Select Page
Tony Malaby´s Sabino – The Cave Of Winds. Ben Monder, Michael Formanek, Tom Rainey, Tony Malaby

Tony Malaby´s Sabino – The Cave Of Winds. Ben Monder, Michael Formanek, Tom Rainey, Tony Malaby

Tony Malaby´s Sabino: The Cave Of Winds

Ben Monder, Michael Formanek, Tom Rainey, Tony Malaby

17

FEBRERO, 2022

Tony Malaby´s Sabino: Ben Monder, guitar/Michael Formanek, double bass/Tom Rainey, drums/Tony Malaby, tenor and soprano saxophones. The Cave Of Winds (Pyroclastic Records, 2022)

Texto: Ricky Lavado

Libros, películas y discos “de pandemia”. La etiqueta puede resultar maximalista en exceso, o vaga incluso, pero desgraciadamente el espíritu de los tiempos nos deja poco espacio para el análisis o la reflexión sin pasar por el odioso filtro del Covid y sus numerosas mutaciones. Pandemia y confinamiento han pasado a ser elementos clave en el cómo y el porqué de la atmósfera cultural, social y creativa de esta extraña era; ¿un nuevo zeitgeist para definir los no tan felices años veinte del siglo XXI? El tiempo dirá si vivimos un bache puntual o si realmente estamos viviendo un cambio profundo en el mundo, pero de momento lo que podemos afirmar es que (como es lógico) el arte producido en la coyuntura actual recoge de mil formas diferentes la influencia del entorno casi distópico que nos está tocando vivir.

Ben Monder, Tony Malaby, Tom Rainey – Bar Bayeux

El veterano saxofonista y compositor Tony Malaby encontró su propia manera de lidiar con la situación: acostumbrado a alojar sesiones de improvisación en su casa como base de sus procesos creativos, Malaby decidió trasladar el escenario de estas jams a un rincón tan sorprendente como inquietante también: bajo un paso elevado de una autopista de New Jersey. Acompañado de un nutrido grupo de cómplices en el terreno de la improvisación libre y la experimentación más amplia, Malaby grabó cinco volúmenes de esas sesiones nacidas entre ecos de motores, humo, cemento e incertidumbre vital (se pueden escuchar en Bandcamp). Pasado el confinamiento y cuando las restricciones permitieron su vuelta a los estudios de grabación, Malaby desempolvó Sabino, la formación con la que debutó en el año 2000 (Tom Rainey a la batería, Michael Formanek al bajo y Ben Monder sustituyendo a Marc Ducret, guitarrista original) para dar forma a siete piezas surgidas de esa experiencia experimental. El resultado llega de la mano del más que interesante sello Pyroclastic Records y su título (The Cave Of Winds) nos hace viajar a ese no-lugar envuelto en el tráfico de New Jersey.

Tony Malaby’s Under the Turnpike Trio

No resulta fácil definir este disco. Malaby y su banda se muestran en todo momento conectados por algún tipo de telepatía extraña que provoca que cada pieza se desarrolle por caminos inesperados que beben del free jazz, la improvisación, el minimalismo contemplativo, las texturas de jazz clásico de herencia bebop, la densidad industrial y las atmósferas oscuras. Por momentos, como en los once minutos de “Recrudescence” o en la excursión épica de más de dieciocho minutos de la pieza que da título al disco, la interacción entre Malaby, Rainey y Monder toma forma de exploración libre y atmosférica con regusto cinemático y texturas misteriosas y envolventes. En otros momentos, como en la brillante “Scratch The Horse” (con una distorsión enraizada en el metal y la música industrial) o la corrosiva “Insect Ward”, la incomodidad, la tensión y la experimentación ruidista toman el mando. No faltan relecturas, prácticamente irreconocibles, de estándares tradicionales de jazz (“Just Me, Just Me” es una adaptación libre del “Just You, Just Me”, popularizado por Nat King Cole y Thelonious Monk entre otros; mientras que “Corinthian Leather” parte de “Woody ‘n You” de Dizzy Gillespie), y en ningún momento del disco baja el nivel de brillantez, misterio y pura libertad explosiva. Cada composición de The Cave Of Winds muestra una nueva vía expresiva en la que Malaby y los suyos crecen y crecen en un proceso de metamorfosis continua que resulta tan exigente como reconfortante. No es este un disco fácil, pero vale la pena sumergirse en él. Nuevos caminos creativos en estos tiempos raros que vivimos.
Written by Ricky Lavado

Febrero 17, 2022

Monodrama -Mndrmooaa- David Sancho, Mauricio Gómez, Alberto Brenes

Monodrama -Mndrmooaa- David Sancho, Mauricio Gómez, Alberto Brenes

Monodrama: Mndrmooaa

David Sancho, Mauricio Gómez, Alberto Brenes

09

FEBRERO, 2022

Monodrama-Mndrmooaa (Everlasting, 2022). Alberto Brenes, batería, percusión y diseño sonoro / David Sancho, piano, Rhodes, sintetizadores/ Mauricio Gómez, saxo tenor y teclados.

Texto: Ricky Lavado

Lo más prudente a la hora de recomendar un disco que te ha gustado mucho, sobre todo uno recién publicado, suele ser moderar el tono e intentar esquivar la tendencia a la hipérbole, pero en este caso me resulta imposible, así que lo dejaré claro desde un principio: Mndrmooaa me parece una auténtica maravilla de disco. El nuevo trabajo de los madrileños Monodrama es uno de los mejores y más completos discos que se han publicado en este país en los últimos años, y no tengo pruebas, pero tampoco dudas de que nos encontramos ante un trabajo al que, con los años, volveremos una y otra vez como ejemplo de música importante, seria, profunda y desgraciadamente necesaria en los tiempos vacuos que vivimos.

Monodrama – Levitation

MONODRAMA: Sencillamente hacemos música que nos hace vibrar, aunque en la era de los contenidos, sin contenido evidentemente, propuestas musicales como la nuestra están asociadas indivisiblemente a cierto espíritu, cierta búsqueda, y puede que finalmente haya un posicionamiento aunque este sea algo involuntario.

In&Out JAZZ: La música de Monodrama exige atención, está formada por suficientes capas y niveles de lectura como para requerir de un ejercicio de calma y concentración. Es música que no permite una audición pasiva: te interpela como oyente, plantea interrogantes y te lleva a lugares inesperados tanto en lo anímico como en lo intelectual. 

En esta era de los contenidos sin contenido y de consumo rápido y vacío, hacer la música que hace Monodrama puede parecer un posicionamiento ético, un acto de protesta casi.

Absolutamente. Pero no solo de la música, de cualquier disciplina artística, y en cualquier ámbito o faceta de nuestras vidas. Es algo que verdaderamente necesitamos. Cada vez estamos más cerca de olvidar lo que es realmente importante en esta era del híper-entretenimiento, que ha provocado que hasta verdaderos creadores se vean a sí mismos como creadores de contenido. Hay que poner de manifiesto lo que es relevante y necesario para que no perdamos el pensamiento crítico, lo que está en juego no es el interés que suscita tu música o si te van a dar un bolo. Estamos demasiado anestesiados, pensar que todo lo positivo que hemos conseguido no va a perderse es demasiado inocente.

Alberto Brenes (batería, percusiones y diseño sonoro), David Sancho (piano, Rodhes y sintetizadores) y Mauricio Gómez (saxo tenor y teclados) dan forma a Monodrama; un interrogante con espíritu disidente y mirada futurista que, partiendo de parámetros formales más o menos adheridos al cajón de sastre del jazz contemporáneo, hace tiempo que escapa de definiciones específicas. Monodrama suenan a Monodrama, y esta obviedad no resulta aquí un lugar común para esquivar el bulto: realmente el equilibrio comunicativo y el nivel de brillantez creativa que los madrileños han alcanzado pasados los años los sitúa en una liga en la que juegan solos. 

Desde luego, todos los aciertos o hitos son consecuencia de la dedicación y de observar desde la posición de no saber exactamente cómo funciona el mecanismo. Son ya 10 años juntos, aprendemos despacio, pero con firmeza.

“H O B O” (MNDRMOOAA)

” F L E X I O N E S ” (MNDRMOOAA)

A lo largo de Mndrmooaa hay calma glacial, elegancia, serenidad, ambientaciones oníricas y neblinas acogedoras. Hay composiciones que crecen lentamente y se desarrollan de forma expansiva y libre, y también hay espirales obsesivas conducidas por la densidad, la tensión y la oscuridad. Hay jazz orgánico y hay electrónica misteriosa y cerebral. Hay ritmos fracturados, texturas de sintetizador y saxos cortantes como cuchillas de afeitar. Hay riesgo, inconformismo y ese intangible extraño que separa los buenos discos de las obras realmente relevantes. 

La composición empieza con las ideas de Mauricio. A la hora de escribir melodías y armonía o pensar una estructura formal, intenta que sea premeditado. En ese proceso va desechando ideas y escogiendo otras lo cual siempre te pone en el lado de la balanza de la inspiración y el instinto. Tu gusto personal te define. Lo premeditado y lo instintivo cohabitan, son inseparables. Lo mismo sucede en el proceso de composición colectiva de la banda. Hay ideas claras, líneas de investigación acotadas y otras ideas que surgen simplemente tocando e improvisando. Es difícil definir cómo se da el proceso cuando una parte importante del trabajo de composición reside en el trabajo colectivo, en horas y horas de conversaciones y experimentación.

El pulso ternario, lento y arrastrado de Saramande (una de las piezas más inquietantes, complejas y poliédricas del disco);  el crescendo dramático plagado de distorsiones, ritmos rotos y asonancias de Inner Dance; la densidad industrial y los ambientes pesadillescos de There Will Be Blood; las texturas indietrónicas llenas de luz y melodías planeadoras de Golden Age Of The Eye; la elegancia con mentalidad de beatmaker de The Hunt; los pianos dramáticos y emocionantes de Pahoehoe…Muchos son los momentos a destacar dentro de una obra en la que Monodrama suena más seguro y menos autocomplaciente que nunca. Siguiendo unas directrices ya presentes en sus anteriores (y también excelentes) trabajos, en esta ocasión el nivel creativo y la compenetración de la banda da un salto exponencial, ofreciendo una hora larga de música esquiva y fascinante con la que los madrileños subliman su particular equilibrio entre jazz de nuevo cuño, electrónica heredera de Warp Records, un leve poso de post rock ambiental y un tratamiento del sonido y la experimentación textural sin referentes previos en la escena nacional.

El interés por el diseño sonoro nace desde la frustración por no poder aportar a la música elementos que ayuden a crear cierta dimensión. La atracción constante hacia la sonoridad, la importancia del carácter y la intención, elementos como la textura y la frecuencia como herramientas al servicio para la creación de un clima, cada vez han ido cobrando más relevancia frente al tridente hegemónico ritmo-armonía-melodía. Todos aportamos mucho. En términos de producción pensamos en la idea de aplicar una pátina que potencie lo que ya es sólido por sí mismo. En nuestro caso, es inherente al desarrollo fruto de la curiosidad, las cosas se van dando desde un proceso más primario, es un juego.

Como ocurre siempre con Monodrama, su nuevo disco nos pilla descolocados. Hay llamas de aspecto irreal en la portada. Hay noche y lobos expectantes. Hay pulso narrativo, filtro de celuloide noir y una constante textura cinematográfica que nos hace pensar en la banda sonora de un relato que no captamos del todo, pero sabemos que está ahí.

Entendemos que nuestra música pueda provocar esa conexión con las imágenes, aunque quizás sea más obvia esa relación cuando de música instrumental se trata. Mucha gente nos lo comenta, también nos comentan lo bien que quedarían unas imágenes proyectadas en nuestros conciertos, y aun pareciéndonos algo que podría ser interesante y no lo descartamos, nos sigue llamando la atención esta manera casi automática de relacionar música instrumental evocadora con imágenes como si de un ejercicio obligatorio de gimnasia rítmica se tratase. La verdad es que el disco esconde una historia, pero solo se la he contado a mi perra al oído, y así va a permanecer, no queremos joder la vuestra propia.

¿Por qué fuego y lobos?

El fuego fue el elemento sobre el que empezamos a orbitar a la hora de dar título a algunos de los temas. Todo surgió a partir de la propuesta de que en la portada apareciera una casa en llamas (también se propusieron otras cosas ardiendo…). Es posible que esta metáfora de la casa ardiendo, que puede expresar principio o final, ya esté muy manida, pero nos pareció muy oportuno. Que cada uno saque sus propias conclusiones. La idea de los lobos nace a partir de la primera frase de un tema, que se llama Malfire, de la banda sueca Refused, The Wolves are at The Door, que da título a uno de nuestros temas. Para mí, son una alegoría y nos podrían representar a cualquiera de nosotros en un sistema que provoca desigualdad, precariedad y miseria, convirtiéndonos en seres menos empáticos que se ven abocados a pensar solo en su propia supervivencia.

Written by Ricky Lavado

Febrero 09, 2022

Florian Arbenz / Jim Hart / Heiri KÄnzig. Conversation #2:Oracle. Conversation #3:Neologism.

Florian Arbenz / Jim Hart / Heiri KÄnzig. Conversation #2:Oracle. Conversation #3:Neologism.

Florian Arbenz / Jim Hart / Heiri Känzig

Conversation #2:Oracle
Conversation #3:Neologism

13

ENERO, 2022

Conversation #2:Oracle con Florian Arbenz, batería y percusión/ Jim Hart, vibráfono, marimba Conversation #3:Neologism con Florian Arbenz, batería y percusión/ Jim Hart, vibráfono, marimba/ Heiri KÄnzig, contrabajo

Texto: Manuel Borraz

Florian Arbenz continúa al pie del cañón con el decálogo autoproducido que inició el pasado mes de marzo de 2020. En esta segunda y tercera entrega de Conversation, el baterista suizo Florian Arbenz se reúne en esta ocasión con Jim Hart para crear Conversation #2: Oracle, sumando a este dúo a Hairi Känzig para desarrollar Conversation #3: Neologism, grabado en Basilea, Suiza.

Epistrophy · Florian Arbenz & Jim Hart & Heiri Känzig

La cuarentena al inicio de pandemia generó muchos cambios, pero desde luego no el afán de seguir creando y compartiendo música por parte de un músico de la talla de Florian Arbenz, que cuenta en su recorrido con conciertos junto al gran Greg Osby, David Liebman, Bennie Maupin, Kurt Lazy…  

Florian Arbenz dispone de un maravilloso estudio y una discográfica, Hammerrecording, situada en Hammerstrasse, Basel, con la que produce y genera CDs, vinilos, así como diferentes formatos digitales, rodeado de un gran equipo técnico. Es en Hammerstrasse donde surge la idea de invitar a una extensa plantilla de músicos y crear esta ambiciosa colección llamada: Conversation

Tanto para Conversation #2: Oracle como para Conversation #3: Neologism, el proceso de grabación de ambos álbumes fue construido en un único día de experimentación gracias al previo conocimiento musical de los participantes y su buena conexión, desembocando en una grabación donde se potenció el uso de la improvisación, el arte de lo inesperado y una escucha muy presente. 

Florian Arbenz es un baterista de jazz atípico y creativo, en su set y arsenal instrumental mezcla los sonidos de la percusión clásica con un set tradicional jazzístico y una curiosa aproximación. Además, cuenta con diferentes objetos, instrumentos y juguetes que utiliza de manera complementaria durante los álbumes y conciertos, así como elementos de instrumentos percusivos, gongs, etc. Florian Arbenz nos cuenta su buena relación con un amigo constructor de instrumentos con quien trabaja personalizando instrumentos y creando nuevas posibilidades.

Conversation #2: Oracle, es un álbum que cabalga entre diferentes estadios, tradicionales y contemporáneos, entremezclando todo un entramado de recursos en una propuesta libre que permite la expresión de sus participantes para que desarrollen sus ideas de manera honesta y creativa. Oracle se trata de un álbum a dúo, una conversación de a dos, un diálogo de grandes interlocutores entre Florian Arbenz y Jim Hart. Ambos se conocen desde hace más de quince años cuando tocaban en el trio VEIN. Su conexión y entendimiento tiene un largo recorrido y esto se puede apreciar en Conversation #2: Oracle. Este álbum tiene una concepción interesante, el diálogo por parte de Florian Arbenz se centra en el entramado rítmico, dejando a Jim Hart con una gran libertad y una mayor responsabilidad al sostener el despliegue armónico y melódico, a su vez, la apertura formal de los temas crea una sensación de imprevisibilidad favoreciendo la intercomunicación y el desarrollo creando una tensión muy favorable que se desenvuelve a través de una idea o melodía corta y finalizando de manera acordada en el tema inicial.

Como ejemplo, en Wooden Lines u Homage, hay una clara tendencia groove, estableciendo un caminar dinámico, en el que reaccionan rítmica y gestualmente el uno al otro. La sensación de desconocimiento ante lo que viene mantiene en vilo tanto al músico como al oyente.

Florian Arbenz & Jim Hart

Arbenz X Hart | Wooden Lines Single (Conversation #2))

El recorrido de Florian Arbenz es largo y sorpresivo, con un vasto arsenal de conocimientos que se trazan desde sus estudios en música clásica, tocando el vibráfono y la marimba, y participando en labores orquestales hasta músicas modernas y por supuesto el jazz. A su vez Jim Hart es también baterista, por lo que el conocimiento del funcionamiento del instrumento de su compañero le facilita la reactividad y la fluidez en Oracle. Por esta razón la interactuación se siente libre y natural. Los temas son totalmente improvisados, son composiciones.

Esta apertura estructural y harmónica tuvo que acotarse en favor de la funcionalidad en Conversation #3: Neologism, en la que la formación a trio y la apertura al diálogo de un nuevo instrumento, en este caso el contrabajo de Hairi Känzig, produjo una reorganización y adecuación de los temas.

Florian Arbenz conoció a Hairi Känzig hace cinco años. EL contrabajista cambia por completo el sonido del grupo por su presencia y alta energía, “Hairi Känzig es un bajista que te hace dar el máximo, tienes que estar ahí tocando, concentrado a gran intensidad” nos dice Florian Arbenz. 

En Neologism, la formación jazzística es más tradicional, así como la instrumentación y la personalidad de Hairi Känzig al bajo, marca la diferencia en esta tercera edición. La interacción y conversación entre tres interlocutores amplifica la complejidad, escucha y desarrollo estableciendo un nuevo escenario. Estos dos álbumes sucedieron a dos días de distancia uno del otro en noviembre de 2020. 

Cabe destacar, durante todo este decálogo, que Conversation cuenta tanto con un tema de Thelonious Monk, “son temas que todavía a día de hoy suenan modernos y que funcionan muy bien para ciertas secciones rítmicas y arte contemporáneo” apunta Florian; como el tema Freedom Jazz Dance produciendo una versión nueva en cada uno de los álbumes, siendo este tema el eje central de los diferentes álbumes de Conversation

Actualmente, Florian Arbenz cuenta con nueve de los doce álbumes grabados, a pesar de que solo están publicados tres de ellos. Esperamos escuchar el resto pronto. En los álbumes ya publicados encontramos a grandes artistas como Kurt Lazy, Maikel Vistel, Hermon Mehari, Nelson Veras, etc. Esperamos impacientes al resto de propuestas que Florian Arbenz tiene para ofrecernos en el futuro. Conversation ya ha salido a los escenarios y cuenta con ofertas en Suiza y otras localizaciones. Esperamos verlo pronto en España.

Written by  Manuel Borraz

Enero 13, 2021

Simon Moullier Trío  Luca Alemanno – Jongkuk Kim Countdown -Fresh Sound New Talent-

Simon Moullier Trío Luca Alemanno – Jongkuk Kim Countdown -Fresh Sound New Talent-

Simon Moullier Trío 
Luca Alemanno, Jongkuk Kim

Countdown -Fresh Sound New Talent-

31

DICIEMBRE, 2021

Simon Moullier, vibráfono/ Luca Alemanno, contrabajo/ Jongkuk Kim, batería (Fresh Sound New Talent, 2021)

Texto: Ricky Lavado


El parisino Simon Moullier, percusionista de formación clásica y vibrafonista consagrado, sorprendió a propios y extraños con la publicación de su disco debut Spirit Song (Outside In Music, 2020). Alumno de Herbie Hancock, apadrinado por Quincy Jones, y colaborador habitual de nombres tan dispares como Bob Sheppard, João Barradas o Gabriele Poso; el veinteañero Moullier ha conseguido en pocos años convertirse en una voz refrescante e innovadora llamada a repensar las posibilidades sonoras y creativas del vibráfono, rompiendo corsés estilísticos y fórmulas ya transitadas hasta la saciedad.

Simon Moullier – Vibraphone Mats Sandahl – Bass Francesco Ciniglio – Drums 06/23/21

Grabado en diferentes sesiones repartidas entre 2017 y 2020 en Los Ángeles y Nueva York, Spirit Song mostraba a un creador inquieto y talentoso sin miedo al riesgo, que dejaba libre un espíritu expansivo, ecléctico y colorido para dar forma a un caleidoscopio fresco y sorprendente en el que el virtuosismo estaba al servicio de la exploración y la búsqueda de nuevos terrenos expresivos.  Moullier abría nuevas sendas de investigación compositiva y armónica con un disco debut en el que el vibráfono se enriquecía con pianos, metales, sintetizadores e instrumentos tradicionales de percusión africana como el balafón, para crear un universo propio de sonoridades e influencias que sonaba tan moderno y arriesgado como respetuoso con la tradición. Esa búsqueda de puentes entre lo viejo y lo nuevo, hilo conductor de la música de Moullier en Spirit Song, es de nuevo el planteamiento inicial con el que el francés presenta ahora su nuevo trabajo Countdown, aunque desde lugares muy diferentes a su disco debut, y con intenciones y resultados muy alejados de este.

Live at Blue Whale (Los Angeles) – 05/16/17 Simon Moullier 

Abrazando el sonido acústico y austero del formato de trío (en esta ocasión Moullier se hace acompañar únicamente de su inseparable base rítmica, formada por el batería Jongkuk Kim y el contrabajista Luca Alemanno), Countdown es un trabajo sobrio, intimista y elegante que, en muchos sentidos, funciona como reverso de Spirit Song. El estreno de Simon Moullier en la prestigiosa serie New Talent del sello Fresh Sound (plataforma de lanzamiento de Brad Mehldau, Seamus Blake, The Bad Plus o Ambrose Akinmusire, entre muchos otros) suena cálido, natural, lleno de oxígeno y luz; la compenetración entre Moullier y su más que eficaz y solvente base rítmica da como resultado un nivel altísimo en la ejecución, y el trío funciona como un mecanismo de precisión en el que técnica y estética se imponen a la emoción o la sorpresa. 

El repertorio elegido para dar forma a Countdown se sumerge en el cancionero clásico tradicional del Jazz para, a modo de homenaje a la tradición, revisitar piezas de pesos pesados como John Coltrane, Thelonious Monk, Charles Mingus, Cole Porter o Bill Evans; y ahí es donde entran en juego las expectativas del oyente para valorar de manera justa (signifique eso lo que signifique) un disco que, si bien sirve como tributo a una serie de nombres totémicos grabados a fuego en la historia de la música del siglo pasado, también despierta dudas respecto a la necesidad o el interés que a estas alturas de curso pueda tener una versión de «Goodbye Pork Pie Hat». o la enésima relectura de composiciones de Evans o Coltrane.

Countdown es, en definitiva, un trabajo amable y correcto que destila clase y virtuosismo y que funciona a la perfección como entretenimiento mientras esperamos el siguiente paso en la prometedora carrera de un artista que resulta mucho más interesante cuando mira al futuro que cuando se regodea en el pasado.

Countdown · Simon Moullier · Luca Alemanno · Jongkuk Kim

Escrito por Ricky Lavado

31 de Diciembre de 2021

Fred Hersch Interview  JAZZMADRID21

Fred Hersch Interview JAZZMADRID21

Fred Hersch Interview
JAZZMADRID21

Madrid International Jazz Festival

13

DICIEMBRE, 2021

Entrevista: Manuel Borraz

Fotos: Rafa Martín/CNDM

On November second, I had the pleasure of interviewing one of the greatest jazz piano players of all time. After his last duo concert in Hamburg with trumpeter Dave Douglas, Fred Hersch came to Madrid, where he played with Avishai Cohen an intimate acoustic performance at Auditorio Nacional de Música (JAZZMADRID21), playing jazz standards and his own compositions in his unique, buoyant masterful way. 

Well known for his long jazz career, sideman in the past of jazz legends like Joe Henderson, Stan Getz, Bill Frisell… composer and piano bandleader, Fred has contributed to jazz music with an extended creative artistic work with many formations and formats. Despite his complicated life situation due to contracting AIDS in 1984 and coming back from death after a two months coma in 2008, Hersch is still touring the world, creating amazing music and leaving a legacy that will last long. The morning before the concert, in the living room of a hotel, Fred Hersch shared with us some aspects of his approach to music nowadays, his feelings and how is he living the current moment.

In&Out JAZZ – Welcome to Madrid, we are delighted to have you here. How are you feeling?

Fred Hersch – I am good, thanks. I don’t remember now, but I think that the last time I was in Madrid it was with the trio. Something I can tell you is that lately I remember good halls and good pianos around the world, how they work or the difference between them, specific ranges that sound better depending on the model. 

In&Out – You have had a close relationship with the piano for more than 40 years and you are still touring, most of the time in small formations like this concert with Avishai Cohen or by solo performances. What is your relationship with the piano now?

F. H. – I love it and I feel really loose. Since the pandemic, fortunately, all of the concerts where I have played have been with musicians that are in the flow of the music, not much is predetermined. I have played with Enrico Rava, Dave Douglas, now with Avishai Cohen all of them are different but great. I find it hard to play with musicians that are too much inside their heads. I always say to people I love my work. I make stuff up and I get paid for it. It’s a great job.

In&Out – Then… was playing piano solo concerts a natural consequence of your life, due to your needs and loves, or was it a conscious decision?

F. H. In 1977 in New York I was hanging out a lot at Cork Bradley’s, where all the piano players were hanging out. There were lots of piano players and bass-piano duos there, with Tommy Flanagan, Hank Jones, Jimmy Roles, Kenny Barron… I remember Rolland Hanna said to me: “you would be a very good solo player, you should really develop that”, and he was a very good solo player, so I did it. In 1980 I gave my first solo concert and my first solo album came out in 2001. I have equal solo albums and trio albums. Playing solo… is very challenging, you can´t take a break for the drums solo! (laughs)

In&Out – You have used many different approaches, textures and creative skills in your performances, we could say that your piano playing has a very sensitive and refined touch, where do you think that this art of playing comes from?

F. H. I played classical music, not so much in public but for me, but I grew up listening to it. I did not listen so much to popular music. When you listen to a lot of great piano players and piano music you can hear the possibilities of the piano, so I never transcribed solos but I got ideas and tried to incorporate all these elements, for example: the piano can be a drum set, an orchestra, a singer, a horn, it can go in opposite directions, multiple directions or play different voices. This is a feature of my playing and I find it interesting to do… You don´t read into the piano but different piano players have their own particular sound, not the notes but the way they engage with the instrument. 

In&Out – The pandemic has greatly affected a lot the sector of music and culture, how did you deal with the Pandemic from the beginning of it until now?

F. H. I actually did not even touch the piano for months during the pandemic but, among many other things, I did meditation -but not Zen. What I do is, I sit everyday for 35 minutes, although is difficult to do it when being on the road.

When I started meditating, I realised that I had been meditating for my whole life with the piano, so instead of the breath as the encore, it was the sound the anchor, how you actually make the sound and how you put this sound in rhythm, this is active meditation. It is not about what you play -a hype chord or something fast-, it is about the feeling. 

In&Out – Also, during the Pandemic, you did one album, Songs From Home, right?

F. H. Yes. That album, Songs From Home, was simply me playing songs I like just to make people happy. So, people could be with me relaxing in my living room while I play songs that I Iike and, in that way, we all have some nice moments together.

In&Out – Talking about the Pandemic and the difficult moment of global health, we know you have been dealing with health issues for years, how did your health situation affect your playing?

F. H. – I was very sick I almost died twice, and when I came back things changed, so there is kind of a pre period and post period. It was 13 years ago, since then I know my playing has changed but I cannot tell you how.

Also, when you get older, your memory is not so great, your repertoire gets smaller and now, after a year without practicing or playing music in the pandemic, I appreciate music more. I have got to the place I always wanted to get to, where on the one hand I care deeply about the music but on the other I just do not care about whatever it happens. 

In&Out – You said tonight, with Avishai Cohen, the main focus will be on improvisation, but also, you have been using composition for a long time. Which area takes precedence in your life?

F. H. Nine of the last twelve albums were live because I do not like the studio so much. I feel that is real jazz, my best stuff is live. But as an artist I’m conscious of my career, and I know you cannot just do always the same thing, otherwise no one would pay attention. 

In&Out – You have been teaching for many years in institutions, and also influenced big musicians like Brad Mehldau, Ethan and Sullivan Fortner… what do you think about the institutionalization of jazz?

F. H. Well, in order to set things to students or to make a model for jazz education, it has to be driven by information, not by theory and transcriptions… In a way I was lucky because I did not have a teacher before I went to New York, and I was an apprentice, that was what everybody did at my time: I played with Joe Henderson, Stan Getz…

I composed my own pieces very late. Now everybody has the goal of having their own band with their own music and I think is equally creative to play something somebody else wrote. Not everybody is a great composer, something great for me is something that sticks, like a Sonny Rollins solo that I can almost sing… I would never write it down, for example, but I sing it. 

In&Out – Did you enjoy being a sideman? As I see you do not do it anymore.

F. H. Lately I do not tour with other people as a sideman, people do not think of me as a sideman anymore, they think I am busy or that it would be too much expensive, aso. There was a time that I was a sideman, when I was thirty, and I learnt from that. But now it is different.

In&Out – How is jazz education now?

F. H. Jazz education consists now of students who do it like a duty, they learn and can play but nothing is personal, it is more craft than art, and then there are musicians who have big influences and take it personally. They take music from other countries or from hip hop or classical contemporary music wherever, so there is not much swing inside so maybe it’s jazz but not jazz, although there are very accomplished musicians who have found a way to speak to their generations and to themselves.

When you suggest playing or writing down what Herbie wrote in 1963 it makes people develop a lot of fear but if it is something new you cannot be afraid of, you just have to embrace it. Also, now we have a group of people who have doctorates but never tried to make a living out of music, so it is very academic, and that fact can make people competent but it does not make them creative artists.

In&Out – How was jazz life back then for you?

F. H. When I went to New York I was 22 years old and it was very simple, you had to be able to know how to swing, how to compose, to read music, have the tools and be prepared to return phone calls… Now everybody is expected to be a bandleader, composer, social media expert… what is expected nowadays is different than before.

In&Out – What would you say is missing nowadays?

F. H. One thing that is missing is listening not only to what happened in the 70s but to the whole history of jazz. Throughout these times there have been and there are amazing pianists.

Man has to understand the different trees of jazz piano. Like, for example, Duke Ellington, Monk, Herbie Nichols, Andrew Hill. That would be one tree, or James P. Johnson, Art Tatum, Fats Waller, Oscar Peterson… that is another. 

Unfortunately, people don’t listen to albums anymore.  We read to the note, aso. Our attention has got shorter due to new technologies, and this is affecting a lot the education we are having.  

In&Out – Is jazz nowadays more skills centered than an artistic expression?

F. H. Most of jazz students want to know: “how can I do this?” but you just have to try things and commit mistakes until you learn… it is not I am going to do this and this and I am going to be a good jazz musician, it is a language and you have to speak it, and so, it takes time.

In&Out – The history of jazz has a very concrete, determined character, geographic origin… but the different paths that it has taken are creating a very thick and lush forest. Jazz is now being played around the world. Do you see a difference for example between European jazz and jazz in the U.S.?

F. H. Before, Europeans and Japanese wanted to know the authentic way to play this music, but now, there are a lot of European players who do their own thing: Enrico Rava, Bollani, John Taylor, Jan Garbarek, aso. You can put a lot of jazz music in ECM category or Avant Garde category, there is some in the middle but most of it is this. There is not so much swing anymore, but more straight 8ths odd meters, aso.

In&Out – I suppose that man learns a lot also playing with great characters of the history like you did in the past. What did you learn from playing with true legends at that time?

F. H. Playing with Joe Henderson for 10 years I learnt a lot. Sometimes he played great but sometimes not so well, or he started okay and at the end got amazing, so I learnt not to panic at a moment of the concert because it is a long trip. The trap I got into once was worrying about what I was not able to play, like young pianists who can do amazing technical things, but they cannot do what I do, so you have to know who you are.

There is no law saying “you have to do that“. So, you just play one phrase, then another, then another, loving them, like meditation… every breath is a little different from each other, some days you are focused and some days you are not. I like to think that I normally do good performances but sometimes I am more inspired. For example, in Village Vanguard, which is my home, I feel like I am in my living room, I do not have to worry about a thing. 

In&Out – It seems that your meditation practice has affected a lot the way you express and conceive your playing, did it influence you as well in the way you listen to jazz? 

F. H. When you listen, you cannot see what are people doing, you can just hear it. In a lot of shows I close my eyes, even in my own concerts, I do not look, I pay attention, it gives me a center. I like to take one track that I like, close my eyes and I listen to it seven times in a row, and each time I listen differently, how do people phrase or deal with harmony, if the drums are ahead of the beat, how do they deal with it…

In&Out – How would you qualify good art then?

F. H. – I always say good playing is like pizza. Basically you have sauce, cheese, dough and when you are playing solo you have rhythm, sound and the way you connect with what you play, these are the three most important elements. We all have had terrible pizza but when you get good pizza it is so great, bad pizza can fill you up, but good pizza…what a difference… wow! You can feel it was made with care and the best ingredients and skills… 

In&Out – So, do you influence yourself from other forms of art?

F. H. – I go to art museums, enjoy visual arts, theatre, other kinds of music, all kind of classical music. I like to explore everything, I like to learn stuff from different artists or periods or cultures and connect with them. You cannot only do jazz, maybe when you are young… but at this point I cannot just practice jazz, the closest I get is taking one tune and playing it for twenty minutes. I search for new stuff if it gets boring, I go to a different thing.

In&Out – How free do you think jazz music actually is?

F. H. – A tune is like a picture frame. It gives you a limit, that is the basic form, harmony, melody, or words… To me, the three great revolutions of jazz were Louis Armstrong, who invented scat, stepping up front of the band and being a really great soloist. Bebop era is the second, this is basically said: jazz is not dance music, it is more complex, virtuosic, people were writing their own things… and then Ornette Coleman, who was like: “I am just going to play on the feeling of the tune or I am not going to play any tune at all“. Of course, there are a lot of amazing great musicians but for me this is where the real innovation lies.

In&Out – How do you see the evolution of the jazz industry? 

F. H. – In the past years classical music and jazz albums sold were rated about 2%. And within jazz there were always singers and guitarists who sold more records than instrumentals, but it has always been a very small percentage of the music industry.

In&Out – In your opinion, why is this percentage so small?

F. H. – In both of those genres, the more you know, the better you feel when you listen, and more satisfaction you get, and you can at least have an opinion about it. In pop, big famous artists and their projects are driven by personality and sometimes it is more entertainment than art. Jazz and classical music, without any willing to be pretentious, is another kind of artistry, but it has always been a tiny part of in the industry…

Some people would say: “I like smooth jazz“, which is not actually jazz of big bands or whatever… and that can be great, or not. You know, there is nothing wrong with entertainment: sometimes you just want to have some fun. But in terms of artistry, not so much. It is another layer… just a deeper one.

In&Out – I guess society has also changed a lot. How do you see the acceptance of the LGTBI movement in jazz nowadays?

F. H. – Let’s say you have 5% of population of gays in the world, just to say a number, and not all of them belong to jazz or are jazz fans. I was one of the first ones to really come out and I like to think that it gives people confidence to say it too. When you play with other musicians it’s very intimate and you don’t want to bring sex into it.

Specially in the U.S. now they are tending towards women instrumentalists and people of color. Honestly, I don’t care what race or sex anybody is when I play with them, I just play with musicians that are compatible with me. When the music starts and I close my eyes, the music is what matters. I went to a multiracial school with no ethnic majorities so I did not think about it much, and then I played with lots of musicians…

A lot of people, for example, would wonder why would Joe Henderson  have a Jewish white gay piano player in his band… but if you are gay and in the closet, it is harder to express yourself also in life and in music. Now we have people who don’t know which sex they are, aso. That’s the next frontier.

In&Out – Now before we end, we would love to know if you have any upcoming projects.

F. H. – I am doing a string quartet plus a trio project. Nowadays this seems fashionable but I just did it in my own way… it will come out in January. It contains 8 movements of a suite and the different movements go together as a unit. They are based in my meditation practice.

Also, with Enrico Rava we will record an ECM album in a couple of weeks. They have a particular way of working and it will be interesting to make it. After Songs from home I realized that meditation could be an interesting subject, maybe I will do something about it or maybe my next project is a live I recorded with Julian Lage, who knows! We are just listening to it, you never know… or a jazz trio album, who knows.

Written by Manuel Borraz

13 de Diciembre de 2021

Pin It on Pinterest