En diferentes ocasiones cuando hemos hablado me has contado cómo concibes la improvisación. Ya has empezado desde el principio contándonos que es una cuestión clave para ti. ¿Cómo la concibes? Porque muchas veces nos has dicho que piensas en ritmos. Muchas veces nos has dicho que piensas en el espacio que te dejan los otros músicos y en la interacción que puedas generar. Muchas veces dices “no, no, yo lo que toco es lo que he escuchado de otro que ha tocado antes que yo”. Y tantas veces nos cuentas que en todo caso si hay algo que pienses o que cantes dentro es, más que otra cosa, ritmo. Entonces, melodía, armonía…, o sea, ¿cómo es Álvaro del Valle improvisando? ¿Cómo lo viven tus dedos? ¿Cómo lo vive tu cabeza?
Pues, mucha melodía también. Durante mi formación, y me refiero a todo el tiempo que he dedicado con el instrumento, me han ido llamando la atención diferentes cosas en cada momento. Fíjate que al principio me llamaba más la atención lo complejo y cada vez me ha ido llamando menos la atención y ha pasado a ser lo sencillo lo que más me atrae. He pasado por diferentes etapas, pero bueno, al final, habiendo dedicado mucho tiempo a explorar música más compleja, y es algo que sigo haciendo evidentemente dentro de los proyectos en los que estoy donde la música bebe más de la estética contemporánea… también ésta informa mi acercamiento al instrumento, a la improvisación y a mi lenguaje. Al final es cómo conseguir que esa complejidad forme parte de un discurso para crear como una estética.
Y sí, ha habido una etapa de mi vida en la que me he fijado más en melodías muy sencillas y eso ha influido en mi tocata, de hecho, si tú pones lo que yo toco a un tempo lento te vas a dar cuenta de que son consecuciones de melodías muy sencillas y que no estoy tampoco inventando nada. A la hora de improvisar intento cantar lo que estoy haciendo y escuchar a los demás para luego poder contestar a eso que están haciendo ellos. Y esto es importante, la improvisación la entiendo como si fuese todo un global donde mi instrumento es una parte de toda la música que está sonando y yo lo que estoy aplicando es un timbre y unas texturas a toda esa composición que es todo este paisaje. Entonces puede no haber guitarra también y eso está bien, y de hecho cuando un instrumento suena durante un tiempo y de repente se calla pues se crea otra cosa totalmente diferente. Como que incluso dejando de tocar o tocando también lo entiendo como si fuese parte de la orquestación, que no es tanto pensar la improvisación como “mi momento”, sino que lo pienso como un todo, como capas. Entonces cuando dejo espacios y demás también lo entiendo como parte de esa orquestación.
¡Qué pasada! En lugar de decir “ahora toca mi plato, ahora yo soy el plato principal”, piensas que siempre eres un ingrediente.
Eso es.
¡Qué guapo!
Digamos que tu instrumento tiene diferentes roles…
No, metodológicamente esto lo cambia todo y es súper interesante.
Son conceptos que yo he ido aprendiendo de la producción, por ejemplo.
Sí, porque ahí estás obligado a tratar el global de alguna manera.
Sí, sí. Y la gente que toca que tengo como referencia y que me gusta, pues veo que tienen estas cosas en cuenta.
¡Qué interesante! Te voy a preguntar ahí ya la última cuestión que me interesaría saber. ¿Hay en tu música, en tu arte, en tu búsqueda artística, en tu pulsión por componer, en todo tu ente artístico (que entiendo que coincide con tu persona también, porque son siempre cosas muy complejas) una búsqueda espiritual, conceptual, una intencionalidad, algún deseo de cambio de algo? Si lo hay, nos lo cuentas. Y si no, claro, en el fondo, ¿qué le querrías decir tú al oyente cuando sacas tu música, cuando haces las cosas? ¿Qué relación desearías establecer con el oyente? Porque entiendo que al oyente le interesaría también saber qué tiene Álvaro del Valle dentro, qué busca Álvaro del Valle con estas cosas.
Sí, entiendo. Claro, podemos entenderlo de muchas formas. Cada uno interpreta a su manera y cada artista tiene también sus motivaciones. Hay motivaciones políticas por ejemplo, que al final también son artísticas que entran dentro de la política impepinablemente, porque el arte también es una forma de hacer política. En mi caso, yo lo que quiero y busco, de alguna forma, es reivindicar el hecho de tener una intencionalidad, de hacer las cosas con una intención particular, como que las cosas sean hechas con autenticidad. Revindico las cosas hechas con fundamento, con un conocimiento de causa y de dónde vienen las cosas.
Sí, con rigor, con criterio.
Mira que me falta mucho por aprender, como a todo el mundo, pero yo siempre me quiero informar del cómo y del dónde vienen las cosas. La música es un ejemplo, porque solo es técnica, armonía, escalas y todo esto, sino que también implica una historia, porque la música viene de largo, es decir. Y no me refiero a la clásica, insisto en que viene de siglos y siglos atrás. Hay músicas que son ancestrales de las cuales seguimos bebiendo hoy en día. La base a través de la cual nos estamos comunicando, que es el ritmo, viene de una tradición que es ancestral. Con todo esto en el corazón y echando mano de los medios que tenemos hoy en día y los timbres que representan más específicamente la actualidad y por tanto a mi persona, ya que me siento representado por la etapa en la que vivo, he querido también conservar eso, ese vínculo con la música a nivel más profundo. Es algo que me ha interesado durante mucho tiempo; esa comunicación a través del ritmo, que es lo que hay en común entre muchas músicas folclóricas, como por ejemplo el flamenco o las músicas espirituales africanas o la música de la India. Siempre tienen ese común denominador, que es la comunicación a través del ritmo. Entonces yo he querido preservar eso y he querido reivindicarlo y decir “oye, que cuando hacemos música también hay que ver de dónde vienen las cosas y hacer un esfuerzo por conocer esa tradición”.
¡Qué bueno, tío! ¡Qué lección! Totalmente, qué interesante. Yo creo que esto corrige, en el sentido más fraternal de la palabra, a todos los que te escuchen, porque es importante.
Sí, claro, porque también es preservar cultura.
No, y que luego uno se siente mucho más realizado. O sea, uno se siente más realizado cuando se acerca al objeto y lo conoce más que cuando lo conoce de manera superficial. Totalmente de acuerdo.
Sí, sí.
¡Qué bueno, Álvaro! Pues muchísimas gracias por esta conversación breve. Le invitamos a todo el mundo a ir a escuchar Agua, el último proyecto publicado de Álvaro. Tienes muchísima música que la gente chequee. Lo pondremos ahí, tus redes, tu web, todas las colaboraciones que has hecho. Y tenemos que estar atentos porque vendrá música nueva, porque hay que estar atentos para pillarte en los conciertos en directo, en los festivales en los que puedas estar programado. Te apoyamos de manera íntima y agradecida, la verdad, desde In&OutJazz y yo personalmente también, ya lo sabes. Y, tío, enhorabuena, porque has hecho un trabajazo increíble e impecable con tus compis músicos y la verdad es que da gusto. Es bellísimo, así que gracias.
Genial, muchas gracias. Muchas gracias a vosotros también por la ayuda, también la difusión que estáis haciendo de los artistas. Y nada, que esperemos vernos prontito en la presentación.
A gozar, a gozar. Grande, Álvaro, gracias.
Gracias, chao Jose.