Música Imaginaria – Baldo Martínez Sextet (Karonte, 2024)
BALDO MARTÍNEZ SEXTET
Música Imaginaria (Karonte, 2024)
21
Octubre, 2024
Baldo Martínez Sextet. Música Imaginaria (Karonte, 2024). Baldo Martínez, contrabajo. Lucía Martínez, batería. Juan Sáiz, flauta, saxofón. Andrés Coll, vibráfono. Joao Barradas, acordeón. Julián Sánchez, tromepta.
Texto: Ricky Lavado
Fotos: Juan Fran Ese, Elvira Megías, Erre de Hierro, Antonio Torres
Dicen de Baldo Martínez que “en su contrabajo habitan todas las escuelas”, y por muy desorbitada que parezca la frase, resulta bastante más ajustada a la realidad de lo que parece. La entrega más reciente del incombustible compositor ferrolano nos llega de la mano de Karonte Records y lleva por título Música imaginaria. Se trata de un disco concebido al amparo del Festival de Jazz de Vitoria, creado gracias a una residencia artística auspiciada por el festival, y muestra del envidiable estado de gracia creativa en el que se encuentra el contrabajista, por un lado, y del importantísimo papel que los festivales juegan cuando no se limitan a programar conciertos, sino también a ofrecer infraestructuras para generar sinergias colaborativas entre artistas. En este caso, la sinergia que da forma a Música imaginaria representa un viaje casi perfecto por la geografía ibérica: a los gallegos Baldo Martínez y Lucía Martínez (batería) se unen el saxofonista y flautista cántabro Juan Sáiz, el vibrafonista ibicenco Andrés Coll, el acordeonista portugués Joâo Barradas y el trompetista granadino Julián Sánchez.
Cualquier persona familiarizada con la discografía de Baldo Martínez sabe que siempre es interesante y enriquecedor asomarse a cada nuevo capítulo de una carrera caracterizada por la excelencia (sí, así de bueno es), y en este caso la formación de sexteto elegida por el gallego viene a ser un all stars de la escena del jazz contemporáneo europeo actual. Viendo a los responsables de Música imaginaria, uno ya da por hecho que el material va a ser de calidad, pero en esta ocasión no se trata simplemente de un muy buen disco hecho por grandes músicos: este álbum es una de las obras más completas e indiscutibles que han surgido en este país en muchos, muchos años.
El sexteto excepcional comandado por Baldo Martínez nos ofrece una hora de música maravillosa, repleta de desarrollos sorprendentes y emocionantes, en forma de composiciones que vuelan libres y se van desplegando hacia caminos de una belleza arrebatadora. Todo es elegante aquí, todo suena emocional y cuidado hasta el extremo, todo encaja de una manera extraña y casi mágica en un collage improbable de jazz contemporáneo, improvisación libre y sonoridades deudoras del folklore. Todo es orgánico, natural y armonioso: hay luz en todo momento. Música imaginaria es un trabajo completísimo en el que vibráfonos, acordeones, fiscornios, marimbas y flautas se entrelazan de forma festiva, bella e imaginativa en torno a elementos más convencionales de la tradición del jazz como el saxo, la batería, la trompeta o el contrabajo para crear una obra fascinante, original, adictiva desde la primera nota y totalmente escurridiza a la hora de buscar etiquetas para intentar definirla.
Cada momento de este disco es un derroche de talento y creatividad que quita el hipo: el pulso juguetón y saltarín de “A través del muro”, en el que la banda se muestra exuberante en arreglos y explosividad tímbrica, o la solemnidad y dramatismo de “Gaia” (uno de los momentos en los que Baldo Martínez, generoso en todo momento a lo largo del disco, se pone al frente y nos regala una clase magistral de expresividad y emoción convirtiendo su contrabajo en un quejido misterioso antes de que la flauta de Juan Saiz haga despegar la pieza hacia la estratosfera); el ambiente mágico y soñador de las marimbas y vibráfonos de Andrés Coll en “Ruliña y su mundo”, con el acordeón de Joâo Barradas entregado al intimismo y a la melancolía; la belleza casi desarmante de “Luz de marzo” y sus fraseos de saxo desbordantes de clasicismo y elegancia; la abstracción desestructurada que poco a poco deriva en groove de “Todos fuera”; el misterio ambiental y brumoso de “Live in Oviedo” como cierre de disco, con la voz de Lucía Martínez resonando de fondo como lamento ancestral… El nivel creativo e interpretativo es altísimo en todo momento en este disco, y aunque no hay eslabones débiles en este sexteto (es apabullante lo bien que suenan estas seis personalidades), es de justicia destacar el trabajo de Lucía Martinez a la batería: el despliegue de recursos, versatilidad, clase e inventiva de Díaz en este álbum es de otro planeta. La brillantez y compenetración rítmica entre la batería y el contrabajo es fascinante a lo largo de Música imaginaria, ofreciendo a cada composición unos cimientos con una solidez, seguridad e inventiva que quitan el aliento y se convierten en colchones perfectos sobre los que el resto de elementos vuelan libres hasta alcanzar cotas de calidad realmente altas.
Escuchen este disco con atención, y cuando termine, escúchenlo una y otra vez; cada vez que se acerquen a él van a descubrir nuevos recodos de genialidad, talento y luz. Música que ensancha el alma.
Texto: Ricky Lavado
Octubre 21, 2024
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