares. Ambos músicos son figuras clave dentro de la escena portuguesa. Su compenetración artística tiene raíces profundas, ya que compartieron formación en la Escuela de Espinho. Además, ambos forman parte de varios proyectos del emblemático contrabajista Carlos Bica. En esta ocasión, presentan un proyecto electroacústico con raíz en el folklore portugués, explorado a través de capas de loops, tanto en vivo como pregrabados. Fusión y líneas que llegan incluso al pop.

La saxofonista danesa Mia Dyberg, junto a Asger Thomsen, contrabajo y Simon Forchhammer, batería, presenta Timestretch, editado por Clean Feed Records. Un trío sólido, con un enfoque contemporáneo que alterna un lirismo contenido e intensas pausas expresivas. Procedentes de las escenas de Berlín y Copenhague, Dyberg y su banda exploran la forma del trío de jazz desde una óptica contemporánea, fragmentando y reconstruyendo las narrativas con técnicas extendidas, ostinatos sutiles y un tratamiento espacial del sonido.

El último día del festival abre con el concierto solista del contrabajista estadounidense Michael Formanek, actualmente residente en Lisboa. Un set en el que emplea dos instrumentos, un contrabajo estándar de cuatro cuerdas y otro de cinco cuerdas con una cuerda C alta, lo que amplía su rango tímbrico y expresivo. El programa estuvo centrado en piezas compuestas a partir de una serie de lienzos abstractos pintados por el propio Formanek a modo de partituras. Estas obras, concebidas como punto de partida para la improvisación, sirvieron de marco conceptual para una serie de cuatro piezas abiertas, ejecutadas con y sin arco, cada una con identidad propia. Con una seguridad rítmica impecable y una técnica precisa, Formanek exploró una amplia diversidad de timbres y texturas, y una búsqueda de nuevas sonoridades de enfoque contemporáneo y experimental. El set incluyó además una reinterpretación de Warm Canto, una composición de Mal Waldron. Un solo sorprendente.

En el Centro de Artes Escénicas de Portalegre (CAEP) el encuentro entre dos improvisadores de reconocida trayectoria internacional, uno de los momentos más esperados del festival. Craig Taborn, uno de los pianistas más relevantes y visionarios de la vanguardia jazzística actual de ejecución precisa, arriesgada, firme, delicada, profunda y expresiva. Tiene la capacidad de transportarte, de abrir puertas hacia mundos insospechados. Heredero contemporáneo del espíritu libre de Cecil Taylor, pero con una voz absolutamente propia. Chris Potter, saxofonista versátil, de enorme sensibilidad, e intensidad, discreto en la forma, pero demoledor en el fondo, potencia un diálogo musical de alto nivel. Un viaje con el foco puesto en la improvisación, en la creación y en el arte. No es casualidad que ambos sean considerados referentes absolutos de la escena internacional. Un auténtico lujo.

El cierre del festival no pudo ser más impactante, la arriesgada pianista parisina Eve Risser dejó al público en estado de asombro con una actuación conectada, vibrante y absolutamente impredecible. Su propuesta cruzó fronteras estilísticas con una libertad desbordante. Escuchamos algo de música contemporánea, pasajes cercanos a la musique mécanique, exploraciones electrónicas y hasta techno. En 2023 Eve Risser recibe el prestigioso Premio Paul Acket, otorgado por el North Sea Jazz Festival. Desde su piano vertical preparado, y la propuesta del álbum Après un Rêve, inspirado en Après un Rêve de 1870 de Gabriel Fauré, editado por Clean Feed Records, hace foco en la improvisación: La improvisación como composición interna, dice Eve. Eve Risser traza un recorrido que va desde el lirismo del siglo XIX hacia una estética radicalmente moderna, e incluso futurista. La noche terminó con un set que rozó el techno más eufórico, en sintonía con la fuerza arrolladora de Eve Risser. Un cierre de festival que dejó al público en alto, como ella: up, muy up.

Abril 21, 2025

Liba Villavecchia Trio + Luís Vicente – Muracik (Clean Feed Records) – Review

Liba Villavecchia Trio + Luís Vicente – Muracik (Clean Feed Records) – Review

Liba Villavecchia Trio + Luís Vicente

Muracik (Clean Feed Records)

Review

09

Abril, 2025

LIBA VILLAVECCHIA TRIO + LUÍS VICENTE

MURACIK (Clean Feed Records, 2024)

Liba Villavechia (saxo alto), Álex Reviriego (contrabajo), Vasco Trilla (batería), Luís Vicente (trompeta)

Texto: Enrique Turpin

 

LA NATURALEZA DESMEDIDA

Se dice que Pordenone fue un maestro tocado por la gracia, más terrenal que Tiziano, pero también más pasajero para la memoria popular. Y que, pese a ello, malbarató ese regalo ofrecido por su don. No parece que al trío de Liba Villavecchia le esté ocurriendo lo mismo. Sí, en efecto, son tres las mentes aquí pensantes y ejecutantes cuando al trío nos referimos —a los que se añade el portugués Luís Vicente, que lo expande en cuarteto ocasional—, pero el espíritu que emana de todos ellos se muestra compacto y unísono en cuanto a potencia, alcance y gesto. Fundado hace cuatro años y con varios trabajos de enjundia a sus espaldas (Zaidín, 2022 y Birchwood, 2023) y un recorrido en directo que pasa de lo estimulante a lo necesario, el Trio ha ido consolidando su propuesta para permitirse engrosar su paleta sónica con incorporaciones afines que enriquecen el conjunto hasta hacerlo de una sustancialidad que cuesta. Es lo que ocurre con el brillante trompetista luso Luís Vicente, quien ya había formado tándem con Vasco Trilla (A Brighter Side of Darkness, 2019 y Made of Mist, 2020), del mismo modo en que Trilla lo ha venido haciendo con Villavecchia desde hace ya tres lustros (Asebeia, 2021). De toque limpio y ágil como el infravalorado Ron Horton, con la inventiva de Dave Douglas y el toque energético con el que cuenta Peter Evans –escúchese para la ocasión la pieza “Resolution”, con la que se cierra Muracik-, Vicente es una aportación que expande el formato pero no lo desnaturaliza, si acaso lo amplifica con sonoridades que se acercan a los añorados Atomic, a The Claudia Quintet o a Mostly Other People Do The Killing, por poner ejemplos de estética compartida. Y sí, la sombra de Ornette Coleman es alargada (“Ornette Surrounds”, que lleva la firma de Vicente); pero no es menos la que se une a ese manantial fundacional, donde acaban convergiendo también las enseñanzas de Evan Parker, Roscoe Mitchell o las del mismísimo John Coltrane en sus últimos vuelos libérrimos. Por estos lares, sólo Agustí Fernández y Ramón López se muestran tan mercuriales como Villavecchia. Será por maestros.

El disco fluye de hallazgo en hallazgo, desde la presentación de armas que es “Anticipation” (uno de los tres vértices medulares de Muracik, junto con “Expansion” y “Resolution”, que llevan la firma del líder, pasando por “Vika” y el tema que da nombre al conjunto, de la mano del joven contabajista Álex Reviriego, y la, ya mencionada homenaje, al siempe moderno padre del Free. Como entonces, también existe aquí el orgullo por mostrar una suerte de atmósfera al uso de ‘This is Our Music’, pero sesenta y cinco años después. Fue ayer y no nos acordamos.

Lo cierto es que la ganancia que el trío consigue al emparentar sus dinámicas con las de Vicente y enaltecer todavía más si cabe las armonías y eso tan difícil de lograr que es conjugarse sin jugársela, sin imposturas ni falacias emocionales, es otro de los motivos por los que Muracik lleva en su expresión la génesis de las obras mayores. Resulta curioso afirmar que estamos ante el mejor trabajo del trío cuando se trata de un cuarteto. Paradojas aparte, lo que engrandece la música que aquí se contiene es la apuesta perentoria por la ambición argumental, engrosada por una idea de la libertad compositiva que no tiene miedo de alzar el vuelo y perseguir las sombras del pasado dibujando las propias. No como sombra, que eso sería muy fácil, sino como presencia identitaria de la idea que los alumbra, que no es otra que perseguir la quimera de la composición inmediata y vincularla con una suerte de idea de eternidad. Un ahora que valga sin fisuras para el mañana. Si a alguien todavía se le ocurriera afirmar que el contrabajo volcánico de Reviriego en “Expansión”, que la fiereza de los vientos en “Ornette Surrounds” o que las sutilezas percusivas del final de “Anticipation” son simples e inconsistentes fuegos de artificio es que todavía no acaba de entender que parte de la madurez como oyente transita por pasajes en los que el corazón —léase emoción— parece ganarle la partida al intelecto. Es sólo un espejismo, dado que cuando la composición se muestra bien medida y mejor ejecutada, lo que parece pensado es pura intuición, y lo que surge desde lo imaginado por la espontaneidad lleva muchos años fraguándose en la oscuridad del entreno diario para que, finalmente, aparezca ante nosotros como una improvisación que nos mantiene con la boca abierta y los ojos húmedos por la emoción.

Música elegante, misteriosa, pulcra, ágil, indómita, a pesar de ser falsamente doméstica como el gato de Vasco Trilla que da nombre al fruto del proyecto y que correteó por todo el estudio del baterista mientras se fraguaba el disco ensayo tras ensayo. Muracik y Muracik, disco y felino, personalidades compartidas para una música comprometida con el arte verdadero, ese que desoye calendarios y aspira a lo perenne. Uno jamás queda ahíto con apuestas de este calibre, las que permiten que no se flaquee cuando de lo que se trata es de perseguir la felicidad a ultranza.

Texto: Enrique Turpin

Abril 09, 2025

54º Festival – Semana Internacional del Jazz (Burghausen, 2025)

54º Festival – Semana Internacional del Jazz (Burghausen, 2025)

54º FESTIVAL

Semana Internacional del Jazz

Burghausen, 2025

08

Abril, 2025

 

Alemania ha vuelto a ser nuestro último destino, y esta vez nos ha llevado a Burghausen, una ciudad que derrocha belleza a raudales —y para caudal el de su precioso río Salzach que marca la frontera con Austria— y que alberga una vibrante escena musical. La Semana Internacional del Jazz de Burghausen ha celebrado su 54º aniversario, consolidándose como uno de los eventos más emblemáticos del jazz en Europa. Pasear por la calle In den Grüben es sumergirse en la historia del género: un verdadero paseo de la fama donde resuenan los nombres de leyendas que han pasado por la ciudad como Chet Baker, Ella Fitzgerald, Art Blakey, Buddy Rich, Dexter Gordon, Dizzy Gillespie y Lionel Hampton, entre muchos otros. El vínculo de Burghausen con el jazz se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército estadounidense acampó en la zona, llevando consigo una cultura ya impregnada de swing y bebop. Tras el conflicto bélico, muchos músicos de jazz vieron en Europa una oportunidad para una vida mejor, y ciudades como Burghausen, donde el público ya había desarrollado un incipiente gusto refinado por esta música, se convirtieron en epicentros naturales del género. Hoy, más de medio siglo después, Burghausen sigue vibrando al ritmo del jazz.

El festival ha tenido lugar durante la última semana de marzo, del 25 al 30, desplegando su programación en dos escenarios principales: el Stadtsaal y el Wackerhalle. El Stadtsaal, auditorio del ayuntamiento, se alza en la encantadora plaza central del casco antiguo, a orillas del río Salzach, bajo el castillo más largo del mundo y junto a la iglesia de San Jakob, una joya arquitectónica que rinde homenaje al santo patrono de la ciudad y, curiosamente, también de España. El Wackerhalle, en cambio, se ubica a las puertas de la zona moderna de la ciudad, una área de menor encanto arquitectónico, levantada tras la guerra. Este recinto es el gran auditorio y sala de conciertos de Burghausen, donde han tenido lugar algunas de las actuaciones más destacadas del festival. Si hay un tercer espacio digno de mención, ese es el Jazzkeller, la emblemática bodega del jazz situada al final del paseo de la fama. Este local ha sido uno de los after más concurridos de la semana, y no es de extrañar: cada noche acogía dos sets de música en vivo y una jam session de la mano del Lawrence Fields Trio, acompañado nada menos que por el aclamado contrabajista Yasushi Nakamura y el sublime Gregory Hutchinson a la batería.

El festival arrancó el martes en el Stadtsaal con las actuaciones de los finalistas de los Premios Jazz Joven, una de las citas más esperadas del evento. Entre ellos, merece una mención especial nuestra querida Sara Lilu, quien, en formato dúo junto al talentoso guitarrista Alesander Peña Uriarte, logró cautivar a toda la audiencia con una interpretación llena de sensibilidad y frescura. El resto de finalistas, todos increíbles, incluían a KOOB, Tuva Halse Quintet, Searching for Home y el brillante trío Anaphora que se ha proclamado vencedor de este concurso de 2025.

El miércoles nos condujo al Wackerhalle, donde tuvimos la oportunidad de disfrutar de nuevo de la música envolvente del trío ganador del concurso de jazz joven. La noche continuó con la actuación de la primera gran estrella del festival, Gregory Porter, cuya inconfundible voz resonó con fuerza, arropada por una banda excepcional que contó con músicos de la talla de nuestro querido Tivon Pennicott.

El jueves, en el mismo escenario, el público estalló en aplausos ante la vibrante actuación del gran ensemble OJKOS, la orquesta de compositores de jazz de Oslo, cuya propuesta innovadora y fresca dejó una huella imborrable. Del sonido europeo transitamos rápidamente a la energía arrolladora de la segunda banda de la noche, liderada por el emblemático Kenny Garrett, a quien habíamos tenido el placer de saludar días antes en Madrid gracias a Summum. La banda interpretó con fuerza y pasión la música de su penúltimo disco, Sound From The Ancestors, en un viaje sonoro marcado por gritos de blues, complejos grooves y el inconfundible pulso funky que define esta etapa de su carrera.

Como cada noche, tras los espectáculos, la peregrinación jazzística continuaba. Algunos tomaban el autobús, otros recorrían a pie la ciudad hasta llegar al Jazzkeller, donde la combinación de la bendita cerveza alemana y la música del trío de Lawrence Fields se convertía en un ritual imprescindible. Cada noche, la formación presentaba el primer disco del pianista siempre combinado con standards por todos conocidos y brindando así al público la experiencia de un jazz profundamente arraigado en la tradición afroamericana, vibrante y auténtico, capaz de sanar oídos y almas por igual.

El viernes amaneció soleado en Burghausen, una energía bienvenida para afrontar una noche de programación desbordante. Con dos conciertos en el Wackerhalle, otros dos simultáneos en el Juz Burghausen y otro más simultáneo en el Stadtsaal, la oferta musical se volvía casi inabarcable. Algunos logramos ingeniárnoslas para experimentar lo más parecido a la bilocación, saltando de un escenario a otro en un intento de no perdernos ni un solo instante de esta intensa jornada jazzística. Comenzamos la noche en el gran hall, donde los Lehmanns Brothers nos regalaron una refrescante dosis de funky jugoso y vibrante. Este formidable ensemble de jóvenes músicos, que se conocieron en el colegio, conquistó al público desde el primer compás. Su carismático líder, vocalista y frontman logró desdibujar cualquier expectativa sobre su origen natal. Con una energía arrolladora que evocaba el espíritu de James Brown, su presencia en escena y su sentido del humor parecían sacados directamente del corazón del funk estadounidense. La música, cargada de groove y acompañada de letras que invitaban a una celebración amorosa y pacífica de la vida, terminó por levantar a toda la platea, que no dudó en entregarse al baile.

Tras este electrizante espectáculo, llegó el turno del legendario baterista y compositor Billy Cobham. Su impacto en el jazz y la fusión sigue siendo, aún hoy, una referencia ineludible, manteniendo su espíritu innovador intacto. La imponente configuración de su batería, con su característico doble bombo, aporta una potencia arrolladora al sonido de su banda. Cobham presentó el Spectrum 50 Project, una formación que celebra el 50 aniversario de su icónico álbum Spectrum, piedra angular de la fusión. La banda, resultado de dos años de gira conmemorativa, revivió la esencia de aquel revolucionario trabajo con la misma energía que lo convirtió en un hito de la historia del jazz.

Con no poca prisa, nos dirigimos al Stadtsaal para disfrutar del segundo pase de la Bujazzo, la Bundes Jazz Orchester. Si queréis conocer más sobre esta extraordinaria Big Band, os recomendamos escuchar el doble episodio de nuestro podcast donde entrevistamos al saxofonista barítono Lorenz Kanuft y al director del proyecto, Henning Vetter. Esta agrupación es un verdadero semillero de talento, formada por músicos jóvenes —algunos aún en el bachillerato y otros en la universidad— que consiguen un sonido que rinde homenaje a las grandes Big Bands de la historia, a la vez que incorpora elementos de la tradición folclórica alemana. En esta ocasión, presentan un proyecto de gran carga histórica y emocional, donde reinterpretan la música —comúnmente conocida en Alemania— de compositores alemanes perseguidos por el régimen nazi, dándole nueva vida dentro del contexto orquestal del jazz. Un concierto imprescindible, lleno de memoria, reivindicación y excelencia musical. Al mismo tiempo, en el Juz, las bandas Karaba y, seguidamente, Grande Mahogany se habían encargado de sembrar la fiesta a través de sus diversas propuestas artísticas, que combinaban jazz y rock psicodélico los unos y R&B, soul y rock los otros.  Muchos de estos músicos no quisieron perderse la oportunidad de prolongar la magia de la noche y, más tarde, se dejaron caer por la jam session del Jazzkeller, avivando aún más el fuego de un ambiente que poco tardó en aprobar la excelencia de los mismos.

Llegó el sábado, aún más intenso que la jornada anterior. Tradicionalmente, en la Jazzweek de Burghausen, este día está dedicado al blues, y las dos bandas que actuaron en el Wackerhalle a media tarde lo demostraron con creces. Primero, la Jimmy Reiter Band, que logró un sonido auténticamente americano, con un timbre vocal que evocaba el blues de John Mayer y una agrupación que respiraba la esencia más pura del género. El público, con sonrisas de oreja a oreja, aplaudía entusiasmado al presenciar en directo una banda que encarnaba el espíritu del blues más tradicional. En segundo lugar, Vanessa Collier, múltiple galardonada en la escena del blues, deslumbró con su poderosa presencia en el escenario y su impresionante capacidad musical. Con su imponente voz, su saxofón alto y su guitarra, desplegó un espectáculo en el que fusionó bluegrass, blues, country y soul, entre otros géneros. Su cuarteto dejó al público boquiabierto, demostrando una versatilidad y energía arrolladoras.

Al caer la tarde, el Wackerhalle ofreció una propuesta más convencional, mientras que el Stadtsaal apostó por una programación arriesgada y vanguardista. Afra Kane, al frente de su cuarteto, desplegó un abanico de estilos siempre enraizados en su herencia nigeriana, aportando una profundidad y frescura inconfundibles. Por su parte, la Fabia Mantwill Orchestra, en la línea de grandes compositoras como Carla Bley o Maria Schneider, llevó la exploración sonora a otro nivel, con la destacada participación del percusionista Rhani Krija como invitado especial asegurando una noche repleta de sonidos inolvidables.

Por otro lado, el Stadtsaal albergó primeramente a Louise Jallu, que ofreció una de las propuestas más vanguardistas del festival con su quinteto, explorando sonoridades innovadoras desde su bandoneón. Su enfoque recuerda a la tradición clásica trasladada a un formato orquestal reducido, con composiciones estructuradas en múltiples secciones y una fuerte carga experimental. Uno de los momentos más sorprendentes de su actuación fue una pieza inspirada en la Sonata en Fa# menor de Robert Schumann, donde transformó elementos de la obra en una reinterpretación moderna. También jugó con sonidos urbanos, como las sirenas de la policía francesa, cuya melodía le evocaba un preludio clásico y sirvió de base para una de sus composiciones. A lo largo del concierto, la influencia de la vanguardia francesa fue evidente en la riqueza tímbrica y el uso de técnicas extendidas en todos los instrumentos. Destacó una poderosa versión del Bolero de Ravel. En su repertorio no faltaron guiños al tango y a Piazzolla, con una interpretación de Oblivion que cerró con una atmósfera melancólica e hipnótica. Jallu, de pocas palabras y con un marcado acento francés, dejó que su música hablara por sí sola. Además, incorporó secuencias de sonidos y grabaciones de voces de compositores, generando una experiencia sonora envolvente que desafió las fronteras entre el jazz, la música clásica y la experimentación contemporánea.

Seguidamente apareció el sexteto RADIOELECTRIC que contaba con la cantante italiana Sabina Sciubba al frente. El baterista, Cyril Atef, manejaba un micrófono con el que grababa loops en vivo, creando capas de percusión a partir de objetos inesperados. Sobre el escenario, una mesa repleta de herramientas de carpintería —martillos, sierras automáticas, taladros— se convirtió en un insólito set de percusión, sumando texturas industriales a la experiencia sonora. El espectáculo transitó entre el free jazz, la experimentación ambiental y momentos de groove con armonías bluesy, incluso dejando espacio para un swing camuflado en la locura sonora. La producción electrónica jugó un papel clave, con una mezcla de sonidos en vivo y procesados que añadieron profundidad y caos controlado al concierto. Sciubba, con cerveza en mano y actitud despreocupada, supo llevar el show con naturalidad, modulando su voz con efectos que amplificaban la sensación de performance. Hubo interacción esporádica con el público —comentarios, movimientos hacia el frente del escenario, elementos de vestuario— todo medido con precisión para mantener el impacto sin excesos. El sexteto mostró una instrumentación diversa, con contrabajo, bajo eléctrico y cello aportando un espectro sonoro amplio, mientras que el guitarrista desplegó un arsenal de guitarras para diferentes matices. La audiencia reaccionó de manera dispar: algunos se dejaron llevar por la experiencia y hasta subieron a bailar, mientras que otros optaron por abandonar la sala. La propia Sciubba calificó a los asistentes como courageous, en un guiño a la valentía necesaria para sumergirse en una propuesta tan radical y sin concesiones.

Por si fuera poco, tras estas magníficas actuaciones, Burghausen daba paso a su emblemática Jazznight: una velada en la que la música se apoderaba de cada rincón del casco antiguo. Clubs, bares, restaurantes y locales de todo tipo acogían hasta nueve propuestas diferentes, abarcando desde el soul, funk y jazz, hasta el blues, ska, Motown y salsa afrocubana. El ambiente era el de una auténtica fiesta itinerante, donde el público podía ir de un sitio a otro, sumergiéndose en un mosaico sonoro que celebraba la diversidad y el poder unificador de la música. Los más entusiastas apenas notaron que la noche se acortaba por el cambio horario y su energía no decayó. La música siguió resonando hasta bien entrada la madrugada.

El domingo, último día del festival titulado Next in Jazz, despidió a todos los asistentes con tres conciertos a media tarde en el Stadtsaal protagonizados por tres tríos: Knobil, PRIM con un invitado especial al cello, Lucas Lauermann, y Antiánima, un trío de mejicanos que levantó a toda la audiencia en un aplauso interminable. La clausura definitiva llegó por la noche en la mítica bodega del jazz, donde primero el trío de Fields y luego los Dixie Dogs pusieron el broche final a una semana inolvidable de música y emociones en Burghausen.

By José Cabello Llano

Abril 08, 2025

Lluís Capdevila Trío – AIEnRutaJazz 2025

Lluís Capdevila Trío – AIEnRutaJazz 2025

LLUÍS CAPDEVILA TRÍO

AIEnRutaJazz 2025

31

Marzo, 2025

Texto: Ricky Lavado

Lluís Capdevila, piano/ Luca Santaniello, batería/ Petros Klampanis, contrabajo

AIEnRutaJazz 2025

 El pianista del Priorat Lluís Capdevila creció en un paisaje típicamente mediterráneo, rodeado de viñedos, que modeló su sensibilidad artística. Desde su más tierna infancia, la libertad de expresión y la creatividad le conectaron con la interpretación pianística, la composición y la improvisación. Pese a formarse en Derecho, abandonó la carrera de abogado para dedicarse plenamente a la música. El jazz le llevó a Nueva York, donde, con una beca Fullbright, estudió en la escuela de Aaron Copland y se doctoró en Artes Musicales.

En el terreno discográfico, Capdevila ha publicado numerosos trabajos presentando sus propias composiciones en una variedad de formatos: en solitario, dúo con Petros Klampanis (bajo) y trío añadiendo a Luca Santaniello (batería), y ocasionalmente con colaboradores estelares como Tom Harrell (fliscorno) y Joe Lovano (saxofón).

Como artista debutó con el disco ‘Diàspora’ (2016), bien recibido por la crítica y con un buen cúmulo de presentaciones. De entonces, ha grabado cuatro trabajos más: ‘Daybreak Explorations’ (2018), ‘Ràdio Cinematogràfica’ (2019), con la colaboración de Tom Harrell, ‘Ètim’ (2020), a piano solo, concebido en la Catedral del Vi (Falset), y ‘Social’ (2021).

Para su séptimo álbum ha recibido una beca Leonardo de la Fundación BBVA para reinterpretar y producir: ‘MOMPOU Revisited: Intimate Impressions’ en un contexto de trío de piano jazz. Esta propuesta explora la obra de Mompou desde una perspectiva contemporánea.

Texto: Ricky Lavado

Marzo 31, 2025

Daniel García Diego Entrevista – Jazz Círculo

Daniel García Diego Entrevista – Jazz Círculo

DANIEL GARCÍA DIEGO

Entrevista

Jazz Círculo

 

20

Marzo, 2025

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En el marco del prestigioso ciclo Jazz Círculo que tiene lugar en el precioso Círculo de Bellas Artes de Madrid, el trío de Daniel García Diego ha cerrado la temporada 2024/2025 con un precioso concierto. Respaldado por sus amigos y compañeros cubanos Michael Olivera y Reinier Elizarde, concido como el Negrón, Daniel ha conseguido innumerables galardones a lo largo de su trayectoria profesional. En este concierto hemos sido testigos del poderío de su música y de la conexión única que surge entre los tres integrantes. Sus diálogos y conversaciones musicales manifiestan una fluidez de tal naturalidad que estos tres titanes dejan de percibirse como partes independientes para convertirse en un todo indivisible.

Antes de su espectáculo, Dani nos ha concedido un breve momento de conversación en el que nos ha compartido mucho acerca de su método compositivo, su nuevo disco, Wonderland, y demás anécdotas y curiosidades del todo interesantes.

¡Que disfrutéis mucho de la entrevista!

 

In&OutJazz: Daniel, reconocido mundialmente como pianista y compositor excelente, has sido premiado varias veces por diferentes entidades, festivales, etc. Has publicado varios discos y con varios proyectos también, entre los cuales destaca tu famoso trío con el Negrón y con Mincha, que tenemos tantas ganas de escuchar esta noche. Has colaborado con un sinfín de artistas de gran envergadura y para que todos conozcan los pormenores de tu trayectoria dejaremos tus redes también linkadas a la publicación. Y nada, hoy por fin pasas por la capital española para deleitarnos con tu arte, que es difícil, como te decía antes, pillarte por aquí. Siempre estás de gira tocando por del mundo. Y nos alegra tener un artista de este calibre nacido en nuestra España. Entonces, nada, agradecemos también al Círculo de Bellas Artes por programarte y por esta oportunidad. Y nada, te quería preguntar cómo estabas, si estás contento de estar en Madrid y si estás con ganas de esta noche.

Daniel García Diego: Muchísimas ganas. Llevamos tiempo sin tocar en Madrid, como dos años o incluso un poco más, y estábamos deseando ya poder tocar de nuevo aquí en nuestra ciudad. Así que nada, con muchísimas ganas de empezar.

Nosotros y la audiencia también, te lo aseguro. Cuéntanos, ¿cuál es la idea principal detrás de tu último trabajo publicado con el trío Wonderland?

Pues Wonderland es un disco un poco temático, en el sentido de que todas las canciones giran en torno al concepto de Wonderland, que, bueno, como sabéis, es un poco el país de las maravillas en inglés. Pero lo que yo llamo Wonderland en este disco es el mundo interior que cada uno de nosotros tenemos dentro. Entonces, es un mundo muy rico, lleno de paisajes diferentes, que conforma al final quienes somos nosotros. Entonces, cada tema del disco está enfocado en un aspecto diferente de este mundo interior. Y los títulos de las canciones están un poco también puestos de manera que la persona que escucha la música y lea el título de la canción pueda sentir algún tipo…, pueda evocarle algún tipo de sensación interna, ¿no? Entonces, bueno, pues así a grandes rasgos es un poco el concepto.

Me ha sorprendido que estaban los títulos en inglés, pero entiendo que, claro, así llegamos a…

Sí, bueno, es una manera de llegar a un público un poco más amplio, si lo quieres ver así. Claro, claro. De todos los títulos que son en español, pero…

De todos los temas, que son varios…, yo vengo todos estos días escuchándolos todos. Y es una preciosidad, de verdad. Os doy la enhorabuena como trío y a ti como compositor. De todos los temas, ¿cuál es con el que más te identificas o últimamente…? Entiendo que con todos, claro.

Es difícil de saber, porque hay un momento para cada uno de la misma manera que hay un momento para cada estado de ánimo. Hay un tipo de música diferente, ¿no? Entonces, bueno, no sé, es difícil de elegir uno, pero quizás el más representativo es Wonderland, el que da título al disco, que trata un poco de…

Aúna un poco todo, ¿no?

Sí, exactamente. Y, bueno, yo creo que es el primer tema del disco que compuse ya pensando en este concepto y, bueno, pues está bien.

Qué bueno, ¿no? Esperemos que nosotros los primeros, y evidentemente todos, podamos hacer experiencia de estos conceptos y emociones que transmites. ¿Cómo compone Daniel García? ¿Cuál es tu proceso compositivo? ¿Cuál es la concepción de tu último trabajo?

Normalmente mi proceso de composición es a partir de la improvisación.

¡Qué bueno!

Sí, empiezo a improvisar y lo que hago es usar el teléfono para grabarme, como si fuera un mensaje o luego una nota de audio. Improviso y lo grabo y lo dejo descansar y a lo mejor un mes después o bastante tiempo después vuelvo a escucharlo y si hay algo que realmente resuene dentro de mí y que me parezca interesante, pues a partir de ahí empiezo a tirar del hilo de esa idea. Pero siempre me gusta plasmar ideas que surjan en el momento y dejarlas reposar, para no… Porque a veces en el proceso de composición es fácil dejarse llevar por la emoción del momento y eso no siempre te lleva a los mejores lugares. Entonces, bueno, me gusta tener una visión un poco más distanciada de la música que yo mismo he hecho, pero hace tiempo atrás y tener un poco esa visión más objetiva.

¡Qué bueno, qué bueno, interesante! Porque también uno improvisando podría estar pensando en aferrar las ideas, componer, repetir, repetir. Sin embargo, es interesante como esa distancia que te permite, esa cierta como virginidad incluso, ¿no?

Eso es, eso es, exactamente.

Te permite que la idea cobre vida ella sola, ¿no?

Eso es.

En ese tiempo de fermentación.

Eso es.

¡Qué bueno! Reinier y Micha, tío, ¿qué puedes decirnos de ellos? ¿Qué admiras de ellos? ¿Qué aprendes de ellos? Y si te atreves, ¿qué aprenden ellos de ti?

A ver, son mis hermanos musicales. Entonces, llevamos muchísimos conciertos, muchísimos años tocando juntos y ya respiramos a la vez, como se suele decir cuando tocamos juntos. Entonces, yo he aprendido muchísimo con ellos de todo, de la vida, de la música y espero que ellos de mí también. Son muchos conciertos, muchas situaciones diferentes. Entonces, bueno, pues es un placer tocar con ellos. Los tres compartimos una cierta visión de la música, donde hay mucha libertad y mucha confianza entre todos nosotros. Hay mucho espacio para la creatividad y para eso hace falta mucha confianza, para saber que pase lo que pase, vas a tener a los otros dos ahí detrás de ti. Y esto pasa en cualquiera de las direcciones posibles entre los tres.

¡Qué bueno!

Entonces, todos los tres estamos como muy libres de poder, en cualquier momento, hacer algo diferente y sabiendo que da igual porque los otros dos van a estar ahí pase lo que pase.

¡Qué interesante! Decías que respiráis juntos y esto es una expresión que me atrae.

Sí, sí, sí, es muy bonito. Yo creo que es lo más especial de este trío. Yo creo que es esa manera que los tres tenemos de llevar la música como si fuera un solo músico el que la está tocando.

¡Wow, qué pasada!

Hay una cierta sincronización, no sé cómo llamarla, casi espiritual entre los tres y hay muchísima telepatía y pasan cosas que hasta a nosotros mismos nos sorprenden.

¡Wow, qué pasada! Sí, sí, de hecho te iba a preguntar en qué notáis que habéis ido madurando y evolucionando en vuestra interacción y comunicación, pero lo que dices ya nos da muchas ideas.

Sí, es una cuestión… Es primero encontrar músicos afines a tu manera de entender la música y luego es tiempo de muchos conciertos, muchas situaciones diferentes. Y al final, pues sí, se acaba encontrando un espacio común que es muy bonito.

Y creo que a todo el mundo le va a atraer la unidad que expresas, que dices que vivís juntos en el trío, que ya no sois tres partes sino una homogeneidad.

Hoy en día con este mundo loco tan cambiante es difícil encontrar grupos tan duraderos en el tiempo, que llevan tantos años tocando juntos y yo creo que se agradece también.

La gente lo agradece, vamos, yo lo agradezco, o sea que a título personal, de verdad, ¡qué regalo! Bueno, Gilad Hekselman, Lau Noah, desde Nueva York, aunque bueno, Lau es de tierra catalana, ¿no? Y nuestra querida Verónica Ferreiro, menudas colaboraciones, ¿no? O sea, ¿por qué estas personas?

Sí, no puedo estar más contento. Bueno, pues porque los tres me parecen increíbles y bueno, pues en su momento les enseñé la música y les pregunté si les apetecía colaborar y los tres dijeron que sí y estaban encantados, entonces pues más encantado estaba yo.

¡Qué gozada, claro!

Entonces es una maravilla poder tener a cada uno de ellos en el disco y le aportan muchísima luz y muchísima riqueza a este disco, estoy muy contento. Sí, sí.

¿Cómo ha sido el proceso de que ellos vinieran a grabar o lo grabaran desde casa?

Tanto Lau como Gilad estaban en Nueva York cuando había que grabar por temas de deadline con la discográfica, entonces ellos grabaron desde Nueva York y luego Verónica sí que grabó aquí con nosotros en Madrid y una maravilla. Llegó y la primera toma que hizo es la que está en el disco. Fue un momento muy increíble. Sí, sí, es una cantante maravillosa, bueno, y Lau también y Gilad con la guitarra, pues eso…

Creo que le traen al trío en este disco en concreto una frescura preciosa, la verdad.

Sí, sí, sí, totalmente.

Que no quiere decir que cada nota vuestra no sea fresca, ¿eh? Para nada.

No, pero es verdad que añade un color diferente. De vez en cuando en algún tema aparece un invitado y es como…

Sí, sí, es bonito y veros acoger y abrazar a ese artista con toda su potencia es una preciosidad. Bueno, última pregunta más relajada, más liviana. Recomendaciones rápidas. Un disco, ¿ya puede ser contigo o sin ti?

Un disco, buah.

Hay muchos, ¿no?

Hay muchísimos, pero… ¿y tiene que ser de jazz?

No, no, no.

Vale.

No, no, no, pero nada.

Por ejemplo, La consagración de la primavera de Stravinsky dirigida por Teodor Currentzis.

Toma ya.

Con su orquesta, con MusicAeterna.

Qué bueno, sí. ¿Un libro?

Un libro… Ensayo sobre la ceguera, de Saramago.

Toma ya, toma ya, lo anotamos, lo apuntamos. ¿Una peli?

Una peli…

¿O una serie, un documental?

No, una peli, una peli te voy a decir. Por ejemplo, mira, Casablanca, que la vi hace poco. La vi hace poco, que no la había visto, y me encanta de vez en cuando revisar el cine clásico y no había visto Casablanca.

Clásicas, tío, que nos dejan a todos…

Así que venga, Casablanca.

Qué buena, qué buena. ¿Y una comida que ames?

El cocido de mi madre.

Buah, tío, eso ya no te lo podemos pedir, tío. Qué bueno, oye, qué gozo charlar contigo este ratito.

Un placer, de verdad, gracias por venir.

Te dejamos con la familia, con el trío musical.

Gracias, sí, estamos a punto de salir, o sea que vamos para allá.

 Y nosotros también a escucharos con toda las ganas del mundo, de verdad.

Gracias, gracias por venir.

A ti, Dani.

Un placer, tío.

Igualmente.

Marzo 20, 2025

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